Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XII

Cuando bajó a encontrarse con los demás estos también la vieron con sorpresa. Pues ambos magos, e incluyendo a los familiares, sabían lo poco que le gustaba a Arabella retocarse el cabello.

Se acercaron a ella. Galaga tomo un mechón de su cabello. Era rosa y bastante ondulado. Para él era extraño, era la primera vez que la veía así. O al menos así lo recordaba.

—Efecto secundario de la magia verde.— dijo antes que preguntaran algo.

—¿Segura que estás bien?— insistió Hisirdoux.

White salto al hombro de su familiar, y la vio con burla.

—Claro que está bien.— respondió por Arabella.—Esto pasa cuando no oculta su magia.

—¿Entonces te tiñes el cabello?— pregunto graciosa Galaga.—Debo admitir que luces hermosa.

—Si, como un …

Arabella pego un chirrido antes que Hisirdoux continuará con esa frase que tanto detestaba.

Sabía a la perfección a que lucía. Por años, durante su vida en Camelot, Hisirdoux se lo hizo ver aunque ella no lo notara. Al principio era algo que le gustaba oir de su parte, pero con el tiempo y a causa de la relación con esos seres brillantes, ya no podía tolerarlo.

Aún así no le molestaba que le dijera aquel extraño cumplido.

—Me había olvidado que te podías ver como, ya sabes.— dijo el pelinegro.

—No, yo no sé ¿Cómo se ve?— preguntó Galaga.

Hisirdoux se acercó a él, para hablarle al oído. Mientras le decía a lo que se parecía, Arabella trataba de ocultar su sonrisa. De verdad disfrutaba verlos ser amigos, y deseaba decírselo. Pero sabiendo como se pondrían con lo que ella sentía al verlo, prefería guardarse eso.

—Tienes razón.— exclamó Galaga.—Solo le faltan las alas, se vería tan linda y adorable.

—Si que son tontos.— dijo Arabella.

Mientras las risas crecían, llamaron a Hisirdoux. Este se alejó para atenderle el llamado, y que no escucharán el barullo de fondo. Su sonrisa desapareció al oír del otro lado a Toby.

Tras cortar, volvió a donde estaba Arabella y Galaga peleando. Al notar su cara estos dejaron de reír.

—¿Qué ocurrío?— pregunto Arabella.

—Son malas noticias ¿Cierto?— dijo Galaga.

—Debemos ir a Japón.

En Japón, luego de haber conseguido las piedras de sus manos y pies, Olivia se detuvo a ver su reflejo. No sólo traía la ropa de días atrás llena de suciedad, sino que su cabello había crecido demasiado. Su mirada estaba enrojecida por lágrimas que no recordaba haber derramado. No eran de ellas, sino de Olivia.

—Ah, estás fugas.— suspiro.

Admiró su figura, pese a lo descuidada y dio una sonrisa.

—Quizás me quede contigo.— dijo sin dejar de verse.—Si resistes un poco más, te perdonaré y seremos una sola.

Luego volvió a reparar en su mal estado.

—Antes que nada, debo hacer algo con esto si quiero ir por el corazón.— dijo.—Muy bien niña, vamos a tu vieja vida.

Se abrió un portal en la tierra, y esta dio un paso dentro. En cuestión de segundos se encontraba en la ciudad de New York. Sin embargo, estando allí no podía caminar con tranquilidad. Una fuerza la detenía, cada vez que tomaba rumbo a su antiguo departamento.

—¿Qué escondes niña estúpida?— se pregunto.—Temes que le haga daño a quien no nota tu amor.

Otra vez sus ojos comenzaron a derramar lágrimas. Caeli paso su mano por la mejilla y vio con disgusto aquello. No recordaba cuando fue que lloro de la manera en que Olivia lo hacía. Con dolor y pena, frustrada por no proteger a aquellos que amaba.

—Eres patética.— murmuró.

Se freno por completo, y se vio en una vidriera. Sus ojos carecían de brillo, y una marca, como raíces oscuras, bajaba cubriendo parte de su mejilla. Además de eso, su rostro estaba sonrojado por tantas lágrimas.

—No te preocupe, no le haré nada.— dijo secándose una lágrima.—Al menos no ahora, quizás corra con la misma suerte que los humanos o le perdoné la existencia.

Aquello solo pudo asustar aún más a la dueña del cuerpo.

—Vamos, quiero saber porque tanto amor.— murmuró.

Paso una mano por la marca bajo su ojo, y está desapareció. Dio una sonrisa y volvió a ser la misma Olivia de siempre.

—Bien, ahora vamos, necesitamos una ducha.— dijo.

Arabella con el resto llegaron a Japón. Uso su magia para abrir un portal, y al tocar la nieve, se hundió en esta. Su cuerpo estaba exhausto. El casi haber sido aplastada por un bosque le quitó gran parte de su energía, la magia verde que le brindaba aún más de lo que podía soportar, y los portales de sombras no eran generosos.

Su magia no sabía como mantenerse.

Hisirdoux se acercó a ella, y puso una mano en su hombro.

—Debes dejar de hacer eso.— le repecho Hisirdoux.

—¿Y dejar que nuestros amigos mueran congelados? Paso.

Le dieron una mano para ponerse de pie, y se pusieron a buscar el pequeño grupo.

Entre el gran manto blanco que era el pie del momento pudieron divisar a dos personas. Corrieron a su encuentro y allí se encontraron a Jim y Toby.

Arabella busco por todos lados a Clara. No sentía su energía cerca. Hasta que al fin su mirada se topó con la fría realidad.

—¿Qué fue lo que pasó?— preguntó conteniendo sus lágrimas.

Paso la mano por el frío rostro de piedra de su amiga, para quitar retos de nieve.

El aire entro nervioso y helado a sus pulmones. El silencio la estaba acabando, y la falta de respuesta solo aumentaban sus nervios.

—¡Jim!— grito.—¿Qué pasó? Alguien dígame.

—Ella trato de frenar a Olivia, y está solo la atacó con …

—¿Por qué Oli haría algo así?— pregunto Toby.

—Ella ...— murmuró Hisirdoux.

Jim cayó de rodillas al lado de la estatua de piedra, y cubrió su rostro para evitar que las lágrimas se congelaran. Arabella lo cubrió con un abrazo, aún sabiendo que el antiguo cazatroll no la quería cerca.

—La recuperare.— susurró.—Lo prometo.

Aquella era otra promesa que no sabía si iba a poder cumplir. Viendo a Jim, a Hisirdoux, Galaga y Toby, ya no estaba segura de nada. Pero debía ser la voz de la esperanza al notar que está se diluía cada vez más y más.

—Debemos volver a Camelot, o moriremos acá.— dijo poniéndose de pie.—Puedo con otro portal.

Al alzar una mano al frente, Hisirdoux la detuvo. Al verla negó, pero Arabella estaba dispuesta a lastimar su cuerpo con tal de sacarlos de ahí.

—Solo una vez.— murmuró.

Usando su dolor, algo profundo que crecía en ella. El frío la abandonó, al igual que el malestar del momento. Pensó en lo cálido de volver a su antiguo hogar. Al menos viajo por sus recuerdos antiguos, donde el fin del mundo era algo inexistente. A veces, como en ese momento, deseaba volver el tiempo atrás donde su alma aún no era corrupta.

Ambas manos comenzaron a arder.  Aún así no se detuvo, y abrió un portal resistente para mover la estatua de Clara.

Al pasar del otro lado, su mente giro por completo. Cayó del rodillas al suelo frío. No podía respirar con normalidad, sentía que sus corazón iba a dejar de palpitar, y que su interior se agrietaba. Con atención podia oir el torrente mágico moverse con violencia por su interior.

—Arabella.— exclamó Hisirdoux al verla.

Corrió para ayudarla, pero algo lo detuvo. No eran las lágrimas rosas que escurrian de sus ojos cerrados, o la palpitante luz rosa oscuro de sus manos. Era alguien que le impidió el paso.

Arabella sintió el frío metal amenazando su vida. Al levantar la cabeza, vio una espada de plata frente a ella.

—¿Qué diablos?— pregunto con voz entrecortada.

Al intentar ponerse de pie, su mundo tembló, y se puso oscuro. Otra vez cayó, pero ahora desmayada.

Al llegar a su departamento toco la puerta. Cuando abrieron del otro lado, quien la recibió la vio con sorpresa. Tomo su mano, y la acercó a él de un tirón para fundirse en un abrazo.

—Veo que me extrañaste.— murmuró y le correspondió el abrazo.

Sonrió, sin saber quién era que lo hacía. Si Olivia o Caeli.

—Claro que te extrañe.— dijo su compañero apartándose.—Hace meses que no nos vemos.

El muchacho la vio de arriba a abajo, un poco extrañado. El cabello largo le confundía y su estado deplorable le preocupaba.

—¿Qué pasó contigo?— preguntó.

—Oh, es una larga historia.— respondió dando una amplia sonrisa.

★★★

Bien, cuando digo que el rompimiento de Jim y Clara no era lo peor que les podía pasar, lo decía en serio.

Las brujas siempre se sacrifican 🥺

En fin, no hay mucho que decir salvo que Caeli es una perra con todas las letras. Esta enojada, muy enojada y no le importa nada.

Y tengo que dibujar a Marius con Olivia malvada, pero sin que se note que es malvada, porque él es un sol y ablanda cualquier corazón 💖 ah, cierto esto creo que es spoiler 😂

En fin, hasta el próximo sábado ✨ besitos besitos, chau chau✨

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro