🌊Más que Pertenencia🌊
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•Narrador

—Ahhh, asi que... ¿Ahora debo... Casarme con Lui? —Preguntó el Aoi, cruzandosé de brazos y observando de forma incrédula a la señora Tate—.

—.No permitiré que un invitado mio sé vuelva indecente. Tuviste sexo con el Shirosagi, ahora van a tener que casarse —Explicaba con notable enojo, pero, cada palabra que salia de su boca sólo formaba parte de su excusa. Ella sabia algo de ambos chicos, y se esforzaría en que sean felices— Sin peros, y no voy a oir contradicciones, ¿entiendes, niño?.

—Si, si. Tranquila —Valt hacia gestos de "calma" con sus manos, le asustaba un poco esa mujer, no era como su madre. Daba miedo—.

—No me molesta la idea de casarme con Valt —Contó con una voz dulce y emocionada el peli-celeste, entrando a la sala donde se encontraban el omega y la alfa—.

El rostro del Aoi enrojeció por completo, debido a la vergüenza, pena y felicidad máxima que sintió al oir la declaración de Lui.

...

¿Una boda suena bien de repente, no es verdad?.

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¤▪︎☆Free de la Hoya☆▪︎¤

El rubio con mechón rojo estaba desvastado, tenia una mirada muerta y una apariencia moribunda. Habia salido de su cita en el hospital con la peor noticia posible, segun el.

Fuera del hospital, parada frente a una limusina negra, esta Kuroda Kristina, la mejor amiga y actualmente la persona más importante en la vida del Omega.
Esperandolo pacientemente y con una sonrisa que reflejaba calma.

—¿Cuál fue el resultado? —Preguntó con una voz dulce cuando el De la Hoya llegó junto a ella. Free bajó la mirada, haciendo que en el rostro de la mujer se forme una sonrisa triste— Bueno... Es lo que esperaban... ¿No?.

—Ellos lo esperaban... Él lo esperaba... —La voz de Free se oía quebrada, se veía asqueado... Se odiaba a si mismo— También lo esperaba yo, pero-

—No querias —La mujer completo la frase, con una voz vacia, pero no tanto como el alma del rubio. Kuroda Kristina, una sin linaje de veinte años— Este resultado, esta vida, ese matrimonio arreglado... No lo querias...

De la Hoya rompió en llanto, pero uno en silencio, un llanto que nace y se forma desde el interior.
Destruyendo el alma y el corazón.

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Akaba Aiga y Koryu Drum estaban sentados en un gran sillón blanco, cada uno en una esquina del objeto.

Aiga estaba con los brazos cruzados y con una pierna sobre la otra.
Drum recosto su rostro sobre sus manos, tenia sus piernas cerradas y juntas.

Estaba esperando sus resultados, irónicamente recibirian los suyos el mismo día.

...

—¿Ya están? —Preguntó impaciente el Akaba, comenzando a mover ritmicamente su pierna—.

—Debo ir a visitar a mis amigos, quedamos en reunirnos... —Contó el rubio con lineas celestes, bajando la mirada con notable tristeza—.

Al fin el doctor se acerco a ellos, primero al Koryu y después al Akaba. Eso molesto un poco a Aiga.

La diferencia que con otros chicos que obtienen sus resultados, es que los y las demas lo hacen junto a sus familias.
Y ellos estaban solos.

—No entiendo ni una sola palabra —Bufó Aiga, comenzando a arrugar el papel con molestia. El rubio repitio sus palabras, pero con una voz más calmada—.

El doctor sobó su cien, en verdad no queria decirles directamente. Por eso preferia que sus padres o cuidadores lo leyesan por ellos.

Soltó un suspiro pesado.

—Alfa y Omega —Respondió con seriedad, haciendo que ambos chicos suspiraran con relajación. Pero, no era lo que ellos esperaban—.

—Bueno, supongo que el legado de mi familia sigue —Dijó con una voz melosa y suave Koryu Drum. El doctor negó con la cabeza—.

—¡Bien!, ahora sólo debo encontrar a un omega para que me pertenezca —Esta vez habló Akaba Aiga, nuevamente el profesional repitió ese gesto—.

Hubo un silencio cortante por unos segundos.

—Akaba, eres un omega. Koryu, eres un alfa.

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N/A: ¡Al fin actualización, wuuu!
Ahora volveré otros dos meses a hiatus uvu

¡Las amo! ♡