Capítulo 11.
🌸 Capítulo 11.
-Alfas... -murmuró, su voz temblando ligeramente mientras sus labios se entreabrían en una invitación silenciosa.
En ese preciso momento, la atmósfera en la habitación cambió de manera drástica. Un aroma embriagador de flor de cerezo y fresa, dulcemente penetrante y cargado de feromonas, comenzó a emanar del cuerpo de Taehyung, señalando el inicio de su celo. Era un aroma tan puro y seductor que inundó el aire, envolviendo a Jungkook y Yoongi en una nube de deseo y necesidad.
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Yoongi se acercó a ellos mientras Jungkook bajaba su cabeza hacia el rostro del Omega, apoyando sus labios en la frente de Taehyung. -Tiene fiebre -murmuró, levantándose para mirarlo a los ojos con ternura y preocupación.
-Ayúdame, Alfa -susurró Taehyung, sus ojos cristalizados por las lágrimas y sus labios formando un puchero suplicante.
-Jungkook, debemos alejarnos de él-dijo Yoongi con firmeza, consciente de que si no se apartaban, ambos hermanos entrarían en celo debido a su conexión con Taehyung.
-No... No puedo, no quiero -respondió Jungkook, hundiendo sus puños en la cama, luchando contra el intenso deseo que lo consumía.
En la sala, el resto de los integrantes seguían conversando más tranquilamente, hasta que Jin se levantó abruptamente. -¡Tae! -exclamó agitado, mirando hacia las escaleras. Todos lo observaron confundidos hasta que el intenso aroma del Omega en celo los envolvió. -¡Ay, carajo! Entró en celo -gritó, corriendo hacia las escaleras mientras los demás lo seguían apresuradamente.
Yoongi se acercó aún más, apoyando sus manos firmemente en la cama e inclinándose hacia el Omega, su rostro cerca de Taehyung, mientras sus ojos brillaban con intensidad. -Tranquilo, cachorro, vamos a ayudarte -murmuró, su voz suave pero cargada de una determinación firme.
El Omega se giró lentamente para mirarlo, sus ojos reflejando una mezcla de deseo y desesperación. -Te necesito, Alfa -suplicó, su voz quebrándose mientras sus labios temblaban ligeramente, formando un puchero que reflejaba su vulnerabilidad.
En ese instante, la puerta se abrió y Jin entró apresuradamente en la habitación, sus ojos recorriendo la escena con una expresión de alarma. Se quedó en el umbral, su rostro pálido y sus labios temblando. -Voy a llevarme a Tae -dijo, su voz temblorosa y apenas contenida, tratando de no mostrar el miedo que sentía.
Los hermanos se volvieron hacia él, sus miradas intensas y llenas de advertencia. Jungkook, con los puños apretados y los músculos tensos, levantó la voz en un gruñido feroz. -¡Sal de aquí! -su tono era autoritario, resonando con un eco amenazante en la habitación.
-Jungkook, hijo, dejen que nos llevemos a Tae para ayudarlo -intervino su madre, dando un paso adelante con cautela, sus manos levantadas en un gesto conciliador, pero su rostro reflejando una preocupación profunda.
-No se lo van a llevar -dijo Yoongi, su voz baja y controlada, pero cargada de una determinación inquebrantable mientras se colocaba delante de Taehyung, sus brazos cruzados y su postura desafiante.
-¡Por la Diosa Luna! Solo falta que se conviertan en lobos -se quejó Namjoon, frunciendo el ceño y cruzando los brazos con frustración. La madre de los Alfas lo miró con ojos llenos de sorpresa y consternación. -¡Ay, carajo! Díganme que esto es una broma -agregó, su voz llena de incredulidad.
-No lo es, Nam -respondió la mujer, su voz temblorosa-. Mis hijos son alfas puros, ambos se transforman -su tono reflejaba una mezcla de orgullo y preocupación.
-Nam, debemos hacer algo, sabes que el celo de Tae es muy intenso, y si no lo alejamos de los Alfas... -Jin intentó explicar, su voz llena de urgencia y sus ojos reflejando la desesperación de la situación.
-¿Qué? -preguntó Namjoon, sus ojos ampliándose con una mezcla de miedo y confusión.
-¿Cómo que? -intervino Jin, mirando a su novio con una expresión de exasperación y preocupación.
-No entiendo -dijo Namjoon, su voz reflejando la confusión y el desconcierto que sentía ante la situación.
-¡Ay, Nam! Si lo dejamos aquí, van a tener relaciones -dijo Jin con un tono de desesperación, su voz temblando mientras intentaba transmitir la gravedad de la situación.
-Pero él es mi hermanito, no puede... -respondió Namjoon, su voz llena de incredulidad y desesperación.
-Sí puede -añadió la mujer, sus ojos reflejando una mezcla de preocupación y determinación-. Yo voy a alejarlo de ellos. Son mis hijos, no van a hacerme daño -miró a los presentes con una mezcla de miedo y súplica-. ¿No?
-No... no creo -mintió Jin, su voz apenas contenida y su rostro reflejando su falta de confianza en la situación.
La mujer comenzó a caminar despacio hacia Taehyung, sus pasos lentos y cautelosos, sus ojos nunca dejando de observar a los Alfas. -Jungkook, hijo, quiero hablar contigo -dijo con voz suave, intentando mantener la calma y la compostura.
-Vete -respondió Jungkook, su voz dura y su respiración agitada, sus ojos reflejando una mezcla de confusión y determinación mientras observaba a su madre.
Jin intentó moverse sigilosamente hacia el otro lado de la cama, pero Yoongi se interpuso en su camino, sus ojos brillando con una intensidad feroz mientras le impedía avanzar.
Namjoon, cansado del drama y molesto por la situación, decidió intervenir, sus pasos rápidos y decididos. Jungkook lo vio acercarse y, de repente, el sonido de la tela rasgándose llenó la habitación. Un gran lobo de pelaje negro y ojos rojos como la sangre apareció frente a ellos, sus músculos tensos y su postura amenazante. Namjoon, asustado, intentó retroceder, tropezando y cayendo de espaldas con un ruido sordo.
El lobo de Jungkook dio un salto ágil, dejando a Namjoon atrapado entre sus poderosas patas, sus colmillos brillando y sus gruñidos resonando en la habitación mientras se acercaba peligrosamente al rostro de Kim, sus ojos reflejando una mezcla de desafío y protección.
En ese momento, la madre de los Alfas intentó aprovechar el descuido de su hijo para tomar al Omega, pero Yoongi dio un salto ágil y se transformó en un imponente lobo gris de ojos verdes, empujándola suavemente pero con firmeza para proteger a Taehyung, su cuerpo musculoso y su postura reflejando una determinación feroz.
Jin, impactado por la visión de los dos lobos, salió corriendo de la habitación, su rostro pálido y sus manos temblando. -¡Ya basta! -gritó con todas sus fuerzas, su voz resonando en la habitación y atrayendo la atención de los dos lobos-. Así no vamos a poder alejar a Tae de ellos -suspiró con pesadez.
Namjoon, horrorizado por la visión de los enormes lobos, comenzó a retroceder, empujándose con las piernas hacia atrás en un intento desesperado de alejarse, sus ojos reflejando una mezcla de miedo y desesperación.
La madre de los Alfas caminó despacio, sin apartar la vista del lobo, sus pasos lentos y cautelosos mientras se retiraba hacia la puerta, su rostro reflejando una mezcla de miedo y resignación.
Jin pensó rápidamente, su mente corriendo en busca de una solución. Intentó con otro método. -Tae, bebé, ven conmigo -lo llamó con una voz calmada, aunque sus ojos traicionaban la urgencia y la preocupación que sentía.
Taehyung, se sentó en la cama, sus movimientos lentos y suaves, mientras que los lobos se acomodaban, uno a cada lado de sus pies, con una vigilancia protectora. Sus ojos recorrieron la habitación antes de fijarse en Jin. -No quiero ir -murmuró, una sonrisa juguetona curvando sus labios mientras acariciaba las cabezas de los lobos con ternura. Los dos animales emitieron un gruñido bajo, sus colmillos asomando amenazantes mientras sus miradas se mantenían fijas en los intrusos. -Quiero estar con mis Alfas -agregó con una voz inocente, pero para los lobos sonó como una orden, y ambos comenzaron a moverse hacia la puerta, gruñendo y mostrando sus colmillos de forma intimidante.
El señor Jeon, intentando razonar con sus hijos, dio un paso adelante con una mezcla de esperanza y desesperación. -¡Jungkook, Yoongi, ya basta! -les ordenó con voz firme, tratando de mantener el control. Pero el lobo negro de Jungkook se adelantó, soltando un fuerte ladrido que resonó en la habitación como un trueno. -Jun... Jungkook -balbuceó el señor Jeon, levantando una mano temblorosa en un intento de apaciguar al lobo, su rostro pálido y sus ojos llenos de miedo.
Retrocedió lentamente, sus pasos torpes y desiguales, y salió de la habitación cerrando la puerta con un golpe sordo. Afuera, se apoyó contra la pared, su pecho subiendo y bajando rápidamente mientras intentaba recuperar el aliento. -Mis hijos están locos -murmuró con voz temblorosa, sus manos aún temblando de miedo y sus ojos reflejando el terror de lo que acababa de presenciar.
Los lobos dejaron de gruñir, ahora se sentían más calmados, rodeando a Taehyung con una protección casi palpable, sus ojos vigilantes reflejando la devoción y el alivio de estar a solas con su Omega.
El lobo de Yoongi se dirigió al baño, donde volvió a tomar su forma humana. Sus ojos, sin embargo, permanecían verdes esmeralda, señal de que su lobo aún controlaba su mente. Abrió las canillas del jacuzzi, permitiendo que el agua caliente llenara el espacio. Una vez lleno, volvió a convertirse en lobo, utilizando su forma animal para controlar a su humano y evitar que tomara al Omega impulsivamente.
El lobo de Jungkook, con delicadeza, mordió el borde del pantalón de Taehyung, quien comprendió la señal y comenzó a quitárselo. Se levantó lentamente, dejando caer la prenda al suelo.
El lobo bajó sus orejas al ver una cicatriz en la pierna del Omega y, con un aullido de dolor, expresó su aflicción.
-No me duele. -dijo Taehyung, acariciando la cabeza del animal.
Taehyung miró la cicatriz y, de inmediato, un doloroso recuerdo invadió su mente.
Flashback
Taehyung se encontraba de pie cubriendo su rostro lastimado mientras su padre maldecía por lo bajo. -No vas a volver a escaparte. -le dijo su padre, tomándolo del brazo con una fuerza brutal y descubriendo el rostro ensangrentado de su hijo.
-No... No lo haré. -prometió conteniendo sus ganas de gritar de dolor, mientras las lágrimas recorrían sus mejillas llevándose consigo un poco de la sangre que cubría su rostro. Su respiración era entrecortada y su cuerpo temblaba, cada sollozo arrancado de sus labios resonaba en la habitación, amplificando la desesperación que sentía.
El ambiente se volvía cada vez más opresivo, como si el aire se espesara con la crueldad del momento. Los ojos de Taehyung buscaban desesperadamente una salida, una escapatoria que no existía.
-Sé que no lo volverás a hacer. -habló su padre con la mandíbula tensa y una mirada fría que penetraba como hielo. De repente, lo empujó con fuerza al suelo, y Taehyung cayó con un gemido de dolor, sus manos intentando amortiguar la caída.
El padre levantó su pie y lo bajó con una fuerza descomunal sobre la pierna de su hijo. El sonido seco del hueso al romperse resonó en la habitación, mezclándose con el grito desgarrador de Taehyung.
-¡No te irás de aquí jamás, maldito Omega! -gritó su padre, con los ojos inyectados de ira. Volvió a levantar el pie y, sin piedad, lo bajó con fuerza sobre la pierna ya herida, una y otra vez. Cada golpe era una ola de dolor indescriptible, un tormento que se apoderaba de todo su ser.
Taehyung intentaba protegerse, pero el dolor era tan intenso que apenas podía mover su cuerpo, cada golpe era una nueva ola de agonía que lo envolvía, su mundo se reducía al sonido de los gritos de su padre y el dolor penetrante en su pierna.
El tiempo parecía alargarse indefinidamente, y cada segundo era una eternidad de sufrimiento. La conciencia de Taehyung fluctuaba, a punto de desvanecerse bajo el peso del dolor.
Finalmente, luego de lo que parecieron horas de tortura, su padre lo llevó al hospital, donde tuvieron que operarlo de urgencia. El dolor no solo se había incrustado en su pierna, sino también en su alma, dejando una cicatriz que nunca se borraría.
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El lobo aulló muy fuerte como si pudiera ver los recuerdos del Omega, trayéndolo de vuelta a la realidad. -Estoy bien, Alfa. - susurró, apoyando su cabeza sobre el gran lobo, mientras lo rodeaba con sus brazos, buscando consuelo en su calidez y protección.
El lobo de Yoongi apareció observando la escena, sus ojos verdes brillaban con preocupación mientras se acercaba a Taehyung. El Omega levantó su rostro, mostrando una mezcla de tristeza y necesidad, y abrazó al animal con fuerza. El lobo respondió con un aullido suave, como si quisiera consolarlo en silencio, sintiendo la angustia de Taehyung palpable en el aire.
Mientras tanto, el lobo de Jungkook se movió con cuidado hacia Taehyung y pasó su lengua sobre la cicatriz en su pierna. El gesto era delicado, lleno de una ternura animal que contrastaba con la ferocidad de su forma.
El Omega soltó una risa cálida al sentir la rasposa lengua del lobo de Jungkook acariciar su pierna con cuidado. La lengua áspera exploró cada centímetro con curiosidad, dejando una sensación reconfortante en la piel sensible de Taehyung. El lobo levantó su imponente cabeza, sus ojos oscuros brillaban con complicidad mientras apoyaba sus grandes patas en la cama, buscando acercarse aún más al Omega, y luego comenzó a lamer suavemente su rostro.
-Kook, no -dijo Taehyung entre risas, aunque su voz estaba llena de diversión, mientras sostenía con ternura la cabeza del lobo. Intentó alejarlo juguetonamente, pero el lobo continuó con su gesto cariñoso, moviendo su hocico con delicadeza sobre la piel suave del Omega.
El lobo de Min, por otro lado, se acercó y apoyó su cabeza en las piernas del Omega, buscando llamar su atención para guiarlo hacia el baño y ayudarlo a bajar la fiebre.
Finalmente, el lobo negro de Jungkook se detuvo al notar la piel caliente del Omega. Ambos lobos intercambiaron miradas significativas y luego señalaron hacia el baño con sus cuerpos, indicando silenciosamente su intención. Taehyung, comprendiendo su mensaje no verbal, se puso de pie con determinación y caminó hacia el jacuzzi. Entró en el baño con una mezcla de nerviosismo y aceptación, deteniéndose un momento antes de sumergirse en el agua caliente.
-No miren -les ordenó a sus lobos, quienes acunaron sus rostros entre sus patas con respeto. Con una sonrisa tranquila, Taehyung se quitó la última prenda y se sumergió en la tina. -Pueden mirarme -dijo suavemente, y los lobos se acercaron al borde de la bañera, apoyando sus rostros mientras observaban con atención.
Con el rostro apoyado en su brazo, su mano colgando fuera de la tina, Taehyung dejó caer las lágrimas libremente. -Alfas -llamó entre sollozos, sintiéndose vulnerable y necesitado de su presencia reconfortante. Ambos lobos, fieles a sus instintos protectores, se resistieron a ceder el control a sus humanos, mostrando su lealtad al Omega en ese momento de angustia.
-Me siento solo sin ustedes -susurró Taehyung, su voz quebrada por la emoción. En respuesta, Yoongi finalmente ganó la batalla interna contra su lobo, regresando a su forma humana. Con calma y determinación, se unió a Taehyung en la tina, cubriendo con sus manos las partes del Omega.
-No estás solo, cachorro, estamos aquí contigo -dijo con voz suave y tranquilizadora, sus dedos acariciando con ternura la piel de Taehyung mientras se sumergía en el agua junto a él.
-Yoon -susurró Taehyung, una sonrisa de alivio y gratitud apareciendo en sus labios al ver a su Alfa a su lado.
Min, sintiendo la necesidad urgente de reconfortar a su Omega, lo rodeó por la cintura con un gesto protector. -Nunca voy a dejarte solo -murmuró con sinceridad, sus manos acariciando la espalda del Omega con amor y cuidado. Inclinó su rostro, buscando los labios de Taehyung con ternura y devoción, sellando su promesa silenciosa de estar siempre allí para él.
Taehyung cerró lentamente sus ojos mientras sus labios se encontraban por primera vez con los de Min. El Alfa lo sostuvo con desesperación, sintiéndolo subirse a sus piernas, y el Omega se dejó llevar por el momento. Los labios de Min exploraron ávidamente los gruesos labios de Taehyung, saboreando cada centímetro con una lentitud deliberada. Su lengua trazó líneas suaves y juguetonas por cada rincón, explorando la textura y el sabor que tanto anhelaba, mientras sus manos acariciaban con suavidad la espalda del Omega, sintiendo la calidez y la entrega en cada movimiento. Los susurros de respiración entrelazada llenaron el aire, formando una sinfonía de deseos compartidos mientras el beso se profundizaba, llevándolos a un espacio íntimo y cargado de emoción.
Los labios de Min descendieron con ternura por el cuello de Taehyung, explorando cada centímetro con una mezcla de deseo y devoción. Sus manos, ardientes y firmes, trazaban líneas de fuego sobre el cuerpo delicado del Omega, sintiendo la respuesta pasional de su piel bajo sus caricias.
Taehyung, entre suspiros entrecortados, jugaba con los mechones oscuros de Yoongi, enredando sus dedos con avidez mientras se dejaba llevar por la intensidad del momento. Pequeños jadeos escapaban de sus labios entreabiertos, revelando su entrega total a la pasión compartida.
El lobo de Jungkook luchaba por mantener el control, pero finalmente cedió ante su humano y se transformó, entrando al jacuzzi con un gruñido contenido. Desde arriba del hombro del rubio, Yoongi abrió los ojos con evidente fastidio mientras observaba la escena. Taehyung, completamente absorto en los besos de Min, apenas notó la tensión entre los hermanos.
Jungkook se sentó en el agua con calma, deslizando suavemente la mano por la cintura del Omega. Taehyung sintió el agarre firme y soltó un jadeo involuntario, lo que provocó que ambos Alfas intentaran atraerlo hacia ellos con sus gestos protectores y posesivos.
Yoongi levantó el rostro con seriedad. -No, no así, Jungkook -murmuró, su voz resonando con molestia. -No estás listo para esto. -Con cuidado, lo alejó, encontrando los ojos del Omega con una mirada tranquila y comprensiva. -Necesitamos bajar tu fiebre, cachorro. -Su tono se suavizó con ternura genuina.
Sin embargo, Jungkook aprovechó el momento en que su hermano aflojó el agarre para atraer a Taehyung hacia él con determinación. El Omega respondió con una sonrisa, disfrutando de la firmeza con la que el azabache lo tomaba. Aunque amaba profundamente la dulzura de Min, era el lado posesivo y protector de Jungkook lo que lo hacía sentir seguro y amado.
Taehyung giró su cuerpo para enfrentar a Jungkook, una sonrisa pícara curvando sus labios mientras se sentaba sobre las piernas del Alfa, dejando que sus brazos descansaran en los hombros musculosos.
Yoongi negó con la cabeza al notar las cicatrices en la espalda del rubio y los moretones que aún marcaban su piel. La ira brotó en él, una ira fría y controlada dirigida hacia el padre de su amado, quien había causado tanto dolor y sufrimiento.
-Vas a ayudarme, Alfa -susurró Taehyung al oído de Jungkook, su tono cargado de determinación. Jungkook sintió un escalofrío recorrer su columna ante la intensidad de las palabras de su Omega.
-Sí, mi amor. Voy a ayudarte -respondió con voz ronca, antes de capturar los labios del Omega con una pasión que reflejaba su anhelo.
Min juntó sus manos y lanzó un chorro de agua a la cabeza de su hermano, quien abrió los ojos con una expresión de molestia. -Yoon -se quejó Jungkook, aún rozando los labios del Omega, su tono mezclando irritación y deseo.
Taehyung soltó una risa suave, disfrutando la pequeña disputa entre los hermanos. Con un movimiento ágil, se dio la vuelta, acomodándose de espaldas contra el torso de Jungkook, que lo envolvió en un abrazo cálido. Los labios del Alfa encontraron el cuello del Omega, depositando besos suaves y ardientes en su piel. -Ven, mi Alfa -susurró Taehyung, liberando su aroma que llenó el baño con una fragancia dulce y embriagadora.
Yoongi, atraído por la llamada del Omega, se acercó con determinación. Sus labios se encontraron con los de Taehyung en un beso apasionado, mientras sus manos recorrían con deseo y ternura cada curva del cuerpo del rubio. Los dedos de Yoongi trazaban caminos ardientes sobre la piel suave, explorando cada rincón con una mezcla de urgencia y devoción.
El baño se llenó de suspiros y jadeos, los tres inmersos en un mar de pasión. Los besos de Yoongi se entrelazaban con las caricias de Jungkook, sus cuerpos moviéndose en sincronía perfecta, como si fueran una única entidad guiada por el deseo. Taehyung se abandonó a las sensaciones, permitiéndose ser llevado por la corriente de emociones que lo envolvía, sin pensar en nada más que en el ardor de sus Alfas y el deseo que los unía.
Los colmillos de Jungkook rozaron la suave piel del cuello del Omega, provocando un estremecimiento en Taehyung. El azabache, consciente de las intenciones de su lobo, se retiró lentamente, dejando un suave rastro de besos. -Vamos a la habitación -susurró en el oído del rubio, cuya respiración se volvió errática mientras asentía.
Ni la fiebre ni el celo parecían importar ya. Los Alfas estaban decididos a reclamar a su Omega, sus deseos entrelazándose en una vorágine de pasión y posesión. Los tres estaban embriagados, como si una droga poderosa los sumergiera en una adicción profunda, nublando sus mentes y desdibujando la razón.
Yoongi fue el primero en levantarse. Envuelto en una toalla, tomó una segunda para cubrir a Taehyung con cuidado, como si fuera un valioso tesoro. Jungkook los siguió, su mirada fija en el Omega, cargada de una mezcla de deseo y ternura. Al entrar en la habitación, los tres se quedaron inmóviles, el aire cargado de anticipación. Un silencioso debate sobre lo que sucedería a continuación se libraba entre ellos, sus cuerpos tensos y expectantes.
Detrás de la puerta, su madre y Jin aguardaban, conteniendo la respiración, esperando oír las voces de los Alfas que confirmaran que ya no estaban en su forma lupina. De repente, escucharon el suave sonido de un clic. La cerradura de la habitación se había activado. Jungkook había cerrado la puerta con llave, sellando su intimidad.
Se acercó a Taehyung, quien se había sentado nervioso al borde de la cama, sus manos temblorosas y su corazón latiendo con fuerza por la incertidumbre de lo que estaba por suceder. -Bonito -murmuró Jungkook, su voz un susurro cargado de cariño. Con suavidad, levantó el mentón del Omega con su dedo índice, obligándolo a mirarlo a los ojos-. Dinos qué es lo que tú quieres.
El corazón de Taehyung retumbaba en su pecho. Las palabras se agolpaban en su mente, incapaz de decidir entre los dos Alfas que amaba por igual. Yoongi se sentó a su lado, tomando su mano con un gesto lleno de ternura. -¿Quién quieres que esté contigo, Jungkook o yo? -preguntó, su voz cargada de un miedo apenas contenido.
-No puedo elegir -murmuró Taehyung, con los ojos llenos de tristeza. No quería herir a ninguno de los dos. Sus sentimientos eran tan intensos y confusos que se sentía perdido en medio de un torbellino emocional.
Jungkook extendió su mano, invitándolo a ponerse de pie. El Omega aceptó la mano del Alfa con una leve sonrisa, mientras Jungkook deslizaba su otra mano por la cintura del rubio y acariciaba suavemente su rostro. Yoongi se colocó de pie detrás del Omega, su presencia sólida y protectora.
Jungkook levantó la mirada hacia su hermano, y un entendimiento silencioso pasó entre ellos. Yoongi asintió, aprobando lo que estaba por suceder.
Volviendo su atención al Omega, Jungkook susurró con ternura mientras acariciaba la mejilla cálida de Taehyung con su pulgar: -Bonito, prometo que vamos a cuidarte.
-Confío en ustedes -susurró el Omega, apoyando su mano en el pecho de Jungkook y sintiendo el latido fuerte y rítmico de su corazón.
Jungkook se inclinó hacia él, mientras Yoongi lo abrazaba por detrás, envolviéndolo en un manto de calidez y seguridad. Taehyung sonrió con timidez, pero sus ojos reflejaban la confianza y el deseo que sentía.
Con una voz suave pero cargada de expectación, Taehyung susurró: -Estoy listo, Alfas. Llévenme a donde solo nosotros podemos ir.
El Omega cerró sus ojos, entregándose al momento. Jungkook apresó sus labios con una ternura infinita y devoción, sus movimientos llenos de amor y reverencia. Al mismo tiempo, Yoongi depositó suaves y cálidos besos en el cuello del rubio, dejando un delicado sendero que hacía estremecer el alma de Taehyung.
La luna, resplandeciente en el cielo, se erguía como la testigo silenciosa de su profundo reencuentro, mientras sus cuerpos y almas se entrelazaban en un lazo de amor y conexión única. En ese instante, todos sabían que lo que vendría después sería un momento inolvidable, lleno de pasión y ternura, que marcaría para siempre el destino de sus corazones.
🌸 Hola Dulces obsesionadas por el Taekook/KookV.
🌸 Ya no daré más vueltas, preparen el agüita para el próximo capítulo, se viene el trío. Solo quiero aclarar algo: el smutt será más tierno que en otras historias. Creo que se entiende muy bien el por qué.
🌸 Gracias por leer mi historia.
🌸 Nikki 🌸
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