Capítulo 03.
Capítulo 03
⚠️Recordatorio⚠️.
🚫Recuerden que es ficción qué nada es real.
-Fresa... -susurraron a unison los hermanos alfas levantándose del sofá para ver si era quienes ellos creían.
El omega se sorprendió al verlos dando un paso hacia atras.
Los ojos de Jungkook se volvieron rojos y los de Yoongi verdes...
~Mi omega.~susurraron ambos lobos.
La madre de los alfas logro escuchar aquellos susurró qué salieron de las bocas de sus hijos.
-¿Qué dijeron?. - preguntó tranquilo el padre de ambos ya qué no notaba aquella tensión y el no había entendido lo que sus hijos murmuraron.
Ambos hermanos sacudieron sus cabezas sus ojos volvieron a la normalidad, se miraron confundidos, ninguno notaba lo que estaba pasando.
-Qué es un gusto. - mintió rápido el azabache.
-Dije lo mismo. - respondió el mayor.
El padre los miro confundido hizo un movimiento con la cabeza, para que se comporten ya qué parecían dos adolescentes.
-Lo siento soy Min Yoongi. - estrecho su mano con el señor Kim.
-Kim Jisub. - respondió.
Luego le hizo una reverencia a la alfa y se acercó al Omega. -Es un placer volver a verte. - Le susurró al oído mientras dejaba un suave beso en la mejilla del omega.
Tae parecía ido, no lograba moverse, las palabras le quedaban atoradas en el pecho. Su lobo no dejaba de saltar y mover la cola, se sentía feliz.
Yoongi se dio vuelta caminando unos pasos hacia atrás sin ver lo que hacía su hermano
Jungkook repitió el mismo procedimiento que su hermano, saludo la pareja y luego se acercó al Omega para saludarlo con un beso, paso sutilmente su mano por la cintura ajena.
-Qué hermosa coincidencia. - Le susurró al odio.
El padre de los Alfas hablaban junto a la pareja Kim sin prestar atención a nada, la única que observaba todo lo que sucedía era la Omega.
Jungkook siguió a su hermano.
La madre de los alfas trataba de entender que pasaba con sus hijos así que camino hacia el omega.
-Hola cariño, Soy Jeon AhRo. - Le dijo al menor acercándose a el, ya que este estaba sin poder moverse ni hablar.
¿Cariño?, pensó el menor, era extraño qué alguien fuera de su entorno sea amable con él. - Un gusto señora, soy Kim Taehyung. - respondió apartando la vista de los hermanos.
~KIM TAEHYUNG ~pensaron ambos al fin tenían el nombre de aquel chico.
-Dime AhRo por favor. - Le respondió con una tierna sonrisa tomándolo del brazo.
-¿Como haz estado, tanto tiempo sin vernos?. - interrumpió el señor Kim.
-Muy bien, pero pasen por favor póngansen cómodos. - les señaló los sofá qué estaban detrás de sus hijos.
-Ella es mi esposa Naxu. - Le presento a Jeon.
-Un gusto.
-El gusto es todo mio. - respondió la mujer con una sonrisa sexy.
La pareja Jeon se acomodaron el los sofá del medio, en los de la derecha los hermanos y en los de la izquierda los Kim.
Ambos hermanos no podían dejar de ver al rubio, su madre se daba golpes mentales ya qué estos parecían dos bobos mirando al menor.
El Omega miraba hacia abajo nervioso, podía sentir las miradas sobre el.
La Omega decidió ayudar a sus hijos, mientras los Alfas mayores hablaba de sus años de juventud, ella interrumpió para cambiar el tema.
-Felicidades su hijo es muy hermoso. - les dijo a la pareja Kim, logrando conseguir algo de silencio.
-Sale a su madre. - bromeó la Alfa.
-¿Qué estudias Cariño?. - le preguntó ignorando por completo la broma irónica de la mujer.
-Danza clásicas y contemporánea. - respondió en un tono bajo apenas levantando la vista para mirar a la Omega.
-Qué hermoso, me gustaría un día verte bailar. - Le sonrió con ternura, el menor asintió tímido.
Su padre comenzó a notar el obvió interés de los hermanos por su hijo, dio una sonrisa ladina y comenzó a jugar.
-Baila muy bien, y es soltero. - largo sin más, con una sonrisa maligna observando a los alfa menores. Creía que su plan si había funcionado, unos peces gordos habían mordido aquella carnada.
Para su suerte, no podía estar más equivocado, su plan saldría muy mal.
Los hermanos escucharon eso algo confundidos, pensaron que aquello que vieron en la fiesta, tal vez no era lo que parecía, quisas qué el alcohol y las luces en constante movimiento los hicieron ver mal.
El menor se tenso al escuchar a su padre hablar de él, comenzó a lastimar de nuevo sus manos algo que Yoongi notó de inmediato, soltó su aroma a grosella logrando qué este deje de lastimarse.
Jungkook noto el semblante triste del menor, así que soltó su aroma a cilantro, logrando qué el Omega de una pequeña sonrisa y deje de pensar en cosas negativas.
AhRo se dio cuenta de aquello, sus hijos habían combinados sus aromas para el Omega, algo para nada normal jamás se había visto algo así, entre cerro sus ojos pensando que si a caso ellos tres eran... DestinaDOS?. Imposible, eso era un mito.
-La cena esta lista. - anuncio una empleada.
-Gracias Mery. - Le respondió el señor Jeon, se puso de pie e invito a todos al gran comedor.
Los mayores se adelantaron, los tres menores se quedaron atrás apropósito, ambos hermanos se acercaron rápido al Omega uno de cada lado quedando de frente.
-Un gusto volver a verlos. - murmuró nervioso una pequeña sonrisa.
-El gusto es mio. - hablaron a unison luego se miraron confundidos.
El Omega se giro sobre su propio eje y se dirigió al comedor dejando atrás a los hermanos.
-¿Lo conoces?. - susurró el azabache mirando como el rubio se alejaba.
-Lo mismo te preguntó. - respondió en el mismo tono bajó de voz.
-Si ayer en la fiesta de Jackson. - respondió el menor.
-Yo también.
Se miraron fijo a los ojos sin comprender, ¿en que momento de la fiesta ambos habían conocido al Omega, y por que ninguno había comentado nada?.
-Me gusta. - de pronto dijeron al mismo tiempo.
-¿Qué?. - preguntó el mayor.
- Qué me gusta pero... ¿A ti también?.
-Si... Mi lobo... - intento contarle que su lobo lo reclamaba como Omega pero su madre los interrumpió.
-Yoongi, Jungkook. - los llamo desde el comedor.
-Luego hablamos. - dijo el mayor, pero su hermano lo detuvo.
-Quiero hablar a solas con él.
-Yo igual. - ambos se pusieron serios.
-Voy primero.
Yoongi negó con una sonrisa nasal. - Me debes un favor, lo recuerdas.
-¿Qué, cuál?.
-Por acompañarte a la fiesta de Jackson. - levanto una de sus cejas con una sonrisa triunfante.
-Mierda eso es jugar sucio. - murmuró tensando la mandíbula. - De acuerdo, pero luego quiero yo hablar a solas con él.
-Tenemos un trato. - se dieron las manos.
La madre de ambos se acercó por atrás y les dio un suave golpe en los hombros.
-¡Auch!, mamá. - se quejaron.
-Se comportan, o juro que voy a golpearlos por primera vez. - amenazó.
-¿Por qué, qué hicimos ahora?. - preguntó el menor de ellos sobando su hombro.
-Llegan a lastimar al Omega y yo misma voy hacer que se arrepientan de eso.
-Mamá no se de que hablas. - intentó mentir el mayor, a lo que su madre le dio otro pequeño golpe. - ¡Auch!. - se volvió a quejar.
-Soy su madre y los conozco, se que a ambos les gusta, así que se comportan, nada de pelear o jugar sucio, ¿me lo prometen?.
-Si mamá. - respondieron a la vez como dos niños pequeños.
La cena estaba yendo bastante bien, el único que se sentía intimidado por las miradas intensas de los hermanos era el Omega.
El señor Kim cada tanto miraba como los Alfas menores se comían con los ojos a su hijo.
Los Alfas mayores hablaban de sus años escolares juntos, se contaban anécdotas y reían.
Naxu hablaba con la Omega, pero esta no le prestaba para nada atención, ya que la conversación de la Alfa era muy superficial para ella, solo hablaba de lo estético y sus actividades diaria, en la conversación la Alfa repetía una y otra vez, yo, yo, y yo.
AhRo había intentado varias veces hablar de otra cosa pero la alfa solo hablaba de ella. Así que simplemente decidió fingir escucharla mientras observaba la interacción de los menores, que hasta el momento era algo lenta.
-Esta vez voy a ganarte. - dijo alto el señor Jeon con una sonrisa.
-No, no, voy a ganarte de nuevo yo. - Le respondío también en tono de broma.
Ambos Alfas se levantaron y salieron del comedor, la señora Kim fue detrás de ellos.
Habían ido a una habitación con juegos como el billar.
La Omega se quedo junto a los menores.
-¿Te gusto la comida cariño?.
-Le preguntó al menor en un tono suave, ella era como sus aromas, el de la vainilla y el caramelo, una mujer muy dulce y amorosa.
-Si muchas gracias, estuvo delicioso. - respondió más tranquilo ya qué sus padres estaban lejos.
-Qué bueno, quiero invitarte a que vuelvas a cenar o almorzar con nosotros pero sin tus padres.
-Muchas gracias es un honor para mi.
La Omega tomó de la mano al menor, aquellas manos lastimadas no pasaron desapercibidas para la mujer. - El honor es nuestro cariño. - Le sonrió y se puso de pie, miro a sus hijos y les guiño un ojo.
Yoongi pateo por debajo de la mesa a su hermano, indicándole qué los deje solos.
El azabache quería hacer un berrinche como niño chiquito, pero debía cumplir con su palabra.
Madre e hijo salieron del comedor.
El Omega se levantó para seguirlos pero Min se puso delante de él.
-Anoche no pude disculparme bien por haberte chocado. - Le dijo tratando de buscar una excusa.
-¿Tú celular se rompió?. - preguntó inocente.
Se acercó al rostro del Omega y le respondió. -Rompería mil celulares por volver a encontrarte. - Le susurró.
El Omega mordió su labio inferior con una sonrisa, sus mejillas de tornaron rojas.
-Quiero mostrarte algo. - lo tomo muy sutil de la mano y lo guió hacia una gran sala con varios instrumentos musicales entre ellos un piano.
El menor se asombro ante aquel hermoso lugar, comenzó a recorrerlo despacio, el Alfa lo observaba con una sonrisa.
Tae paso uno de sus dedos por las teclas del piano haciendo que suene.
-¿Te gusta el piano?.
-Si, es un instrumento hermoso. - respondió sin dejar de observar el lugar.
Yoongi se acercó a él. - Ven. - Le dijo extendiendo su mano e invitándolo a sentarse junto a él en el piano.
Ambos se sentaron el Alfa comenzó a tocar el instrumento mientras sin darse cuenta soltaba su aroma a laurel, la melodía qué sonaba era lenta y suave.
El Omega lo observaba con una sonrisa disfrutando aquel momento tan único, se sentía diferente al lado de aquel Alfa, le trasmitía una calidez única.
De pronto Taehyung comenzó a cantar al ritmo del instrumento, el Alfa lo miró sin dejar de tocar el piano, la melodía se acoplaba a la perfección con la hermosa voz del menor.
~Tal vez nosotros podríamos estar Bailando lento hasta la mañana.
Podríamos estar teniendo un romance toda la noche. ~
El corazón del Alfa se aceleró, pensó ¿si acaso aquella canción era para él?.
-Tienes una voz hermosa. - Le dijo cuando el Omega termino de cantar. Este respondió con una sonrisa tímida.
El Omega se sentía cómodo, y tranquilo con el peli negro, decidió mostrarse como era.
Lo miro a los ojos.
-He imaginado varias veces que bailaba mientras alguien tocaba el piano solo para mi. - Le confesó.
-Quisiera ser ese alguien. - paso suave su pulgar por la mejilla del Omega sin dejar de verse, ambos se perdieron en aquellos ojos llenos de vida, de pronto los ojos del Omega se volvieron azul claro y los del Alfa verdes, ambos lobos se reconocieron, aquel hilo rojo había encontrado el camino.
Tres pequeño golpes en la puerta interrumpio aquella escena, el azabache estaba bastante inquieto, así que golpeó la puerta para darle a entender a su hermano que era su turno de estar a solas con el Omega.
Los ojos de ambos volvieron a cambiar, Yoongi se apresuró a hablar no quería que ese fuera su último encuentro.
-Te invito a dar un paseo el sábado.
-Aceptó tú invitación- sonrió dejando la timidez atrás.
Ambos se pusieron de pie Yoongi lo tomo de la mano y lo guió al salón donde su hermano los esperaba, con dolor soltó la mano del Omega, y sin que este se diera cuenta salió del lugar.
El azabache se acercó de inmediato sin darle tiempo a que reaccioné.
-Lamento haber arruinado tú camisa anoche.- dijo de inmediato buscando una excusa para hablar.
-No importa solo era una camisa. - sonrió tímido sin mirarlo.
-Prometo comprarte una nueva. - Le dijo apoyando suave su dedo en el mentón del menor haciendo que lo miré. - Quiero mostrarte algo. - lo tomo de la mano y lo guió hacia el jardín trasero de la casa. -¡Bam!. - llamo sin soltar al Omega.
Un cachorro de doberma color chocolate se acercó a ellos, el animal comenzó a jugar con el rubio.
-Qué bonito. - dijo soltando la mano del alfa y acariciando al cachorro.
-Qué raro, Bam no se deja acariciar por extraños. - se sorprendió ya qué el cachorro solo se dejaba tocar por él y su hermano.
-Creo que le caigo bien. - Le respondío mientras jugaba con el cachorro.
El Omega se puso de pie levanto su vista al cielo. - la noche está muy estrellada.
El Alfa volvió a tomarlo de la mano y sin dejar de verlo le respondió. - Si es una noche muy hermosa.
El Omega lo miro a los ojos mientras sonreía.
De pronto se escucho una voces qué pronenian de la casa, el Alfa no quería que su tiempo termine así que pensó en llevarlo a otro lugar.
-Sígueme. - murmuró sin soltarlo de mano lo guió hacia una piscina qué estaba en el fondo del jardín.
-Sale vapor. - Le dijo sorprendido.
-Es una piscina climatizada, quiere nadar.
-No, mis padres se enojarían y no tengo traje de baño. - respondió nervioso, el nombrar a sus padres lo hacía sentir inquieto.
-Podríamos decir que Bam te empujó. - sonrió con picardia soltando su aroma a limón invadiendo al Omega de aquella fragancia energizante.
-Mmm...- Mordió su labio nervioso. - No se nadar. - confesó apenado.
-Yo te cuido. - paso su mano por la cintura del Omega, ambos sonrieron mientras se veían a los ojos y se lanzaron a la piscina.
El alfa lo sostenia de la cintura con ambas manos, de pronto lo acercó a su cuerpo rodeo con una mano la cintura del Omega, con la otra comenzó a nadar hacia arriba para tomar aire.
Ambos sonrieron ante aquella travesura.
-El agua está perfecta. - susurró apoyando sus manos en el pecho del alfa.
-Tú eres perfecto. - Le dijo mirándolo a los ojos, estos se tornaron rojos, y los del omega azul claro.
Y ahí estaba el otro extremo del hilo rojo.
Aquellos lobos sonrieron al re encontrarse.
La madre del Alfa se acercó al lugar, ninguno de los dos la escucho acercarse.
-¡Jungkook!. - lo llamo, ambos se asustaron, sus ojos cambiaron. - ¿Qué sucedió?.
El Omega quería ocultarse de la vergüenza que sentía, no podía creer que AhRo los había encontrado abrazados en la piscina.
-Bam lo empujó y yo salte ayudarlo. - mintió como había dicho que lo haría sin soltar al menor.
-Ajam. - respondió con una sonrisa ya qué sabia que su hijo estaba mintiéndo. - Lamento molestar, pero los señores Kim ya quieren irse.
El Omega iba a responder, pero el Alfa se adelantó.
-Ya vamos. - Le dijo algo molesto, no quería que ese instante se terminará.
-No tarden mucho. - les sonrió y se retiró.
- Quiero volver a verte.
-Yo también. - susurró.
-El sábado a la noche te invito a cenar.
El Omega pensó que lo que iba a responder era una locura, y si no estaba equivocado, saldría con ambos hermanos el mismo día. Lo que no pensó era que si sus padres o hermano lo iban a dejar.
-El sábado a la noche entonces. - respondió con una sonrisa.
Jungkook mordió su labio inferior, ya que la boca del Omega era muy tentadora, pero se contuvo, pensó que aquel hermoso Omega debía ser enamorado poco a poco.
Salieron de la piscina el Alfa ayudo al rubio, lo tomo por la cintura y unos pasos de la puerta lo soltó, no quería avergonzar al menor, ya que había sentido su incomodidad cuando su madre los había descubierto.
Entraron a la casa.
-¿Qué sucedió Taehyung?. - preguntó su padre levantado el tono de voz, el menor dio un paso hacia atrás con sus ojos cerrados.
Yoongi se adelanto y se puso delante del rubio, Jungkook hizo lo mismo parándose a lado de su hermano.
-Mi perro lo empujó a la piscina. - respondió con los ojos rojos.
-No levante la voz por favor señor Kim . - Le dijo Yoongi en forma amenazante con los ojos verdes.
La Omega abrió grande sus ojos, sintió un dolor en el pecho y entendió que sucedía.
-Señor Kim no se preocupe mis hijos le prestaran ropa seca a Tae. - respondió la mujer tratando de calmar la situación, pero a la vez quería llorar.
Yoongi se dio vuelta y extendió su mano, el menor la tomo y el Alfa pudo sentir como temblaba. Soltó su aroma a grosella logrando calmarlo un poco, los tres subieron las escalera, bajo la mirada filosa de Kim Jisub.
Entraron a la habitación del azabache, ambos hermanos se miraban preocupados.
-¿Estas bien?. - preguntó el menor de los alfas intensificando su aroma a cilantro.
-Si. - respondió tratando de fingir una sonrisa.
-Creo que mi ropa te va a ir mejor. - hablo el peli negro intentando hacer menos tenso el ambiente.
-Pero yo le debo una camisa así que te daré una mía. - intentando bromear.
Yoongi fue al baño y volvió con un toallon y lo cubrió.
-¿Tienes frío?.
-No así estoy bien. - respondió sin mirarlo.
-Ya vuelvo. - el menor asintió.
Salió de la habitación.
-¿Quieres elegir una?. - lo tomo suave de la mano y lo guió a su guardarropa.
-Prometo devolverla. - murmuró.
Jungkook se inclino con una sonrisa buscando los ojos del Omega. Este lo vio y dio una pequeña risa al verlo así. Levanto su rostro y el Alfa se enderezó.
-Esta bien, con esa excusa podré volver a verte.
-Le diré a Bam qué me empuje más seguido a la piscina. - bromeó mostrando su hermosa sonrisa.
Yoongi regreso a la habitación con varios pantalones en el brazo y dos pares de zapatillas en las manos.
Al ver al menor sonreír no le provocó celos, al contrario le encantaba ver aquella hermosa sonrisa.
Se acercó a ambos para mostrarle las prendas.
El Omega eligió un pantalón deportivo gris, y del guardarropas del azabache eligió una remera y chamarra de mezclilla.
Fue al baño y se cambio, salió del cuarto de baño y los tres largaron una carcajada.
-Parezco un espantapájaros. - dijo bromeando ya qué todo le quedaba muy grande.
Su semblante cambió de pronto, respiro hondo. - Debo irme. - dijo en un tono triste.
-Espera, antes danos tú número. - hablo el azabache buscando un bolígrafo y un papel en su mesa de noche.
-Creo que mi celular quedo en la piscina. - recordó abriendo grande sus ojos.
-No salgan aún. - aviso Jungkook. - Anota su número. - Le dijo a su hermano entregandole el bolígrafo y el papel, salió de la habitación, bajo las escaleras paso por el salón ignorando a todos, y fue a la piscina, si el celular del Omega estaba en el fondo de la piscina, busco la red y lo sacó.
En la habitación.
Yoongi anotó el número que le dicto el rubio, luego levanto su vista y observo qué el menor tenía el semblante triste, el Alfa acarició la mejilla del menor con su pulgar hasta llegar al mentón.
-Si necesitas algo llámame por favor. - Le pidió con miedo.
El menor lo miro a los ojos.
-Estaré bien. - Le dio una sonrisa triste.
Jungkook entro a la habitación. - No prende.
-No importa. - respondió de inmediato el Omega.
-Si importa. - dijo Jungkook tomando su móvil, le quito el chip y coloco el del celular del Omega.
-No hagas eso...-se quejo pero Min hablo rápido.
-Lo necesitas, por favor llámame cuando llegues a tú casa. - el Omega asintió.
-Esta bien, voy por mi ropa. - aviso.
-No, mañana te la llevamos. - Le respondió Jungkook.
-No... No ya hicieron mucho por mi, quiero llevarla. - hablo nervioso.
Jungkook y Yoongi se miraron confundidos y preocupados.
-Esta bien, yo voy a buscarla. - el azabache fue al baño busco una bolsa y colocó la ropa mojada del Omega, menos un zapato, se saco su remera mojada y cubrió el zapato ocultandolo debajo.
Salió del baño Yoongi lo miro con cara de esta pasando, el Omega desvío su mirada.
-Lo siento tenía frío. - mintió y se coloco una remera seca.
Los tres bajaron las escaleras, el semblante del señor Kim no era agradable.
-Listo, problema solucionado. - hablo firme el azabache.
-Ya no hay problema, verdad señor Kim. - soltó con furia Min.
-Todo esta bien. - respondió fingiendo estar calmado.
Jeon Woong miraba a sus hijos y de pronto recordó algo del pasado, el por que se habían dejado de hablar con Kim Jisub.
Los mayores se despedían, el ambiente se sentía muy tenso.
Lo hermanos no querían dejar ir al Omega, ambos lo saludaron con un tierno beso en la mejilla.
AhRo se acercó a ellos, tomo la mano del Omega. - Cariño siempre serás bienvenido en este hogar. - este asintió con una sonrisa.
Los Kim se retiraron AhRo se giró sobre su propio eje, miro a sus hijos.
-Necesitamos hablar urgente. - les dijo a todos.
Los Kim se subieron al auto, salieron de la mansión, Jisub manejo unas cuadras y luego detuvo el auto.
El Omega temblaba.
- Maldición. - gritó. - ¿No te dijes qué te comportes como un verdadero Omega?. - habló apretando su mandíbula y golpeando con el puño de su mano el volante del vehículo, la mujer no prestaba atención ella estaba en su mundo, miraba la pantalla de su móvil mientras tarareaba en un tono molesto.
-Yo... Lo siento papá.- Dijo con miedo y las lagrimas comenzaron a caer por el hermoso rostro del menor.
-Un simple lo siento no es suficiente...
🌸 Aaah adiooos!! 🤣 🏃🏼♀️
🌸 Espero que ahora si vayan entendiendo de que va la historia 🫣🫣.
🌸 Gracias por leer mi historia 🥰 🥰.
🌸 Los quiero mucho.
🌸 Nikki 🌸
💜💚💜
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