PARTE XIII
Después de la última arcada y devolver todo lo que había comido Hoseok se miró en el espejo.
Su cuerpo demasiado delgado donde se podían notar sus huesos, ojeras, piel escasa de color y poco cabello.
Se lavó los dientes con cuidado y volvió a su habitación en la casa de su madre.
Los últimos días ella lo consentía demasiado.
Tomo su teléfono y revisó los mensajes de Yoongi.
—Quiero verte
Hoseok hizo un pequeño puchero y se cambió con ropa decente y no con la ropa para andar en casa. Le pidió a su hermana Jiwoo que lo llevará hasta el departamento de Yoongi y a regañadientes ella aceptó.
Hoseok lo entendía, después de todo iba a morir por culpa de aquella relación tan tóxica y aun así Hoseok no odiaba a Yoongi, Hoseok iba a morir con el amor de su familia en cambio Yoongi estaba solo, con el único apoyo de Jungkook y de Jimin. Tal vez eso sólo era un pretexto para verlo.
Tal vez Hoseok sólo quería pasar sus últimos días de vida a lado de Yoongi.
Tocó la puerta del departamento que compartía con Yoongi antes de que todo se fuera a la mierda y Jungkook no tardo en abrir.
—Oh— dijo sorprendido el menor —no te esperaba Hoseok hyung.
—Yoongi me envió un mensaje
—Ya veo, no lo sabía ya sabes él no habla mucho...
—Lo sé— lo interrumpió el mayor.
Jungkook le permitió el paso, Jiwoo se negó a entrar diciendo que daría una vuelta.
Hoseok camino hasta la habitación de Yoongi y lo miró dormir, se dio cuenta de que Yoongi estaba incluso peor que él.
—Hace una semana su lobo murió, realmente le queda muy poco.
—Mi lobo murió hace un mes, tal vez le queden más días de lo que parece. Es tan triste, nunca creí eso de las parejas destinadas.
—Son el ejemplo de que si existen— Jungkook no se aguantó las lágrimas —¿esto es mi culpa no es así?, si yo no lo hubiera llamado ese día.
—No Jungkook tú no me violaste, ni contaminaste mi cuerpo con tu mordida.
—Pero ese hombre...
—No importa, esto fue nuestra culpa, por qué no supimos amarnos como debíamos, porque no tuve dignidad frente a Yoongi y porque Yoongi nunca me amo. No es tu culpa, fuimos nosotros— le aseguro —debí alejarme de él antes de que fuera tarde pero no lo hice, debí cuidarme, pero no lo hice.
Yoongi abrió los ojos y sonrío a Hoseok —viniste— dijo casi en un suspiró.
—Quería verte— admitió Hoseok tomando la pálida y huesuda mano de Yoongi.
—Me duele todo— admitió Yoongi en forma de broma.
Hoseok sonrío —a mí también, ya no puedo comer ni caminar bien, me tiemblan las piernas— sonrío.
—Pero aun así estas aquí.
—Me merezco un último beso no es así.
Yoongi sonrío y con sus pocas fuerzas jalo al menor y le dio un pequeño beso —tus labios están rasposos.
—Los tuyos también.
Y le volvió a dar otro beso.
Esa noche Hoseok no regresó a casa durmió a lado de Yoongi esperando por el final. A la mañana siguiente su hermana lo ayudo a ponerse el traje negro y Jungkook se encargó de todos los preparativos para el funeral.
Hoseok dejó caer la rosa blanca al hoyo mientras se apoyaba en su hermana.
"Nos veremos pronto Yoongi, tal vez en nuestra próxima vida si hagamos las cosas bien"
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