Jeongin se tiró a la cama con unas fuertes ganas de gritar.

¿Quién rayos se creía que era ese tal Bang Chan?

—Enano de mierda —se dijo así mismo y tomó en control del televisor dispuesto a pasar la tarde viendo alguna serie en Netflix.

Después haría la tarea.

"No quiero conocerte, sólo quiero tener sexo contigo para calmar a mi lobo".

A pesar de todo, Jeongin no podía olvidar las palabras de Chan.

Jeongin no soñaba con un cuento de hadas, pero follar sólo para calmar a su lobo nunca estuvo en sus planes y no lo estaría. Él quería hacer las cosas bien.

O por lo menos lo que él creía estaba bien.

A la mañana siguiente Bang Chan ya lo esperaba fuera de su salón con una sonrisa socarrona, pero Jeongin pasó de largo tratando de ignorar su presencia y las ganas que tenía su lobo de que Chan lo follara.

Chan lo tomo del brazo antes de que pudiera escapar.

—Es sólo sexo, ¿qué hay de malo en eso?

—Todavía lo preguntas —le respondió indignado. ¿Por quién lo tomaba?

—Vamos, no te comportes como un virgen.

—Soy virgen —le dijo y logró que el mayor le soltara, y no, Jeongin no era virgen, pero no se acostaba con cualquiera.

—Entiendo.

Chan aún confundido por la declaración empezó a caminar hasta su propio salón. Ahora más que nunca quería tener sexo con Jeongin.

Miró a Changbin caminar lento hacia el salón y no tardó en alcanzarlo y caminar a su lado casualmente.

—Buenos días, Chan hyung —le dijo mostrando una cariñosa sonrisa.

Había algo raro en Changbin que Chan notó rápidamente, su manera de caminar, su olor, sus facciones y los movimientos nerviosos de sus pequeñas manos.

Y mecánicamente su vista de poso en la nuca del menor, donde claramente se podía ver una marca.

La maldita marca que lo uniría a Minho de por vida, a Minho, el chico que él amaba.

Apretó los puños y los escondió mientras trataba de no ponerse a llorar, porque él no era así, él no mostraba sus sentimientos tan fácilmente.

A la salida Chan de nuevo estaba esperando al omega, pero algo había cambiado en su expresión.

—Quiero intentarlo contigo —le dijo—. Quiero ir en serio contigo, Jeongin, ser una pareja normal.