El tiempo pasaba en cámara lenta en ese momento, solo se podía escuchar el sonido de los aparatos que avisaban que la chica no tenía signos vitales. Era desesperante. Era una agonía que sentía en mi alma. Ese sonido era el más espeluznante que había escuchado en mi vida.

El silencio se hizo por un breve momento para luego regresar aquel sonido, pero esta vez era diferente; ya avisaba que la chica tenía signos vitales. Sentí que mi alma volvía a mi cuerpo al saber que ya había vuelto y estaba hay conmigo.

Le sujeto su mano, estaba fría y pálida; casi ni se podía ver su lindo color bronceado que tanto me gustaba. Me acerco a su oído para hablarle con la esperanza que me escuchará y supiera que hay estaba con ella.

— ¡Mi amor!, tienes que resistir tienes que ser fuerte — le susurró sin poder evitar que una lágrima se deslizara por mi mejilla.

La ambulancia se detiene y bajamos a Helen  en la camilla. Entramos corriendo al hospital, en ningún momento le solté su mano hasta que se nos acercan dos médicos y preguntan por el caso de la chica a uno de los paramédicos.

— Fue víctima de unos hombres que la golpearon y la hirieron en el abdomen para robarla, aunque tratamos de detener la hemorragia la chica continua sangrando — escuché decir al paramédico — Llévela rápido a cirugía — dice el médico mientras todos corríamos.

Llegamos a un pasillo donde había unas enormes puerta y hasta ahí la pude acompañar, hay le tuve que soltar su mano. La llevaban al quirófano, me quedé parado con mi mirada al piso; no sabía que iba a pasar con ella.

Las horas pasaban mientras esperaba afuera del quirófano, ya mis pies estaban cansados y me tumbo en el suelo para sentarme. Levanto mi mirada y veo venir a Eun-Jin corriendo con un vendaje en la cabeza.

— Hyun-Su ¿Cómo estás Helen?.

— Está en cirugía, están tratando de detenerle la hemorragia — le digo mientras cierro mis ojos y recuesto mi cabeza a la pared.

— ¡Ella estará bien! no te preocupes, ella es fuerte, estoy segura que superara esto. Si la fueras visto como se le enfrentó a esos tipos.

— Eun-Jin, esos hombres que la atacaron ¿Fue para robarlas?.

— No lo creo, Hyun-Su, uno de ellos llamo a Helen por su nombre y apellido y comenzaron a lastimarla. Ellos la querían matar, esos hombres sabían lo que hacían.

Al escuchar a Eun-Jin decir que aquellos hombres iban por Helen, ya se aclaraba mi duda, ya sabía quién era el culpable. Sin duda era mi padre.

Se nos acerca dos hombres con libretas en las manos, por su pinta parecían policías.

— Buenas noches, señorita Eun-Jin, necesitamos hacerles unas preguntas, porfavor nos podrías acompañar a la  comisaría — la chica se va con los policía, al verlos alejarse cierro mis puños con ira.

la policía no iba hacer nada en este caso, mi padre tiene muchos amigos en el gobierno y la policía; solo iban a desaparecer las evidencias y cubrir todo para que mi padre se saliera con la suya como siempre lo hacen.

Mis pensamientos se desvanecen al escuchar las puertas abrirse y ver a los médicos salir. Me levanto enseguida sintiendo como mi corazón se agitaba dentro de mí. Mis brazos y piernas temblaban, tenía mucho miedo de la respuesta de los médicos.

— ¿Cómo está? ¡Porfavor díganme qué está bien!.

— Logramos detener la hemorragia, ella estará bien, se tendrá que quedar varios días en observación por la pérdida de sangre luego se podrá ir a casa — el médico sonríe y se van.

Entro a verla y me consigo con una sala donde hacía mucho frío y todo era muy blanco. De una de las habitaciones sale una enfermera que se sorprende al verme.

— ¿Tú eres el chico que trajo a la joven que entró a cirugía hace rato?.

— Si soy yo, ¿Donde esta ella?.

— Ven por aquí — sigo a la enfermera a una de las habitaciones — Quédate un rato con ella, ya está despertando de la anestesia y es mejor que vea una cara familiar; ¡ah! casi lo olvido tienes que llenar este registro y llevarlo a la administración — la enfermera me da unos papeles y sale de la habitación.

Veo a Helen acostada en esa cama con un montón de aparatos conectados a ella y me siento culpable. Sus hermosos ojos marrones estaban  cerrados, ya no estaba tan pálida como cuando venía en la ambulancia. Me quedo mirando el papel que me dio la enfermera y suspiro; no sabía nada de la información personal de Helen. Dejo ese papel en la mesa y me acerco a ella para sujetarla de la mano.

Ella comienza a despertarse, me alegro mucho al verla como estaba intentando abrir sus ojos para verme.

— Hyun-Su, Hyun-Su.

— ¡Shhh!, no te esfuerces, descansa. Tienes que recuperarte pronto para que salgas de aquí.

— ¿Qué haces aquí? — su voz era débil y apenas se podía escuchar.

— Te traje a ti y a Eun-Jin al hospital después de que esos hombres las atacaran.

— ¿Eras tu el hombre que nos ayudó en el callejón? — asiento mientras le acarició suavemente su cabello con mi mano —  Gracias, Hyun-Su.

— No tienes que agradecerme nada, es mi culpa que estés aquí, yo te prometí cuidarte y no lo hice.

— Tú no tienes la culpa de nada, aquí el único culpable es tu papá. Esos hombres fueron enviado por él.

— Lo se, por eso más tarde me encargaré de él — mi rostro se volvió serio al recordar que Helen estaba mal herida por su culpa.

— ¡No hagas nada Hyun-Su!, ese hombre por muy despreciable que sea sigue siendo tu padre, dejaselo al tiempo. El tiempo se encargará de hacerle pagar todo.

Está chica era de un lindo corazón, me estaba pidiendo que no le hiciera nada al hombre que casi la mataba. Me acerco a ella y le doy un beso en la frente, sigo acariciándole el cabello hasta que se duerme.

Al verla que ya está bien me voy a la mansión, ya era hora de enfrentarme al mostró de mi padre.

Llego a la mansion y veo que él también está llegando. Bajo del auto y voy hacia él, lo tomo por su camisa y lo empujó contra su auto.

— ¡Maldito!, te dije que no le tocará ni un cabello a ella y hoy enviastes a tus matones a matarla. Que cobarde y despreciable eres.

— ¡Por esa chica te pones así! Sueltame, Hyun-Su — mi padre intenta soltarse de mi agarre.

— Déjala tranquila, te lo advierto papá, no te vuelvas a meter con ella por que se me va a olvidar que lamentablemente eres mi padre y te haré pagar por lo que hagas — sentía que todo mi ser ardía por la ira hacia ese señor que lamentablemente era mi padre.

— ¿Me estás amenazando?, que quieres que haga ¿Me pongo a llorar? ¿Me asusto de tu amenaza? ¡Porfavor! hijo tú jamás podrás conmigo, anda a denunciarme con la policía; sabes muy bien que eso no te servirá de nada ¡Mi querido, Hyun-Su! — mi padre comienza a reírse en mi cara haciendo que apretara mas mi agarre contra él fuera más fuerte.

— Ríe todo lo que quieras, muy pronto pagarás por todo lo que haces y ni te imaginas lo feliz que voy a estar al verte sufrir ¡Querido, padre! — él deja de reír al ver con la seguridad con que le hablo, ya no soy un niño que él podía manipular ya soy todo un hombre que toma sus propias decisiones, y esta vez estaba decidido a que mi padre pagará por lo que hizo con mi familia y con Helen.

Gracias a mi padre estaba sacando la parte más oscura de mí y él ni se imaginaba  que se estaba condenando al  hacerlo.