Al terminar la clase me voy con Eun-Jin rápidamente del salón, no quería enfrentarme a, Hyun-Su, y que me reclamará por la terrible nota que le habían dado por mi culpa. Por otro lado si quería que me hablara, tenía miedo de que solamente me ignorara y no le importará para nada lo que habíamos hecho los dos; creo que a la final la vida no es como las películas y los kdramas y, él chico que me gusta  va hacer un idiota conmigo.

— Helen, que extraño que hoy no viniera a clase Alaia, la llame y tienes su celular apagado, estoy preocupada por ella — Eun-Jin estaba preocupada, ya era como la quinta vez que trataba de llamar a Alaia.

— No te preocupes Eun-Jin, por que no vamos a su apartamento y nos aseguramos que esté bien — el padre de la chica aparece  y daña mis planes de salir rápido de la universidad con, Eun-Jin, y evitar ver a, Hyun-Su. El papá le hacía señas a, Eun-Jin, de que subiera rápido al auto.

— ¡Ahss! Helen, olvide por completo que mis padres están de aniversarios y mi papá  y yo le vamos a dar una sorpresa a mi madre.

— No te preocupes, anda con tu padre yo iré a ver a Alaia — le digo al ver que la pobre Eun-Jin no sabía que hacer mientras su padre le seguía haciendo señas para que subiera al carro.

— Me llamas cuando hables con ella para saber que está bien — grita la chica mientras corría para subir al carro y marcharse con su papá.

Hice un suspiro que se perdió en el aire, no quería estar sola, no me sentía bien conmigo misma como para estar sola, así que me acomode mi bolso y comencé a caminar para ir a visitar a Alaia.

— ¿A donde crees que vas? — escucho decir a, Hyun-Su, que estaba detrás de mí.

Trago fuerte y volteo a hacia él, ya sabía que iba a empezar con su pelea y sus maltratos.

Al mirarlo me sorprendí muchísimo, él tenía su rostro con golpes y su labio estaban partido y parecía  que iba a comenzar a sangrar.

— ¿Qué te pasó? ¿Quién te golpeó así? — me quedé sorprendida de los golpes de, Hyun-Su, trato de pasar mi mano por su golpe y él no me lo permite quitándome la mano.

— Eso no importa ahora, aquí lo que importa es que me hiciste reprobar — lo miro con una expresión de verguenza y no le contesto, no sabía que responderle, en verdad, había reprobado por mi culpa — ¡No vas a contestar!, es la primera vez que repruebo y es gracias a ti. Si me fueras dicho que no eras inteligente para hacer esa tarea nunca te la fuera dado  para que la hicieras, la fuera hecho yo mismo — interrumpo, Hyun-Su, que estaba muy molesto.

— ¡Entonces por qué no la hicistes tu mismo ya que eres tan inteligente! ese día solo quería irme rápido de tu lado por eso no me esforcé por hacerla bien, solo quería irme.

— Te puedo entender que por culpa de mi presencia que tanto te molesta hicieras mi tarea mal, lo que no entiendo es por qué tú también reprobaste — él me mira extrañado y después suspira con cara de intriga.

— Es por tu culpa, Hyun-Su, te pasas dándome órdenes y por seguir tu estupido juego ahora estoy en peligro de perder mi beca —  no pude evitar que una lágrima se deslizara por mi mejilla, estaba muy asustada de perder la beca que me había costado tanto ganarla.

Hyun-Su se me queda mirando para luego hacer un suspiro y cubrir su rostro con sus manos.

— Esto es lo que vamos hacer, para que te pongas al día con tus tareas que te parece si el fin de semana nos vemos y te ayudo hacerla — dice el chico mientras colocaba sus manos en mi hombro. Ese gesto de amabilidad  que hizo me sorprendió, acaso él estaba preocupado que perdiera mi beca.

Después recordé que ya Erick me había dicho que me ayudaría con la tarea, no iba a poder hacer la tarea con los dos, tenía que decidir, ya Erick me había dicho primero y no podía hacerle ese desprecio, así que decidí hacer las tareas con Erick.

— Ya Erick se ofreció ayudarme este fin de semana con las tareas, pero gracias por tu intención — le quitó las manos y sigo caminado pero solo pude dar dos pasos hasta que, Hyun-Su, me toma por el brazo y me lleva hacia él.

— ¡Otra vez tu nombrando a ese tipo! sabes que me molesta que lo hagas, yo soy el que te va ayudar con tu tarea;  así que cancela el fin de semana con el tal Erick — lo vuelvo a interrumpir.

— No voy a cancelar nada, si Erick se ofreció ayudarme no le puedo decir que no.

— A él no le puedes decir que no en cambio a mí si me rechazas mi ayuda.

— ¡Ya basta Hyun-Su! piensa lo que quieras, hoy no tengo ánimo de pelear contigo — mi semblante cambio a uno triste que él al instante capto.

— ¿Estás así por lo que pasó entre tu y yo?. — dice Hyun-Su haciendo que me sintiera avergonzada — Te iba a llamar  pero me quedé dormido y cuando desperté ya había amanecido, así que pensé que era mejor verte en persona que llamarte. Te quiero invitar a comer.

Era algo extraño como se comportaba este chamo conmigo, por momentos estaba molesto y después se veía nervioso y luego feliz, este tipo es muy extraño la verdad.

—  Acepto ir a comer contigo, pero primero voy a la casa de Alaia, no vino a clase y Eun-Jin y yo estamos preocupadas por ella.

— ¡Vamos! te llevo entonces primero a la casa de tu amiga y después vamos a comer — Hyun-Su, me hace una pequeña sonrisa me toma de la mano y nos vamos juntos hacia el carro, mientras caminábamos podía sentir las miradas y los comentarios que susurraban los chicos de la universidad. Fue algo incómodo para mí pero al parecer a él no le importaba.

Llegamos al apartamento de Alaia y toque su puerta pero nadie abrió, intenté llamarla a su celular y estaba apagado. Ya era preocupante no saber de ella.

— ¿Qué le habrá pasado? Estoy muy preocupada, voy a llamar a la policía, para reportarla como desaparecida — mientras estaba marcando el número de la policía, Hyun-Su, me quita el celular.

— No exageres, debe andar con algún novio y tú pensando en llamar a la policía — el chico se ríe, borra el número que estaba marcando en mi celular y me lo devuelve.

— No te rías y si le pasó algo, la secuestraron o tuvo un accidente en la casa y está inconciente. Ella podría estar mal y yo aquí paradota sin hacer nada — vuelvo a tocar la puerta con fuerza y nadie abre.

— ¡Te quieres calmar! A ella no le pasó nada malo no seas tan negativa, espera hasta mañana y si no aparece llamas a la policía, está bien esa idea — el chico me vuelve a tomar de la mano y nos vamos hacia su carro.

Esa tarde con, Hyun-su,  fue diferente, no había peleas ni gritos; eso era extraño pero lo único que hicimos esa tarde fue reír y hablar de todo un poco.

Después de haber ido a comer pizza y helado fuimos a un lugar hermoso en donde se podía ver desde ahí toda la cuidad. Hyun-Su, se recuesta en el césped a ver las estrellas y yo me siento a su lado mirándolo a él disimuladamente.

— ¿No te gusta ver las estrellas? — él estaba muy concentrado con su mirada al cielo.

— Si me gusta, es relajante mirar el cielo estrellado y esperar a que pase una estrella fugas y pedir un deseo.

— ¡De que hablas!  ¡pedir un deseo a las estrellas! —  Hyun-Su se vuelve a echar a reír.

— Nunca tus padres te contaron esa historia de la estrella fugas y el deseo que cumple.

— No, nunca me la contaron y ven que hay sentada es incómodo mirarlas — Hyun-Su, me cubre con sus manos y me acuesta encima de su brazo, quedando los dos acostado uno al lado del otro.

Lo voy abrazar y él se queja de dolor, me levanto y intento subirle su camisa para revisarlo y él no me deja, sigo insistiendo hasta que le levantó su camisa para dejarme ver unos grandes hematomas por varias partes de su abdomen.

— ¡Hyun-Su! tenemos que ir al hospital, esos golpes fueron muy fuertes y si tienes alguna hueso roto. Vamos levántate, vamos al hospital — le digo mientras intento levantarlo del suelo.

— ¡Tranquila!, no tengo ningún hueso roto, si fuera así crees que pudiera hacer esto — él me agarra y me acuesta colocándose sobre de mí.

— Ya te distes de cuenta que estoy bien — dice y comienza a besarme como solo él lo sabe hacer, haciéndome sentir mi piel erizada y mi corazón acelerado por tantos besos que me daba