Ya era otro día más y voy camino a la universidad. Hoy lucía un poco desaliñada y llevaba ropa holgada que es algo que no acostumbro a usar, pero la verdad hoy no tenía ánimos de existir, así que me puse lo primero que ví entre mi ropa. Lo que había pasado anoche me había afectado y aunque yo no quisiera admitirlo tal vez estaba sintiendo algo por Hyun-Su así fuera un idiota creo que me gustaba.

Mientras caminaba por la calle hundida en mi mar de dudas un auto blanco se estaciona junto a mí haciendo que reaccionara.

— ¡¡Hola hermosa señorita!!.

Esa voz se me hizo conocida de inmediato. Esa dulce voz no podía ser de nadie más  sino de, Erick.

— Si quieres te puedo llevar, no es bueno que una chica tan linda ande caminando sola — la amabilidad de este chico era otro nivel, era la primera vez que conocía a alguien como él en mi vida.

— ¡Está bien! acepto que me lleves y más porque voy un poco tarde — le digo mientras me subo al auto.

Él me queda viendo fijamente con una mirada tan linda o era toda su cara que era tan linda, este chamo tiene algo tan especial que me hace sentir bien cuando estoy con él.

— ¡Helen estás hermosa! — dice, Erick mirándome con admiración.

— Erick no seas mentiroso, hoy ni siguiera me arregle, ando muy mal vestida y sin maquillaje — respondo mientras trató de arreglar mi cabello desordenado.

— Por eso te lo digo, porque apesar que andas al natural hoy sin maquillaje, eres realmente hermosa ¡eres hermosísima Helen! — los halagos de él me hacían sentir avergonzada.

— ¡Erick por dios! cómo vas a decir que me veo hermosas, ya deja de decir esas cosas y vámonos que voy a llegar tarde — le digo tratando de esconder mi tonta sonrisa que hago cada vez que lo veo.

Al llegar a la Uni nos estacionamos detrás de otro auto y nos bajamos, Erick y yo.

— Gracias Erick por traerme — le digo algo tímida.

— De nada Helen, considerarme como tú ángel de la guarda, que siempre te va a cuidar.

— ¡Un ángel! — le digo sonriendo de sus locuras — Está bien me agrada la idea.

— ¡No te burles, Helen, yo soy todo un angelito! — el chico se acerca para despedirse de mí con un beso en la mejilla.

— ¡Adiós Helen! espero verte pronto — Erick, se sube a su auto y se va, de pronto del auto que está delante sale, Hyun-Su, con su típica ropa negra pero hoy  tenía unos lentes oscuros. Se paró delante de mí sin decir nada, me doy la media vuelta y me voy; no quería hablarle ni verlo pero parecía que era el destino que hacía que nos encontramos en todos lados.

Voy caminando y Hyun-Su va detrás de mí a unos cuantos centímetros, podía sentir mi corazón agitado; eso era lo que hacía mi corazón cuando lo veía a él.

Entramos al salón y después de saludar a las chicas me siento y saco mi celular que sonó.

<< Hoy necesito que vayas a la biblioteca, te vas conmigo al terminar las clases >>

Ruedo mis ojos al ver que era un mensaje de Hyun-Su "¡otra vez este tipo, es peor que una pesadilla!".

<< hoy no puedo, estoy ocupada >>

Le respondo de mala gana.

<< No te estoy preguntando si puedes ir, te estoy diciendo que tienes que ir, recuerdas que trabajas para mí >>

Él, tan imbecil como siempre, será que nunca se va a cansar de molestarme.

<< No se me ha olvidaba que estoy trabajando para ti, como olvidarlo si siempre me lo recuerdas. Está bien iré >>

Las horas como que fueron cómplices de, Hyun-Su, porque está ves pasaron rápido, parecía que hasta el tiempo estaba en mi contra.  Cuando veo el reloj ya eran las seis ya estábamos terminando las clases.

— ¡Helen, vamos al departamento de Alaia estamos pensando ir a estudiar y después ver una película! ¿Quieres ir? — dice Eun-Jin muy animada.

— Hoy no puedo tengo que ir hacer un trabajo con Hyun-su — al contrario de Eun-Jin, yo estaba muy desanimada.

— ¡Pobre Helen! Espero que pronto pagues esa deuda con él y te deje tranquila — dice Alaia.

Me despido de las chicas y me quedo parada en la entrada esperando que el demente me pase buscando, tenía la esperanza que no me buscara, que se le fuera olvidado, pero no hay venía a tormentarme la existencia.

Me subo en su auto y no pensaba ni decir ni una palabra por el camino, pero el ambiente se sentía tan pesado que hasta costaba respirar.

— ¿Eres novia de ese tipo? — derrepente de la nada me hace esa pregunta, Hyun-Su, dejándome sorprendida.

La pregunta de, Hyun-Su, hizo que el ambiente entre, él y yo, se pusiera peor de incómoda.

— ¿Porqué preguntas eso?.

— Te vi como él te besaba.

— Fue un besito en la mejilla para despedirse, eso no quiere decir que seamos novios.

— ¿Porque mejor no lo admites y aceptas que te gusta ese idiota? — Hyun-Su estaba alterado, parecía muy celoso.

— ¡No soy novia de, Erick, y si lo fuera eso no es tu problema, no tienes ningún derecho de meterte en mi vida! — ya este chamo se estaba pasando de la raya, qué carajo estaba pensado, para reclamarme como si fuera algo mío.

— ¡Me meto en tu vida y que! tengo todo el derecho de hacerlo — Hyun-Su, hablaba en un tono fuerte, de verdad, estaba molesto.

— ¡Como que tienes derecho! ahora sí enloquecistes, Hyun-Su, es más ya me cansé de esto detén el auto me quiero bajar — le digo mientras trató de abrir la puerta, obligando a Hyun-Su detener el auto.

— ¡No te vas a bajar, no seas ridícula! — Hyun-Su me agarra la mano y me obliga a mirarlo a los ojos.

— Aquí el único ridículo eres tú, de verdad no tienes a otra persona que molestar, tengo que ser yo — le digo mientras él me sujetaba y se acercaba cada vez más a mí.

— Si tienes que ser tu.

— ¿Y porque tengo que ser yo?.

— ¡Porque me gustas!.

De Pronto los gritos que teníamos se hicieron un gran silencio, había escuchado mal,  él dijo que yo le gustaba.

Hyun-Su me suelta y coloca su mirada en el camino otra ves para seguir manejando, durante el camino hacia la biblioteca ya ninguno de los dos nos atrevimos a hablar.

Estacionó su auto y se va caminando por ese horrible camino que da a la biblioteca, el caminaba rápido y yo casi corría para no quedarme atrás. Él tiene largas piernas a cambio yo no, por eso, él caminaba mientras que yo corría.

Entramos a la biblioteca y todo estaba muy ordenado y limpio, se notaba que lo había mantenido como yo lo dejé. Me siento y el saca de una pequeña nevera dos bebidas y algunas chucherias y la coloca en la mesa.

— Toma, hay esta toda la tarea que tienes que hacer — me da unas libretas de la universidad.

— ¡Me estás diciendo que te haga tu tarea!, acaso no la puedes hacer tú — frunzo mi seño al ver la cantidad de tarea que tenía que hacer.

— Si puedo pero no quiero, ya deja de hablar y concéntrate, no quiero reprobar por tu culpa — se lanza en el mueble  y comienza a leer sus libros mientras yo hago su tarea.

Era mucha tarea pero la hice lo más rápido que pude, no me importaba si estaba bien o mal, solo quería terminarla para poder irme.

— ¡Ya termine, listo ya me voy! — me levanto y me coloco mi bolso.

— ¿Estás segura que esta bien toda esa tarea? si repruebo lo vas a lamentar — duda Hyun-Su al ver que la termine muy rápido.

— Si tanto desconfías de mi inteligencia, entonces porque no la haces tú mismo, idiota — camino hacia la puerta y él se detiene delante de mí.

— ¿Quieres comer algo?  ¿Quieres comer pizza? Pide lo que tú quieras — este chamo, de verdad que está loco, después de pelear conmigo por la tarea ahora me invita a comer.

— ¡No quiero comer nada y mucho menos contigo! lo que quiero es irme — trato de salir pero el demente seguía atravesado en la puerta.

— ¡Está bien!, vamos yo te llevo — Hyun-Su, saca de su bolsillo la llave del auto.

— No es necesario yo me puedo ir sola.

— ¡Ya te dije que yo te llevo, que desesperante eres! — dice el chico, que ya estaba obstinado de mí.

Salimos de ahí y al llegar al auto hay un hombre alto, delgado era como de cuarenta años y estaba mirando el auto de Hyun-Su.

El demente al ver a ese hombre se detuvo y intento esconderme colocandome detrás de él.

— ¡Hyun, que haces tanto en esa casucha vieja, deberías pasar más tiempo con tu familia! — dice aquel hombre sonriendo al ver a, Hyun-Su.

— Prefiero pasar todo el día en esa casucha vieja, como dices, que contigo — me sorprendió la forma con la que Hyun-Su, le hablaba con tanto desprecio hacia ese hombre.

— ¿Quién es esa chica que estás escondiendo?, no seas mal educado y presentanos — ese hombre trataba de verme pero Hyun-Su, me seguía escondiendo detrás de él.

— No tengo porque decirte quien es ella, y ya déjanos tranquilos.

El hombre se nos acerca de una manera amenazadora que daba algo de miedo, empuja a Hyun-Su, me sujeta por el brazo y se me queda mirando.

— ¿Qué significa esto Hyun, ¿Ahora andas con extranjeras? ¿Acaso es de una buena familia?, no me digas que por una extranjeras has despreciado a las hermosas hijas de mis amigos, por ella que no vale nada — el hombre me veía con desprecio y suelta mi brazo con fuerza haciendo que me duela.

— ¡¡Ya cállate!! No tienes que insultarla. vamonos de aquí — Hyun-Su, me sube a su auto, cuando va a subir, el hombre lo agarra por el pecho y lo empuja al auto.

— No te comportes como un idiota, has lo que tengas que hacer con ella y luego déjala, esa no es la mujer que quiero para ti hijo. No me hagas molestar, ya sabes cómo soy cuando me molestó, y no vas a querer eso, verdad, hijo — el hombre lo suelta y se va.

Hyun-Su se sube al auto, estaba realmente molesto que golpea el volante del auto para sacar su ira.