Llego el taxi y me llevo al apartamento, esa noche no pude dormir pensando en todo lo que había pasado con Hyun-su. "¡En que demonios estaba pensando, por poco cometo una locura con el idiota, por dejarme llevar por el deseo que me hizo sentir con sus besos!".

Esa imagen de él sobre mí no se me quitaba de la cabeza y cada vez que cerraba los ojos para intentar dormir, se volvía esa imagen de Hyun-Su expresando toda esa pasión que tenía y que a mí me había gustado sentir.

Sin darme cuenta ya había amanecido, ya era domingo por la mañana, nada más tenía ese día para terminar lo de la remodelación y no quería ir; la verdad me daba vergüenza nada más imaginar que lo iba a ver, pero no me quedaba de otra; no me iba a esconder por algo que no llego a pasar, así que salgo del apartamento y voy a terminar mi trabajo.

Llegó a la biblioteca  y no había nadie, eso fue raro porque conociendo al tarado iba a disfrutar molestarme todo el día, igual suspiré agradecida que no estuviera y no tener que verle la cara.

Ya era el medio día y ya casi había terminado de pintar las dos paredes que me faltaron, esta vez no las pinte de negro como las otras dos, sino de color morado, él me había dicho que no le gustaba ese color, pero como a mí sí me gusta las pinte morado. No tenía que hacer todo como el dijera y si fuera así tampoco lo iba hacer. Yo jamás le haría caso.

Ya casi a las seis de la tarde había terminado, todo me había quedado muy bonito: "¡no sabía que yo era increíble también para la decoración!".

Mientras estaba admirando mi obra de arte escucho abrirse la puerta y veo llegar a Hyun-Su. Al verlo mi cuerpo comenzó a temblar; no podía evitar sentir como mi cara ardía hasta mis orejas; me imagino que estaba muy ruborizada, de seguro que mi cara parecía un tomate de lo rojo que estaba, en cambio él no se veía tan arrogante como de costumbre, hoy se veía triste, su mirada reflejaba un vacío. Lo que había pasado anoche con esa señora en verdad le había afectado y así lo tratara de disimular se le salía hasta por los poros.

—Ya se ve que terminaste, ya te puedes ir — me dice tratando de ocultar su mirada de mí.

— Si, ya terminé, está todo listo ¿Qué  tal me quedo? — le digo algo sonrojada, sentía que en cualquier momento iba a empezar hablar de lo de anoche y me daba vergüenza hablar de eso.

—Con respecto de anoche, no te hagas iluciones conmigo, actúe así porque estaba borracho — hay estaba, ya le había regresado lo idiota. Pensé que como estaba triste no iba actuar así, pero me equivoque; ser un idiota es su naturaleza — Lo que viste con aquella mujer — suspiro y se quedó un momento en silencio — Espero que no le cuentes a nadie, solo olvídalo y has como si nunca viste eso — iba a  hablar pero Hyun-Su no me dejó, solo estaba parado  frente de mí dándome sus excusas o tratando  que lo comprendiera — No quiero que vuelvas a esa mansión, ni se te vuelva a ocurrir entrar a ahí otra vez, ya terminaste así que vete — da la media vuelta y se va.

Yo me quedé en desconexión total, ni siguiera le pude decir una palabra ni insultarlo, ¿Qué era lo que realmente le pasaba a este chico?. Ni siquiera miro o crítico mi trabajo. Ni se fijó en las paredes moradas. No se puso histérico, solo hablo y se fue. Él no era asi, esa actitud me dejo muy intrigada.

" ¿Hyun-Su, estaba ocultando su verdadero él por sus problemas familiares o en verdad era así de frío sin sentimientos? ". Me quedé por un momento en ese pensamiento hasta que regrese otra vez a la realidad. Salgo de ese lugar muy desanimada por todo lo que me dijo Hyun-Su, anoche actuó de esa manera solo porque estaba borracho y yo como una tonta pensando que le gustaba. ¡Me pase de gafa!.