Capítulo 1✨
Con el primer rayo del sol entrando por mi ventana y el sueño que no me permitía abrir mis ojos, comenzó otro día más de mi vida. Me levanto de la cama y al tocar mis pies el piso frío me vuelvo a tumbar en ella.
- ¡Helen, levántate vas a llegar tarde a la entrevista! - gritaba mi madre desde la cocina mientras preparaba el desayuno.
- Ya voy mamá - susurro sentándome en la cama con mis ojos cerrados, me levanto arrastrando mis pies para ir al baño. El sol que seguía entrando por la ventana y el alboroto de cada mañana que hacía mi mamá y mi hermana me terminaban de despertar, así eran todos los días en esta casa.
Mi mamá me sirve el desayuno mientras trato rápidamente de sujetarme el cabello con una cola, me arreglo bien la blusa rosada de mangas larga que combinaba perfectamente con un lindo pantalón negro y zapatos altos. Hoy tenía que estar lo más elegante posible para ir a la entrevista que tanto tiempo había esperado.
- ¡Helen eres un desastre! No tienes un horario para acostarte ni para levantarte - decía Emily mi hermana mayor mientras soltaba una sonrisa viendo lo rápido que comía la rica arepa que mi madre me había preparado.
- Me quedé dormida porque estaba repasando todo los puntos que me dieron para la entrevista de hoy, no soy como tú, que no duermes por hablar con tu tonto novio - le contesté mientras me levantaba de la mesa y agarraba mi bolso para salir
corriendo y no llegar tarde.
- Por lo menos me trasnocho hablando con mi novio y no viendo esos tontos k-dramas, deberías mejor es estudiar más y buscar una buena universidad y graduarte ¡conchale tienes que hacer algo con tu vida, floja! - contestó mi hermana en un tono burlón; ella como siempre tan simpática.
- ¿Floja me dijiste? Yo he estudiado mucho por dos años para lograr conseguir esa beca para irme a estudiar en el extranjero - mi hermana me veía con su ceño fruncido y una de sus cejas levantada - ¡Ya lo verás hermana querida! te vas a arrepentir de tus palabras cuando me veas subirme en el avión - le digo mientras salía de la casa.
En la calle el sol tan tropical del verano quemaba mi piel haciéndola lucir más morena. Entre el humo de los autos y la cantidad de personas que iban casi corriendo para llegar temprano a sus destinos, caminaba con una pregunta que rondaba mi mente y me hacía sentir nerviosa, "¿Será que si podré pasar esa entrevista?" de pronto la corneta de un carro me hace voltear sacándome de mi pensamiento.
- ¡Súbete que vas tarde, no te hagas de rogar que no tenemos tiempo para tus berrinches! - gritó mi hermana subiendo la ventana del carro para que no saliera el frío del aire acondicionado que tanto le agradaba, ya que no le agrada el calor.
- ¡Eres una exagerada Emi! - le dije mientras me subo al carro, adentro estaba tan frío que mi cuerpo temblaba, mi hermana de verdad que odia el calor.
Llegamos a la embajada y mientras me bajaba del carro escucho a mi hermana desearme suerte junto con una linda sonrisa, para mí Emily es la mejor hermana del mundo. Entro y ya los nervios comenzaban hacer estragos en mí. Voy subiendo unas escaleras cuando sentí unos pasos, volteo y veo acercarse a mi mejor amiga Laura; la chica más dulce y tierna que conozco, ella había venido para apoyarme en la entrevista.
- ¡Hola Helen! - mi amiga me saluda con un besito en la mejilla - Espero que estés preparada, deja a todas esas personas que te van a entrevistar boquiabierta, de seguro van a quedar sorprendidas cuando vean lo inteligente que eres - Laura me hacía sentir más confiada apesar de que los nervios me estaban matando.
Desde que me gradué del bachillerato he tenido una meta, viajar a Corea del Sur y estudiar en una de sus universidades. Investigué para ese entonces con la ayuda de mi profesora Carolina, que era la profe que daba la clase de lenguas extranjeras en el liceo, me enteré que podía solicitar la beca por medio del programa GKS que ofrecía la embajada de Corea del Sur en Venezuela.
Recuerdo que al ver los requisitos para la beca de vaina me daba el patatus, era una cantidad de datos y papeles que tenía que llevar a la embajada cuando abrieran las postulaciones. Unos de esos requisitos era tener una buena nota escolar por lo mínimo de un 80%, y no es por presumir; pero yo era el cerebrito de el salón y soy el cerebrito de la familia.
Recuerdo que por recomendación de la profe Carolina, primero me preparé estudiando mucho; tanto la cultura coreana como el lenguaje, ya que otro requisito era por lo menos tener aprobado el nivel tres de los exámenes topik.
Fueron dos largos años estudiando para prepararme para este momento, ahora no podía permitir que por culpa de mis nervios se arruinara todo por lo que tanto estudié y me esforcé, tenía que pasar esa entrevista como fuera.
Laura y yo seguimos caminando por un largo pasillo, donde al final se dejaba ver un grupito de personas que también estaban citadas. Me paro junto a Laura algo retiradas de las personas y comienzo a detallar que todos tienen cara de chicos sabelotodo.
Mis nervios hacían que me sintiera insegura, ya no tenía la misma confianza de cuando venía en el carro con mi hermana. Laura al verme que estaba sudando y a punto del soponcio, se me queda mirando y hace un corazón con sus manos mientras sonríe para animarme.
De una de las oficinas sale una señora y nos invita a pasar, por más que trataba de caminar mis piernas no se movían, la señora se me queda mirando esperando a que entrara, pero mis pies no respondían. Respiro profundo y trato de relajar mis músculos que estaban tenso producto del estrés que estaba sintiendo en ese momento.
Al entrar veo que somos como diez personas que vamos hacer entrevistados, lo que más miedo me dio fue que habían tres personas sentadas frente a nosotros, eran dos mujeres muy elegante e igual que un hombre que se veía de expresión seria y fuerte, los tres eran de origen coreano y ellos serían los que nos harían las preguntas y decidirían quien pasaría para la última fase para obtener la beca.
- ¡Buenos días! sean bienvenidos a la embajada coreana, estamos muy contentos de tenerlos aquí el día de hoy y ver como tomaron en cuenta nuestras excelentes universidades para comenzar una carrera profesional - se dirigió a nosotros el hombre que estaba en los entrevistadores - Hoy les haremos la entrevista que nos permita saber cuál de ustedes está mejor preparado para obtener la beca - siguió hablando el hombre mientras todos estamos muy atentos a cada una de sus palabras.
Mis manos sudaban y mi cuerpo temblaba mientras aquel hombre hablaba, ya había comenzado la entrevista y tenía que estar preparada para cuando empezaran hacer las preguntas. Al escuchar que pronuncian mi apellido, sentí como mi corazón se aceleraba aún más.
- Señorita Duarte, dígame ¿Por qué quiere ir a estudiar a Corea? - aquella mujer me veía fijamente esperando mi respuesta mientras mi mente había quedado en blanco - Señorita estamos esperando su respuesta.
Tenía que tratar de calmarme porque si no esos dos años estudiando para ganarme esa beca iba hacer tiempo perdido, tenía que dar lo mejor en esa entrevista y convencer a esas personas de que yo la merecía.
- Quiero ir a Corea a estudiar, para ser una excelente cirujana y aprender un poco más de los avances que hay en otros países con respecto a cirugías, para poder ayudar a las personas en mi país con cirugías que lamentablemente aquí no se pueden realizar por falta de los conocimientos avanzados que hay en otros países - al terminar de hablar deje salir el aire que estaba conteniendo, sentí que esa no era una buena respuesta; no se qué carajo me estaba pasando, tenía mejores respuesta que esa y no se porque entonces dije eso. Estaba muy molesta conmigo misma por no sentirme segura en ese momento.
Al escuchar a los demás decir mejores respuestas de las que yo dije sentí que estaba perdida, hasta que hicieron una pregunta en la que yo me había esforzado más por aprender.
- Señorita Duarte, ¿sabe usted hablar inglés o coreano? - aquel hombre hablaba y anotaba hasta el mínimo detalle en una libreta.
- Si señor, se hablar un poco el inglés, aunque la verdad, me enfoqué más por aprender el idioma coreano - esta vez hablé con más seguridad, había pasado tiempo estudiando el idioma y lo podía entender bien, todavía me faltaba hablarlo más fluido, pero con práctica estaba segura que lo lograría.
Mi interés por aprender este idioma era tan grande que hasta mi casa se vio afectada, todavía habían papelitos pegados con todos los nombres de los objetos y partes de la casa en coreano, lo utilizaba para memorizar mejor las palabras, eso molestaba mucho a mi mamá que siempre me gritaba: ¡Helen quita esa vaina de ahí, que bonito ahora esta la casa; parece una casa de locos con ese montón de papeles por todos lados!.
Después de casi tres horas de preguntas y respuestas, de mis nervios a mil ya habíamos terminado, ahora solo quedaba esperar los resultados y saber quién sería los dos seleccionados que tendrían la beca. Salí de esa oficina y veo venir hacia mí corriendo a Laura
- ¿Cómo te fue en la entrevista? - Laura se notaba muy impaciente por escuchar mi respuesta.
- ¡Creo que me fue bien chama! solo esperemos los resultados y nos avisen quien se llevó las dos becas que dieron - soné desanimada, no sentía que había dado el 100% de mí y que tal vez eso me iba afectar en la puntuación.
- ¡Tranquila chama! de seguro lo hiciste súper bien, y tú hay toda preocupada, cálmate y esperemos los resultados - Laura era tan segura de sí misma que a veces me fuera gustado tener su misma confianza para hacer las cosas. Salimos de la embajada y nos vamos cada una a su casa, fue un día largo y muy estresante y solo quería irme para encerrarme en mi cuarto.
Al llegar a la casa veo a mi mamá en el mueble viendo uno de los k-dramas que tanto me gustan.
- ¡Mamá tú viendo k-dramas! - exclamo sorprendida.
- Sabes hija, no está nada mal esos k-dramas que ves, me gustó, son diferentes de las novelas que veo y los actores están muy guapos - aclaraba mi mamá mientras le subía más volumen al televisor.
Arrojé mi bolso y me senté en sus piernas, mi rostro expresaba la emoción que tenía por la entrevista.
- ¡Helen, que te pasa! bájate de mis piernas ya no eres una bebé - reclamaba mi madre mientras sonreía por mis locuras - ¿Cómo te fue en la entrevista hija?
- ¡Creo que bien! - le respondo desanimada.
- ¡Cómo que creo! Hija tienes que sentirte segura de lo que haces - mi madre me abrazaba como si tuviera a un bebé en sus piernas - Hija, aunque no estoy segura de que mí bebé se vaya a estudiar tan lejos de mí - el rostro de mi madre se tornó preocupado tan solo pensar que no estaría cerca de ella sí me daban la beca.
- Mamá, acabas de decir que me baje de tus piernas que no soy una bebé, ahora me dices que no me vaya porque soy una bebé para ti, ¡vamos mamá, no me hagas sentir mal! - gruño mientras me levanto de sus piernas para ir a mi cuarto.
Esa noche no podía dormir, tenía tanta ansiedad por los resultados que no me dió sueño, tenía que esperar tres días para saber a quién le darían la beca y no sabía cómo iba a poder lidiar con mi ansiedad esos días de espera.
Los días pasaban en lo habitual con mi familia, las peleas de mi hermana conmigo por cualquier cosa; mi mamá siempre nos decía que mi hermana y yo parecíamos perros y gatos y yo siempre le contestaba: ¡Yo soy el gato y Emi es el perro o perra!, eso siempre la molestaba haciendo que nos diera risa la expresión del rostro de Emily.
Para hacer más corta la espera trabajaba en el taller de mi mamá, limpiaba la casa, Escuchaba música, Veía k-dramas, ya no sabía que hacer para que el tiempo pasará más rapido mientras que la inquietud crecía cada vez más en mí.
Era frustrante esperar que sonara el bendito teléfono y fuera una llamada para mí, aunque casi nunca, mejor dicho, nunca recibía una llamada, está vez quería que el teléfono sonara y esa llamada fuera para decirme que gane la beca.
"¿Por qué no suena el teléfono y me dicen que me darán la beca?. No se si invoque esa llamada pero al fin sonó y el pánico se manifestó en mi rostro enseguida, veo a mi madre contestar mientras me veía con cara de asombro y no decía nada; yo estaba que me daba un patatus.
Mi madre cuelga el teléfono y se acerca donde estoy de pié esperando que me diga quien había llamado.
- ¡Te dieron la beca! te vas al extranjero - Grito mi madre mientras lloraba de alegría.
- ¡Qué.... de verdad! - susurré mientras mi corazón latía como si quisiera salirse de mi pecho, cerré mis ojos y comencé a saltar y gritar; creo que mis gritos se podían escuchar a una cuadra de mi casa, ser escandalosa era parte de mi herencia.
No podía dejar de expresar esa emoción que sentía, las horas que pase estudiando habían válido la pena, tenía lo que tanto había esperado, me sentía tan bien de haberlo logrado.
Al siguiente día fuí a la embajada nuevamente, tenía que agilizar todo lo del viaje y sobre todo en que universidad iba a estudiar. Al llegar veo a una chica que también había sido seleccionada y estaba esperando para entrar. Una señora nos hace señas que pasemos a la oficina y las dos entramos muy emocionadas.
- ¡Felicitaciones por haber ganado la beca! les voy a explicar como va hacer este viaje por estudio a Corea - comenta la señora mientras estoy muy atenta escuchando - Los beneficios de la beca GKS son los siguientes: boleto de avión de ida y vuelta al terminar sus estudios, manutención mensual, matrícula, alojamiento, seguro médico y un curso de coreano por un año para que aprendan hablar fluido el idioma, estamos en febrero y el nuevo semestre en Corea comienza en marzo, así que viajarán lo más pronto posible - sentí que mi estómago se revolvía al escuchar que me iba a ir este mismo mes a Corea, eso era lo que quería pero todavía tenía que asimilarlo antes de subirme a un avión.
Al salir de la embajada voy por la calle caminando y pensando cómo le iba a decir a mi madre que me iría en un par de días, de seguro eso le iba afectar mucho.
Llego a mi casa y no había nadie, voy a mi cuarto y empiezo a sentirme nostálgica de irme tan lejos de mi mamá y mi hermana. Escucho la puerta abrirse y salgo de mi cuarto para ver que llegaban.
- ¡Bendición mamá, hola Emi! - las abrazo sintiéndome triste por el tiempo que voy a durar sin verlas.
- ¡Dios te bendiga mi princesa! - mi madre me responde mientras se me queda mirando, ella ya sabía que algo me pasaba - ¿Qué te dijeron en la embajada?
- Me explicaron lo del viaje, y me dijeron que tendría que viajar dentro de varios días - mi mamá al escuchar que me iba tan pronto sus ojos se humedecieron y mi hermana Emi se quedó en Shock mirándome fijamente.
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