New York
Sábado 7:39 pm

Había pasado cinco días e Izuku no encontraba un lugar al cual irse con su madre,y así dejar de molestar a Melissa, según el.

Pero para Melissa tener a los Midoriya era, cómo tener una mamá y un hermano.

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Izuku se encontraban estudiando en la habitación que Melissa,le había dado; pero de repente alguien tocó su puerta.

Parándose,caminó hacia la puerta y al abrirla se encuentra con una de las servidumbres,la cuál le saluda y le destiende una..... carta.

- ésto llegó, para usted -

- ¿ Para mí ? - pregunta sorprendido, mientras agarra la carta y verifica de quién es,y al saber quién lo mando queda sorprendido - gracias por traerlo  - sonríe nerviosamente

- De nada - le devuelve la sonrisa - es todo un placer servirle - con permiso, me retiro - y sin más la mujer se marcha

Al entrar de nuevo a su cuarto, pero cerrando su puerta con seguro _procede abrir el sobre, y comenzar a leer lo que dice aquel papel,y al terminar una lágrima resbala por su mejilla pecosa.

- necesito, hablar con mamá - se dijo así mismo, para luego salir rápidamente a buscar a Inko,la cuál se encontraba bebiendo una taza de café en su cuarto.

_abre la puerta de golpe - ¡ Mamá !

- se sobresalta y deja caer el libro que estaba leyendo, para ponerse de pie - ¡¡ Izu !! cariño¿ Que pasa?  ¿ Por qué entras de esta manera ?

- perdóname, pero necesita leer esto - le destiende la carta.

I

nko,toma la carta y comienza a leerla y entre más la leía , sus ojos verdes comienzan a llenarse de lágrimas que no puede retener.

En la carta estába escrito una disculpa,por parte de la madre de Inko.que lamentablemente ya había fallecido, hacé dos días atrás.

Y donde también decía, que la abuela había dejado una herencia.

Al terminar de leer, Inko se lanzó a los brazos de su hijo para llorar desconsoladamente. La noticia había caído cómo un balde de agua fría, nadie se lo esperaba y menos la peli-verde,ni siquiera le pudo pedir perdón.

Al final Inko,se quedó dormida de tanto llorar y Izuku, regresó a su cuarto para poder descansar. Mañana sería otro día.

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New York.
Sábado 8:30

Izuku, estaba bajando las escaleras cuando se topo con la rubia de ojos azules.

- buenos días,Izu- saludo alegré

- buenos días,Meli- devolví el saludo,sin mucho animos.

- ¿ Ocurre algo ?

- no - miente

- Izu, intentaste mentirme - lo encara - tus ojos están rojos, significa que lloraste que ocurre.

Sin poder ocultar nada, Izuku le cuenta todo lo sucedido de anoche. Cómo también le cuenta todo su frustración sobre no encontrar un nuevo hogar.

Melissa escucha atentamente a su amigo, para luego abrazarlo.

- Izu ,ya verás que todo se arreglará, porque después de toda tormenta bien un arcoiris -

- tienes razón - se limpia las lágrimas - todo se arreglará, solo es cuestión de tiempo, ahora tengo que irme a trabajar - vuelve abrazar a su amiga - Gracias por siempre animarme,te quiero - sin darle tiempo a Melissa que respondiera Izuku abandonó la  mansión donde residía temporalmente; para irse a trabajar .

- Buenos días hija - saluda David , pero la rubia no responde - Melissa, estás bien - intenta observar el rostro dé su hija, pero ella se levanta de golpe y se voltea para que su padre no la miré,ya que estaba súper sonrojada.

- si... papá,es..toy bien, adiós - sale corriendo dejando al mayor confundido.

- jóvenes, quien los entiende - dice mientras bebé de su café.

[••••]

El día transcurrió cómo un abrir y cerrar dé ojos ; Izuku ni siquiera se dió cuenta cuando la noche había llegado.

Lavando sus manos se encontraba, listo para regresar a casa,después de un largo día laboral_cuando fue llamado.

Caminó hacia la oficina del jefe _toco la puerta dos veces y luego escucho un 'adelante' .

- ¿ Mandó a llamarme ? - pregunto al momento que llegó a pararse frente al escritorio.

- seré directo...... estás despedido -

- ¿ Qué ? - 

Al escuchar las palabras del jefe, Izuku había quedado en shock,su mente quedó en blanco; con la única pregunta.

-¿ Y ahora que demonios voy a hacer ? -