Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 31

           

Un ruido lejano me saca del sueño dónde me encuentro y luego de unos minutos pasos pesados. Tal vez es Charly. Me quito la manta de encima y la luz que se filtra por las ventanas me obliga a mantener los ojos cerrados, me los refriego y me siento sujetándome la cabeza. Me va a explotar. Siento la boca pastosa y seca.

—¿Estragos de la noche anterior? — su molesta y ronca voz me hace abrir los ojos de forma rápida. Como no. No pierde el tiempo para venir a buscarme las cosquillas. Tiene una sonrisa ladeada dibujada en la cara con piscas de picardía y maldad.

Por acto reflejo regreso la mirada a mi cuerpo que lleva cobijado por solo una camiseta que a penas me cubre el torso, dejando al descubierto mis bragas. Me vuelvo a cubrir con la manta, sintiendo mi rostro arder.

—No me digas que ahora te avergüenzas ¿acaso no recuerdas quien te mudo de la ropa vomitada que llevabas anoche?

Claro que lo recordaba, pero no estaba dispuesta a decirle que lo hacía. Se burlaría de mi más de lo que siempre hace.

—No recuerdo nada

—No seas mentirosa— me riñe con sorna— tus mejillas sonrosadas y por la manera en cómo desvías los ojos y enrollas la cobija entre tus dedos me dice que recuerdas claramente todo.

¿Por qué demonios tiene que ser tan observador?

—Quítate esa manta de encima, no es nada que no haya visto ya

Le lanzo una mirada venenosa sintiendo el impulso de sacarle a patadas de mi habitación. Le gusta provocarme, y no entiendo cómo me ayudo ayer si le desagrado tanto.

—¿Por qué me has ayudado, si hoy ibas a meterte conmigo como siempre? ¿Te he hecho algo para que me detestes de esta forma? —le pregunto con atisbos de rabia en la voz.

—No, nada en particular— pronuncia con la voz cargada de diversión. Esto le causa gracia y eso solo consigue hacerme enfadar más —Aunque debo admitir que me has sorprendido— continua con su monologo sentándose en la cama de Charly, justo frente a mí— Me sorprendió cuando bebiste de la botella, pero sigues siendo una niñata.

—¿Entonces porqué mierda me has ayudado? —gruño

—No creí que esa boquita dijera groserías. Tienes una boquita sucia, Noah Smith

La manera en la que pronuncia mi nombre de forma lenta, como si lo saboreara, me pone los pelos de punta.

—Pero respondiendo a tu pregunta, me das curiosidad— afirma con el tono de voz más serio— las chicas como tú, no van a fiestas y mucho menos se emborrachan dejando que un desconocido le regrese a casa.

—¿Quién te crees? No sabes cómo soy— salto. Se levanta de la cama de Charly y se acerca con pasos pesados hasta la mía.

—¿Qué te hicieron Noah? —pronuncia cerca de mi cara. Su aliento me acaricia la quijada.

—Siento decirte que tus conjeturas no son ciertas. Nadie me ha hecho nada

—¿Tus padres? — indaga ignorando lo que le he dicho unos segundos antes —¿falsas amistades? O ¿una traición? — dice analizando mi rostro— ¡Bingo! — afirma luego de unos segundos en las que me he quedado en silencio sin pronunciar palabra

—No tienes idea sobre lo que estas afirmando. No puedes saber si alguien me ha lastimado o no. No tienes manera de saberlo

—Claro que lo sé, conozco a la perfección los ojos de una persona dolida— me dice viéndome directamente con sus ojos negros — y tus ojos celestes por más bonitos que se vean a primera vista, lucen tristes y atormentados

—¿Y eso que más te da a ti?

—Nada en particular, pero tengo dudas sobre ti

Cierro las manos formando puños, cuando siento la sangre hervirme.

—Me importa una mierda lo que pienses— gruño— o las dudas que tengas

—No soy de los que se asustan cuando una santurrona que pasa todo el día leyendo me suelta blasfemias.

Basto que me llame santurrona para desatar toda la ira que se ha acumulado en todos estos días que no más que buscarme las cosquillas y meterse conmigo. Levanto la mano y choco mi palma contra su mejilla haciendo desaparecer su mueca burlona.

Me arrepiento de haberlo hecho en menos de tres segundos, cuando sus ojos se vuelven más oscuros y me ven con odio impregnado. Si su aspecto da miedo a distancias prudentes, ahora le temo más. Stefano parecer ser de las personas que no les importa nada en absoluto.

—¿Qué putas crees que haces?

Trato de retroceder para alejarme de su cercanía. Para mi desafortunada suerte la espalda me choca con la pared en la que mi pequeña cama esta arrimada.

Una mueca lobuna aparece en su rostro. Trago duro y las manos me empiezan a sudar por la antelación sobre que pueda hacerme. Miles de escenarios se forman en mi cabeza, y ninguno de ellos es agradable.

—La niña que se tildaba de valiente para abofetearme hace unos minutos, ahora parece una ovejita asustada por sus actos impulsivos al provocar a la bestia

—Ni se te ocurra acercarte— amenazo con torno firme.

—¿Qué vas hacerme Noah Smith? ¿Echarte a llorar como hiciste anoche o volver a golpearme? Creo que ya te has dado cuenta de las consecuencias a las que te llevan tus impulsivos actos

Vale, tiene razón soy impulsiva y nunca mido mis actos. Pero Stefano no se cansa de provocarme.

—¿Qué te hace pensar que te temo? — le digo alzando la quijada tratando de mostrar una confianza que obviamente no tengo.

—Serías tonta si no lo hicieras— murmura acercándose. Enrolla uno de mis rizos en su dedo índice y levanta una ceja esperando una reacción de mi parte.

Trato de moverme a un lado pero me cierra el paso colocando las dos manos a la altura de mi cabeza. Me pone los pelos de punta su cercanía y tener sus facciones duras a pocos dedos de distancia solo empeora las cosas. Los labios finos y sonrosados con la quijada bien marcada. Su cuerpo robusto y fibroso junto a sus tatuajes de tinta negra. 

—¿Nerviosa ovejita? — me dice con una sonrisa lobuna

—Pronto vendrá mi novio, será mejor que le alejes— balbuceo.

¿No se me podía ocurrir una amenaza mejor? ¿Qué mi padre es un exitoso abogado quizá?

—Diría que estás más sola que cualquier persona, pero dado el caso que si tengas un novio ¿Qué te hace pensar que me importa algo, lo que pueda decir tu novio?

—¿Qué hacen chicos? — la voz de Charly llena la habitación. Ni siquiera había escuchado cuando la puerta se abrió. Stefano se aleja de mi como un resorte y sale de la habitación empujándole con el hombro.

Le agradezco mentalmente a Charly por su repentina intromisión.

Mantengo la mirada clava en la puerta semiabierta por donde se ha marchado a penas dos segundos, con el corazón palpitándome fuertemente.

—¿Pasa algo entre ustedes que no me hayan dicho? —pregunta con los brazos hecho jarras y golpeando la punta de su bota negra contra el suelo de hormigón.

—Nada— afirmo con decisión

—Oh, no me mientas he visto lo cerca que estaban— farfulla enarcando la ceja en la que lleva el piercing de dos puntas negras.

—No pasó nada Charly, solo me ha fastidiado como siempre

Mi respuesta no le complace en lo absoluto, sin embargo, no pregunta más mientras se saca sus enormes botines negros de tacón. 

Salgo al baño para cepillarme los dientes y quitarme el mal sabor de boca. Mientras recorro los pasillos ruego en mi foro interno no encontrarme con Stefano. Continúo aturdida y ese hombre despierta en mi nervios, no me sorprendería si un día de estos acabo perdiendo la cabeza. En cuanto regreso a la habitación Charly se ha marchado ya. Incluso parece como si la única que viviese en esta habitación soy yo. Salgo de la residencia en busca de un café y algo que me alivie las arcadas que tengo. Entro a una cafetería pequeña que llama mi atención en el momento que leo el anuncio "Se busca mesera"

No me caería nada mal dinero extra. Esta cerca de la residencia y necesito empezar ahorrar. Me decido por entrar a preguntar, y me encuentro con una señora que me muestra mala cara al momento que le pregunto sobre el anuncio. Me dice que le espere unos segundos hasta que el dueño de la cafetería salga para entrevistarme.

El dueño de la cafetería es alguien simpático, que me recibe con una sonrisa enorme. Nada parecido a la mujer amargada que me recibió en caja. Le digo toda la verdad a sus preguntas, que he trabajado antes en un supermercado de cajera, como trabajo de verano, y tras unas preguntas más, me dice que me llamara en cuanto llegue a una decisión. Me despido estrechándole la mano y salgo comprando un bocadillo dulce junto a un café.

Durante el resto de la tarde adelanto tareas. Cuando da la noche Charly aun no regresa. Seguramente esta en otra fiesta. Y yo estoy segura que no quiero volver asistir a una.  Dejo todo de forma ordenada sobre el escritorio reclinable. Me deshago de la ropa que llevo encima, me calzo el pijama y me tumbo sobre la cama. En cuestión de nada mi mente viaja hacia Logan y el corazón me empieza a palpitar cuando la imagen de sus ojos grises se forma en mi mente. Su olor llega tan cerca que incluso puedo asegurar que nos encontramos dentro de un mismo espacio, y mi cuerpo reacciona como solía reaccionar cuando se encontraba cerca. Para impedir que mi mente viaje más allá de una imagen, me obligo a cerrar los ojos y tratar de conciliar el sueño.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro