Capítulo 22
Noah
He conseguido mi vivienda en una residencia. Es lo único que pude conseguir con tan poco tiempo de anticipación, y tras rechazar el vivir en casa de papá con su nueva vida familiar, era esto o dormir en la calle. Y tengo que admitir que tuve suerte de encontrar una habitación doble compartida. Pero no cabe duda que apenas consiga trabajo, marchare a vivir sola. No me hace nada de gracia tener que compartir las duchas, y mucho menos tener que ver cuerpos desnudos, o tapados con diminutas toallas y chillidos provenientes de chicas. Necesito mi espacio personal. Solo espero que los pocos meses que viva allí tenga una compañera de dormitorio amigable. Mi auto lo he vendido ya, gracias a Jake quien prácticamente se hizo cargo de todo.
Poco a poco he ido empacando mi ropa. Algunos de mis libros favoritos, y mi habitación cada vez se ve más y más vacía. Hoy, faltando solo un día para marcharme mi habitación ya solo se encuentra con algunos libros en los estantes que los dejo a posta para cuando regrese en vacaciones de Navidad, o alguna fecha festiva. En el armario no he dejado más de cinco mudas de ropa y unas toms junto a unas bailarinas. He empacado absolutamente todo lo que he creído necesario.
Algunas veces he pillado a mamá saliendo de mi habitación con una cara larga. Vale, puede que para ella sea muy duro mandar a su única hija al otro lado del mundo, pero en este momento necesito su apoyo, no sus rabietas a mas no poder con cada día que se acerca más mi partida. Cada que le hablo del tema no hace más que gritar. ¡Me pone de los nervios!
Hoy Jake ha quedado en venir a casa, como ya se ha hecho costumbre suya. Cada día que pasa, siento que voy a extrañar más al rubio. Me ha sido de tanta ayuda, y espero encontrar en Washington un segundo Jake, aunque probablemente sea imposible. Por la misma razón he tratado de tener un poco más de su compañía, pero él también ha estado tan ocupado con su traslado, que nos vemos nada.
No recuerdo casi nada de lo sucedido en la playa, pocos recuerdos muy borrosos sobre Logan que no son más que pedazos inatendibles. Tal vez el alcohol en mi mente me hizo una mala jugada, y solo son imaginaciones de mi retorcida mente. Pero Jake me ha contado algunas partes donde dice que me encontró en una orilla muy alejada con una botella de vodka, y los ojos llorosos. Dice que no me sonsaco el tema, pero está seguro que algo tiene que ver Logan, y cada día yo también.
Gaby se marchado ya, hoy a Seattle y no pude evitar llorar desconsoladamente cuando se perdió atravesando las puertas arrastrando sus maletas. Se ha vuelto una persona demasiado especial y cercana como para hacerme llorar abrazándola cerca de media hora. En cuanto a Zed, decidimos que no funcionaría nada entre nosotros. Bueno yo lo decidí cuando estuve convencida que no sentía nada por él más allá de las pocas similitudes que compartía con Logan. Se enojó muchísimo, y no me ha vuelto hablar. Incluso me he enterado que está saliendo con una chica que acaba de conocer en su facultad.
—Noah— grita mamá— Jake ha llegado ya
—Vale— le grito de vuelta
Bajo trotando las escaleras y le sonrió en cuanto me habla con su voz grave para saludarme. Ha pescado un resfriado y tiene toda la cara sonrosada y la nariz bastante roja. Y lleva sus ojos celestes llorosos.
—Te vez fatal— le digo cuando él hace una mueca
—Vale, gracias— dice sarcástico.
Me río escandalosamente ya que en todo el tiempo que llevamos conociéndonos él siempre se ha metido conmigo, y está es mi oportunidad de sacarle de quicio como el normalmente hace conmigo.
—Debo irme ya, chicos— dice Carmen entrando en la sala de estar. Se despide con la mano, y se pierde de nuestra vista.
—¿Estás lista para saber a dónde me marchare por los siguientes cinco años? — me suelta de sopetón. Toda la alegría que había experimentado hace unos segundos se esfumó.
Asiento un poco insegura, y Jake se acerca a mí para entregarme el sobre de su admisión. Leo rápidamente tragando duro. Abro los ojos como dos lunas llenas cuando leo. "Jake Stefan Miller, es admitido a la Washington Central University, otorgándole una beca completa"
No continúe leyendo más allá de "completa".
Jake solo se dedica a sonreírme de esa forma tan socarrona que tiene. Me alegra tener alguien conocido en mi nueva etapa. Santa madre, me alegra tenerle a Jake más de lo que voy admitir jamás. Aunque su sonrisa de superioridad me dice que sabe cuánto me alegra esto. Aunque no me esté lanzando a sus brazos, sabe que tan importante es para mí.
—¿Y ya tienes un lugar donde vivir? ¿Tienes tu horario ya? ¿Sabes que optativas tomar? ¿Lo sabe Sara?
—Sí, sí, no, sí
Sus respuestas fueron cortas. Pero yo no paraba de maquilar más preguntas, y no lograba saber cuál era más importante para preguntar primero.
——Santo cielo Jake, ¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Has conseguido un departamento?— pregunto ignorando todo lo demás.
—Quería sorprenderte— farfulla encogiéndose de hombros— Y me quedare en una fraternidad
—Y vaya que lo has hecho— chillo haciéndole reír—yo me quedare en una residencia— le informo
—¿No comparten los cuartos de baño?— grazna
—Sí, pero no he conseguido un lugar mejor
—Muchas chicas desnudas en una misma habitación de baño ¿eh? No es mala idea ir a visitarte a menudo
—Vamos a conocer juntos la universidad— mascullo ignorando lo que acaba de decir. La felicidad en mi voz es tan evidente como la emoción. Pero pese a tener a Jake conmigo, saber que fui admitida en una universidad como la WCU, que me independizare, y todos los puntos positivos, tengo una pena tremenda muy en el fondo que tenía nombre y apellido: Logan Allen Scott. Iba a estar muy lejos.
—¿Has comprado ya tu boleto de avión?— pregunto tratando que no se note la amargura en mi voz
—Aún no, ¿lo has comprado tú ya?
Niego con la cabeza
—Vale, los compramos ahora— acto seguido toma mi portátil, y empieza a buscar. Me pregunta sobre si estoy de acuerdo en cuanto encuentra uno que le parece bueno. Asiento sin entender que es lo que está diciendo. Solo le paso mi tarjeta de crédito, para que compre mi boleto.
Me encuentro más ocupada debatiéndome entre entregarle o no, la carta que le escribí hace tanto tiempo a Logan. Si la leerá o la votará a la basura directamente. Si le dolerá como a mí el irme tan lejos, aunque estemos separados. Si sentirá que le desgarran el pecho con cada kilómetro recorrido de vuelo. Si se sentirá tan vacío como yo me siento.
—Tenemos que estar en el aeropuerto a las 3:30 de la mañana ¿vale?
Asiento. Todo el ánimo se ha marchado, y no tengo la más remota idea de a qué lugar.
La tarde transcurre aburrida por primera vez desde que conozco a Jake. No me ha preguntado que me sucede, pero asumo que se hace una idea del motivo. Tendría que estar rebosando de alegría, pero simplemente no puedo si una parte de mí se queda en Madrid. La parte más importante de hecho.
Recuerdo cuantas veces he dicho que le pondré final a todo, y todo iba bien hasta que el tiempo a marchar se acortado cada vez. Imagine que cuando me vaya el dolor iba a ser menos, pero parece aumentar con solo pensar el alejarme tanto de todo lo que un día significo demasiado, y sigue significando.
Pensé que irme tan lejos sería lo mejor, pero ahora empiezo a dudarlo.
Respiro con frustración. Jake se marchó hace mucho ya, diciendo que debemos dormir ya que mañana nos marchamos. Tomo aire mientras abro el cajón donde guardo la carta. Iré a entregarle la carta. Si lo hago me demostrare que puedo hacerlo: Puedo olvidarle. Tal vez no ahora, ni mañana, pero lo hare.
Pongo el despertador para la una de la mañana mientras me meto en la cama. No me quedan más de tres horas para dormir. Maquilo si pedirle a Jake pasar por la casa de Logan, o ir antes que él llegue a por mí. Y la segunda es la más factible. El rubio nunca accedería a llevarme a la casa de Logan. Aunque sea una despedida, no lo haría jamás.
Trato de cerrar los ojos, pero mi mente empieza a formar escenas donde Logan me pilla dejándole la carta. Mis nervios crecen y crecen mientras mi mente me hace malas jugadas.
El reloj marca las doce menos veinte, y no puedo pegar el ojo. Mamá ha llegado hace una hora o más. Salgo de la cama de un brinco. Tomo el armario la muda de ropa que he preparado para el vuelo, y salgo de la habitación tomando la carta entre mis manos. Bajo las escaleras tratando de no hacer ruido y tomo las llaves del coche de mamá.
Mis manos tiemblan cuando cambio de marchas, y gotas de sudor frío me recorren la espina dorsal. Cuando aparco fuera de la enorme casa de Logan, un agudo dolor hace que me falte el aire.
No estoy preparada para entregarle esto, no estoy preparada para volver a verle, no estoy preparada para volver a pisar su casa donde me pidió ser su novia, no estoy preparada para recordar todo lo que este lugar ha presenciado, no estoy preparada para tomar el avión. Pero más que todo, no estoy preparada para ponerle fin.
Observo cuidadosamente si está o no el coche de Logan. Cerciorándome que no está aparcado por ningún lugar me bajo, y me pregunto dónde se encuentra un viernes por la noche. No pienso más en ello cuando mi mente empieza a formar ideas de con quien se encuentra y haciendo que.
Me sujeto de las rejas negras para tomar bocanadas de aire. Saco el sobre del bolsillo de mi sudadera, y me detengo más minutos de la cuenta debatiéndome si ponerle o no dentro del buzón, o entrar y pasarlo por la rendija de la puerta de entrada.
Decidiendo que es mejor dejarlo en un lugar donde me aseguré que la va a ver, abro las rejas. Las puertas chillan y mis nervios aumentan. Me tranquilizo cuando nadie aparece. Paso por la rendija de la puerta el sobre con manos temblorosas y le doy un último vistazo a la casa antes de meterme en el coche y marcharme tan rápido como llegue. A una cuadra de distancia me detengo para respirar.
El corazón se me va a salir del pecho, y me pregunto repetidas veces si he hecho o no lo correcto.
.....................................................................................................................................
Hola guapuras, me he demorado un montón, lo sé
Dios no saben cuanto los he extrañado, y he extrañado a Logan, pero realmente el tiempo me falta. Cómo la mayoría sabe uno de mis sueños es ser médico, pero ahora estudiar medicina me consume tanto tiempo que apenas puedo dormir.
Estoy tratando de hacer lo posible por actualizar cada semana como siempre, pero les juro que se me hace imposible!!
!Disculpenme!
Nos leemos pronto. Con amor "Belén"
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro