—Hola Juls— me saluda animadamente Jake cuando abro la puerta de casa para dejarle pasar.

Desde que mamá le dijo mi segundo nombre no ha parado de meterse conmigo.

—No me digas Juls— chillo mientras entra y se sienta en el sofá doble.

—¿Entonces Julieth?— se mofa a sabiendas que detesto mi segundo nombre.

Le lanzo una mirada de advertencia, y este se ríe con más ganas.

—Vale no te enfades— dice tratando de recomponerse, aunque su labio tembloroso y sus ojos brillosos y divertidos delatan cuan sopesa si merece la pena que me enfade si se atreve a doblarse de la risa o a nombrar mi segundo nombre de nuevo. —¿Cuándo te enviaran una respuesta? — pregunta pellizcándose la nariz para contralar su buen humor de hoy.

—No lo sé— digo sincera observando su cambio abrupto de risa a seriedad— Espero sea pronto, ¿A ti?

—La semana próxima

Quiero saber a qué universidades aplicó, pero pese a mi insistencia no me ha dicho nada en absoluto. Siento una pena tremenda porque sé que pronto tendremos que despedirnos, y probablemente nuestra amistad se acabe por la distancia. Y le he tomado mucho cariño. Su incansable buen humor que a veces me resulta abrumador, en especial, por muy contradictorio que suene.

—¿Cómo van las cosas con Zed?— me pregunta luego de unos minutos de silencio. Su tono está cargado de verdadero interés.

Le cuento con pelos y señales sobre nuestra cita de hace días y el me escucha con demasiada atención. Analizando cada palabra que sale de mis labios.

—¿Entonces él sigue buscando tu amor, y tu juegas con sus sentimientos posta?

—No lo hago a posta— salto. —Hemos quedado que él va a esperarme mientras yo intente olvidar a... bueno

—¿Y lo estás intentando? ¿Intentando de verdad?

Trago fuerte.

Me había hecho esa pregunta miles de veces antes. Había buscado en cada rincón de mi mente una respuesta, y cada vez que estaba por descubrirla me acobardaba y no lo hacía. No quería saber si realmente estaba jugando con él, sea o no conscientemente, eso me haría ser igual de superficial que Stefany, Marcial, o incluso Wendy. Pero en el fondo, muy en el fondo sabía que la única razón por la que sigo intenta formar algo con Zed es por la esperanza de sentirme como me sentía con Logan. Sin embargo, él no merece esto.

—Creo que no— admito muy avergonzada de mí misma

—Lo imaginaba— en su tono reconozco algo muy parecido a la decepción. Algo que es sumamente raro cuando de Jake tratase, ya que pocas veces he presenciado tonos de voz altivos, enojados, decepcionados de su parte. Y todos ellos siempre han sido por cosas que le han molestado de mis actitudes, o mi extrema necesidad de saber todo. Aunque está vez dio la impresión de no estar decepcionado por haber prometido algo que no podía cumplir pronto a Zed. Haciéndome sentir que hay una razón de más fuerza.

Respiro tratando de calmar los pensamientos apretujados que se forman dentro de mi cabeza.

—Espero que algún día puedas ver más allá de tu corazón lastimado y roto, porque no solo el tuyo es él que sale afectado tras tu inmadura etapa de negación.

Sus palabras surten un efecto no deseado dentro de mi cabeza. Después de todo yo no le había mentido a Zed. Él sabía, y sabe a la perfección por el momento que estoy cruzando. Yo nunca le prometí que olvidaría a Logan de la noche a la mañana, es más, nunca dije siquiera aquella oración.

—Tras terminar la preparatoria todo será diferente— siseo esperanzada.

Sus ojos regresan a mí, pero no tienen el mismo brillo destellante de buen humor. Siguen decepcionados. Él está decepcionado de mí, y eso me duele. No quiero que la única persona que ha sido mi apoyo se enfade conmigo, y decida que es mejor marcharse.

—Yo de verdad quiero superar todo esto— las palabras brotan de mi boca antes que puedan ser controladas. Por unos instantes incluso me pregunto si había sido yo quien las pronuncia porque mi tono de voz sonó completamente bajo, y carente de sentir. Muy contradictorio a la lucha interna que tengo.

—Respóndeme algo— demanda con tono fuerte, y con la mandíbula tensa

—¿Qué cosa?

—¿Cambiarias algo de todo lo sucedido? — No hay necesidad que nombrase a Logan porque sé a la perfección que se trata de él.

—Sí

Mi respuesta es firme durante unos segundos, hasta que una punzada fuerte en el pecho me hace recordar absolutamente todos los momentos vividos: su risa, sus hoyuelos, sus gemas hermosas grises, su cabello enredándose en mis dedos, sus labios...

—No...— me corrijo cuán rápido soy capaz—no cambiaría nada

Le respondo asimilando su reacción, pero es cierto, soy completamente sincera al decir que no cambiaría el mínimo detalle. Porque pese a todo Logan siempre me trajo felicidad en determinados momentos. Me sentía viva a su lado. Cambiar algo significaría evitar el momento en que nos conocimos; nunca conocer ninguna de sus facetas, jamás saber un poco de su mundo, significaría nada.

<<Y él sigue significando todo para mí>>

—Vale

Esa palabra salió como un silbido molesto de su parte.

—Tengo mucha hambre— miento. No tengo casi nada de hambre, pero tengo la extrema necesidad de cambiar a un tema que no esté centrado en mí.

Su sonrisa reaparece en cuestión de segundos, y antes de nada corre al teléfono dando grandes zancadas.

—Yo pido la pizza— grita marcando los números

Y este es el Jake al que tanto aprecio le he cogido. Pese a todo no me juzga, y se encarga mortalmente de no dejarme sola sumiéndome en una miseria que cada vez amenaza más con tragarme.

—Vas a volverme una obesa si seguimos pidiendo todos los días pizza para cenar— reclamo con tono divertido

—Es mentira, estas muy delgada y no te haría mal engordar unas cuantas libras

Ahora como un poco más que hace un mes, porque Jake me obligo hace tres semanas ir a un chequeo médico por mi anemia. Se alertó muchísimo cuando todo lo que ingería terminaba en el retrete junto a él sosteniendo mi cabello para no ensuciarlo.

—¿Has tomado ya tus pastillas?

Dejo mi móvil sobre el sofá, y me giro a su dirección con una sonrisa nerviosa. Este me mira enarcando una ceja y riendo.

Luego de unos minutos me pasa un vaso de zumo junto a las pastillas, y me mira como un padre exigiéndole a su hija tomar su jarabe para la tos. Me las bebo, y Jake sonríe con astucia.

.........................................................................................................................................................

Me he demorado un montón chicas, lo sé. 

Perdonen, de verdad que no he querido tardarme tanto, voy a subir dos capítulos para compensarles. 

Las quiero muchísimo, y tengan en cuenta que pronto, muy muy pronto "Destinada a ti" va a empezar a tomar coherencia y el mundo va arder jajaja

Les quiero un montón. 

"Nos leemos pronto" 

Con amor "Belén"