-¿Qué te apetece hacer?- me pregunta con amabilidad. Nos decidimos por ir a cenar, y mientras conduce mi mente vaga hacia las miles de dudas que he tenido respecto a que hubiese pasado si en vez de Logan hubiese escogido a Zed.

Es considerado, amable y educado. No tiene apariencia de ser el más aplicado de la clase, pero sus calificaciones son bastante buenas.

-Noah- menciona llamando mi atención. Regreso a verle y me disculpo por no prestarle atención. Le quita importancia sonriéndome.

Platicamos y mientras más minutos pasan me hacen recordar que tan placentera es su compañía, junto a su manera graciosa de ser.

Entramos a un restaurante de comida china, y mientras nos dejan los platos que hemos ordenado, el rostro de Zed pasa de estar calmado, a nervioso y sus ojos vacilan de lado a lado.

-¿Sucede algo?- le pregunto

-Logan- la sola pronunciación de su nombre hizo que algo duela muy dentro. No lo he visto en semanas. Mi corazón empieza a palpitar muy fuerte, y mis manos se han puesto sudorosas. Cierro los ojos en un intento de calmar mi acelerada respiración para evitar tener un ataque nervioso en medio del restaurante.

<<¿Por qué entre tantos lugares de comida china, tuvo que venir justamente a este?>>

-Podemos ir a otro lugar- sugiere.

-No, solo voy al tocador- me sonríe con algo de melancolía. Trato de levantarme sin llamar la atención pero estoy tan aturdida que mis movimientos son torpes. Zed me sujeta de la cintura para evitar que caiga cuando me enredo con mis propios pies, olvidándome de cómo se camina. Siento miradas clavadas en mi nuca y algunos murmullos que solo consiguen ponerme más nerviosa.

-¿Estas segura que quieres quedarte?- asiento sin poder hablar porque sé que si lo hago voy a tartamudear. El ambiente en el restaurante se ha puesto bastante caluroso. A estas alturas Logan ya debió notar mi presencia.

<<¡No gires Noah! ¡No gires!>>

Haciendo mi mayor esfuerzo por no girar, entro al baño y me apoyo en una pared cercana, observando que mis manos están temblorosas. Y mi corazón parece querer salírseme el pecho.

Abro el grifo y mojo un pañuelo que traigo en el bolso. Me lo paso por la frente sudorosa, y en el cuello. Cuando me aseguro que voy a caminar demostrando que se hacerlo, camino hasta la puerta del baño y decidida la abro para pedirle a Zed que nos marchemos. Dudo mucho que pueda soportar estar en el mismo lugar que Logan por más minutos.

Cuando doy el primer paso fuera del baño, no puedo evitar buscar a Logan y cuando lo encuentro, sus ojos grises me miran con intensidad. Su rostro luce demacrado, puedo notar que me mira con cierto dolor impregnado que no hace más que alocar más a mi corazón. Mis piernas empiezan a flaquear y temo que pueda desmayarme en cualquier momento cuando recaigo que no está solo. Se encuentra en compañía de una chica.

Me obligo a desconectar mis ojos de los suyos antes que las lágrimas empiezan a descender de nuevo. No estoy preparada aún para verlo con alguien más. Ni ahora ni nunca. Y tampoco estoy preparada para salir con alguien en este momento. Me acerco con pasos temblorosas hasta la mesa donde me espera Zed con un gesto de seriedad.

-¿Podemos marcharnos?- le pido. Me sonríe asintiendo, mientras llama a un camarero para pedir la cuenta.

Tras pagar la cuenta Zed se coloca a mi lado y me sujeta de la cintura para evitar que caiga. En ese momento justo se escucha un sonoro estruendo de cristales rotos. No tengo que girar para saber que el sonido proviene de la mesa de Logan y su compañía. Probablemente lo haya hecho a propósito para hacerme sentir peor y terminar de arruinar mi cita.

Zed me saca pronto del lugar cuando siente los temblores de mi cuerpo, y quizá al ver las lágrimas rodar por mis mejillas.

-No quería arruinar nuestra cita- me atrevo a decir cuando nos encontramos ya montados en el coche, y Zed saliendo del aparcamiento con el cuerpo tenso.

Me sonríe en un intento vano de no hacerme sentir culpable.

-No es tu culpa, no sabíamos que nos lo encontraríamos- su tono es suave, y no tiene ni una pizca de estar molesto.

Durante el trayecto trato de no volver romper en llanto, pero el nudo formado en mi garganta no ayuda mucho. A medida que más nos acercamos a mi casa, me siento más aliviada ya que no tendré que aguantar por mucho tiempo más el dolor que se ha clavado en el momento que lo vi acompañado. Pero tampoco puedo juzgarle, yo también me encontraba con alguien más.

-Noah- farfulla Zed faltando cuatro cuadras para llegar a casa

-Mmm...

-¿Crees que algún día me veras como lo ves a él?

Su pregunta me deja descolocada, y sin aire en los pulmones.

-No lo sé Zed- contesto siendo completamente franca procurando no dejar notar el temblor en mi voz.

No puedo negar que su compañía es placentera, y hay algo dentro de su forma de ser que me atrae. Pero temo que lo que me atrae de él, sea las pocas similitudes que tiene con Logan, temo comprobar mis sospechas. Como el vestirse con ropa negra, y su poca importancia con lo que piense la gente de ellos.

Temo que lo único que me atraiga a Zed sea la esperanza de encontrar en el fondo, a Logan.

-¿Crees que algún día vas a superarlo?- me pregunta con el mismo tono de antes.

-Debo hacerlo- contesto poco convencida de lograr superarlo.

La verdad es que cada día que pasa me convenzo más en nunca podré volver a querer a alguien.

-Eso es suficiente para mí. No pienso presionarte, pero si estás dispuesta a olvidar, yo estoy dispuesto a esperar

Algo se me clava en el pecho por las palabras de Zed. Sé que es completamente franco, y no tendría por qué mentirme respecto a sus palabras.

-Pero pronto nos marcharemos a la universidad

-Lo sé, pero si los dos lo intentamos puede funcionar- menciona con tono esperanzado. -Me gustas de verdad Noah, quiero ser parte de tu vida y que en algún momento me veas con la misma añoranza que lo ves a él. Sé que no hay mucha esperanza, pero quiero intentar algo contigo.

Quisiera poder corresponderle ahora. Poder arrojarme a sus brazos y besarlo, pero algo en mi cabeza me dice que hacer eso estaría mal. No puedo besar a Zed imaginando que es Logan.

-Zed... yo....

-No digas nada Noah, mientras tú quieras voy a estar junto a ti, sea como amigo o algo más

Le sonrío y siento que no merezco al chico que me acaba de declarar su amor. Sé a la perfección que no va a presionarme, y que pase lo que pase en el transcurso de todo no va a cambiar nada.

-Gracias por todo- le digo cuando apaga el motor del auto frente a mi casa.

Sus carcajadas resuenan en el interior del coche desvaneciendo la tensión que se estaba formando.

-Por está desastrosa cita

Me uno a sus carcajadas sin poder evitarlo, y me acerco a darle un beso en la mejilla para despedirnos, pero gira su rostro y mis labios terminan sobre las comisuras de sus labios.

Mi rostro empieza a arder, y él me sonríe con dulzura.

-Descansa Noah- dice con tono de voz bajo

Me bajo del coche sintiéndome estúpida por ponerme así por un simple roce de labios. Pero más que estúpida; sucia, culpable. Aunque Logan debió ir ya más allá de un simple beso, o una caricia.

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Hola!!! No voy a mentirles, iba actualizar ayer, pero tuve una especia de lluvia de ideas que me hizo escribir sin cesar hasta las cuatro de la mañana ¿Ven cuanto les quiero? No he dormido mucho, y a penas me voy levantando y continúo escribiendo para ustedes!!

Me siento bastante feliz con el progreso que va teniendo el libro, y dentro de poco voy hacer un maratón de capítulos.

Las amooo.....

Nos leemos pronto

Con amor "Belén"