No sé durante cuánto tiempo he caminado debajo de la lluvia, pero siento cada vez como se me dificulta más respirar, y la ropa mojada pegándose a mi cuerpo no ayuda. Camino en dirección a casa, y abro la puerta empapada y tiritando, corro hasta mi habitación. Lloro sin cesar contra la almohada que ahoga mis gritos.

Cuando reconocí sus pesados pasos subiendo por las escaleras, nunca quise con más fuerza que mi madre no estuviese de viaje, y lo echara de casa. Y me maldigo tanto por ser descuidada. Cuando recuerdo que tampoco he puesto el pestillo en la puerta de mi habitación, me levanto para tratar de remediar mi error, pero ya es tarde. La puerta se ha abierto y chocado contra la pared, en un estruendo.

—Noah suerte que estás aquí— suspira y se pasa las manos por el pelo mojado.

Me duele el pecho de mirarlo, trato de apartar la mirada, pero con lo masoquista que soy, me pierdo en sus ojos profundos.

—Háblame por favor

—¡No! ¡no voy a volver hablarte nunca!

—Noah... ángel, solo escúchame por favor. Yo...— y en cuando escucho salir <<ángel>> de sus labios, caigo de rodillas al suelo. Empiezo a llorar desconsoladamente, y mi cuerpo empieza a temblar frenéticamente.

<<¿Cómo narices puede seguir llamándome así?>> acaba de dañar todo lo que me ha costado lágrimas lograr.

—No... no por favor— dice intentado acercarse.

—No me toques— grito cuando intenta sujetarme del brazo. Su tacto duele. Ya no es la misma sensación agradable que sentía tan solo horas atrás. Su tacto es como si mil clavos entrasen dentro de mi piel. Causándome dolor, dolor y recuerdos que no dejan de repetirse una y otra vez en mi cabeza.

—Me dijiste que ibas en serio— es un susurro roto, pero lo he dicho más para mí, que para él.

—Tienes que perdonarme, podremos resolverlo como siempre— la súplica en su voz hace que por un momento me plantee perdonarlo, pero cuando las imágenes de Logan desnudo sobre Wendy me torturan, deshecho cualquier atisbo de perdón que haya aparecido en ese momento.

—Intentaste chantajear a Jake para que no me dijera nada— le suelto de golpe. Palidece unos segundos a sabiendas que me he enterado más de lo que tenía planeado contarme para que pudiese perdonarlo.

—Intente decírtelo muchas veces, pero no encontraba el momento. Sabía que no me perdonarías. No quería que te enteraras de esta manera. Pero no sabía que podía hacer para evitar que abra la puta boca

—¿Qué hay de Wendy? — de solo pronunciar su nombre me dan arcadas. Y una inmensa gana de llegar a su casa, y torturarla lentamente. Pero sé que no ha sido solo culpa de ella, y hasta donde sé Logan es quien fue a su casa.

—Le di una gran cantidad de dinero para que no diga nada— sus palabras salen atragantadas.

Nunca voy a llegar a conocer el alcance de las acciones de Logan Scott. ¡Me he enterado luego de un mes! Y todo me ha explotado en la cara. He sido la burla de algunos alumnos de St. Marie, y de Wendy. Ahora comprendo a la perfección el motivo de sus sonrisas de suficiencia. Sus malos tratos, y todo lo que me ha hecho desde que puse un pie dentro.

—¿Sabes lo retorcido que suena todo?

Los pelos se me erizan, y no puedo creer que haya sido capaz de querer comprar el silencio de alguien. Jake se opuso, pero Wendy lo acepto, pero aun así no cumplió su parte del trato. Obligo a que me dijese lo que había hecho.

No quiero ni imaginarme como suplicaba y ofrecía cada día una suma de dinero más alta para que no me dijese nada. No me sorprende que se haya vendido. Sé que las compras son su debilidad, y aunque sea proveniente de una buena familia... supongo que no es suficiente lo que ellos le dan.

—Lo sé maldición, lo sé, pero estaba desesperado. No quería arriesgarme

—Lo has echado todo a perder

—No, no, no, podemos arreglarlo ángel

—¿Es que no entiendes la gravedad de lo que has hecho? No puedes ir por ahí haciendo de las tuyas y pretender que nadie me diga nada

—Estaba borracho... fue un error— siento como una sonrisa sin una gota de gracia se posiciona en mi rostro. Me apoyo con las manos, y me pongo de pie.

—Has tenido todo fácil... siempre te perdono con facilidad, pero esto es diferente— una lágrima recorre mi mejilla, y cae hasta mi pecho. Sé que estoy destrozada, y nada, ni nadie va a cambiar eso. —La única forma para que pueda perdonarte— la voz me falla, y siento como si me fuera a desmayar de un momento a otro. Sus ojos se iluminan unos segundos con esperanza, pero cuando nota que más lágrimas salen desesperadas por apaciguar el dolor tan punzante, y agudo que tengo dentro, sabe que lo que voy a decir no es nada bueno para él, ni para mí. Pero es lo que necesitamos, lo más sano para los dos—Tienes que marcharte, dejarme seguir con mi vida.

Y en ese momento puedo jurar como el tiempo se detuvo. Y en el momento que se detuvo, mi corazón colapso dolorosamente. Puedo sentir claramente cómo con cada segundo corrido, se rompe un poco más, haciendo grandes estruendos. Es peor que sentir cien cuchillos empalándose repetidas veces, una tras otra. Puedo jurar que es cien mil veces peor que eso. Casi me doblego del dolor, y le suplico que no se marche. Que no me deje, y que me bese, me bese hasta que todas las piezas de mi corazón vuelvan a unirse. Hasta que el dolor desaparezca.

No dice una sola palabra. Solo se queda de pie observándome fijamente. Sus ojos están cristalinos, junto a su nariz roja y me pregunto si de verdad siente todo lo que me ha hecho, o solo quiere volver a engatusarme. A estas alturas ya no sé qué fue mentira, o verdad de las palabras que alguna vez me ha dicho.

El momento que tenía con adoración guardado en un extremo de mis recuerdos se ha vuelto todo oscuro. No puedo creer que me haya poseído tras haber pasado la noche con Wendy... Logan se notaba tan cariñoso conmigo, y dulce. Pero todo fue una mentira. Ahora ese recuerdo se ve ultrajado. Ya no siquiera parecer ser mío...

Pensé que habíamos creado un vínculo; algo que solo los dos compartiríamos, pero como todo, solo fueron imaginaciones mías.

Logan nunca me perteneció, nunca fue mío, y nunca lo cambie. Solo quise creer eso. Solo quería hacerme creer que había conseguido algo que nadie más. No quería enfrentarme a la realidad que me esforzaba con ocultar.

—Está bien ángel

Dejo que transcurran varios minutos hasta que temerosa reposo mi mirada en Logan, y observo que está asintiendo. Afirmándose, o respondiéndose algo internamente. Para mi sorpresa no vuelve a mirarme, ni hablarme. Solo se da media vuelta, y se marcha. Sale de mi habitación, como de mi vida, y lo último que escucho es el sonido de la puerta de entrada cerrándose.

Me recargo en la pared negra de mi habitación, y voy resbalando poco a poco hasta que siento el piso cerca. Me dejo caer de golpe, pero no siento ningún tipo de retorcijón cuando mi cuerpo impacta contra el suelo de hormigón. Me abrazo las piernas, y espero a que las lágrimas consigan minorar una octava parte del dolor que siento clavado.

Dicen que la única forma de aliviar el dolor del alma, es llorar. Pero ¿Qué pasa si quien te ha lastimado es tu alma gemela? ¿Si se ha llevado consigo hasta tus ganas de respirar? Ni siquiera el llanto es capaz de dejar que duela o que amortigüe.

Sin fuerza me desplomo sobre el suelo de hormigón, y me pongo en posición fetal. Me clavo las uñas en las palmas de las manos, y sigo sin sentir nada más allá del dolor emocional. Grito, pero las palabras no salen de mi boca. Sollozo, pero solo obtengo temblores en mi cuerpo. Quiero levantarme y lanzar, o romper todo lo que tenga cerca, pero no puedo levantarme. Lo único que hago, y siento son mis lágrimas resbalando por mis mejillas.     

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¡OKAY! ESTE CAPITULO ME DOLIO HASTA MI

¡Espero que disfruten muchísimo! Y no tengan ganas de matarme, que yo a ustedes las amo jajaja 

Nos leemos pronto

Con amor "Belén"