No sé ni por dónde empezar, mi mente es un caos, una maraña de ideas me obliga a escribir, pero hoy no habrá poesía ni de dolor ni resignación.

Creo que hasta el lector más optimista presentía lo que se avecinaba, entonces me pregunto, ¿por qué me alentaron tanto ? Me decían que me iba ir bien y yo encogido de hombros intentaba mantener la mesura.

Todos los que conocen nuestra historia llegan a esa conclusión, que debemos seguir juntos y ¿por qué ella no cree lo mismo?.

No sé qué parte fue más dramática si llorar frente a ella, en los brazos de mi madre o a solas en mi habitación.

Mi intención no es narrar todo ese proceso, pero sí hay aspectos que quiero poner en el tapete.

Noté en primer lugar , espero que no sea solo mi sugestión, que ella no quería hacerlo, pues le costó mucho decirlo, incluso cuando le pregunté si ya no me amaba, ella no me lo pudo confirmar.

Uso frases que sonaron a excusas pero hay cosas que considerar. Por ejemplo dijo :

"Mi madre ya está comenzando a sospechar demasiado y no quiero tener problemas con ella".

"Mi tiempo se ha reducido, ya no voy a tener tanto tiempo para vernos, como antes".

Es cierto que nuestra relación era clandestina, que había una gran diferencia de edades entre Mel y yo , aunque eso nunca le importó ni a ella ni a mí, fui su profesor en el ciclo anterior de la Universidad, aunque no estuvimos mientras éramos profesor y alumna, yo renuncié y una vez terminado el ciclo comenzamos a comunicarnos y luego a salir.

Me acuerdo que un par de veces dos compañeros suyos nos vieron juntos, ella se lamentó tanto, no se arrepentía de lo nuestro sino de quién nos había visto;  entonces entendí toda la presión que iría sobre ella y más aún si consideramos que era una de las más destacadas en mi materia, está por demás decirlo, que lo que yo sintiese no influyó de ninguna manera en su promedio. Incluso una vez me reclamó el porqué​ era tan exigente calificando su prueba más que a los otros y le dije que esperaba más de ella.

Yo no podía saber, qué presiones experimentaba entre sus compañeros con respecto a lo nuestro, se lo pregunté y me dijo ; " no les hago caso, que se cansen de hablar" pero eso ya me decía mucho; sobre la situación con la que lidiaba todos los días".

Sabía que tarde o temprano ella no podría soportar más esa presión, aún no estábamos listos para salir de la mano por una calle concurrida, esperarla al final de su clase y saludarla con un beso delante de sus amigos. Esa era una fantasía con la que siempre jugábamos, mirándonos entre risas y suspiros ; me encantaba cuando su risa se hacía aguda con una mezcla de emoción y satisfacción.

También me llamó la atención que dijera " quizá más adelante" como si insinuara esperar que toda la marea calme, pero quién me aseguraba ¿cuánto esperar exactamente?.

No me di cuenta si lo trajo hecho o lo hizo allí, pero me quedé en silencio intentando contener mis lágrimas, aunque fue inútil, pero no la quería ver el rostro así que me volteé, creí que ya se había ido y todo el tiempo estuvo ahí, me dio una nota que había escrito. Lo curioso era que, el que siempre escribía era yo y ahora  irónicamente, que nos despedíamos, ella lo hacía.

Pensándolo bien, creo que lo escribió allí porque la hojita estaba mojada con un par de lágrimas, que no eran mías, incluso casi corren la tinta de una línea inicial.

No voy a referir toda la nota solo unas líneas que fueron a la vez como un bálsamo para mi alma y por otro lado como aguijón que hasta ahora alimenta mis insomnios.

La foto original, con su letra, está como medio visual al inicio de este capítulo, por si no se lee dice : "...Nunca dejaré de darle gracias a Dios por todo lo que me enseñó a través de ti, durante el tiempo que estuvimos, me hiciste la mujer más feliz del mundo"

Quizá hayan cosas que nadie más que nosotros lo sabemos, incluso respuestas que ella las tiene, pero nadie puede poner en duda nuestro amor.
Quizá yo debí nacer 10 años después o ella 10 años antes ; tal vez fue nuestra relación como un tráiler, una sinopsis, un sumario de todo lo que puede venir luego.

¿Una historia pausada?, solamente Dios lo sabe. Duró tan poco pero fue suficiente para engendrar a un poeta solitario que hasta ahora sigue "destilando, mil y un poemas en silencio"