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3. ¿Te casarías conmigo?

RESUMEN: El famoso escritor de novelas románticas, Kim Taehyung, anhela vivir ese mágico momento que lleva describiendo en sus libros desde hace años. Jeon Jungkook es un planeador de bodas, un amante de ellas, quien asegura que cada vez está más lejos de experimentar una. ¿Qué pasará cuando el escritor de sus novelas favoritas le pida hacerse cargo de la suya?

EXTENSIÓN: 4952 palabras.

GÉNEROS: Romance, fluff, soft, drama con final feliz.

ADVERTENCIAS: Ninguna 🫂.

NOTAS: La idea de esta historia no es mía; una querida amiga de la plataforma me permitió desarrollarla. La versión original (vmin) está publicada en este perfil desde diciembre de 2022 como minific de 4 capitulos, pero aquí los junté. Es mi fanfic más exitoso hasta el momento, así que espero que les guste mucho la adaptación 🥺.

PARTE I

«¿Puedes amarme sin importar si el mundo arde a nuestras espaldas? ¿Puedes besarme y saborear conmigo la dicha prohibida?»

«Te amo hoy. Te amo para siempre. En este momento te entrego mi alma. Juro lealtad eterna a tu persona y juro dedicar mi vida a protegerte»

«A partir de ahora, y hasta la muerte, estamos unidos en matrimonio»

Jungkook limpió una lágrima que escurrió de su ojo y cerró el libro todavía con el corazón acelerado. Había terminado de leer esa novela en cuestión de tres días, pero sabía que estaría pensando en ella por meses enteros. El capítulo final, que era la boda de los protagonistas, lo había dejado completamente hechizado de amor.

Sus amigos solían decirle que dejara de gastarse el tiempo leyendo novelas románticas, que mejor comenzara a vivir en el mundo real y encontrara una pareja. Pero para Jungkook nunca había sido fácil convivir, mucho menos coquetear, y los pocos noviazgos que había tenido lo dejaron profundamente decepcionado.

Jeon Jungkook creía que el amor estaba negado para él, y que la única forma que tendría de experimentar la belleza de ese sentimiento era a través de la lectura.

En especial, la lectura de las obras de Kim Taehyung... su escritor favorito, y también, su amor platónico.

Jungkook había visto el rostro de Taehyung varias veces en internet y en las contraportadas de algunos libros de su autoría. Incluso tuvo la oportunidad de conocerlo en persona durante una firma de autógrafos (ese día, Jungkook lloró de la emoción). Así que sí, conocía su apariencia y era consciente de lo guapo que era el escritor. Sin embargo, la razón de su flechazo por Taehyung no era el físico, sino que estaba enamorado locamente de sus historias y de su narración.

Jungkook sentía que podía conocer el alma de un artista a través de su arte. Y para él, el "alma" de Taehyung era apasionada, pura, dulce, pero también flameante... Justo como debía ser el verdadero amor.

Cada que leía sus novelas, sentía que podía, al menos por un breve momento de fantasía, tocar el amor, sostenerlo en sus manos temblorosas y "saborear la dicha prohibida".

Lo anhelaba tanto, tantísimo...

Jungkook era un romántico empedernido, y quizá era precisamente por eso que sufría tanto en su aburrida vida solitaria construida solo a base de ilusiones.

Por lo menos, su pasión era beneficiosa para su trabajo: se dedicaba a la planeación de bodas. Amaba crear recuerdos hermosos y entrañables, que sus clientes pudieran guardar en sus corazones para siempre.

Jungkook era muy detallista con cada uno de los eventos que coordinaba. Siempre procuraba que todo fuera perfecto, como si saliera de uno de los libros que tanto le fascinaban... Pero nada pudo haberlo preparado para su siguiente cliente, que le haría desear, por primera vez, que una boda se arruinara.

El drama de un romance prohibido estaba a punto de abandonar los libros de ficción para apoderarse de su vida y cambiarla por completo.

El teléfono dijo de su oficina sonó estruendosamente de pronto, sacando a Jungkook de la ensoñación en que permanecía. El muchacho tomó la bocina y suspiró profundamente antes de contestar.

─ Aquí Eventos "Euphoria", donde «hacemos sus sueños realidad». ¿En qué podemos ayudarle?

─ Buenas tardes ─saludó una dulce voz femenina al otro lado de la línea─. Visité su página de Instagram ayer, y realmente me llamó mucho la atención su forma de trabajar. Pero mi prometido aún no está del todo convencido... Así que me gustaría agendar una cita para que podamos conocer un poco más de sus servicios.

─ Desde luego, señorita ─dijo Jungkook alegremente─. Yo puedo ir personalmente hasta su casa o podemos quedar en algún lugar que me indique. Los únicos días que no tengo disponibles esta semana son el miércoles, el sábado y el domingo.

─ Oh, perfecto. ¿Le parece bien el viernes, como a la una?

─ Me parece muy bien.

─ Excelente. En un momento le mandaré mi dirección.

─ ¿Cómo la agendo, señorita?

─ Soy Kim Jennie.

[ 🌸 ]

En cuanto Jungkook identificó la zona recidencial en que vivían sus posibles próximos calientes, a los límites de la ciudad, supo que debía tratarse de gente con "alto poder adquisitivo". Un taxi lo dejó cerca, y mientras caminaba para terminar de llegar, notó el contraste evidente entre las calles grises y "comunes" de la urbanidad contra la belleza de aquellas propiedades remotas.

Sin embargo, fue hasta llegar a la dirección indicada por Kim Jennie cuando Jungkook verdaderamente perdió el aliento.

─ Wow...

¡Era enorme! Era una mansión bellísima y muy alta, con ornamentos barrocos que la hacían parecer un pequeño castillo.

Jungkook mentalmente repasó los precios de sus propios servicios, y decidió que con una familia así, podría aumentarlos considerablemente y ofrecer, a cambio, un evento digno de la realiza.

Sonrió, imaginando todas las posibilidades para una boda de tal calibre y lo mucho que eso lo beneficiaría económicamente. Emocionado, marcó el número telefónico de Jennie para informarle que ya estaba ahí.

Definitivamente quería convencer al dichoso prometido de la joven para que lo contrataran.

[ 🌸 ]

─ ... ¡Oh!, ¿y qué te parece en la playa? Yo creo que una boda en la playa sería algo precioso.

Taehyung arrugó los labios con desaprobación y negó lentamente con la cabeza.

─ No soporto el calor. Si sudamos, se arruina la elegancia; y no se puede llevar ropa tan formal a la playa.

─ Pues podemos comprar ropa medianamente formal ─repuso Jennie─ Algo fresco y relajado también se vería lindo.

─ Pero yo quiero casarme de frac...

─ ¡Por Dios, Taehyung! ¿De verdad te vas a poner más exigente tú con la ropa que yo? Te recuerdo que la novia, la protagonista, soy yo. ¡Literalmente lo más importante de la boda será mi vestido!

Taehyung rodó los ojos y bufó.

─ Difiero. Creo que lo más importante debería ser el amor.

Jennie notó que su prometido se había ofendido y se arrepintió de inmediato por haber hablado como hizo. Sabía que Taehyung era muy sensible, muy romántico, y realmente no fue su intención menospreciarlo o hacerlo sentir menos respecto a una celebración que sería en honor a ambos.

─ Lo siento, hablé sin pensar. Ya no discutamos, ¿bien?... Dejemos el tema de la ropa de lado, mejor volvamos a hablar de la ubicación.

Taehyung se levantó del sillón en que estaba sentado y se fue a mirar por la ventana de la habitación. Podía ver todo el enorme patio de su casa: las flores, los arbustos podados en formas geométricas, la fuente de piedra con forma de ángel y el caminito de hormigón entre el pasto verde.

"¿Qué de malo tiene esta casa?" ─se preguntó─. "Yo creo que es una hermosa obra arquitectónica y tiene el espacio suficiente para un festejo".

─ Ya hemos hablado mucho ─dijo seco, sin mirar a su prometida─, pero es claro que no nos ponemos ni nos pondremos de acuerdo.

─ Eso es porque eres un terco.

─ ¿Solo yo?

─ No, yo también lo soy. Pero uno de los dos tiene que ceder, y realmente no creo que hacer la ceremonia aquí sea-...

Jennie se interrumpió cuando sintió su teléfono vibrar dentro de su abrigo. Segundos después, el timbre de llamada entrante se hizo escuchar.

─ Es el chico de la planeación de eventos, ya debe estar aquí.

Jennie salió corriendo de la habitación y Taehyung se quedó solo. Como de costumbre, las dudas lo invadieron sobre si había tomado la decisión correcta al proponerle matrimonio a ella en primer lugar...

Taehyung nació siendo un romántico sin remedio, cosa que se podía notar a simple vista en sus novelas. Siempre estuvo enamorado del amor, e idealizó una y mil veces cómo sería casarse con la persona que amara.

Desde luego, su familia siempre le dijo que fantasear no era bueno, porque lo haría tener expectativas muy altas, y así nunca se enamoría de verdad.

Tuvieron razón: Taehyung nunca pudo conectar con una persona "destinada a su amor" como siempre lo soñó. Nunca se sintió flechado, ni íntimamente comprendido. Las personas sí le atraían algunas veces, pero todo se quedaba demasiado superficial; podía desear sus cuerpos y admirar sus rostros, pero jamás consiguió enamorarse de sus almas.

Bueno... Quizá ocurrió una sola vez. Pero había sido algo fugaz y posiblemente sus recuerdos al respecto no eran objetivos. En esa ocasión, con aquel chico desconocido, solo intercambió un par de palabras y una mirada profunda en la que sintió una chispa especial, pero eso había sido todo y después nunca lo volvió a ver. Se sentía irreal. Ni siquiera supo el nombre del joven; pero recordaba sus labios esponjosos, su nariz de botón rojita y sus ojitos llorosos que lo miraron con la más adorable admiración...

Pero ya no importaba. De todas formas, su familia solo aceptaba su bisexualidad a medias; y definitivamente esperaban que, aunque tuviera "aventuras" con hombres, se casara al final con una mujer y tuviera una familia.

Taehyung, desdichado, concluyó que el amor verdadero con el que tantas historias creaba no existía, sino que se componía de puras fantasías suyas.

En el mundo real, al parecer, las personas amaban sin pasión y preferían la simple cordialidad en sus relaciones antes que una "chispa especial". Fue al aceptar esto que inició una relación con Jennie, su querida amiga de la infancia, queriendo darse la oportunidad de tener un romance como el resto de las personas tenían: sin pasión, pero tampoco soledad.

Después, por presión nuevamente de su familia, terminó proponiéndole matrimonio atropelladamente.

Taehyung estaba aterrado, inseguro, angustioso.

Pero si ya iba a resignarse, y si no podría tener nunca el romance de sus sueños, al menos quería tener la boda de sus sueños.

[ 🌸 ]

Jennie hizo pasar a Jungkook y ambos se sentaron en la sala principal de la casa para conversar. Una criada les sirvió té y galletas.

Jungkook estaba más maravillado por el aspecto interior de la casa que por su exterior. El lujo estaba por todas partes, y tenía un aire clásico muy hermoso.

Hablaron sobre costos, arreglos florales y mantelería. Pero cuando Jungkook mencionó salones para la fiesta e iglesias muy bonitas para la ceremonia, Jennie se puso seria.

─ Sobre eso, creo que necesitaré mucha ayuda tuya para convencer a mi prometido de buscar ubicaciones razonables. Está encaprichado con hacer la ceremonia y el festejo aquí, ¿puedes creerlo?

─ Oh... Bueno, quizá no sea lo habitual, pero admito que esta casa es preciosa y tiene un jardín muy amplio. Una boda aquí no suena tan descabellada.

Se escucharon pisadas bajando por la escalera y Jungkook giró el rostro hacia ahí. Entonces pudo ver unos mocasines color chocolate, muy curiosos, posteriormente unos pantalones de pana y finalmente una camisa blanca en el torso de un hombre delgado.

─ ¡Hasta que te dignas a venir!

─ Es que no tengo noción del tiempo cuando miro por la ventana, cariño.

Su voz... Fue tan profunda y tan aterciopelada, tan envolvente como el caliente caramelo derretido, que Jungkook se sintió acalorado y débil. Además, tenía la sensación de que esa voz la habían escuchado antes.

Cuando Taehyung se acercó, Jungkook pudo ver su rostro.

El aliento se le ahogó en una exclamación exageradamente sorprendida y su corazón palpitó desenfrenado y estruendoso. Se puso de pie, casi de un salto, y cubrió con sus manos su boca.

─ ¡K-Kim Taehyung! ¡U-Usted es Kim Taehyung!

Taehyung observó por fin al chico que clamaba su nombre, y no pudo evitar que su expresión también se tornara boquiabierta.

Era él. Era el chico que lo flechó en aquella firma de autógrafos hacía un par de años. Después de tanto tiempo, el muchacho misterioso aparecía.

Justo cuando, se suponía, Taehyung estaba a punto de casarse.

PARTE II

El turno de Jungkook había llegado, pero este no podía avanzar, no conseguía controlar sus piernas temblorosas para caminar y poder sentarse frente a la mesa de Kim Taehyung.

Taehyung, por su parte, lo miraba con una ceja levantada.

─ Chico, ¿qué esperas? Tienes que avanzar ─le recordó un miembro del personal de seguridad.

─ Ah-... ¡Oh, sí, sí, sí! ¡Lo siento!

No pensó que perdería la compostura de tal forma mientras avanzaba en la fila. Había ensayado frente al espejo esa mañana, y se memorizó palabras solemnes para expresarle al escritor todo su respeto y admiración cuidando sonar lo más sensato posible.

Pero todo eso se fue por la borda en el momento en que tuvo a su ídolo enfrente.

¡Estaba ahí, Taehyung, el gran Kim Taehyung, estaba ahí!

Cuando Jungkook se sentó, apoyó su ejemplar del libro más reciente de Taehyung sobre la mesa que los separaba y el escritor lo tomó y abrió la página de dedicatorias para dejar su firma.

─ No estés tan nervioso, no muerdo ─comentó Kim sonriendo de lado─ ¿Cuál es tu nombre? ─preguntó para saber a quién dedicar el autógrafo.

─ Y-Yo soy... Soy... Su m-más grande fan.

Taehyung soltó una suave risa porque esa respuesta le pareció sumamente tierna. Sin embargo, Jungkook estaba tan inseguro que creyó que era una burla debido a sus palabras.

─ ¡Lo digo en serio! ¡S-sé que soy su más grande fan! ¡De verdad! He leído cada uno de sus libros, no solo sus novelas famosas; también sus ensayos, su antología de poemas y la de cuentos. Incluso tengo las revistas en las que se publicaron sus primeros relatos cortos. Y también busqué su tesis y...

─ Está bien, está bien, tranquilo. Te creo.

─ ¡No, pero no vaya usted a pensar que lo acoso ni nada parecido! ¡No soy un loco obsesivo, solo soy un muy entregado admirador de su arte!

─ Te creo.

─ ¡Pero además...!

─ Hey, respira. Podemos hablar con claridad si respiras y vas más lento, ¿está bien?

Después de que Taehyung tomara sus inquietas manos, Jungkook pudo relajarse un poco y actuar más sereno. Su corazón estaba cálido y sus mejillas enrojecidas.

Entonces entablaron una brevísima paro muy agradable conversación, que debió durar alrededor de cinco minutos que se sintieron como una eternidad, y a la vez, como un suspiro.

Jungkook fue el que más habló, de forma muy acelerada, sin poder contener su emoción. Taehyung, en cambio, dijo poco, pues prefirió escuchar todo lo que decía su adorable admirador.

Le comentó lo mucho que le encantaban las referencias a Shakespeare y a la mitología griega en sus novelas. Habló acerca de sus influencias de literatura gotica y la forma en que mezclaba el romanticismo clásico con la fluidez de la modernidad.  Alabó el estilo de su prosa con tantas palabras preciosas que Taehyung tuvo que cubrirse el rostro momentáneamente para ocultar su sonrojo.

Y en algún momento, mientras Jungkook le agradecía a Taehyung por escribir y le explicaba lo importantes que eran sus libros para él, el muchachito comenzó a llorar.

Jungkook dejó escapar un caudal de lágrimas incontenible, debido a que, según sus propias palabras, las novelas de Taehyung eran su refugio: habían llegado a él en su momento más oscuro, cuando creyó que lo consumiría la soledad.

Los trabajos de Taehyung le ofrecieron un mundo mágico y hermoso que logró llenar de pasión y amor su entonces vacío corazón; y así, su vida cambió, se hizo más bella y esperanzadora. Jungkook le dijo al autor que por eso, por ese enorme agradecimiento, tenerlo enfrente le provocaba tanto descontrol.

Taehyung pudo comprobar, en esa pequeña pero intensa charla, que Jungkook era una persona culta y apasionada, que además tenía un corazón puro, un alma noble y un espíritu soñador. Esas eran  cualidades que Kim siempre buscaba desesperadamente en las personas, y fue como hallar un oasis en medio del desierto después de vagar una vida entera con sed y en soledad.

Antes de que el personal de seguridad les informara que el tiempo de Jungkook junto al escritor se había terminado,  Taehyung firmó en el ejemplar de Jungkook con cariño:

«Para mi querido y más grande admirador. Con amor, Kim Taehyung»

PARTE III

Jungkook se mostró muy contento y emocionado al reencontrarse con su escritor favorito. Pero la felicidad le duró poco. Al caer en cuenta de que la razón de su presencia ahí era para organizar la boda de su amor platónico con otra persona, su entusiasmo se evaporaró como el humo y su ánimo decayó hasta los suelos.

Sabía que no podía interferir, después de todo, no le correspondía. No conocía a Taehyung realmente, por mucho que le gustara pensar que en los libros podía descifrar su voz e interpretar los trozos de su alma.

Él era un completo desconocido. No era nadie. Taehyung definitivamente no sabía que él existía, tenía su vida hecha, una prometida a la que se seguro amaba mucho y su orientación sexual probablemente no sería divergente a la heteronorma.

Tenía que ser sensato. Quería serlo, pero también quería llorar...

Entonces hizo una muy profunda reverencia y después estiró su mano al escritor para estrecharla con respeto. Se dispuso a ocultar sus sentimientos para ser profesional, limitarse a trabajar.

─ Lo siento, ha sido una descortesía de mi parte gritar. No debí actuar así, seguramente los hice sentir incómodos ─habló también hacia Jennie─. Es solo que usted ha sido mi escritor favorito desde hace varios años, y bueno, me emocioné de más. Es un honor y un placer estar en su presencia.

Taehyung aceptó estrechar su mano y sintió como el tacto ajeno calaba en lo profundo de su piel y se almacenaba en su memoria y en sus deseos.

─ El placer es todo mío. Me halaga su admiración, muchas gracias. Disculpe, ¿Nos habíamos encontrado antes? Su rostro me resulta familiar.

─ Oh... Asistí a una firma de autógrafos en la Biblioteca del Páramo hace tres años, pero dudo que usted me recuerde.

Taehyung asintió y chasqueó los dedos.

─ Te recuerdo. Entonces mi memoria de rostros no es tan mala.

¿Y cómo iba a serlo? Si Taehyung se grabó cada facción del hermoso rostro de bebé de Jungkook. ¿Cómo podría olvidarlo? Si había estado pensando en él en cada noche de desvelo y en cada hermosa mañana de anhelo. Recordaba su voz, sus dulces halagos y su nerviosismo. Recordaba el brillo en sus ojos que, muy aparte de sus lágrimas, resplandecía de forma preciosa  y hambrienta de amor.

Jungkook sintió vergüenza, no esperaba que Taehyung recordara su apariencia dado que lo había visto por menos de seis minutos en toda la vida, y eso tenía un buen tiempo. Se sintió muy apenado, recordando la forma tan infantil en que había llorado, y deseó que la Tierra se lo tragara.

─ ¡Es genial! ¡Qué bonito que se reencuentren ahora! Estoy muy orgullosa de mi futuro maridito y amo que la gente lo admire tanto.

Jennie se encaminó a abrazar a Taehyung tranquilamente, desconociendo por completo lo que pasaba por la cabeza de los otros dos. O por sus corazones.

Taehyung, como amante del romance que era, se preguntaba qué significado podía tener la repentina aparición del único chico por el que había creído sentir un un "flechazo" en fechas cercanas a su boda. ¿A caso era un mensaje del destino? ¿O era una trágica jugarreta del infortunio, una burla?

Jungkook, por su parte, sufría. Pero se sentía culpable de su sufrimiento ya que se creía indigno de lamentarse por la vida de una persona que estaba completamente fuera de su alcance.

Entonces, Taehyung volvió a hablar:

─ Y bien, ¿Cuál es tu nombre? No hemos tenido una presentación adecuada.

─ Es verdad. Me disculpo. Mi nombre es Jeon Jungkook, soy propietario y fundador de  Eventos "Euphoria": «donde hacemos realidad sus sueños», y me gustaría planear su boda.

"Jeon Jungkook"

Taehyung retuvo su nombre y lo repitió mentalmente una y otra vez, adorándolo casi religiosamente.

"Jeon Jungkook"

"Euphoria"

"Boda"

¿De verdad ese chico sería capaz de «hacer realidad los sueños» del escritor?

¿Cuáles eran esos sueños?

[ 🌸 ]

Taehyung estuvo reacio a la idea de contratar un "planeador de eventos" desde que Jennie se lo sugirió. Ciertamente, era lo suficientemente orgulloso y confiaba en su propia capacidad para organizar y decorar. Quería encargarse de toda la boda él mismo, para llenarla de su propio romanticismo tan arraigado.

Sin embargo, la aparición de Jungkook lo cambiaba todo. El escritor se vió incapaz de rechazar sus servicios. Quería tenerlo cerca, conservar su presencia. Pero ¿para qué?

Sabía que estaba siendo un maldito egoísta. Se suponía que contraería matrimonio con Jennie pronto; que se convertirían en esposos, en marido y mujer, que ella sería su compañera, a la que le juraría lealtad y amor... pero no la estaba respetando.

Pasaban los días, nada cambiaba.

Anhelaba a Jungkook aún cuando los planes de su boda seguían en marcha. Anhelaba a Jungkook aún en presencia de su prometida y aunque tenía en contra a sus propios valores y convicciones morales.

¿En qué clase de persona lo convertía eso?

[ 🌸 ]

Jungkook quiso convencer a Taehyung de hacer la fiesta en un salón y la ceremonia en una capilla bonita o en algún otro espacio exterior hermoso. Pero no lo consiguió.

Por el contrario, Taehyung terminó convenciendo a Jungkook de festejar todo ahí mismo, en la mansión de su familia. Eventualmente, Jennie tuvo que dar su brazo a torcer y se decidió que Taehyung obtendría lo que quería.

─ Desde que era niño he pensado que esta casa es un pequeño castillo. Me gustaba imaginarme que yo era un príncipe. Quisiera... Quisiera llegar a caballo, vestido galante. Siempre soñé con una boda así.

Jennie creía que Taehyung era condenadamente infantil y caprichoso. Jungkook también lo creyó al principio, sin embargo, conforme más escuchaba las fantasías de Taehyung, más se convencía de que sería algo bellísimo hacer realidad la boda que el escritor tenía en la cabeza. Sonaba como salida de un cuento de hadas, como algo romántico e idílico.

Jungkook comenzaba a desear tener algo así para él...

[ 🌸 ]

Jungkook se encargó de sacar muestras de todo: pasteles, decoraciones, arreglos florales, mantelería, ropa para los novios, etcétera. Cada cosa, desde luego, en el estilo antiguo y principesco que Taehyung quería.

El planeador de eventos incluso pidió ayuda a un amigo suyo familiarizado con la tecnología para hacer un modelo digital tridimensional de la mansión y el patio, para ubicar dónde estarían la pista de baile, la mesa de honor, las mesas de los invitados y el altar montable para la ceremonia.

Al final, Jennie también quedó encantada con la estética principesca y finalmente accedió a todo.

Pero algo que no podía irse de la mente de Taehyung fue la forma en que Jungkook logró comprenderlo.

Taehyung estaba acostumbrado a sentirse incomprendido con cualquier persona, pero con Jungkook era todo lo contrario. Con él, acababa de encontrar lo que siempre quiso tener en la compañía ajena.

El chico se esforzó por cumplirle cada petición sobre la boda tan fielmente a sus fantasías como las limitantes del mundo real lo permitieron.

Debería haberse sentido feliz, porque efectivamente, Taehyung tendría la boda de sus sueños. Pero en cambio, se sentía terriblemente aterrado y culpable. Quería hacer las cosas bien, intentar tener algo con Jungkook, pero ¿cancelar la boda a esas alturas de verdad sería lo correcto?

Era claro que Jungkook y Taehyung tenían mucha química. Casi todos los días tenían largas charlas apasionadas sobre literatura, filosofía, y a veces conversaban sobre sus vidas personales. Cada día encajaban más. Cada momento que compartían hacía que sus pasiones se complementaran.

Jungkook le coqueteaba a Taehyung todo el tiempo, aún sabiendo lo incorrecto que era. Aún incluso enfrente de Jennie, que no le daba importancia a nada de lo que sucedía entre esos dos por estar tan acostumbrada a la heteronormatividad. 

Jungkook sabía que, si algo salía mal, el más lastimado de todos y quien quedaría en la peor posición sería él mismo. Pero había llegado al punto sin retorno en el que ya no era libre, sino esclavo de sus anhelos e impulsos. Ahora estaba real y auténticamente enamorado de Kim Taehyung, no solo platónicamente, y ese nuevo amor podría ser su ruina.

Jungkook y Taehyung se habían enredado en un espiral imparable de malas decisiones que estaba a punto de arrastrar a Jennie y colisionar en una catástrofe. Pero el punto cumbre de todo, cuando las cosas se volvieron insostenibles, fue el día en que Jungkook acompañó a Taehyung a probarse su traje de novio.

Se trataba de un bello frac de tres piezas, verdaderamente muy parecido a lo que podría vestir un príncipe. Taehyung estaba emocionado como un niño mientras se veía en el espejo y Jungkook era inmensamente feliz porque su amado era feliz.

Jungkook había acompañado a Jennie el día anterior, de igual manera, por su vestido. Ella también había parecido una princesa y Jungkook pensó que era hermosa... y que no se merecía una traición como la que había a sus espaldas. Sin embargo, el recuerdo se le borró de la memoria completamente y no tuvo ninguna consideración cuando decidió acercarse a Taehyung, que lucía apuesto y etéreo, para besarlo en los labios.

Saboreó la dicha prohibida.

Un beso se convirtió en muchos. Y cada segundo que transcurría, los besos que intercambiaban se volvían más salvajes; había mordidas, lamidas, fuego.  Junto a los besos, aparecieron las caricias; y por poco, ambos estuvieron a punto de ceder al deseo de apoderarse de sus cuerpos, de volverse uno solo.

─ N-no...no... ¡Espera, Taehyung, esto no está bien!

Jungkook consiguió romper el hechizo a tiempo y se arrepintió de inmediato por haber iniciado la equivocación con su beso. Entonces, al mirarse así, desaliñado en el espejo del estrecho vestidor, sobre los muslos de Taehyung, no pudo evitar cuestionarse quién era él realmente y qué clase persona quería ser.

¿Acaso los héroes y heroínas de los libros románticos eran como él? Desde luego que no. El amor verdadero no era lo que él sentía. Lo que había entre él y Taehyung era algo terrible y dañino.

─ No puedo ni quiero seguir así.

Decidió sincerarse.

─ V-vas a casarte. V-vas a casarte... y no podemos dejar que esto que hay entre tú yo nos termine por arruinar la vida a todos. Yo no lo voy a permitir.

─ Jungkook...

─ No. No puedo más. Creo que es evidente que si quisieras algo serio de verdad conmigo ya habrías cancelado la boda. Pero tenemos la fecha casi encima y no veo que te interese detenerla. Yo... Yo quiero alejarme y eso es justo lo que haré.

Taehyung intentó detener a Jungkook para que no lo abandonara, rogó con palabras, con ojos suplicantes y con intentos de abrazarlo; pero Jungkook fue fuerte y no se dejó amedrentar por sus propios sentimientos.

─ Ya todo lo preparé. La boda está lista. Las invitaciones fueron mandadas a todos los familiares y estarán ahí sin falta, al igual que el sacerdote. Cuando sea "el gran día", solo deben presentarse al altar.

Y Jungkook partió sin que Taehyung pudiera reunir el coraje para decirle: "quédate, te amo, mi único sueño eres tú"

[ 🌸 ]

Pasaron los meses uno tras otro, lentos y tortuosos. Las estaciones vistieron al mundo de Jungkook de hojas castañas, luego de nieve, de flores, y de lluvia y sol. Un año transcurrió de este modo sin que el ingrato Señor Tiempo tuviera piedad ni cerrara las heridas.

Jungkook se mudó a otra ciudad. No tuvo noticias sobre Taehyung o Jennie en absoluto.

Suponía que ahora eran esposos, pero ciertamente, tenía miedo de investigar para comprobarlo.

Y ¿Tenía alguna "esperanza", de todas formas?

Claro que la tenía. Así como seguía teniendo fantasías.

[ 🌸 ]

Jungkook aún amaba la lectura y compraba libros con frecuencia. Pero no quiso saber nada más de las obras de Kim Taehyung porque le resultaba demasiado doloroso todo lo relacionado a él.

Sin embargo, un día se dió cuenta de que un nuevo autor anónimo estaba tomando demasiada popularidad: aquel que tenía el pseudónimo "Euphoria TH". Poseía una única obra publicada: la historia de un amor homosexual apasionado y tristemente frustrado, que finalizaba con uno de los protagonistas condenado a viajar solo por el mundo en busca de reencontrarse con su alma gemela.

Jungkook no era tonto. Podía reconocer ese estilo tan característico, que había leído por años en tantas obras y en tantos sueños. Aquella voz que narraba una tragedia amorosa no era otra que la de Kim Taehyung.

La única novela de "Euphoria TH" se titulaba:

"¿Te casarías conmigo?"

En la portada tenía a un príncipe con lágrimas en los ojos y una mano sobre el corazón sangrante. La historia, por su parte, era demasiado familiar para Jungkook.

«... Cada segundo sin tí es un infierno.

Me gustaría haber tomado mejores decisiones. Me gustaría haberme arriesgado por ti desde el primer instante. Me gustaría recuperar nuestros días dorados y que volvieras a hacer realidad mis sueños...

He perdido mi reino y mi linaje porque he rechazado a la princesa de los ojos ciegos. He sido desterrado, humillado, despojado de mi riqueza. Ahora emprendo conquistas en nuevas tierras, y te ofrezco lo único que me queda: mi vida»

En la hoja de dedicatorias, cada ejemplar de la novela tenía escrito a mano, en bella caligrafía: "Por favor, perdóname. Búscame"

Jungkook leyó ese libro de principio a fin tres veces antes de poder tomar una resolución definitiva. Luego de decidir lo que haría, lo leyó una vez más, tomando notas de los lugares en los que ocurrían los acontecimientos dentro de la historia, para descubrir y descifrar por fin el mensaje oculto que en sus letras se escondía: la ubicación actual de su príncipe.

Ahora eran libres de amarse.

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