Capítulo2/Nosotros2/2
Emily:
"¿Será normal tomar un arma a tan corta edad?"
Solo tenía quince años cuando mi madre me llevo a la primera misión. Mis manos temblaban a cada segundo, dudaba de mí misma por completo. Mire a mi madre asustada.
"Si matar es un pecado ¿por qué yo debo seguirlo?"
Debía caminar a través de un bosque frio, mi pecho dolía, trataba de no sentir culpa.
—Emily, esta será tu primera misión como cazadora, debes dispararle a una bestia de ojos rojos. —Dijo mi madre.
"Ella era una cazadora, cuyo objetivo es deshacerse de criaturas que hacen daño."
—¿Y si tienen mi edad? —pregunte.
—Son responsables de asesinar a un grupo de cazadores, tú primera vez será confuso, pero luego será más fácil disparar —ella movió mi mano, sé veía seria—. Si no lo haces, nunca te vas a acostumbrar.
—¿Ellos siguen con vida? ¿las criaturas?
—No tienen alma, una vez que eres un vampiro, los consideran muertos vivientes.
—¿Y si...
—Pero nada, ya los encontré
—... ¿son niños?
Lejos de ambas, vi a un grupo de cuatro niños frente a un lago: con su ropa semi quemada, sangre seca en sus rostros, uno de ellos llevaba un peluche de color blanco, un joven de lentes se limpiaba el rostro con una tela y la sumergió en el agua.
—Nos falta poco para volver a casa, ánimo —dijo uno de chaqueta color azul, se veía amable a simple vista; vi a mi madre seria, su mirada lo decía todo.
—Dispara, a esta distancia le llegará a uno.
"No entres en pánico, será un solo disparo. No quiero hacer esto, se ven cansados"
—Niña, uno de ellos es responsable de cortar en pedazos a tu padre, no son buenos -volvió a repetir mi madre.
—No me lo recuerdes, es doloroso —susurré.
Tomé el arma con fuerza, disparé cerca del pecho a uno de ellos: chaqueta de color negro, usaba un collar de plata.
"Lo siento"
Esta vez, los chicos se miraron asustados. Disparé unas pocas veces sin darle a ninguno
—¡Lic.!, resiste —grito el chico más alto.
—Bien hecho—contestó ella, luego se escucharon varios disparos, abrí mis ojos con cuidado. No veía a nadie—. Buen trabajo, le diste a uno.
"Mi madre era una cazadora, su trabajo es capturar y asesinar a bestias de ojos carmesí".
Tres años después.
Pese al tiempo, la culpa aun me invadía. Mi cuerpo volvía a temblar; mis diecisiete años se enfocaban en ver la gravedad de lo que había hecho.
"Maté a alguien". ¿Todo bien?, ¿se sintió bien?"
—No eres mala, sólo eras una niña —susurré para mí misma. Aún no entraba a la escuela de verano. Una multitud de estudiantes se dirigían a la entrada con sus mochilas de tela—. Estarás bien, no eres mala.
De pronto, mi amiga Kathy me saco de mis pensamientos:
—No entiendo por qué tu madre no te envía con un especialista, nunca te veo en paz—aquella chica tenía el cabello corto, vestía un pantalón negro—. Eso fue hace años, no estás maldita.
—¿Y si lo fuera? Esos chicos se veían cansados.
—¿Puedes cambiarlo?
—¿Eh?
—¿Puedes cambiarlo? Eso ya pasó, mira a tu alrededor —se acerco un poco a mí—, estas en el presente, en una escuela nueva, no en un bosque.
—¿Dices que viva?
—Si, por favor.
Respiré con calma, sostuve mi mochila con una mano antes de entrar a clases. Entre despacio saludando a la profesora, ella miro raro unos segundos, quizás por mi mochila de rosas, o por mi cabello largo y desordenado.
—Buenos días, cierra la puerta cuando entres —contestó ella.
Caminé rápido hasta unas mesas vacías, me sorprendió la poca cantidad de estudiantes, con suerte seriamos diez, la puerta se abrió, dejando entrar a cuatro chicos, el más pequeño tenía su cabello rubio, él hablo primero:
—¿Llego tarde? —cuestiono. Juraría que tenía menos edad que yo; en su cabeza llevaba un peluche de color blanco, era un conejo—. ¡Buenos días! ¡Un dulce para usted! —saludo feliz, tan alegre que no parecía un joven de diecisiete años.
—Deja de hacer eso, a los chicos no les interesan los dulces —le dijo otro chico de camisa color azul, su cabello era castaño claro; llevaba un collar muy particular, con la forma de un infinito.
"Ese collar, siento que lo eh visto antes"
—¿Estudiantes nuevos? —nos dio una leve mirada, aquel estudiante del collar.
—Un chico que usa el collar de un infinito no es común, no esta moda —mi amiga se sentaba a mi lado, murmuro.
—Solo es un collar.
—¿Y ese peluche? No es un niño—dijo ella.
Miré el conejito de ese chico, él me miro con sus ojos celestes, algo que me asustó un poco.
"¿Se dio cuenta? No lo mire".
—Profesora, me gustaría participar con mis nuevas compañeras. Este año habrá competencias. — "¿Qué le pasa?". El mismo pequeño de ojos azules le hablo a la profesora— ¿Quiénes son las nuevas?
—Siyu, enfócate en que lo debes estudiar.
—Sí, maestra.
Pasaron los segundos, los minutos. Los dedos de la profesora dejaron la tiza en su mesilla de color café. Ordenó que las clases habían terminado, quería comer algo dulce, y poder salir lo más rápido posible de ahí. Cuando salimos al patio, nos dirigimos a los comedores.
—No pongas esa cara en clases. Emily -me aconsejo mi amiga.
—Ese mocoso no tenía buena pinta, ¿serán sus ojos?, ¿su conejo? No me agradan.
—No lo conoces aún, nadie sabe que ocurre por su mente—Kathy entró a la cocina, se sirvió un tazón de yogurt con cereales
"¿Estarán envenenado? No seas tonta"
—¿Por qué miras mi plato?
—Perdona, sospecho que tiene algo—Al tomar mi tazón, fijo la cuchara en el yogurt, no tiene una textura ni aroma extraño—No me siento bien, ni siquiera entiendo por qué tengo que estar aquí
—Porque nuestros padres desean que seamos igual que ellos, sí en esta escuela hay vampiros
—Exterminarlos.
A mi lado paso un chico de cabello negro, lleva una chaqueta de cuadro color gris, en su muñeca derecha lleva una pulsera de plata. Giré mi cabeza a mi tazón de yogurt y comí un bocado, frente de mí se sienta una chica de cabello rubio, lleva coletas, accesorios y dulces en su cabello
—¿Eres nueva? —Sonrió un poco—Un gusto
—Por curiosidad ¿conoces al chico rubio?
—No me suena, sé más específica
—Ojos celeste, un conejito de peluche—La chica me mira sorprendida, luego ríe un poco golpeando la mesa—¿Él, que tiene? Lleva a mi conejito, jugamos a los ositos y canta la canción de los helados
—¿Qué es tan gracioso?
—Cómo lo describes, se nota que lo han mirado mucho y eso—De su cabello saco un dulce pequeño, este lo mastica un poco seria—Es molesto
—¿Son hermanos? —Kathy pregunta
—Amigos de infancia, hemos pasado por mucho., Ustedes son de la escuela? Cada año algunos estudiantes se van
—No, mi padre trabaja, así que, no puedo quedarme sola en casa
—Mi mamá me deja esconder dulces en mi cabello, es divertido —La chica de cabello rubio terminó de comer su yogurt, se fue de la cocina con una sonrisa extraña
—¿Quién era? Esconder dulces dentro del cabello es raro—Dijo Kathy, se levanta de su silla y camina a las mesillas de los platos, la seguí fuera de la cocina
—Y luego alguien nos disparó, esa mujer estaba mal de la cabeza —A mi espaladas alguien hablo, vi a la chica de cabello rubio conversar con dos jóvenes —¿te imaginas el miedo? Una bala le llego a Lic.
"¿Lic? ¿ese nombre?"
—Lo maté —Susurré, di pasos hacia atrás, la chica de cabello rubio tiene el mismo peluche de aquella noche
—Ya me acorde, dicen que ella se junta con el esos chicos y que habla con su peluche maldito —Kathy menciona, observo a cada joven con atención hasta que uno que usa lente me ve
—¿Hola? ¿a que buscas? —la pregunta, no conteste viendo a uno de los chicos durmiendo, chaqueta oscura, cabello negro
"¡Es el, yo le dispare!"
—Te estoy hablando —mi amiga me mira de frente
—Esta allá, está...
Mis manos no reaccionan, apenas lo vi, salí corriendo hacia el baño de mujeres, mi amiga me sigue rápido, cerré la puerta con llave antes que entrara, no quiero me vea, nadie
—¡Emily! —Cierro mis ojos, tapo mis oídos usando ambas manos, ese chico. No lo entiendo, ésa bala le llego a su pecho, era de plata, no era humano
"Mierda!"
—Yo le disparé! —Grite, me arrodille al suelo sintiendo que no puedo respirar bien, mis ojos se ven irritados, escuchó las voces de Kathy, las manos de mis compañeras que intentan abrir las puertas del baño sin éxito
—Mataste a alguien, ya supéralo —Las voces de mi madre, abro mis ojos viendo las llaves que gotean, no puedo superar algo como esto
"Mama, lo siento. Siento emociones "Pensé
—Por favor, abre la puerta. Prometo no odiarte —ella intenta convencerme, estoy de pie, abrir la puerta o no —somos amigas.
—Está bien, te contare —Abrí la puerta lento, algunas estudiantes me miran asustada, incluyendo a Kathy, debe sospechar que me sucede
Lic:
La directora nos habla a escondidas dentro del salón de música, ella deja mi espada y el hacha de Siyu dentro de una caja, a ambos nos advierte que las armas son peligrosas
—A veces los inspectores revisan las mochilas de los estudiantes, no pueden entrar con armas—Mira a Siyu—Debes entregarme a tu conejo, sí alguien lo lastima, tendrás heridas
—No...
—Estamos en una escuela ¿para qué un arma?
—¿Y sí nos atacan cazadores o hombres lobos? Lo siento. Me rehusó
—...no puedo invocar armas sin Billy —Siyu le da un abrazo a su conejo de peluche
—Billy puede ser peligroso, leí los informes de cada estudiante, nadie es un cazador
—¿Y sí mienten? Los humanos mienten, se equivocan, lastiman—Lacda, mi compañero abrió la puerta del salón —No podemos confiarnos así de la nada
—Cierto, en su registro pueden escribir algo erróneo—Sacudo mi cabello, me pregunto quién será un cazador ¿alguien nos haría daño a propósito?
—Podríamos quedarnos en cada, si es peligroso esto—El más pequeño de nosotros se aleja un poco—Hasta ahora, nadie sabe lo que somos
—Se trata también de ti, el accidente del incendio y esos chicos sin cabeza—La directora mira a Siyu
—No volverá a pasar, puedo estar una semana sin sangre que beber—Él contesta seguro, lo dudo, su sed no funciona de la misma manera que nosotros
—El intento vale, cierto es—El chico de lentes crea una ilusión dónde estamos rodeados de humanos—Que nuestro alimento estará frente de nuestras narices
—¿Otra opción? —La directora pregunta—Lacda, sin ninguno de ustedes no continúa la escuela, será sospechoso
—Nos verán vivir una vida normal, ir a clases, comer, hacer deportes —Dije
—¿Puedo crear un plan? —Lacda, mi compañero más listo cerró sus ojos, en la pizarra se ve un pasillo y dos estudiantes corriendo de sombras—Según los resultados, podemos resolver quienes son humanos y cazador
—Un humano saldría de miedo, un cazador usaría un arma y un vampiro atacaría
—Correcto, la idea es encontrar a los cazadores.
—La, la idea parece arriesgada—Siyu juega con las manitos de su peluche—Pueden sospechar
—Los estudiantes se enfrentarán a ilusiones, no a nadie en específico
—Estoy en acuerdo.
***
Los primeros resultados fueron en vano, la directora intervino en las clases, nadie estaba en los pasillos excepto los chicos de prueba
—Siyu, es tu turno—Dentro de los casilleros veo a dos chicas entrar a los pasillos con las raquetas de tenis. Frente de ellas apareció un conejo vampiro
—¿Y eso? —Dudó la chica, ve al conejito con cuidado, nota que sus ojos son rojo sangre al igual que sus colmillos
—¿Estará maldito? —Su compañera dudó, sé ve intranquila. Carga a Billy con sus brazos
"Siyu, ahora"
—Si. —Siyu cerró sus con fuerza, el conejo soltó un grito torciendo su cuello, este empujó a la chica al suelo—¡Dame tu alma! —Su voz se escuchó a través de Billy, la chica apretó sus manos unos segundos
—¡No jodas! —Alega ella enojada, su compañera le ayuda a levantarse—Consigue otra alma, demonio
—No comerás pastel, un ratón te verá—Billy saltó a su cabello, ella intenta quitárselo hasta que su amiga lo toma de sus orejas y lo tira al suelo, este vomita ojos de rana — ¡Una maldición les caerá!
—Vámonos, alguien debe saberlo—Ella sale del pasillo corriendo, lo más probable es que no le crean
—Buen trabajo—Susurro, caminamos rápido hasta el pasillo derecho—¿Invitamos a alguien más?
—Según la directora, son doce estudiantes en nuestro curso, cada sala de clase tiene menos de doce estudiantes
—¿Creen que exagero? —Mi compañero Siyu le da un abrazo a Billy—Intenté no usar la violencia, creo que me equivoqué
—Su reacción fue valida, no es una cazadora.
—No tenía un arma, ninguna cruz que le ayudará con algo maldito, fuera de la lista de sospechosa
—¡No es una broma!¡tienes que creerme! —Alguien grito, suben las escaleras lento
—Se acercan personas. —Lacda nos mira
—A sus lugares—Dije, entramos a la sala de música, esta tiene una ventana pequeña
—¿Lo ven? —La estudiante anterior entró al pasillo con dos chicas a su lado: una de cabello café oscuro y desordenado, otra chica de cabello corto
—El pasillo está vacío —Dijo la chica de cabello corto
—El conejo—Su compañera se ve enojada—¡había un conejo poseído!, tenía colmillos
—¿Colmillos? —La joven de cabello desordenado ríe un poco, esa voz me da curiosidad—Ni que fuera un vampiro, están extintos
"eso dolió"
—Emily, no es la primera alumna que menciona a un conejo maldito—Su amiga la mira
—Sí estuviera maldito, no se resistiría a esto—Emily de su bolsillo saca un frasco de vidrio trasparente, este lo tira al suelo con fuerza, no pude evitar que mis colmillos crecieran, es un líquido que huele dulce con un toque amargo —Sangre.
—¿¡Estás loca?!—Su compañera se aleja de ella enfadada—¿Por qué llevas eso? Es asqueroso
—No veo a ningún conejo, sí hubiera algo maldito—Emily cruza sus brazos—Ya hubiera aparecido, esa voz
"¿La abre escuchado antes?"
Cierro mis ojos, tapo mi boca aguatando la sed, el instinto de saltar a ese liquido esparramado. Abro mis ojos, ya no veo a nadie, solo una sombra de color negro que sonríe, esa mirada. No otra vez
—Nada te impide saltar hacia una de las chicas —la sombra se ríe, camina hacia mí con cadenas que lo atan —Déjame ir
—Sera diferente, no atacare a nadie
—Alguien nos asesinó —La sombra desaparece dejando un dolor en mi pecho, intento abrir volver a la realidad en vano
"ayuda"
—¡Hey! despierta —Escucho un susurro fuerte, detrás de mi veo a dos sombras altas. Cierro mis ojos con fuerza y al abrirlo veo a mis amigos, Lacda y Siyu que me miran preocupados —Estabas hablando solo, las chicas ya se fueron
—Limpien eso, por favor
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