Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

32. ¿Qué ha pasado con él?

Luego de despedirme de Ian y volver a mi trabajo, no pude concentrarme mucho que digamos el resto de la tarde: primero porque aún seguía dándome vueltas la cabeza intentando encontrar un lazo que uniera el hecho de que fuera Max el que estuviera enterrado en lugar de Jeremy.

Entendía por qué Ian no lo hallaba raro; era ilógico que lo relacionara porque no había ninguna conexión. Jeremy era amigo de Max, y Max trabajaba... para el juez.

¡Arg! Chillo estresada, pensando que si hubiera una evidencia contundente que conectara a ambos y a Natalie, cabría la posibilidad de que exhumaran el cuerpo para comprobarlo; pero es imposible que deje que desentierren el supuesto cuerpo de Jeremy tan fácilmente.

―¡Maldita bruja! ―farfullo enojada.

Si realmente amara a su hijo haría lo posible para verlo feliz, no lo haría desgraciado. Sim embargo, a su modo, Jeremy ha cumplido sus sueños en la piel de Andrew. Ha logrado hacer todo lo que deseaba, se ha convertido en el fotógrafo que quería; pero, no lo siente en su propia piel. Y pensando en él, pongo a un lado los papeles urgentes de Barret y cierro todo lo demás. Tomo mi teléfono y miro que falta poco para las cinco. Mi hora de salir.

Me levanto y tomo las carpetas para llevarlas a la oficina de Barret, y al salir me fijo en que la oficina de Andrew continúa cerrada. Tampoco se ha comunicado conmigo y eso me entristece, me hace sentir como si algo malo hubiera pasado en el poco tiempo que no nos hemos visto. Me animo pensando que quizás está muy ocupado y en vez de sentirme triste imaginando lo peor debería ser quien le llamara.

Meditando en eso toco la puerta de Barret y entro luego de que me indica que entre.

―Terminé con estos. Lamento la demora, casi no pude concentrarme ―digo sincera.

Siento que Barret es alguien con quien se puede hablar con sinceridad.

―No te preocupes, lo bueno es que ya están listos los que necesito.

―Sí ―murmuro, y no puedo evitar suspirar.

―¿Sucede algo, Emily? ―Barret no pasa desapercibido mi decaída expresión.

―Nada, creo que estoy algo cansada.

―¿¡Cansada!? ―resopla con humor―. Déjame decir eso a mí que soy más viejo que tú ―añade con el mismo halo de humor.

Eso me hace sonreír.

―Lo siento. No debería estar quejándome.

―No te disculpes. Tampoco te estoy regañando; supongo que la juventud también tiene derecho a agotarse ―repone comedido.

―Vaya que sí ―admito pensativa―. Será mejor que me vaya ―agrego saliendo de mi trance.

―Gracias por tu buen trabajo, Emily. Realmente me lo estás haciendo más fácil ―dice con tono amable y algo que se me antoja es agradecimiento después de lo de esta mañana.

―Para eso me contrató ―digo con divertido sarcasmo.

―Espero no te aburras con nosotros. Odiaría que también te fueras.

―No, por supuesto que no, me agrada aquí; así que gracias por insistir que me quedara. ―Un momento―; ¿pero, por qué lo dice?

―Bueno, esperaba que Andrew se quedara más tiempo y eso no va a pasar.

Eso que ha dicho tampoco lo esperaba; ¿acaso era lo que estaba presintiendo?; pero no puede ser. Jeremy no puede irse. No puede. No ahora que parece haber una luz de esperanza para aclararlo todo.

―¿Cuándo dijo eso? ―pregunto intentando mantener la calma.

Necesito saberlo; pero no puedo mostrarme desesperada.

―Esta mañana antes de irse. Dijo que no podía quedarse los seis meses, que le surgió algo mejor; y que no me preocupara que entregaría el proyecto lo antes posible. Es por eso por lo que no lo verás mucho esta semana.

―¿Cuando dijo que se iba?

―Al finalizar la próxima semana. Es una pena, sobre todo contigo, los he visto llevársela mucho mejor, y es extraño, pero pese a su parecido lo estas llevando bien.

―Pero no puede hacerlo. ¡Tienen un contrato! ―me quejo como si estuviera defendiendo los intereses de Barret.

En el fondo eran los míos propios. Todo esto me estaba doliendo y arrugando el corazón; y más porque no me había dicho nada.

―Sí puede. ―La firme aseveración de Barret termina de sacudirme―. Mi oferta fue tentativa desde un principio. La concretaríamos si decidía aceptarla. Por lo visto, no fue así.

Me sentí herida por las palabras de Barret; pero no podía culparlo. Tal vez, solo debería culparme a mí misma. ¿Pero que pudo haber cambiado en unas horas? Me cuestiono. Entonces recuerdo que él iba a hablar con Michelle, y solo Dios sabe lo que ella pudo decirle.

Me despido de Barret, salgo apurada y voy a mi oficina. Tomo el teléfono y marco a Jeremy con premura. Mis dedos tiemblan de solo pensar que contestará y confirmará lo dicho por Barret. Espero impaciente, y casi se cuelga cuando por fin contesta.

―Hola, Emily ―contesta con sequedad―. Ando un poco ocupado aquí. ¿Que necesitas? ―Su forma poco amable de hablarme me deja helada―. Emily, podrías apurarte.

¿Qué ha pasado con él?

―¿Cuándo pensabas decirme que te ibas a marchar? ―cuestiono sin demora.

Un pesado e incómodo silencio se hace al otro lado. Si no escuchara su agitada respiración. Habría pensado que la línea estaba muerta, casi como mis nuevas esperanzas.

―¿Quién te dijo eso? ―increpa.

―¡Barret me lo acaba de decir! ―mascullo con histeria.

―¡Demonios! ―Maldice al otro lado.

―Entonces es cierto. ―Ni siquiera me sorprendo. Me siento traicionada por su silencio―. ¡Dímelo! ―exijo.

―Sí ―exhala profundo―. Pero no iba a escondértelo. Pensaba hablarlo contigo porque quiero que vengas conmigo.

―¿¡Qué!?

―Lo que acabas de oír. Quiero sacarte de ese lugar que solo te hace daño. Necesitas salir de allí. Solo así dejarás de lado tú obsesión por Jeremy.

―Jer... Andrew tú no entiendes. No es ninguna obsesión...

―Ves, sigues confundiéndome. ―Me corta―. Si sigues allí jamás dejarás que mi primo descanse en paz. No crees que ya es suficiente. Me gustas, y creo que enloquecí pidiéndote esto; pero si quieres estar a mi lado, ven conmigo. Piénsalo, tienes hasta la otra semana.

Andrew cuelga luego de darme ese ultimátum. Aprieto el teléfono contra mi pecho mientras las lágrimas caen por mis mejillas. Qué más quisiera que irme con él y dejar atrás todo; pero no así. No puedo abandonar ahora que estoy más cerca de descubrir la verdad. Mi teléfono suena nuevamente dándome un susto, me calmo al ver que es un mensaje de Cheryl avisando que está esperándome. Me seco las lágrimas con el dorso de mi mano, recojo mis cosas y sin perder más tiempo me voy de allí con la firme idea en mi cabeza de que tengo que hacer algo urgente.

Me apresuro, ahora más que nada tengo que hablar con Phi, y con Cheryl. Que Jeremy esté vivo sigue siendo un mito para ambas, y tengo que hacerles entender como sea todo lo contrario. Pero me apena enormemente que se descubra que la persona que está enterrada en su lugar sea Max, y pensándolo bien no tiene sentido, aunque todavía es solo una horrorosa suposición en mi cabeza.

∞∞∞

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro