30. ¿Alguna vez le correspondiste?
Besos que surcan toda mi espalda me hace abrir los ojos y estremecer todo mi cuerpo calentándome sin remedio. Es Andrew que se ha levantado bastante hiperactivo. No cesa de besar y lamerme bajando por mi columna hasta llegar a mi espalda baja. Me estremezco de nuevo cuando su lengua hurga entre mis pliegues. Me ruborizo al extremo con el sorpresivo ataque.
―Jeremy, no ―jadeo excitada, seguido me arrepiento al abrir los ojos, pero eso es suficiente error para que se detenga y se haga a un lado sentándose en el borde algo decepcionado―. Lo siento... aún estaba dormida.
―Vale ―masculla.
―Andrew, de verdad lo siento.
―¿Estabas soñando con él?
―¡No, claro que no! Es solo que a veces no puedo evitarlo. ―Me excuso, aunque sé que en este momento no es para nada válida.
He cometido el odioso error de llamarlo por el nombre de otro hombre. Y no vale que ambos sean el mismo.
―Supongo que tendré que esforzarme para que ahora pronuncies el mío hasta en tus sueños ―declara luego de un tedioso silencio.
No puedo evitar que me haga gracia.
―No hace falta. Soy yo la que debe hacerlo ―asumo mi falta
―Acepto; pero tendrás que compensarme en la ducha ―murmura tomándome del brazo y echándome sobre su hombro como si no pasara nada.
Rompo en carcajadas por lo cómico de la acción, viendo desde donde me tiene cargada como hace el intento por meternos a ambos a su ducha.
―¿Ahorraremos agua? ―me mofo de su iniciativa cuando logra su cometido y tengo mis pies firmes sobre la baldosa.
―Y tendremos mucho sexo bajo la ducha, ¿qué te parece?
―Interesante, pero no tenemos mucho tiempo ―mascullo con humor.
―Ya verás ―amenaza, seguido actúa llevándome sobre los azulejos, besándome con un ímpetu atronador.
No me quejo, el sexo bajo a el agua de la ducha no solo se lleva el sudor de nuestros cuerpos, también el mal ambiente que no puedo evitar hacer por no ser cuidadosa con lo que pienso.
―Hoy veré a Ian ―comento algo que no puedo seguir evitando.
No me hace sentir bien por lo mucho que significa para mí, pero es algo que no tiene reversa. Jamás voy a querer a Ian y no es justo que siga aferrado algo que nunca pasará. Le quiero, es imposible no hacerlo después de estar a mi lado soportando y ayudándome, pero no es de la forma en que él se merece. Para mí siempre será ese amigo en el que puedes apoyarte y hará lo posible por cuidarte, y hasta salvarte si es necesario. Suspiro hondo, pero ya es tiempo de acabar una relación que jamás prosperará entre nosotros.
Andrew nota mi congoja, toma mi mano y besa mis nudillos con ternura. Ambos ya nos encontramos vestidos. Yo con mi atuendo del día anterior, y él con uno limpio y bastante casual.
―No te niego que eso me hace feliz; pero, si queremos que esto funcione debes decirle cuanto antes. No quiero compartirte con nadie más.
Eso suena egoísta, pero yo también lo soy. Jeremy siempre ha estado por encima de todo.
―Romperé su corazón, ¿sabes? ―exhalo abrumada.
―¿Alguna vez le correspondiste? ―pregunta. Lo medito y niego varias veces, para afirmar mi posición―. ¿Nunca te acostaste con él?
Su cuestionamiento no me sorprende. Ya era extraño que no me preguntara sobre eso.
―No ―respondo la verdad, y no puedo evitar avergonzarme por la verdadera razón por la que nunca pude corresponderle a Ian―. No pude.
No miento al respecto.
―Vaya, entonces debo sentirme afortunado ―bufa con diversión.
―Andrew...
―Habla con él, que yo haré lo mismo con Michelle.
¿Michelle?
―¿La verás? ―No puedo evitar sentir una punzada de celos al escuchar su nombre.
Jeremy siempre sintió admiración por ella, no me extraña que siga haciendo. Y no me agrada ser consciente de que tuvieron algo más allá de la admiración.
―Tengo que cerrar ese tema con ella, además que, a diferencia tuya, no puedo decir que no me he acostado con ella. Espero que eso no te haga sentir mal.
La verdad es que sí, pero niego con mi cabeza, porque este es un nuevo Jeremy y uno que no me conocía―. Al igual que tú, creo que también le he roto el corazón. ―Sonríe y por primera vez se le nota avergonzado.
―Supongo que sí.
―Seguro no te agrada que me vea con ella, pero ten en cuenta que tampoco me gusta que vayas a verte con ese tal Ian, sin embargo, es necesario.
―Creo que sí ―murmuro bajo, pensando que ninguna de las dos cosas me agrada; sin embargo, tiene razón, es necesario.
Ian no se merece que le haga daño. No después de todo lo que me ha aguantado. Se merece ser feliz con alguien que lo valore de verdad. En cambio, Michelle, me siento bruja, pero no tengo remordimientos por ella. Algo me dice que ella sabe más de lo que aparenta y no me extrañaría que sepa realmente la verdad sobre Andrew Jeremy Ross.
No le doy más vueltas, todavía debo ir a casa y cambiarme de ropa y de paso enfrentarme con el escrutinio de Cheryl. Me despido con un beso largo y cargado antes de salir de su ático con la promesa de vernos después. Solo espero que a ambos nos vaya bien; sobre todo a mí. Aun no me encuentro con Ian y ya me siento fatal por lo que voy a decirle. Me siento doblemente bruja, pero es lo mejor.
Lo siento mucho, Ian por romper de forma vil tú corazón... susurro mientras me encamino hacia el ascensor.
∞∞∞
Jelou!! No sé si lo han notado quienes ya la leyeron cuando la publiqué, pero he ehcho algunos cambios en la narración, sobre todo en la coherencia y que bueno. Espero que les siga gustando, porque la historia en esencia es la misma. Un abrazo de feliz año y que lo pasen bonito con sus familias.
Gracias por leer! Seguimos con el resto en año nuevo.
PD: Coincidencialmente los últimos capítulos que he estado resubiendo los escribí para un fin de año jejej
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro