Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

4

De pronto salió al balcón un tipo que rápidamente reconocí, para mi desgracia, iba vestido lo más parecidamente a los reyes hindúes antiguos. Algo en sus ojos me congeló, pues miraba con odio y desprecio, pero al mismo tiempo ¿sin ninguna emoción? Es difícil de describir, como ver a los ojos de un animal con inteligencia, es raro y complicado, así que ahí se las dejo.

Paseó la mirada por la plaza y de nuevo la voz de Renover se escuchó.

–Estamos por aquí, ¿ya ves? La traje como prometí, ven a saludar.

Cuando la mirada de Bernan se topó con la mía, cambió radicalmente, sus ojos brillaron y mutaron de color; una sonrisa se dibujó en su rostro, mostrando su linda dentadura. Bajó desde tan alto con un solo salto, todos los presentes al ver su actitud comenzaron a hablar entre sí, pero él los ignoró y avanzó por el sendero que iban creando a su paso.

–Príncipe, he recibido la invitación para que viniera, al parecer ha aceptado el compromiso conmigo –fue lo que dijo la señorita de rosa, que hacía un momento me había hecho caer. Hizo una reverencia coqueteando con sus pestañas.

Él también la ignoró por completo e incluso la empujó para quedar a corta distancia de mí.

–Allet, querida mía –ante estas palabras un gran "oh" recorrió a la multitud.

No aguanté más, lo miré fieramente y dije, con mucho enojo reprimido, todo de un solo jalón.

– ¡¿Cómo te atreves a hablarme después de lo que me hiciste antes de venir aquí?!

Él me miró sorprendido y parpadeó algunas veces, luego habló mientras se rascaba la nuca, mirando a otro lado, todos los demás se asombraron de que yo pudiera hablarle así a su querido príncipe.

–Es que la droga ya comenzaba a hacer efecto, y bueno, estabas medio dormida, y tan cerca, y... y... –dijo deteniéndose en cada coma, diciéndolo con cierto tonito. Pero no continuó dándome detalles, sino que me levantó, cargándome como princesa y de un brinco regresó al balcón.

Le tengo miedo a las alturas así que no tuve más remedio que sujetarme muy fuerte a su cuello, aun cuando habíamos llegado a tierra firme, me pegué más ya que el miedo de caer era más grande que mi enojo por el beso.

Estábamos en el balcón, y no tuve fuerzas suficientes en mi estómago como para decir algo ante las palabras que dijo Bernan, desde ahí, a la multitud. Todo se veía tan pequeño desde aquí así que, cerré los ojos.

–La humana junto a mí, de nombre Allet, ha aceptado ser mi prometida –otro murmullo recorrió a la multitud y la señorita de rosado cayó desmayada. Eso me lo contó un poco después Renover, porque mantuve los ojos cerrados–. Ha sido presentado nuestro compromiso a los humanos, aceptó el anillo y el vestido de mi madre, también ha sido aceptada por mi hermana, la princesa Renover–. Ella hizo una seña–, así que ha venido aquí para celebrar la ceremonia de unión –la gente permaneció en silencio–. Además estamos unidos por un lazo muy fuerte y estamos esperando un hijo–. Casi me suelto al escuchar eso, volteé a verlo horrorizada, al verme me dijo–. Vamos, no mientas, diles.

Y como siempre, en contra de mi voluntad hablé con cuidado de no escupir las palabras.

–Todo lo anterior es verdad –afirmarlo casi me mata.

¿Qué estaba ocurriendo?

–Solo quise hacer la presentación a los demás demonios y con esto, rechazar las demás proposiciones –ninguno de los demonios en la plaza respondió–. Eso es todo, por favor, regresen a sus actividades diarias.

Habló siempre con una sonrisa, mientras que estaba asustada, tanto por la gran altura como la afirmación de que ¡esperábamos a un hijo! Él solo tuvo que empujarme un poco para hacerme caminar y obligarme a entrar a la habitación que estaba detrás de nosotros.

Era un lugar decorado completamente de dorado, podía sentir el mismo aroma de la mansión, todavía no identifico que es. Bernan me tomó de la mano y condujo por todo el cuarto hasta un sillón alargado donde terminé por sentarme, no había nada como lámparas ni velas pero llegaba una luz que daba paz y tranquilidad.

–Espérame aquí, puedes pedir lo que quieras, dejo que mi hermana se quede contigo para que te explique algunas cosas, vuelvo en unos momentos –se despidió rápidamente.

Dejándome con mis dudas.

Apenas me sentaba cómodamente y él ya estaba yéndose cuando, alguien entró estrepitosamente por otra puerta situada detrás de mí, el ruido de la voz gritando el nombre de mi prometido me hizo dar un brinco que me dejó en el suelo, cosa que al verlo el desconocido se puso a la defensiva.

Ambos nos miramos por unos segundos para retarnos.

– ¡Padre! –dijo con tono severo Bernan–, quedamos en que los iría a buscar, ella todavía no está informada de nada de aquí en adelante. Además, no entres así gritando tan fuerte. ¿No ves como la has asustado?

Me levanté sola, temblando, pero me atreví a mirar a la persona que acababa de entrar.

–Acabo de enterarme por medio de la princesa Aradia que has presentado a esta adorable dama como tu prometida –él también me miraba.

Me le quedé viendo, parecía tener la edad de Bernan. ¿Y era su padre?

–Allet te presento a mi padre, Caín el primer asesino de su mundo.

No hice ninguna expresión.

¿Ese era el terrible primer asesino? ¿El padre de Bernan? ¿Acaso no el Creador le puso una marca para que no lo mataran? Para mi parecía una persona normal.

–Hola, bienvenida al inframundo –dijo con amabilidad y con una sonrisa que de inmediato supe donde había heredado el chico demonio.

–Gracias –fue todo lo que alcancé a decir, ya que una señorita gritaba algo justo por donde había entrado Caín. Mientras se acercaba pude ver que llevaba algo en la cabeza y parecía demasiado alta, poco a poco logré comprender lo que decía, iba gritando:

– ¡Déjenme verla! ¡Déjenme verla! –así hasta que llegó donde estábamos, entrando a la habitación igual de escandalosa. Se adentró con un objetivo en mente, cuando se acercó lo suficiente a mi rostro, lo tomó y lo movió de izquierda a derecha–. ¿Es ella? –preguntó a nadie en específico.

Bernan respondió de inmediato.

–Madre, les dije que me esperaran en el salón, ella todavía no está acostumbrada a sus maneras de actuar.

Ella volteó a verlo con el ceño fruncido para decirle algunas cosas.

– ¿Acaso no es normal que una madre quiera conocer a la prometida de su hijo y más si este, es tan extraño que no ha mostrado interés en ninguna chica y que de pronto llega con la noticia de que se ha comprometido? –estaba exagerando–. ¿Acaso no es normal?

–Es normal que tengas curiosidad o incluso que estés asombrada –hizo ademán de alejarla de mi–, pero no es razón para que tú y papá interrumpan en su habitación gritando tan fuerte –regañó su hijo.

–Cariño –ella se dirigía a Caín–, ¿has hecho lo mismo que yo?

–Esto de... sí.

Ella lo miró con seriedad, de pronto dijeron fuerte y alegremente al mismo tiempo.

– ¡Realmente seguimos siendo el uno para el otro! –tras esto ella lo golpeó diciéndole en un susurró.

– ¿Por qué no me avisaste que ya estaba aquí? ¿No pudiste irme a buscar? ¿Ah?

Él respondía con disculpas. Bernan intentaba calmarlos, pero ellos le ignoraban.

Mientras hablaban me fui a sentar al sillón junto a Renover (que había brincado junto con Bernan y entrado primero que todos), estaba en silencio, se mantenía con los brazos cruzados, los ojos cerrados y la cabeza caída, parecía que dormía. Pero de pronto abrió los ojos.

– ¿Quieres explorar un rato? –parecía muy emocionada y los chicos (el padre y la madre de Bernan parecían tener mi edad) seguían hablando y discutiendo entre sí.

– ¿Quieres mostrarme? –nos levantamos sin hacer ruido para irnos.

La puerta seguía abierta, por lo que fue fácil escapar. Fuimos por a un largo y ancho pasillo, parecía no tener fin, a sus lados había muchas puertas. Renover caminaba entre ellas sin acercarse a ninguna, caminamos un rato hasta que, sin darme cuenta, el pasillo terminó bifurcándose en dos pasillos. Uno a la izquierda y otro a la derecha.

Ella se quedó en el medio y me susurró.

–Seguramente Bernan y los demás ya se han dado cuenta, no me dejaran hacer lo que tengo en mente, por eso te pido que colabores con todo.

Asentí con la cabeza, realmente quería irme para mirar por todos lados, tenía mucha curiosidad por conocer los alrededores.

–Tienes que guardar en secreto lo que te voy a decir ahora mismo–. Volví a asentir con la cabeza–. Bien, este no es un muro común y corriente –señaló hacía el. Personalmente, lo veía muy normal–. Lo que hay detrás es una habitación que nadie más conoce, no puedes decirle a nadie de esto. ¿Entendido?

Asentí por tercera vez.

–Bien, ahora la abriré –tras empujar un poco la pared, con una piedra de pequeño tamaño, entramos a una habitación oscura. La puerta se iba cerrando y con ella la luz que entraba se perdía. Mientras se cerraba escuché la voz de Bernan a mis espaldas.

– ¿Allet? ¿Renover? ¿Qué rayos están haciendo?

Cuando volteé a ver ya no había rastros de luz en el cuarto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro