Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4: Enigma sin resolver

Todo en el hospital fue terrible. Al parecer, por la espera, me dio gangrena por lo que me tuvieron que amputar la pierna. Lo bueno es que me pusieron una pierna ortopédica, lo que hace que casi no se note la ausencia de mi verdadera pierna.

En cuanto a mi mamá, ella fue enyesada y suponen que estará así unos 5 meses por la falta de calcio.

Willy nos ha avisado que habrá una reunión secreta en su casa a medianoche, dice que discutiremos temas sobre los extraños sucesos que han ocurrido. He prometido estar ahí.

Agradezco que, durante todos los remezones e idas al hospital, no nos hayan vuelto a encarcelar los controladores.

Mi padre es el que está más emocionado con esto de la reunión en la casa de Willy, supongo que es porque él siempre ha criticado el sistema que tenemos y siempre ha dicho que la solución a esto es una revolución. Esa idea, sinceramente, me asusta porque obviamente se transformaría en una carnicería y dudo que ganemos, ganarán los que tienen el poder, los que siempre ganan.

Llegamos como siempre con la habitación vacía y nos empezamos a arreglar. Al estar listos, esperamos a que llegue mamá para ir (ella también está invitada). Llega más tarde que de costumbre.

—Disculpen por la demora. Hubo problemas en el trabajo —dice ella al entrar.

Ninguno le contesta.

Ella trabaja en cavar agujeros para encontrar el agua. No creo que sea un trabajo muy complicado, pero siempre que llega tarde dice que hubo problemas en el trabajo. Prefiero creerle; no quiero pelear con ella.

No se demora en arreglarse y alcanzamos a salir a tiempo, antes que los demás ocupantes de la habitación lleguen.

Sé que Willy invitó a personas pobres, entre ciertas edades y que hayan sido encarceladas. Creo que por eso quedé invitada, solo por eso.

Vamos pasando por la Plaza Principal. Se me ocurre mirar al techo. Ya no está esa parte celeste, todo es de cemento. No se demoraron en hacerlo.

Seguimos caminando hasta llegar a la casa de Willy. Sinceramente, envidio su suerte de tener casa y no tener que vivir en una habitación con tantas personas y tener que despertar siempre en la madrugada a darle la medicina al abuelo.

Al llegar a la casa de Willy, tocamos la puerta. Willy nos abre.

—Pasen, pasen, sean bienvenidos —nos dice Willy mientras entramos.

Veo a varias personas ahí, todas saludándonos bien alegres. Me sorprende su cordialidad.

—Tomen asiento donde gusten —dice Willy cuando ya nos hemos saludado todos.

Mi papá y mi mamá se sientan juntos en un gran sofá y yo me siento en el suelo, al lado del sofá.

—Marcela, por favor, no te sientes en el suelo. Eres mi invitada y tienes el derecho de estar cómoda. Mira, ahí —dice señalando varias sillas vacías.

—No, gracias. Prefiero estar aquí —le contesto. Willy asiente y se dirige a cada invitado preguntando si están cómodos o si necesitan algo.

Vuelven a tocar la puerta y Willy va a abrir. Saluda a los invitados con las mismas palabras amables.

Los recién llegados van a los asientos que Willy me había señalado antes y se sientan.

—Supongo que saben porque están aquí —dice Willy delante de todos.

Se escuchan pocos "sí" y muchos "no", incluyendo el mío. Uno de los "sí" es de mi papá, pero no entiendo cómo si no sabemos por qué.

—Bien. Para los que no saben, yo y Esteban —dice Willy señalando a mi papá. Él asiente. Cuando dice su nombre se me abre la boca de asombro— hemos estado investigando todos los extraños sucesos que han estado ocurriendo como ese extraño color celeste en el techo junto con la brisa. Si bien la excusa del superior es convincente, nosotros investigamos igual. No somos fáciles de convencer ni somos personas manipulables, al igual que ustedes al haber estado encarcelados alguna vez en su vida por criticar este sistema. Deben tener rencor

—¡Sí! —gritan todos al unísono, menos yo.

—Investigamos ese extraño color celeste y creemos que eso es realmente un agujero hacia el exterior, que no es una simulación, sino que es real

—Pero ¿cómo? —pregunto, muy sorprendida.

—Bueno, ese momento en el que tú quisiste averiguar qué era y trataste de tocarlo nos despertó la duda, especialmente por reprimirnos. Si hubiera sido una simulación te habrían ignorado. Con Esteban ya habíamos investigado qué era aquello. La noche pasada (en la que ustedes estaban presos) intentamos subir y averiguar que era. Con la guardia baja creímos que sería sencillo, pero en ese momento comenzó el remezón. Creemos que ellos lo causaron, pero no les resultó tan bien. Nancy, mi hija, logró salir durante el remezón y regresar antes de que terminara —dice Willy bastante orgulloso—. ¡Nancy! ¡Diles lo que viste!

Se acerca una joven de mi edad de estatura mediana y mirada baja.

—Bueno. No vi mucho por el remezón, pero logré observar gente, como nosotros, pero con pelos como los de las cejas en la cabeza, todos reunidos alrededor del fuego, muy asustados, creo que por el remezón que también se sentía afuera. El frío era glacial. Uno de ellos se percató de mi presencia por lo que me volví a lanzar en el cada vez más grande agujero —nos dice ella.

—Muchas gracias, Nancy —dice mi papá—. Escuchen, este es mi plan. Por el asunto del remezón pensamos que hay cámaras distribuidas por la ciudad, pero en las casas no

—¿Y en las habitaciones? —pregunto.

—En las habitaciones sí ya que, técnicamente, les pertenece al darte una por trabajar, aunque por suerte no tienen sonido o nos habrían encarcelado antes. En las casas no ya que son una inversión privada por lo que no tienen cómo ni por qué poner cámaras. Escuchen esto que es muy importante: no deben decirle a nadie, ni siquiera a sus familiares sobre esta reunión. Si llegan a saberlo Los Controladores, podrían buscar una manera de eliminarnos como despidiéndonos y que nadie nos contrate y luego haciéndonos ir a La Salida. ¿Alguna pregunta? —dice Willy.

Nadie contesta.

—Prosigue Esteban —dice Willy.

—Bien. Como saben, en las casas no hay cámaras. El plan es hacer un agujero en el techo de alguna casa, hemos elegido esta. Tenemos que cavar hasta llegar arriba. Como pueden notar, aquí también cayó bastante tierra, pero al ser propiedad privada ellos no pudieron poner ese cemento, lo que nos hará la tarea mucho más fácil. Como ustedes son los únicos que sabrán esto, queremos proponerles la idea de que lo hagan con nosotros ¿aceptan? —dice mi papá.

Noto su entusiasmo, y eso me hace pensar en hacerlo, aunque, por un lado, es algo muy arriesgado además de que es probable que nos descubran con el ruido que haremos y, por otro lado, esto podría hacer que sepamos cómo está realmente allí arriba. Esto me deja totalmente confundida.

Escucho a varios de los invitados, por no decir todos menos yo, diciendo que sí aceptan, que los ayudarán mucho. Veo los ojos de papá clavados en mí. Sospecho en lo que está pensando. Seguramente piensa en que lo acompañe, en que este es un momento importante para él y quiere que su hija esté a su lado. O quizás piensa en que soy una decepción y que, de todos modos, tendrá a mi madre a su lado.

—Y tú Marcela ¿aceptas? —pregunta mi padre.

—Claro —le contesto sin pensar. Fue como una respuesta automática, impulsiva. Sé que me arrepentiré.

—Excelente. Todos ayudarán. Empezaremos hoy después del trabajo. Sé que Sofía es la que sale más tarde, así que empezaremos todos antes de que ella llegue y cuando llegue ¡tendremos mucha más ayuda! ¡Esto será magnífico! —dice mi papá, muy entusiasmado.

—¿Quién se ofrece con palas o con alguna cosa que ayude? —pregunta Willy.

—Yo tengo 7 palas —contesta mi papá.

—Muy bien —contesta Willy anotando en una hoja de papel.

—Yo tengo una carretilla —dice un hombre, creo que el papá de Laura, una amiga que tuve.

—Excelente —le contesta Willy volviendo a escribir en la hoja de papel. Él es uno de los pocos que sabe leer, escribir, sumar, restar y todas esas cosas. Él era de los otros, es de los otros, pero ha sido marginado al no ser cruel con sus empleados en el sentido de despedirlos cuando piensan contra esta sociedad, lo que es muy mal visto entre ellos. Creo que por eso mismo ayuda—. Hoy mismo empezaremos

De verdad no me imagino cómo lo haremos. Obviamente, se escucharán palas cavando y ya hay que pensar en donde dejaremos la tierra.

Me asusta la idea de que Los Controladores se den cuenta y nos vuelvan a encarcelar, y que nos vayan a eliminar.

Todos se están poniendo de acuerdo mientras sigo sumida en mis pensamientos, sin el poder de convicción.

En poco tiempo termina la reunión. Todos vamos saliendo muy silenciosamente. Miro la hora en mi celular: las 1:24 am. Me asombra que sea tan tarde y que estén tan tranquilos. Vamos pasando por la Plaza Principal, todos con la cara cubierta para que no nos vean en la cámara de seguridad, a pesar de que nos la cubrimos recién. Pasamos así el camino hasta que cada uno llega a su respectiva habitación.

Al entrar a la nuestra, vemos las luces encendidas y a sus ocupantes despiertos, sentados en su cama.

—¿Por qué llegan tan tarde? —pregunta mi tía, con una expresión de enojo indisimulable.

Mi mamá balbucea sin poder articular una respuesta.

—Estábamos paseando por el lugar —contesta mi papá.

—¿Un paseo de más de una hora? —pregunta mi tía. Se nota que no está convencida de esa respuesta, y no la culpo.

—Sí —asiente mi papá, dando una pequeña sonrisa.

Mi tía nos mira de reojo.

—Bien. Si van a salir, por lo menos avisen que nos preocupamos —dice mi tía.

Dejo escapar un suspiro de alivio al ver que nos creyó.

Todos empiezan a ponerse el pijama y van a dormir. Hago lo mismo.

Mientras duermo pienso en todo lo que se habló en esa reunión, y a la vez empiezo a cuestionar cosas. Si Nancy salió a la superficie terrestre ¿cómo estuvo bien sin su traje antirradiación? Si es que el planeta es habitable, habría dado una vida de trabajo haciendo algo inútil. Eso me enfurece.

¿Cuáles habrán sido esos extraños seres que vio que tienen pelo en la cabeza además de las cejas? Eso parece tan extraño. No me imagino cómo sería tener pelo en la cabeza aparte de las cejas, simplemente me parece repulsivo, extraño y misterioso.

Si la vieron, seguramente la buscarán, y eso se consigue fácilmente cavando. Quizá tenemos por encima del techo a una gran multitud de ellos, o quizás es un lugar solitario y solo hay unos pocos. Tantas dudas tan misteriosas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro