Capítulo 18
Yo aún seguía teniendo dinero en la mayoría de mis cuentas bancarias, poco, pero aún tenía dinero; por lo menos el suficiente para ayudarlo a pagar todo lo que necesitaba. Decidí contratarle una trabajadora doméstica para ayudarle en las tareas del hogar, yo no podía ayudarle (debido a que yo necesitaba un par de meses para recuperarme totalmente del coma del que fui víctima). Gerald no se negó a contratar una trabajadora doméstica (eso si yo la pagaba) porque realmente necesitaba ayuda en la casa a lavar los platos, barres, trapear, limpiar el arenero de Hades; entre otras cosas. Me ofrecí a pagar todas las cosas por todo lo que él había hecho por mí los últimos tres años.
—¿Volverás a hacer musica algún día o serás un One Hit Wonder? —le enfureció mi pregunta, pude notarlo desde el momento en el que me respondió que un "One Hit Wonder" tenía un solo éxito a nivel mundial y él nunca había tenido ni un solo éxito a ese nivel—. De acuerdo, pero no respondiste la pregunta principal; ¿volverás a hacer música algún día?
—He hablado con Jair al respecto y ya no estoy en Universal, me desesperé y dejé la música anunciando un retiro; pero eso ya lo sabes bien y de sobra —su actitud me asustaba; su tono de voz lo hizo aún más porque hablaba con tanta serenidad que daba miedo—. No es queja, pero renuncié a todos mis sueños por y para ti —yo pensé que lo dijo con el afán de hacerme sentir más miserable de lo que ya era en ese momento, pero recordé mi visión y, en ese mundo distópico, Louis habría sido elegido para hacer un comercial y trabajar con marcas; se lo comenté y esperé su respuesta—. Sí, recibí un contrato para una campaña de parte de Coca~Cola, iTunes, Spotify y muchas otras marcas. Sin embargo, no las acepté porque implicaban viajar fuera de México, yo necesitaba estar contigo físicamente para estar ahí en el momento que despertaras; funcionó bien porque sí estuve ahí y no perdí el momento.
—Me siento tan mal por haber sido la razón por que tú dejaras de cantar y dedicarte a tu música —Louis me dijo que, incluso, le pidieron formar parte de una película; pero rechazó el papel por la precariedad del guion (o eso es lo que manifestó cuando me lo estaba contando)—. Si me entero que fue por mí que no fuiste actor, en serio me voy a morir pore me dolerá bastante que yo haya sido el porqué principal de tu suceso.
—Lo cierto es, Richard, que me gustaría decir que fue tu culpa que haya tenido que decidir dejar mi carrera musical —muy en lo profundo de Louis, quería culparme por no poder haber alcanzado sus sueños; muy en lo profundo mío, sabía que sí fue culpa mí que no haya sido actor—. Lo cierto es que pude haberlo hecho, y no lo hice, ¿sabes por qué no lo hice? Porque te amo y para mí tu salud y tu bienestar eran más importantes que cualquier otra cosa; incluida mi carrera.
—¡En serio no puedes ser más idiota! —le grité muy fuerte—. Deja de estar cegado por el amor; debiste tomar todas las oportunidades que te daban, ¿cómo se te ocurre que dejaste todo por lo que alguna vez luchaste gracias a mí? Yo sé que no te estás quejando de lo que me pasó, de igual forma: tú y yo sabemos que sí me culpas de todo lo malo que te pasó; perdiste la oportunidad de grabar una película, no grabaste tu tercer disco ni saliste de gira por mí; ¡Dios! No me alegra, me da muchísima rabia saber que fue mi culpa.
—¡Lo hice por ti, torpe! —había llegado la hora de la gran pelea; ambos la esperábamos—. Tal vez sí me dejé cegar por el amor, no pensaba en mí ya que solo pensé en ti porque te quería volver a tener para mí solito; creí que te habría gustado que haya sacrificado tanto por ti, ahora creo que tienes razón y fui un idiota que solo pensó en sí mismo; lo cual fue muy egoísta de mi parte.
—Es que no debiste descuidar tu trabajo por mí; todos esos sueños que tenías, todos esos planes… ¿qué pasó con ellos? ¿Por que renunciar a todo eso por mí? No uses la excusa de que lo hiciste porque me amas ya que no sería justo para nadie —exploté porque me llenaba de rabia que Louis hubiera elegido estar conmigo antes que seguir sus sueños—. ¿Ya no trabajas en alguna disquera o algo?
—Perdí todos mis contratos, creo que puedo recuperarlos; pero tenemos que irnos de aquí y probar suerte en Estados Unidos —eso era justo lo que me hacía falta; el pobre perdió todo por mi culpa, lo cual no era para nada justo—. Tal vez tenga que empezar desde cero otra vez. Sin embargo, no quiero regresar a casa de mis padres; y sí, por si me lo preguntas: ella le perdonó sus infidelidades, así que ahora están viviendo en compañía allá en Itaville.
—Lo raro es que, en mi sueño, tu mamá se había separado de tu papá y vivía en un departamento cerca de Itaville; se podría decir que era mi vecina, pero yo ya no vivía en Itaville ya que me fui a Suiza —despertó cierta curiosidad en él, es por eso que me preguntó mi historia con Scott—. Créeme cuando te digo que no quieres saber qué es lo que pasaba entre nosotros dos o nuestra historia; pero le llamé «pedazo de mierda» cuando me confesó que era él quien te envió todas esas cartas durante tu último año de preparatoria en Apple White.
—¡Diablos! Sí fue él y aún no sé cómo es que te enteraste si yo nunca te mencioné nada al respecto —¿Louis Gerald lo sabía? ¿Todo este tiempo lo supo y no le comentó nada al respecto?—. Sí pensaba decírtelo, pero fue el mismo día de mi entrevista en televisión nacional y opté por guardarme el secreto un ratito; no te conté porque ya sabemos qué fue lo que pasó después, ¿sabes?
—Supongo que la gente empezó a hacer videos al respecto de qué fue lo que pasó contigo, ¿no es cierto? —me confesó que sí y que, exactamente, eran YouTube shorts; también videos completos en la app, reels de Instagram o Facebook—. ¿Cuál fue la sensación que tuviste al ver ese tipo de contenido; los reels, los shorts de YouTube y los videos completos?
—Fue horrible; una sensación nada bonita, de verdad, incluso hay un video que se llama «De la Fama a la Decadencia: la vida de Gerald Train». Lo más divertido de todo esto es que sí hubo gente que fue a buscarme a mi empleo para pedirme que cantará e hiciera un show —le pregunté si lo hizo—. Claramente no lo hice porque pudieron haberme despedido y yo necesitaba el dinero; para bien o para mal, ya sé que odias el hecho de que lo haya hecho por ti, no pude evitarlo.
Le pedí que empacara sus cosas porque nos nuestra siguiente parada era Nueva York (tenía un departamento ahí), también le pedí que renunciara a ese horrible empleo que, aunque la paga era buena, él odiaba. Fueron bastantes súplicas, accedió después de un reto de rogarle (semanas): además de que no era tan bueno que yo tomara un avión; porque todavía me encontraba bastante sensible, y no había otra forma de llegar a Estados Unidos si no era en avión.
Así que un día llamé a mi piloto, le pedí que fuera por mí y mi novio a México, se sorprendió mucho, me preguntó si estaba bien, lo que me pasó, sí era seguro para mí viajar en avión; todo ese tipo de cosas. tuve que responderle que sí, aunque no quería hablar con mi papá. Supe que papá me diría que volviera a la sede en Suiza, eso me entristeció demasiado porque quería recuperar todo el tiempo perdido entre mi novio y yo.
—¡Pero cuánto tiempo sin verte, Big R! ¡Dios, creciste demasiado! —Tom, mi piloto, me dio una sacudida al tomarme de los hombros; habían sido años sin verlo y, ciertamente, lo extrañaba—. ¿Qué te pasó? Tu novio no dio muchos detalles sobre la razón por que estabas en coma, necesito que me expliques bien qué fue lo que pasó.
—Jugó a ser el valiente y el sonido de un arma disparando lo espantó al grado de provocarle un daño cerebral porque se desmayó, pero se golpeó tan fuerte contra el piso que, literalmente, cayó en coma por un par de semanas; aunque en su percepción de la realidad fueron aproximadamente diez años más o menos, eso fue lo que pasó, Tom —mi novio me ayudó al contarle a mi piloto lo que me había pasado y la razón por la que desaparecí un par de semanas.
—Ya lo oíste, Tom; eso fue lo que pasó en mi percepción tan alterada de la realidad; esa fue la razón por la que desaparecí un par de semanas —me sentí apenado, pero no lo demostré y ni Louis ni Tom se dieron cuenta de lo que pasaba—. ¿Nos podemos ir ya o esperamos a alguien más? Espero que no porque ya quiero regresar a Estados Unidos.
—Ya vámonos, Richard —autoritario, así era como me gustaba que se comportara Louis porque ese era mi hombre—. Antes de que me arrepienta de que no volveré a trabajar ni a dejar mi renuncia ya que esto fue demasiado para mí —solo fueron 3 semanas, ¿tan malo pudo haber sido para él?
—¿Tan malo fue? —no pude evitar preguntar al tiempo que subía mi equipaje (junto con el suyo) a mi jet privado (él solo llevaba a Hades; un hermoso gato para un hermoso joven como lo era Louis)—. No creo que haya sido tan malo como lo haces creer, amor; pero mejor no juzgaré y necesito que me digas qué fue exactamente lo que pasó.
—No fue mucho lo que recibí de mi primer disco y del tour mundial que di; además de que opté por regalarle a Taylor el dinero que se recaudó el día que fue mi telonera; ¿puedes creer que, con tantos años de carrera, haya aceptado ser mi telonera?, es que simplemente no puedo creérmelo —ese era el hombre del que había vivido enamorado por tanto tiempo—. El hospital era muy caro; no te diré cuánto dinero fue, aunque sí puedo decirte que fue mucho. Tenía que trabajar doble, o a veces triple, turno para pagar los gastos, incluso está el álbum "Eclipse"; el cual aún no ha visto la luz del día por estarte cuidando.
«Doble, o a veces triple, turno para pagar los gastos», pensé. ¿Qué clase de monstruo era para haber tenido que arruinarle su vida a mi amado? Necesitaba que Louis recuperara parte de su trabajo; su disco début ya casi no estaba vendiendo como había estado vendiendo al principio. Nunca le contraté a la empleada doméstica porque lo convencí un par de semanas después de haberle planteado la idea de regresar a EEUU.
Ya estando en América del Norte, lo traté como rey; nuestro departamento tenía solo las mejores cosas que cualquiera pudiera pagar porque estaba repleta de lujos. Yo me encargué de cocinarle, lavar su ropa y guardarla en su clóset; había un clóset para él y otro más para mí. Básicamente lo dejé descansar (más o menos porque seguía estando bastante delicado de salud) ya que él hizo demasiado por mí; ¡me salvó la vida! Eso era algo que jamás iba a poder pagárselo ni con todo el dinero del mundo; no porque no quisiera, sino porque era una deuda muy costosa.
—¿Qué tal si ya me dejas buscar un trabajo en una disquera? —¿lo mimé demasiado al grado de tenerlo harto de mí?—. No me gusta tanto ser un inútil y un estorbo en tu casa; como si tuvieras que hacerte cargo de mí —esas palabras me molestaron bastante, ¿él? ¿Un estorbo para mí? ¿Realmente eso era lo que creía siendo un detalle de darle las gracias por haberme salvado la vida? Louis Gerald no podía estar hablando en serio—. No culpes tanto el pasado, ya sabes que lo que pasó no fue más que un accidente y tienes que entender que lo hice por amor; ya sé que cometí un grave error al abandonar todos mis sueños, pero eso no te da derecho a querer arreglarlo todo teniéndome aquí custodiado por ti.
—Justamente estaba pensando que esto es una deuda que jamás podré pagarte ni con todo el dinero del mundo —solo arrugué los labios—. Cuidarme y estar al pendiente de mí no es cualquier cosa, además de hacerte responsable de todos los gastos y no pensar en pedirle a mi familia que pudieran darte un poco de ayuda económica para solventar los gastos en los que te metiste por culpa mía; sé que piensas que fue mi culpa porque sí lo fue.
—Ya no quiero que me lo agradezcas, Richard, por favor —tal vez Louis tenía razón y no era necesario que le dijera lo mucho que le agradecía—. Solo sigamos viviendo como si no hubiera un mañana, ya sabes, como la canción, ¿no? —es que sí era cierto; solo me hacía falta avanzar y superar el pasado en ese mundo inexistente del que fui parte por tres semanas en la vida real; aunque sí fueron años y años; dentro dei cabeza, en los que estuve atrapado ahí—. Es que no puedes tenerme aquí bajo tu propia voluntad, dime ¿quién te crees que eres?
—Tu novio —«pero eso no te da derecho a tratarme como un prisionero», me respondió—. Yo sé que no, créeme; pero es que me da mucho miedo que algún loco te quiera volver a hacer algo como lo que te hicieron; lo que te intentaron hacer, quise decir —¿me estaba comportando como un egoísta por mi forma de querer protegerlo del mundo exterior?—. Perdón por comportarme tan egoísta, por no pensar en tus sentimientos que son tan válidos como los míos. No soportaría que te pasara algo y no pueda protegerte, de nuevo.
—Es bien sabido que no me protegiste para nada en lo absoluto; lo hice yo y de paso te protegí a ti también —fui un inútil; lo admití por mucho que me doliera—. Solo un poco, pero sí tuvo razón en decir que solo había una bala en esa pistola y como la desaprovechó al disparar; aunque no fue del todo su culpa porque fue gracias a mí que la desaprovechó, debió dispararme en la cabeza si lo que quería hacer era matarme —yo me hubiera vuelto loco si me hubiera encontrado con su cuerpo innerte ahí, sin alcohol y sin nadie buscándonos; la hubiera pasado muy mal.
—Debo ponerme los pantalones y ser el hombre de la casa —Louis soltó una carcajada enorme—. ¿Por qué tu risa tan fuerte? Créeme que prefiero trabajar el doble o a veces el triple; tenerte aquí, conmigo manteniéndote, lo prefiero antes que arriesgarme a que te pase algo así otra vez. No sé qué haría si te pierdo de verdad, no me puedo dar ese lujo —sí, sí sonaba bastante enfermo; pero fue que pude darme cuenta hasta un par de semanas después, cuando Louis y yo peleamos por lo mismo.
—Iré a esa entrevista y estoy seguro de que me aceptarán para colaborar con ese sello discográfico; lo siento mucho, en serio, pero no puedes evitar que lo haga —lo detuve poco antes de salir de la casa—. Si quieres a alguien que te haga caso renunciando a sus sueños por ti y un par de inseguridades que tienes, lo siento muchísimo por no ser esa persona que tanto quieres que sea, Richard; ya no voy a esconderme más por eso.
—¿Terminaste? —pregunté con los ojos y la boca abiertos como platos, lo que me desconcertó un poco—. No quería que salieras de casa porque el mundo es un lugar peligroso. No quiero que te pase nada malo, pero me he dado cuenta de que es algo con lo que tengo que vivir. Mamá solía decirme lo mismo cuando Cindy y yo éramos más jóvenes: no siempre podré estar contigo para cuidarte. Tienes que vivir tu vida y aprender de los peligros que hay en el mundo.
—¡Gracias por entender finalmente, Richard! Tardaste mucho en darte cuenta —eso era verdad; actué como un psicópata queriendo manipular a Louis Gerald para tenerlo bajo mi custodia solo por un pequeño trauma que tuve—. ¿Cuándo volverás a trabajar para la empresa de tu padre, Richard? ¿Algún día volverás a Suiza o tendré la oportunidad de quedarme contigo aquí para siempre? ¡Por favor! Eso me gustaría bastante —fijé mis ojos directamente en los suyos; en esa carita llena de esperanza e ilusión, tuve que romper su corazón al decirle que, de hecho, iba a regresar a Suiza más pronto de lo esperado y que no era por mí, sino por las responsabilidades que la vida que se me habían impuesto y que no tuve la oportunidad de elegir si quería o no vivirla.
—Suerte en tu entrevista —decidí que sería una mejor idea si le rompía el corazón después de todas las tareas que tenía que realizar ese día—. No estés nervioso, ya has hecho esto cientos de veces; confía en que todo saldrá bien; serás una persona plenamente apta para poder firmar contrato con ese sello discográfico; yo confío en ti, Louis y no lo digo solo porque seas mi novio, lo digo porque conozco tu talento, vi cómo luchaste por esto. Te rendiste cuando te falté, pero ahora estás de regreso, estás conmigo y nada malo te pasará; es una promesa.
—¡Te amo, en serio! —se acercó a mí y me envolvió en sus brazos; me sentí como en casa ya que él era mi casa—. Te prometo que estaré bien; te prometo que haré hasta lo imposible para que me den ese trabajo en ese sello discográfico; es nuevo e independiente, pero yo sé que me irá bien allá, no lo sé. Tengo un buen presentimiento sobre todo esto, sé que me irá bien. Eso espero.
—¿Un sello independiente? —lancé mi pregunta sin intención de ofenderlo—. Tal y como cuando estabas en París con David; quien coincidentemente es el primo de Marcus Miller, ¿así o hay alguna diferencia que no estoy viendo, Louis? —su carita; su preciosa carita, pasó de ser seria a ser una mirada de preocupación, bajó la mirada y, al mirarme de soslayo, me dio la razón por completo—. En esa disquera independiente, te explotaban; ¿recuerdas el concierto que diste de imprevisto en la torre Eiffel con un escenario improvisado?
—Sí, sí recuerdo —estaba drásticamente molesto conmigo—. ¿Cómo sabes acerca de mi primer concierto si te encontré ahí mismo un poco más tarde? —fue coincidencia que yo haya visto el concierto a través de una transmisión que dieron en Facebook—. No tenía ni idea de que alguien había transmitido mis conciertos en vivo; aunque sí suena bastante obvio porque era el primero. ¿Sabes que Logan de portó muy dramático por haber cantado una canción que habla sobre una ruptura, lo mucho que me dolió; pero que al final ya estaba mejor?
—Me enteré de la canción, pero nunca supe acerca del drama que te hizo vivir Logan; ¿quedaron en buenos términos al final del día? —ay, Logan, ¿por qué tuviste que ser un cretino con el amor de mi vida?—, se supone que la última vez que lo vi, fue cuando cantamos los tres; Marcus, Logan y yo, en el L'Olympia antes de tu último concierto que diste ahí mismo como parte de tu Tour en el cual cantaste puros singles.
—Se hace tarde —habló Louis Gerald, ¡ y más para sí mismo que para mí! Tal vez, solo tal vez, evitaba pensar en el pasado porque le traía malos recuerdos, especialmente por el problema que surgió cuando me fui y después intenté regresar para arreglar las cosas. Era comprensible por todo el daño causado—. Tengo que salir directamente a esa entrevista, ¿algún último consejo que pueda obtener de parte tuya para iniciar con esta nueva oportunidad que se me va a presentar en mi vida? —con los nervios a flote, habló en voz muy alta.
—Nervios fuera, actitud dentro —posé mi mano sobre su hombro; viéndonos finamente fue que pude ver que la vida le estaba volviendo a los ojos—. Lo harás bien, solo confía en ti mismo y no lo estropees, pero sé que no lo harás por nada; todo saldrá bien. Ahora, si me disculpas, tengo que hablar con papá acerca de cuando volveré a Suiza para trabajar ahí y quizá nos volvamos a separar nuevamente; pero no es porque yo quiera, el deber me llama.
—Adiós, Richard —tal vez mencionó algo acerca de querer verme en mi departamento cuando él volviera tras la entrevista; sí le dolió mucho cuando se despertó y yo no estaba, ¿se habrá dejado caer al piso de rodillas abrazado a las hojas que le dejé antes de partir? La respuesta a mi pregunta fue respondida cuando recordé que él mismo me lo contó y Lezley fue la encargada de afirmar lo que Louis había hecho por mí… «Buena suerte, superestrella; brillarás hoy y siempre, tenlo por seguro», hablé para mí mismo al tiempo que cerraba la puerta y su espíritu se marchaba.
—No lo perdí —pensé, y seguí pensando, en voz alta para mí mismo—. Perdón, pero ¿así hubiera sido mi vida si él se hubiera marchado para siempre de la misma? ¡Qué vida tan aburrida y triste hubiera tenido de haber sido asi!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro