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Extra: Most Joyfull Days Pt 2

A/N: No se asusten, solo le cambié el titulo😭

A/N 2: Sabían que yo les quiero mucho? 😥👀😭

°°°°

Temprano ese día

Llevaba desde las seis de la madrugada de pie, no podía tomar café, tampoco té de ningún tipo y prefería evitar cualquier otro tipo de cafeína.

Así que, estaba resignada a sobrevivir de agua purificada y odio.

Una de las pequeñas cosas que ahora le daban sentido a su vida era el pan de plátano que había hecho la noche anterior con Douxie.

Eran crujientes pero suficientemente suaves por fuera y perfectamente cocidos por dentro, sin perder ese espesor digno de aquel postre.

Era maravilloso y, enserio, esperaba no echarlo junto con el resto de su desayuno.

-¿Que?- preguntó Douxie al verla sentada en la barra de la cocina.-¿Te levantaste temprano? ¿En domingo?-

Ella dio un trago a su vaso de agua, pero pronto sintió un leve calambre en lo bajo de su vientre.

La primera vez que había sentido los calambres se habían asustado y, pronto, corrieron con la Doctora Lake, quien fue rápida al aclararles que era algo normal y pasaría pronto.

Así que solo quedaba resistir.

-Me despertaron los calambres.- respondió.- Y luego nos dio hambre.-

Douxie se acercó para darle un beso en la mejilla y luego entró a la cocina para servirse un plato y acompañarla en el desayuno.

El pelinegro se sentó a su lado derecho, donde ella pudo visualizar el elegante diseño en su costilla descubierta.

Soltó una risita, como cada vez que lo veía desde que se lo había hecho.

-¿Que es tan gracioso?- cuestionó Douxie, aún cuando sospechaba la respuesta.

-No puedo creer que si te tatuaste mi nombre.- respondió ella burlona.

Douxie rodó los ojos divertido.
-Y yo no puedo creer que tu no te tatuaras el mío.- respondió.

-¿Que puedo decir?- preguntó.- Es el destino.-

-No, yo creo que eres una tramposa.-

-Solo estas celoso de que el guisante me ama tanto.- respondió ella.

El pelinegro bufó, pero pronto una sonrisa se hizo presente en su rostro.

-Pero si te lo vas a tatuar.- dijo el.- ¿Verdad?-

-Lo voy a pensar.-

°°°°

Douxie se había ido y Marius había llamado para avisar que desayunaría en casa de Olivia, lo que la dejaba a ella para terminar sus mandados.

Desde hacia unos meses trabajaba como florista en el mercado de la ciudad y lo disfrutaba mucho. A lo largo de su vida había tenido cientos de trabajos: desde ser grumete, bibliotecaria y mesera, hasta llegar a ser maestra en una universidad. Sin embargo, el ser florista siempre le había gustado mas que cualquier otro trabajo.

Con ayuda de su magia había cargado el auto con los arreglos que debía entregar y, también, una pequeña caja de mermelada y frutas en almíbar que le iba a llevar a Zoe tan pronto terminara con sus mandados.

-Necesitaran un auto mas grande.- dijo Lilith al subir al asiento delantero.

-¿Tu crees?- preguntó ella.

-Y una casa mas grande también.- respondió la felina.

La entrega de los arreglos fue rápida, pues no todos se detenían a charlar con ella y los que si, como había sido Barbara Lake, no duraban mas de diez minutos conversando.

Aun así, su mañana había pasado lenta y agradecía que solo quedaba ir a casa de Zoe y, entonces, podría volver a casa a dormir.

Todo ese asunto de estar creando un nuevo ser humano dentro de ella la hacia terminar exhausta.

Al llegar al departamento de Zoe, esta la recibió con entusiasmo. Sin embargo, había otro rostro en aquel departamento que la tomó, por completo, por sorpresa.

-Rubia.- saludó Peggy.- No sabia que estabas en Arcadia.-

Arabella pronto se acerco a saludarla igual.

Lilith también se apresuró a saludarla y corrió a reunirse con White, quien dormía plácida en el sillón.

-Bueno, una no puede perderse por tanto tiempo.- dijo.- ¿O si?-

Después de ponerse cómodas y charlar por algunos minutos, el cansancio que sentía parecía haberse disuelto en el aire. Estaba tan cómoda charlando con sus amigas, que simplemente había olvidado lo cansada que estaba.

-Deberíamos hacer algo divertido ahora que estamos todas juntas.- dijo Zoe.

-¡Si!- exclamo Arabella con un brillante semblante.- ¡Vamos a Las Vegas!-

Peggy comenzó a ponerse nerviosa. Por supuesto que quería divertirse con sus amigas y, por supuesto que quería ir a Las Vegas. Sin embargo, no creía que fuera la mejor idea, considerando su estado.

-¿Las Vegas?- pregunto la castaña.-¿No creen que es demasiado?-

-¡Claro que no!- exclamo Zoe.- Si abres un portal llegaremos mas rápido.-

Ambas mujeres la veían sonrientes, expectantes de una respuesta que ella no quería darles.

-Es que no puedo ir a Las Vegas ahora.- respondió la castaña.

-Es cierto.- asintió Zoe.-Marius acaba de volver, seria de muy mal gusto que te fueras ahora.-

Peggy suspiro aliviada, sintiendo como el peso de sus excusas era liberado de sus hombros. Por otro lado, era ahora Arabella quien las observaba con curiosidad.

-¿Marius?- preguntó la rubia.-¿Que no Marius murió en los 20's?-

-Oh larga historia.- respondió Peggy.

Zoe se levanto de su silla y caminó hasta la cocina, regresando con una botella de vino y tres copas de cristal en la mano.

-La buena noticia es que tenemos mucho tiempo y mucho vino para ponernos al día.- dijo Zoe con voz melodiosa.

La pelirosada comenzó a servir las copas. Sin embargo, justo antes de que pudiera comenzar a llenar la suya, Peggy tapó la boca de la copa con su mano, obstruyendo el paso de Zoe.

-Yo quiero agua.- dijo la castaña con brevedad.

Zoe y Arabella se dedicaron una mirada de confusión.

-¿Agua?- cuestiono Zoe.- ¿Tu?-

Peggy tomo una bocanada de aire y ya no sabia como sostener el teatro enredoso que ella sola había levantado.

Obviamente no planeaba mantenerlo en secreto, de hecho, estaba mas que ansiosa porque todos supieran. Sin embargo, aun sentía que era demasiado pronto como para anunciarlo, pues ella le tenia mucho miedo a las vueltas del destino.

-Si, a mi me gusta el agua.- respondió Peggy con una sonrisa.

-Te he visto convertir el agua en vino.- retó Arabella.

-¿Pueden solo darme agua o no?- cuestionó Peggy.

Zoe fue a la cocina y regresó con una botella de agua. Sin embargo no volvió a tomar asiento, sino que permaneció frente a Peggy, con los brazos cruzados y la ceja arqueada.

-¿Tienes algo que decir?- retó la castaña.

-Si ya no te agradamos y por eso no quieres beber con nosotras solo dilo, Margarita.- respondió Zoe.

Peggy sintió como sus mejillas ardían y, supuso, que no podía decir lo que sus amigas pensaban. Se puso de pie y puso su cabeza en alto.

-No bebo con ustedes.-comenzó.-Porque estoy embarazada.-

Los ojos de Zoe se abrieron grandes y, podía jurar, que su mandíbula se abrió hasta tocar el suelo. Hubo un silencio, pero no era para nada pesado, sino que resultaba ser algo gracioso.

-¿Lo dices enserio?- preguntó Arabella y Peggy asintió.

-¿Cómo es posible?- preguntó Zoe.-Eres, como, muy vieja.-

-Ustedes son mayores que yo.-respondió Peggy.-No lo sé, supongo que ser la favorita de la Diosa de la Fertilidad tiene sus ventajas.-

-¿Y cómo lo estás llevando?- preguntó Arabella cautelosa.

Se sentía nerviosa, ni siquiera pensaría en negarlo. Pero también se sentía feliz y muy emocionada y, pese a todo lo malo que le había pasado a lo largo de su vida, la noticia de este suceso había alegrado sus días como muy pocos.

-Estoy muy feliz.- respondió, sintiendo el nudo en su garganta hacerse cada vez más grande.

Las brujas se abalanzaron sobre ella y la envolvieron en un cálido abrazo que logró hacer sus lágrimas brotar.

Estaba feliz, ella y Douxie estaban felices. Sin embargo, se sentía agradecida por tener el incondicional apoyo de sus queridas amigas.

Se había dejado envolver tanto por aquel cálido momento, que el ruido que Marius y Olivia hacían al correr por los pasillos le pasó desapercibido.

Al menos hasta que ambos entraron, escandalosos, al departamento.

Las tres brujas se habían sorprendido al verlos, pero ninguna se movió. No hasta que Olivia habló, al menos.

-¿Interrumpimos algo?- preguntó Olivia.

-¡No!- respondió Peggy y rápidamente se liberó del abrazo en el que estaba envuelta.

Marius y Olivia no pasaron mucho tiempo ahí, solo el suficiente para que Arabella lo saludara y expresara lo feliz que estaba por que él estuviera vivo.

Y, justo antes de irse, Marius se acercó a su lado.

-Es-tu sûr que tu vas bien ? - preguntó Marius. ¿Segura que estas bien?-

Peggy asintió, conmovida por la preocupación del niño.
-Si, todo está en orden.- respondió.

Marius solo aceptó la respuesta y se fue junto con Olivia.

Tan pronto como los más chicos se fueron, la conversación entre las tres volvió a surgir.

-No sabía que salían.- dijo Peggy.

-No salen.- respondió Zoe.-Pero se gustan, es muy obvio.-

-¿Tu crees?- preguntó Arabella.

-¿Qué amigos se pasean por ahí tomados de la mano, diciéndose apodos ñoños y riendo cómo tontos?.-

Hubo una pausa en la que las tres dieron un trago a sus respectivas bebidas.

-¿Creen que Circe sepa?- preguntó Arabella.

-Circe sabe muchas cosas.- respondió Peggy.

Después de conversar lo que parecieron ser horas, la platica simplemente seguía con naturalidad, sin pausas o silencios.

Solo tres amigas poniéndose al día.

Hasta que Zoe recibió un mensaje.
-Ugh.- se quejó.- Douxie necesita ayuda en la tienda ¿No les molesta quedarse aquí un rato? No tardaré mucho.-

Ambas negaron, asegurando que estarían bien si se quedaban solas algunas horas.

En cuanto Zoe salió del departamento, tanto Peggy como Arabella compartieron miradas cómplices.

Sin decir una palabra, únicamente el acuerdo no hablado, se pusieron de pie y corrieron hasta la habitación de Zoe, directo al gran armario que ahí había.

Comenzaron a rebuscar y ver cada prenda que la pelirosa guardaba. Había desde vestidos ridículamente caros, hasta prendas que, fácil, se encontraban en las ventas de jardín. Sin mencionar las incontables joyas, la mayoría de plata, cinturones y cadenas.

Siempre era divertido buscar en el armario de Zoe.

Uhh ve esto! - exclamó Arabella, sacando de las profundidades una gabardina negra.

-Se ve elegante.- respondió Peggy, tocando el material de la gabardina.

Arabella revisó la etiqueta y sus ojos se iluminaron de inmediato.
-¡Peggy, es de Dolce & Gabbana!- exclamó la rubia.

Peggy estaba a punto de reaccionar, sin embargo, una prenda al fondo del armario llamó más su atención que la, muy cara, gabardina.

-¡Ey, esta es mía!- exclamó la castaña al tomar la pañoleta negra con margaritas.

Siguieron buscando en el armario, probandose y modelando las diferentes prendas y accesorios que encontraban, riendo con cada impresión que hacían, como si fuesen dos niñas jugando a los disfraces.

Era realmente como volver a sus años de juventud, cuando sus vidas simplemente se ocupaban en lecciones de magia, fiestas de té y corses apretados.

-Deberíamos salir a caminar.- dijo Arabella de pronto.

-Suena bien.- respondió Peggy.-Podriamos ir por algo de comer.-

-Si, si, dejame terminar.- Deberíamos salir a caminar usando estas gabardinas caras.-

Peggy arqueó una ceja.
-Quiero decir que no.- dijo la castaña.-Pero también quiero hacerlo.-

Arabella sonrió y le pasó la elegante gabardina y Peggy pronto se la puso junto con la pañoleta de margaritas enredada en la cabeza.

-Será lo último más divertido que harás, lo prometo.- dijo Arabella, colocándose su propia gabardina cara.

-No me voy a morir, solo tendré un bebé.- respondió Peggy mientras escogía unas gafas de sol.-Aún podremos hacer cosas divertidas.-

-Si, supongo.- respondió Arabella.-Aún así vas a tener que cargar con una maleta llena de pañales.-

Rápidamente se vistieron con la ropa cara de Zoe, arreglaron el armario y decidieron ir por donas o algo por el estilo.

Salieron disparadas, envueltas en risas y adrenalina, dispuestas a llevar a cabo otra travesura digna de ellas.

Hasta que, mientras bajaban las escaleras, el sonido de la tela rasgandose las hizo detenerse en seco.
Asustadas, llevaron su vista hacia la prenda rasgada, la cual aún parecía estar enredada a un tornillo afilado.

Peggy se quitó la gabardina tan rápido como pudo, el color había dejado su piel y comenzaba a sentir como le faltaba el aire.

-Esta bien.- intentó calmarla Arabella, aún cuando su propia voz temblaba.-Todo va a estar bien.-

Peggy asintió.
-Si.- afirmó.- ¿No puede costar tanto, verdad?-

°°°°

-Sip.- dijo Circe.-Es una Dolce & Gabbana de tres mil setecientos dólares.-

-Ay dioses.- exclamó la rubia.-Zoe nos va a matar.-

-Si, lo hará.- respondió Circe.

Peggy tomó la gabardina rota y, usando su magia, intentó repararla. Sin embargo, el contraste entre el arreglo y la tela cara era demasiado obvia.

-¿Y si la reemplazamos?- preguntó la castaña.

Arabella soltó una carcajada un tanto burlona.
-A mí no me sobran tres mil dólares.- exclamó.- ¿Y a ti?-

Circe se sentó en uno de los sillones y se dispuso a seguir con la taza de té que, previamente, se había servido.

El tiempo pasaba con rapidez, aplastando sus esperanzas de poder arreglar este problema que, a pesar de ser tan mundano, se sentía como el final de los tiempos.

Si, Zoe solía ser muy compasiva y amable, no sólo con las personas que amaba, sino con todas las demás. Sin embargo, al hablar de su guardaropa, solía ser un poco más intensa.

Coleccionar prendas era una de las costumbres humanas que más disfrutaba.

-De hecho.- respondió Peggy.- Creo que si me sobran.-

La castaña corrió hasta su habitación y comenzó a abrir cada uno de los cajones, dejando un desastre por toda la habitación.

Y, justo cuando sus esperanzas parecían romperse, encontró la pequeña caja de madera que, además de joyas, guardaba invaluables recuerdos.

Regresó a la cocina, donde sus amigas aguardaban impacientes, y dejó el joyero frente a ellas.

Peggy abrió la caja, dejando ver múltiples joyas de varios tamaños y colores, con rubíes y perlas, algunas de oro blanco y otras de plata, muchas con diamantes y juegos de pendientes, brazaletes y collares.

Ambas compañeras quedaron impactadas y pronto tomaron las joyas para verlas.

-¿De dónde sacaste todo esto?- preguntó Arabella.

Peggy aclaró su garganta.
-Mi amiga Bernie me las regaló, por allá de 1800.- respondió.-Su padre y sus hermanos le regalaban joyas nuevas cada temporada así que ella me obsequiaba algunas.-

Peggy tomó entre sus manos un collar de zafiros y diamantes, sabía que debían haber unos pendientes a juego, pero no estaban en la caja con el resto de las joyas.

Su mente la llevó rápidamente a la primera vez que Bernie había usado aquel collar, en uno de los bailes para la temporada social que su familia había ofrecido.

Aún, después de tantos años, podía recordar cómo lucia Bernie aquella noche.

-Esto debe ser suficiente.- dijo Peggy antes de abrir un portal y cruzarlo.

°°°°

No creía que volvería a Los Angeles tan pronto, pero, era la ciudad más cercana donde podían encontrar un reemplazo para la gabardina de Zoe, así que no le molestaba volver en absoluto.

Mientras esperaban a ser atendidas, después de rogar a los empleados, los cuales estaban a punto de cerrar, los efectos del cansancio en su cuerpo comenzaron a golpearla.

Se sentó en uno de los elegantes sillones de la tienda y cerró los ojos, cuidando de no quedarse dormida.

-¿Te sientes bien?- preguntó Arabella al sentarse a su lado y ofrecerle una botella de agua.

Peggy negó con la cabeza antes de dar un trago al agua.

No, no se sentía bien. Llevaba semanas sintiendo como su cuerpo se volvía en su contra.

No podía comer ni dormir y temía que todo fuera a empeorar desde ese momento en adelante.

Pero, y, de alguna forma, sabía que no era así y que todo era parte de un proceso.

Sabía que todo mejoraría, incluso cuando parecía que no.

-Solo quiero ir a casa y dormir una siesta.- confesó.- Fue un día largo.-

-Lo siento.- se disculpó Arabella.

Peggy volvió su vista hacia la rubia y sonrió.
-No fue tu culpa, rubia.- respondió.-Ademas, tenías razón, fue divertido.-

-Si.- dijo Arabella.- No todos los días corres a Los Angeles a reemplazar un abrigo de tres mil dólares con tu rubia favorita.-

Ambas se permitieron reír tanto como pudieron, olvidando el lío en el que se habían metido, incluso cuando solo fue por unos cuantos segundos.

°°°°

-¿Donde esta?- preguntó Nomura al entrar al departamento.

Douxie gruñó por lo bajo antes de rodar sus ojos con fastidio.

-Si lo supiera no les habría llamado a ustedes.- respondió.- ¿No creen?-

Marius, quien estaba sentado en una de las sillas al rededor de la mesa, simplemente suspiro con cancancio, irritado porque su cita de ultimo momento había sido frustrada.

-Ella aparece y desaparece todo el tiempo.- dijo Marius.-¿A quién le importa si se va por algunas horas?-

-A ti debería importarte.- respondió Douxie.- Es tu madre.-

-Precisamente, mon ami .- dijo Marius.- Y, por eso, se que no se iría solo así. Ella es un poco más decente que tu.-

Hubo un momento de tensión entre ambos magos en el que Zoe tuvo que intervenir, por el bien de todos.

Justo en ese momento la puerta se abrió y las tres brujas faltantes entraron, ignorantes del público que las observaba.

-No se ve tan mal.- decía la rubia al ver la gabardina que habían roto y, posteriormente, remendado. -Tal vez me la quede.-

Las otras dos rieron, para después percatarse de lo que sucedía a su alrededor.

Desde Marius, quien la observaba sin sorpresa alguna, hasta Douxie, quien parecía volver a la vida. Todos estaban ahí, mirándola con alguna emoción en sus ojos.

-¿Que hacen todos aquí?- preguntó.

-Por los dioses, Margaret.- dijo Douxie al acercarse a ella.-¿Donde estabas?¿Estas bien?-

-¿Esa es mi gabardina?- exclamó Zoe, tomando la prenda de las manos de Arabella, antes de que Peggy pudiera responder. - ¡¿Que fue lo que hicieron?!-

Ahora si habría un problema.

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Holi holi

Bromita🤙🏻

Que? Creyeron que iban a llorar? Pues no mis cielas, aqui puro azúcar💅🏻

Ya pero me convencieron (bueno osea yo quería pero ustedes como que me hicieron segunda jsjs) así que Peggy embarazada para todes wuuu🥳

Así que si, cuando Douxie dijo que Peggy había "desaparecido" básicamente era su lado papá/novio protector activandose, plus encontró la casa hecha mierda y pues pensó lo peor jiji

La güera, Circe y Olivia bb de LaChicaEterea nos bendicen con su presencia las tqm✨

Yo creo que el siguiente cap serán algunos momentos del embarazo y el parto, tampoco quiero hacerlo super largo.

Pd no esperen una soft Margarita embarazada, porque ella va a ser una embarazada gruñona😎✋🏻

Pd2 el nombre la criatura está escondido en el capítulo, quien lo encuentre gana😼✋🏻

Como sea ya fue mucho texto baii❤️

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