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Capítulo XX

Hello there! Acá otro capítulo y con el plot twist de la historia ya incluido, sé que los que leían esta historia esperaban que el que tuviera estrés post traumático fuera Anakin, pero en la historia original es el personaje de Obi- Wan, porque como esta trilogía de libros tiene spin off me convenía más que fuera ese personaje. Acá la historia entra a tornarse dramática, y en próximos capítulos más dramática aún porque incluye abuso de alcohol, drogas entre otras cosas. 

Recuerden dejar un comentario y votar, me gusta mucho saber que opinan y motiva a actualizar más seguido, porque esta historia la tengo casi tirada.

Dos semanas pasaron, y a pesar de que la relación de Anakin y Padmé aún estaba tensa por el asunto de Clovis y de Palo que seguía trabajando en el hospital, los niños habían ayudado bastante a que ellos dos no discutieran por el asunto muy a menudo. 

Ellos simplemente olvidaban todo cuando sus hijos les pedían ayudas para sus deberes escolares, o cuando les pedían que cocinaran juntos. 

Padmé no podía resistirse a los ojos de cachorro de Luke, y Anakin era incapaz de resistirse a Leia cuando ella se acurrucaba contra él en el sofá para que le leyera algún cuento o le contara alguna historia de batalla. 

Sin embargo la situación en casa de Satine empeoraba día a día.

Obi- Wan se había disculpado miles de veces luego de reaccionar violentamente cuando Satine sugirió la idea de ir a trabajar, pero no había cambiado de opinión respecto a eso.

Ella no tenía motivo alguno para obedecerlo, comprendía que él estaba estresado por el asunto de la guerra y la constante tensión política que crecía y crecía, lo comprendía y entendía por qué estaba así, lo que no podía aceptar era quedarse más tiempo en casa encerrada sin hacer nada solo porque su esposo tenía miedo de que algo ocurriera.

Ella nunca había sido de obedecer, y si lo hacía era solamente era porque no quería empeorar la situación de su esposo, pero ese día había llegado a su límite.

La semana comenzaba, y cuando él salió al trabajo, ella tomó a Ayra y se dispuso a ir a su trabajo. Ya había avisado que comenzaría esa semana y para su suerte la habían aceptado.

Tal vez si iba ese día, y tomaba algunas fotos para demostrarle a Obi- Wan que el lugar no podía ser más seguro, él se quedaría tranquilo y dejaría de presionar con el tema.

Llevó el coche de su hija porque a pesar de que ya caminaba más o menos bien, no quería cansarla y era probable que lo necesitara. 

Su día en el trabajo iba bastante bien, había estudiado ciencias políticas y a pesar de que no tenía un gran cargo por ahora, esperaba volver a llegar lejos como al principio de su carrera. 

Volver a ver a sus colegas era gratificante y sentía que tal vez podría ser de gran aporte para la sociedad así. Era un sueño que ella quería cumplir.

Padmé la llamó para felicitarla,  y Satine estaba feliz de saber que tenía todo el apoyo de su amiga en eso.

- ¿Y Obi- Wan? ¿Está feliz de que hayas vuelto al trabajo?- preguntó Padmé y Satine se quedó en silencio unos minutos.

- Lo está- mintió Satine sin querer exponer mucho los problemas que tenía en su matrimonio, Padmé ya estaba suficientemente estresada con el asunto de Clovis- Ambos estamos felices- dijo ella y Padmé notó algo extraño en su voz.

- ¿Estás segura de que todo está bien?- preguntó ella que conocía a su amiga.

- Si- dijo Satine y antes de que Padmé siguiera preguntando, decidió cortar la llamada diciendo que debía volver al trabajo.

Satine estaba trabajando, cuando de pronto vio a Obi- Wan entrar a la que era su oficina.

- Cariño- dijo Satine sonriendo para disimular ante los demás que miraban algo extrañados porque él parecía molesto. 

- Amor- dijo él saludando y ella cerró la puerta. 

- Cariño- dijo Satine rápidamente intentando explicarse- Como puedes ver, ya que has venido hasta acá, este es un lugar bastante seguro, no hay nada de que preocuparse

Sin embargo él miraba las ventanas abiertas del lugar, la falta de rejas o alarmas de seguridad, podía tener bastantes guardias, y podía estar cerca del hospital general de Coruscant  y del cuartel militar, pero aún así no tenía la seguridad necesaria.

- Amor- dijo él conteniendose para no demostrar su molestia- Tomaste a mi hija, y viniste con ella ambas a exponerse a este lugar que no tiene seguridad alguna, ya basta, saldrás de acá, y nos llevaremos a nuestra niña ¿He sido claro?- preguntó él y Satine notó su mirada colérica.

¿Qué le ocurría? ¿Por qué se comportaba así?

- Amor- dijo ella intentando calmarse también- No puedo hacer eso, el dinero no nos sobra precisamente, y necesito trabajar ¿Está bien? Nada nos ocurrirá a Ayra y a mi- dijo ella sonriendo y él pareció meditarlo unos minutos.

- Satine- dijo él en tono más calmado.

- Estaremos bien cariño- dijo ella intentando tocar su rostro pero antes de poder hacerlo, él la sujetó con mucha fuerza de los hombros.

- Nos iremos de aquí ahora ¿Está bien?- preguntó él mirándola fijamente a los ojos- Ahora, sin excusas, sin protestas, tomarás a nuestra hija, darás una excusa y nos largaremos de acá a la seguridad de casa ¿Me has entendido?

- Obi- Wan- susurró ella sin siquiera sentir el dolor en sus hombros, solamente mirando lo oscuros que parecían ahora sus ojos.

- Ahora, cada segundo que pasas acá, corres peligro, mi hija igual ¿Cómo es posible que no lo entiendas?- dijo él apretándola aún más haciéndola hacer una mueca de dolor- ¿Por qué no lo comprendes? ¿Sabes lo que pasé? ¿Sabes cuanta gente vi morir? ¿Qué haría yo si te perdiera?- preguntó él y ella vio sus ojos brillar- No puedo vivir sin ti y sin mi niña- dijo él y ella sintió como la abrazaba.

Ella se quedó en silencio y lo abrazó temerosamente luego de eso.

- Estaremos bien- dijo ella abrazando a su esposo, queriendo aferrarse a él como si la vida dependiera de ello.

Él no era así, él nunca había sido así. ¿Por qué la guerra lo había cambiado? ¿Por qué?

Ella no quería dejar su trabajo, recién había comenzado. ¿Qué diría? ¿Qué pensarían de ella?

Sin embargo ¿Qué podía hacer? En ese minuto, no tenía muchas opciones, y no se atrevía a presionar demasiado a su esposo.

¿Cuándo había comenzado a temerle? ¿Qué era lo que estaba pasando en su familia?

Obi- Wan salió hacia el automovil y la esperó afuera. Ella tomó a Ayra y presentó su renuncia. 

Su jefe preguntó que ocurría, porque estaba demasiado emocionado de tenerla de regreso, pero ella solo dijo que no estaba preparada para estar lejos de casa nuevamente, que necesitaría más tiempo. Su jefe le dijo que cuando ella quisiera volver, las puertas siempre estarían abiertas.

Ella supo que él quiso preguntar si eso se debía a su marido, pero su jefe contuvo su pregunta y ella lo agradeció, porque ella no se sentía en la capacidad de responder a eso.

Obi- Wan cargó a Ayra y la acomodó en el asiento para niños. Satine se sentó en el asiento del copiloto y lo observó golpear al volante molesto.

- ¿Acaso no aprendes que tienes que estar segura maldita sea?- preguntó él y ella notó que no se había abrochado el cinturón de seguridad.

Solamente lo había olvidado, pero él parecía molestarse a menudo por eso. 

- Lo siento- dijo ella abrochándolo rápidamente.

Sabiendo que había asustado a su esposa, y odiándose cada segundo por eso, Obi- Wan llevó a su esposa y a su hija a comprar algo especial para la cena. Las habría invitado a cenar a algún lugar especial, pero ningún lugar era seguro para salir, era mejor cenar en casa.

Satine apretó sus puños y aguantó sus lágrimas cuando llegaron a casa y él puso todas las cerraduras de la casa para luego activar la alarma.

Eso no estaba bien, ella lo sabía, y no sabía cuanto más ella y su hija podrían aguantar. 

Él las necesitaba, pero ¿Cómo podían ayudarlo sin perjudicarlo?

¿Había algo que pudiera hacer?


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