࣪ ִֶָ☾. 𝓤𝓷 𝓕𝓪𝓷⸝⸝𝓽𝓪𝓼𝓶⋮𝓪 。゚
—¡Dale, dale!
Bajé ese vaso de vodka puro y mi cara se destranformó por el sabor tan agrio que quemaba mi lengua y mi garganta.
Alcé los brazos victorioso y mi equilibrio se tambaleó por mis piernas débiles que apenas me respondían.
Mi amigo Aron vino y me tomó por el hombro, ayudándome a estar de pie.
—O-Otro... Otr- hip.
—No, Chris, ya está.
Lo alejé despacio y caminé torpemente a la mesa con tragos.
Tomé uno de ve a saber de qué y lo tomé en un segundo.
Sentí unas manos intentar sujetarme pero cuando quise entender algo me desplomé en el suelo.
Me era imposible mover si quiera el meñique, sentí como arrojaron agua a mi rostro y llevé mis manos para cubrirme. Todo daba vueltas, estaba hecho un asco.
—Erick, llévatelo.
—¿P- Por qué yo?
—¿Que "Por qué?", Erick, de todos aquí tú eres su amigo desde hace años. Déjate de parloteos y llévatelo. Lo subiremos al auto con Alejandro, ¿Sabes manejar su auto?
—Sí, pero-
—Ya, toma sus llaves y ve preparándolo.
Apretaron con fuerza mis brazos para tirarme adelante.
—Vamos, loqui.
Me arrastraron al auto Aron y Alejandro, mientras me regañaban por haberme alejado de ellos y emborracharme tan irresponsablemente.
Me sentaron de copiloto y tan pronto como me soltaron me desvanecí sobre esa silla, mi cuerpo era de gelatina en estos momentos.
Miré de reojo a Erick subirse de piloto, se notaba nervioso.
—Adiós, chicos.
—A- Adiós. Hip.
Rieron al escucharme y alzaron sus manos como saludo.
Comenzamos a andar y la luz de las calles siendo las únicas que iluminaban la ciudad me llevaban a un viaje mental, completamente embobado y perdido.
—¿Cómo está- as, Er-... tú?
Volteé a verlo, el perfil de Erick era una luna encandilante, tan perfecto y divino, era un ángel con esos ojos verdes. Siempre pensaría igual.
—Bien, Christopher.
Era obvio que evitaba hablar de más, no quería estar a solas conmigo, él sólo quería estar lejos de mí.
—¿Qué... haces en, hip, el día a dí- ía?
—Nada interesante.
Hice una mueca, era tan molesto que me ignore tan descaradamente.
—¿P- Por qué haces esto?
Frunció el seño inentendido, me miró un efímero segundo.
—¿Qué cosa?
—Ignor- rarme... ¿Me odias?
Giró el manubrio en silencio.
—No te odio, nunca lo haría.
—¿Me extra- ñas?
Ni siquiera pensaba arrepentirme ni retarme por estar hablando sin parar, no tenía ganas de molestarme conmigo por querer descargar mis dudas, no podía moverme correctamente y me pondría a pensar en si lo que estoy haciendo estaba bien, ridículo.
—LLegamos.
Estacionó el auto en su garage y bajó para alcanzarme.
Me ayudó a salír y caminamos por el departamento hasta llegar a su piso.
—Tú duerme en mi cama y yo iré al sillón, no tengo sueño aún.
—E- Erick.
Hizo caso omiso a mi llamado y sólo me ingoró. Me guió hasta su cama y me dejó sentado ahí.
—Te traeré agua, acuéstate.
Lo vi salír y volver momentos después, me entregó el líquido.
Bebí un poco y apoyé el recipiente en su mesa de luz.
—Tienes un baño al lado del cuarto. Buenas noches.
Se giró y tomé su mano.
—Er-
—Chris, basta...
Miró a su costado, esas palabras estrujaron mi corazón. Estaba siendo imprudente, un imbécil.
—Perdón.
Lo solté y bajé mi mirada.
Estuvimos en silencio hasta que se agachó frente a mí.
—¿Por qué piensas en mí todavía, Chris?
Alcé la vista a sus ojos.
—Porque nunca me dijiste si lo nuestro terminó.
Una mueca de lástima se vio en sus labios, tendió sus manos a las mías.
—Pasaron años, pensé que era obvio.
—Nunca lo aclaraste.
Corrí la mirada, esta conversación era pesada.
—¿No me extrañas?
Volví a verlo.
—No quiero hacerlo.
—¿Por qué, Erick? Ya no hay CNCO, no hay nada de lo que te impedía estar conmigo, ¿Todavía me piens- sas?
—No estás en condiciones de hablar, iré a la cocina.
—Quédate... quédate conmigo.
Miró dudoso antes de asentír.
Me dio una muda de ropa cómoda y me cambié en su baño a movintos torpes en lo que él se vestía en su cuarto.
Nos recostamos distantes, encendió su televisor y puso una serie española de fondo.
Sus ojos verdes no se apartaban de la pantalla frente a la cama.
Estaba tan mareado que antes de poder decír algo caí rendido al sueño.
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