Desperté ronco y con una gran pereza, separar mis párpados era un reto de suma importancia, ¿Se podrá estar tan cansado?

Alcé la mirada y vi a Erick dormido abrazado a mí, acaricié su cabello y dejé un casto beso en el mismo.

Apretó sus párpados y movió su cuerpo tontamente, estiró sus manos al aire y abrió los ojos.

Esbozó una sonrisa apenas se encontró con mi mirada y tapó su rostro avergonzado.

Le devolví el gesto y quité sus manos, me agaché a besarlo.

—Hola.

—Hola.

Reímos como dos adolescentes enamorados y se tiró a mi pecho, lo abracé y los estrujé con fuerza mientras besaba distintas partes de su rostro.

Mirarlo a los ojos en este momento era algo que me volaba la cabeza por completo, podía perderme enteramente en el verde de su mirar. Esas perlas eran lo más precioso de este mundo.

—¿Ahora qué haremos? —frunció sus labios ante mi pregunta.

—¿Tú qué quiéres?

—Erick, siempre quise una relación formal contigo y no he cambiado de parecer.

—Me encantaría... pero...

Todas mis iusiones cayeron de un empujón con esa única palabra, era como volver al día donde le dije que quería ser su novio.

—... ¿Qué dirán los demás?¿Nuestros fans?

Suspiré agotado, el resto era lo que menos me importaba.

—¿Importa? Si somos felices así.

—Es algo que me preocupa.

—Erick, la gente va a opinar siempre sea lo que sea, no puedes negarte a ser feliz por aprobación ajena.

Miró a su alrededor, no parecía contento.

—No lo sé, me asusta.

¿Qué hacía yo en su cama entonces?

Quise levantarme y me tomó por los brazos instantáneamente.

—N- No te vayas.

—Siempre es lo mismo, pasaron años, Erick, antes era por CNCO y ahora sales con esto, si no quieres estar conmigo sólo dilo.

—Y tú siempre eres el que no quiere escucharme ni entenderme.

Alcé mis cejas, ¿Con qué cara decía aquello?

Se hizo a un lado y me puse de pie, tomé mi ropa del suelo y comencé a vestirme.

—¿Y ahora te irás? Siempre peleamos, ¿Ves por qué me asusta tanto?

—¿Por qué? —pregunté desafiante, él sólo me miraba sin expresión sentado en la cama.

—Porque es arriesgar todo y exponernos a algo fuerte siendo así de inestables, ¿Qué pasa si hacemos todo y al mes nos separamos?

—¿No crees que si quiero tanto esto es porque estoy dispuesto a lucharlo?

—No es sano.

—Tú ni siquiera quieres intentarlo, dímelo después de un mes de novios, de probarlo, no ahora.

—No lo sé.

Asentí y salí del cuarto, recogí mis cosas en el living y me dispuse a salír pero con un poco de esperanza me quedé unos momentos a esperarlo y nada cambió.

Abrí la puerta y salí.