Mattheo Riddle

Camino por mi oficina mientras reviso el correo del día, facturas, hospit...

Un sobre con un sello familia está en medio de todas estas

No... No... No....

Ésto es un sueño, no pude ser ella... Ella no...

¿La abro?

Tomo el sobre impaciente mientras una ola de ansiedad recorre mi cuerpo

Mackenzie...

Su nombre hace que mil sensaciones que yo pensé ocultas salgan a la luz.

Es una carta, muy larga al parecer.

Son muchas hojas, su letra hace despertar recuerdos que quise matar hace años.

Sus jadeos regresan a mi, ella regresa a mí...  Todo se volvió una mierda.

Leo con detalle cada palabra.

"Eres el amor de mi vida..."

"Tu me hiciste dañar a las personas que más ame..."

"La vida siempre fue cruel"

Sus palabras me hacen recordar miles de cosas que nunca debí olvidar hace mucho tiempo.

Leo sin parar la carta mientras trato de recordar todo lo que ella menciona.

¿En qué momento viví todo eso?

Quiero responder, debo responder, pero no puedo, mi nueva vida me lo impide...

Todo en mi vida me lo impide...

—¡Papiiiiiiii!— exclama mi pequeña entrando a mi estudio. —Mami dice que es hora de comer!

—¿Mami dijo eso?

Su risa invade mis oídos mientras viene donde mí.

—No... ¡Pero ya casi está!

—¿Quieres ayudar a mami a poner la mesa en lo que terminó lo que estoy haciendo?— ella asiente.

—¡Solo... Si hay helado al terminar!— exclama con una sonrisa.

—Hay que preguntar a mami...

Sale corriendo mientras yo tomo la carta de nuevo.

"Espero que esté bien, yo lo estaré tarde o temprano... Sigues siendo igual que idiota que la primera vez que te conocí"

Las palabras terminan, la carta igual, Mackenzie dejo muy en claro lo mucho que me odia, lo mucho que la dañe...

—¡La comida está lista!— grita Morgan desde la cocina.

Escondo la carta en el fondo falso de mi escritorio antes de salir a donde mí hija y esposa me esperan...

—¿Qué hacías cariño?— pregunta Morgan.

—Nada solo facturas...

—¡Mami dijo que si al helado!

—Ada, las manos...