Era la madrugada y mientras Hansen yacía profundamente dormida porque el viaje y el cansancio de la diversión le estaban pasando factura, Taehyung despertó porque a lo lejos escuchó que alguien lo llamaba, pero nada más alejado de la realidad, estaba sudando y temblaba porque tenía una extraña sensación en su cuerpo, sentía demasiado frío pero no era algo común, sus manos y pies tenían un color distinto al de siempre, parecía que se estaban amoratando, pero al sentarse sobre la cama pudo ver con claridad a sus padres que estaban frente a él.

─ Es el momento pequeño ángel, tenemos que volver a ser una familia ─ dijo su padre que extendía la mano para que este la tomara.

─ Te hemos extrañado demasiado ─ prosiguió la hermosa mujer de cabellos rubios y ondulados que estaba frente a él.

─ No me quiero ir... ─ giró la mirada sobre su hombro y vio a Hansen que seguía dormida y a Tan que estaba también dormido en su pequeño colchón a un costado de la puerta ─ por favor, quiero ver la playa por última vez, por favor ─ suplicó pareciendo haberse resignado, aunque su garganta comenzaba a cerrarse porque de verdad quería quedarse en ese sueño que había sido su vida, los dos mayores que le hablaban asintieron y el joven comenzó a caminar hasta la puerta que daba a la playa, de nuevo sus pies descalzos estaban pisando la arena pero esta vez su mirada se estaba nublando, flaqueó antes de llegar más allá y cayó sobre su costado derecho con la mirada fija en el rojo amanecer que empezaba a pintarse.

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Mientras tanto en la ciudad, Jin despertó de golpe porque en su corazón una enorme presión se había colocado, lo primero que hizo fue buscar su celular para ver la hora que era, se dio cuenta que había para él un mensaje de la fundación, al revisarlo se dio cuenta, era positivo, el suero beta había sido aprobado, habían entregado cuatro y de estos el β1 había sido aprobado, esto lo hizo poner en pie, pero al ir directo a los monitores se dio cuenta que Taehyung estaba en la playa, parecía que estaba mal y estaba solo, no entendía bien lo que pasaba pero le dio miedo, salió al su coche mientras hacía varias llamadas porque todos tenían que saber lo que ocurría.

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Hansen despertó porque se sintió sola sobre la cama, buscó a Taehyung con la mirada y al no encontrarlo se puso de pie, salió a la sala y justo al frente vio la puerta abierta, en el fondo entre el camino al mar estaba él sobre la arena, Hansen corrió hasta donde se encontraba, sus pensamientos de inmediato trajeron para ella muchas ideas de las que no se quería dejar llevar, se negaba a saber lo que pasaba o quería que fuera un sueño, una pesadilla de la que quería despertar lo antes posible, llegó junto a él y se dio cuenta que estaba consciente ─ ¿Qué haces aquí?, ¿Por qué has salido? ─ preguntaba mientras lo tomaba en sus brazos para colocarlo en su regazo, sintió como estaba frío y débil, sus ojos la vieron y de nuevo esa hermosa sonrisa apareció pero esta vez en unos labios blanquecinos y casi inmóviles.

─ Porque ya antes me he despedido de ti, te dije muchas veces que amo, pero al mar nunca antes había podido decirle que admiro lo inmenso que es ─ exclamó con su voz cansada, misma que se estaba perdiendo ─ mis padres han venido por mí y sabías que este momento iba llegar, por favor no llores porque me duele que lo hagas, recuerda que soy tu principito, debo volver a mi planeta pero dejaré a mi amada rosa para que la ames como lo hice yo, así como te he amado a ti, porque lo haré en la eternidad...─ decía sintiendo que en ocasiones el aliento se le escapaba.

─ Calla, no sigas...por favor no sigas, ¿Que no ves que me duele? ─ respondió mientras se aferraba a él con tanta fuerza que sentía como su cuerpo se seguía poniendo más débil.

─ Un día vendrás a este lugar, verás esta playa y sabrás que sigo esperando por ti aquí, que me quedé en este lugar tan hermoso, porque eres la única mujer que pude amar, porque eres tan hermosa como este amanecer, pero yo soy un atardecer que debe irse, soy la noche que debe descansar, mientras tanto tú debes brillar, debes sonreír porque yo quiero estar ahí contigo cuando seas feliz...te amo... ─ la fría mano de Taehyung se elevó hasta llegar al rostro de la joven, quería limpiar una lágrima que se deslizaba pero su agotado corazón no se lo permitió.

Sintió como un golpe de aire se le escapó, cerró lentamente los ojos y su mano cayó sobre la arena, no tenía ya más fuerza y su cabeza solo se inclinó a su costado, Hansen no podía creer que eso estuviera pasando, le hablaba y otra vez tan fuerte que sus gritos en medio del llanto lograron despertar a los demás, ella estaba tan destrozada que no podía asimilar, sintió como Jimin la separaba de Taehyung en contra de su voluntad.

No reaccionaba, solo veía como se lo llevaban lejos de ella, es que no quería aceptar que no volvería a su hogar, que no estaría de nuevo abrazado a ella y que su bella sonrisa que tanta paz le daba se había ido para siempre, estaba en un shock tan fuerte que no escuchaba lo que le decían, no entendía, hasta que todo se quedó oscuro para ella.