28
La imagen de la playa de arena blanca y con el agua en un hermoso tono turquesa llenó las pupilas de Taehyung que desde el interior del coche veía maravillado cada detalle de aquel lugar, aunque había visto en muchos lugares imágenes de las playas de Busan, nada era como en la realidad, incluso ese aroma que había deseado imitar estaba ahí presente llenando sus fosas pese a estar en el interior del vehículo, para él joven todo era curioso, veía a las personas estar completamente vestidas para estar en ese lugar cuando en las imágenes del extranjero era todo lo contrario.
─ ¿Por qué están vestidos?, en las imágenes que tengo en mi computadora las chicas traen pequeños bikinis que apenas las tapan, creí que así era aquí ─ preguntó con mucha curiosidad y sin morbo, solo se le hacía muy extraño.
─ La playa que recreaste en tu laboratorio es la de Mallorca, en España, país en donde según se, incluso hay lugares nudistas, es muy posible que la diferencia entre las costumbres de Europa y nuestro país sean muy abismales debido a que Corea es un lugar en exceso conservador, esa es la diferencia y otra cosa es que todos estamos buscando exponernos lo menos posible al sol y tú más que nadie debe evitarlo ─ sentenció Jimin que explicaba en poco las dudas de su primo.
El rubio escuchó atento la explicación del mayor y de nuevo volvió su mirada al vasto océano que estaba moviéndose frente a él, sentía que era un momento tan glorioso que no quería perder detalle, era tan diferente a la suya pero tan parecidas a la vez, por fin estaba en ese lugar que tanto soñó, la sonrisa del rubio era lo más genuino que un ser humano podía ver en la vida, su ronca y masculina risa que provenía desde lo más profundo de su garganta era agradable y para Hansen era una mezcla de sensualidad y ternura, ella solo pudo acercarse sin decir nada y dejar un suave beso en sus labios.
─ Me encanta verte sonreír, no puedo enamorarme mas te lo juro ─ confesó la joven mientras sostenía con ambas manos las mejillas de Taehyung, viéndolo fijamente a los ojos, dejando su alma en ese momento en que estaban.
Taehyung solo pudo disfrutar de aquella confesión en la que su corazón se había sentido lleno de paz, ella era todo lo que alguna vez soñó que sería, la vida no podía ser tan perfecta y de eso tenía pruebas porque no lo estaba siendo, esto no significa que no fuera agradecido con todo lo bueno que estaba viviendo, con la familia que le había tocado tener y la novia que lo enamoró desde la imagen que veía en un monitor, pensaba que quizá nadie había sentido tanta felicidad en tan poco tiempo y por eso se sentía agradecido, los veía a todos mientras estaban entrando a la estancia de la casa que habían ambientado para él y notaba como habían cuidado cada detalle de lo que él gustaba para decorar y que no se sintiera como un encierro.
─ Quiero ir a la playa, quiero ir ahora que aún es temprano, ver el atardecer ahí y que lo disfrutemos juntos ─ dijo Taehyung llegando hasta una puerta francesa que tenía de vista una pequeña playa privada en la que se sabía, él podría estar solo en una ocasión con sus primos y Hansen, apoyó sus manos en el cristal como anhelando estar ahí afuera mientras que los otros lo veían pensando en lo que harían y si tenía razón, era mejor que lo hicieran lo antes posible.
De ese modo salieron todos una vez que se instalaron en sus habitaciones y estuvieron vestidos apropiadamente, la puerta francesa se abrió y por fin el rubio estaba uno a uno con el mar, aunque todos tenían algo de temor por ese acercamiento, al ver cómo el joven simplemente olvidó que estaba enfermo al ver el mar así de cerca, bajaron junto a él, este que estaba sintiendo la arena bajo sus sentía esa emoción tan grande que solo una actividad como esa le podía generar.
─ Esto es increíble, es como un milagro, como debe sentirse uno, me siento muy agradecido con ustedes por haber hecho esto y con mis tíos, se que mis padres también habrían disfrutado de este lugar ─ dijo Taehyung que estaba viendo como todos estaban con él, pero nadie del personal que había ido en la camioneta de las medicinas y suplementos, ellos estarían lejos porque Jin así lo había ordenado. Para el mayor de los Kim, preservar la salud de Taehyung lo más que se pudiera era menester y por eso tomaba medidas tan estrictas por más locas que los demás creyeran que eran.
Ese atardecer con sus primos y Hansen era algo que Taehyung jamás podría superar, su perrito también estaba ahí con ellos y se sentía completo, las risas, el agua, la diversión de una tarde de playa era todo lo que necesitaba para asegurar que su estancia por este plano terrenal era algo que jamás cambiaría, estaban jugando con una pelota de voleibol que rebotó luego que JK la lanzara, al rubio se le escapó pero logró atraparla y al darse vuelta pudo ver un panorama muy distinto, Jimin que jugaba con Tan sobre la arena, JK y Hansen jugando con él, todo era invaluable.
Vieron el atardecer en la terraza mientras tomaban la cena, el ambiente era paradisíaco, todos hablaban de todo lo que se le venía a la mente, reían y disfrutaban, la verdad es que el viaje había sido un completo éxito y la paz de ese momento se los estaba haciendo saber, la noche llegó junto a la luz de una hermosa luna rosa que iluminaba todo el océano frente a ellos, hasta que decidieron ir a sus habitaciones en las que la vista era la misma, Hansen y Taehyung se acurrucaron juntos en la espléndida cama y poco a poco se fueron quedando dormidos con una sonrisa en sus labios porque el sueño de Taehyung por fin se había vuelto realidad.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro