─ ¡Buenos días! ─ Era el saludo alegre de Hansen en la hermosa mañana soleada que ese día tenía, ella sabía; porque había visto de primera mano la entrega que el doctor Kim ponía cuando atendía a Taehyung ─ He traído café y unas donas, algo que veo que comen mucho en las series policiacas de Norteamérica ─ explicó la chica extrañamente seguía de licencia en su trabajo.

─ ¿Creí que habías dicho que tenías que presentarte hoy en tu trabajo? ─ fue la reacción de Jimin al verla llegar de improvisto.

─ Ñee me despidieron, ahora tendré que empezar a trabajar en hojas de vida, empezar de cero pero, ¿qué se puede hacer? ─ respondió cabizbajo mientras ponían las donas y el café sobre la mesa.

─ Pero... ¿Qué pasó? ─ Jin conocía poco de la historia de Hansen pero sabía que la abuela de ella dependía económicamente del salario que la chica recibía y por eso le preocupaba que ahora no tuviera uno.

─ Quería un comprobante con nombre y constancia médica de que mi novio estaba enfermo y pues no, oigan no voy a divulgar nada de mi chico, sé que se ha ocultado de los baobabs toda su vida y no lo haré público yo ─ Hansen se puso a servir las donas mientras hablaba, estaba de espaldas y se escuchaba tranquila pero la verdad es que estaba aterrada porque nunca antes se había visto sin un empleo desde que su abuela había dejado de ser productivamente activa.

Los dos caballeros que estaba en la cocina con ella la escucharon atentos, entendían lo que decía y la referencia de los árboles que mencionó pero sentían que era algo injusto porque de alguna manera Taehyung les había dicho lo buena que era ella en el trabajo.

─ Deja esas donas, no es justo lo que han hecho y lo vamos a arreglar ahora ─ Jin se movió para tomar a la chica del brazo y empezar a salir con ella ─ Jimin, dile a Nam que quiero verlo en el E-mart, lo estaré esperando ─ ordenó y prácticamente arrastró a la joven hasta el coche.

Pese a que no pudo ver a Taehyung la chica iba algo confundida porque no tenía idea de cómo la iban a ayudar siendo que ellos no conocían a los jefes de recursos humanos de aquel lugar y que viendo bien las cosas era como que ella había faltado sin justificación puesto que había tomado días más de los que le habían otorgado, aunque no podía decir nada, ahora iba bajo la intimidante presencia del doctor Kim que para nada era feo, entendía muy bien que Taehyung fuera un chico tan atractivo porque si se detenía a pensar, nadie en esa familia era de mal ver. Pero ella mismo se abofeteo mentalmente al darse cuenta que sus pensamientos se habían alejado de la realidad que estaba viviendo y que era realmente preocupante para ella porque no era solo ella, había una buena viejita que dependía.

Al llegar Nam y Jin se juntaron, el mayor le contó a su hermano lo que había ocurrido con Hansen, luego se alejaron de ella de modo que la chica no podía escuchar lo que ellos planearon hacer, ingresaron y sin que les importara llamaron la atención de clientes y empleados en el lugar, estaban ya listos con los argumentos que darían, Hansen sentía que pronto estaría de nuevo trabajando en aquel lugar porque parecía que los Kim eran realmente importantes y que no les podían decir que no.

─ Así que usted es el señor Cheng, bueno usted ya nos conoce y por supuesto que la señorita Park También, no vamos a andarnos con rodeos, vamos a poner una fuerte demanda a usted como persona por exigir información personal a sus empleados, solo para conocimiento suyo, la señorita ha estado cuidando de la salud de nuestro sobrino, que a su vez es su novio, ella no tiene permitido divulgar su nombre ni condición porque realmente a usted eso no le compete ─ fueron las fuertes palabras de Namjoon a estar frente al hombre que había despedido a Hansen.

─ Pero señores no hace falta llegar a tanto, la señorita jamás dijo que se tratara de alguien tan importante, claro que si lo hubiéramos sabido... ─ el hombre estaba por continuar cuando Jin lo interrumpió.

─ Las cosas habrían sido diferentes porque se trata de alguien de renombre he importante, pero como era ella sola no la quiso escuchar ─ dijo con enojo marcado mientras ponía las manos sobre el escritorio del jefe ─ ella no volverá a pisar este lugar porque pronto será una Kim, nosotros vamos a proteger a su familia y a ella, pero nos encargaremos de que esto no se vuelva a repetir con ningún otro empleado ─ arremetió finalmente el mayor, se movió y los tres se dieron la vuelta dejando en silencio a aquel hombre que había pecado de abusivo al exigir demasiado.

Pero Hansen no podía digerir lo que había escuchado, ellos habían dicho que las iban a proteger ─ Ustedes no están hablando en serio, ¿verdad? ─ preguntó llena de dudas mientras iban subiendo a los coches.

─ Lo que has hecho por Taehyung lo vale, él te ama de la manera más sincera que un ser humano puede amar y no nosotros no vamos a dejarte sola sabiendo que eres buena con nuestro pequeño ─ fue la explicación que Nam le dio mientras cerraba la puerta del coche en el lado que ella había subido.

Hansen empezaba a ser recompensaba por toda esa bondad que siempre mostró para su Principito, porque se lo merecía, siempre actuó de buena fe y con amor ferviente para el rubio, nadie en el mundo merecía tanto como ella, porque los señores Kim sabían que Taehyung haría lo mismo si ahora estuviera consciente, no les haría falta nada en la vida. Así la vida empieza a cambiar para aquellos que han llevado un camino de bien y han mostrado tener un corazón puro.