Aprender que ya no volverás,
me costó mil y un días.
Mil y un días en los que no me harté,
pero tampoco te pensé.
Te dije: me hartaré de ti
cuando ya no pienses en mí
y ahora, tú ya no piensas en mí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro