Capítulo 32
La declaración de los transeúntes, varios comerciantes y del oficial que la custodiaba a Genesis. El que logró anotar la placa del auto. Se convirtieron en pruebas sólidas contra de Makris. Han pasado quince días desde el suceso, tiempo que el malnacido ha logrado evadir a las autoridades.
Román era optimista en su captura, tenía mis dudas. Contó con tiempo valioso antes de ser señalado como culpable para huir. Si bien, mi interés principal era la recuperación de Génesis, deseaba ver tras las rejas a quienes causaron daño a mi mujer.
No le he dado el interés que requiere la investigación. Me he centrado tanto en ella, abandoné la empresa y la dejé en manos de mi hija. Contaba con una deuda de honor con su familia, con ella y conmigo. Por fortuna, mis hijos lo entendían.
Dejé a Sawyer, su tío, esa tarea, era él quien me mantenía al tanto de la información. Los Vryzas le dieron un permiso especial de quince días, gracias a eso, ha logrado estar durante toda su recuperación.
Llevaba varias cirugías, en la primera se logró reparar las fracturas del cráneo, retirar trozos de hueso y detener sangrado cerebral. Las otras fueron de los pómulos, nariz, costillas, etc. Todo su cuerpo era un mapa del delito cometido y el atroz acto en su contra.
Hay mucho camino por recorrer y ganas de seguir adelante, ella ha logrado superar cada momento crítico. Su fortaleza, me mantiene vivo y a su lado, las ganas de verla, abrir los ojos y sonreír aumentan día a día. Bajo estricto control médico y en coma inducido, se mantenía mientras eso sucedía.
Lo peor había pasado, si el destino quiso que lograra sobrevivir al asalto y a las cirugías, era porque la quería a mi lado. Allí permanecía, las veces que me alejaba era para ir a casa, hacer el cambio de ropa o recibir alguna información de los médicos.
-Detesto la idea de tener que irme sin verla a salvo -gruñe Sawyer apoyando su cuerpo con pesadez en la silla y reclinando la cabeza en la pared.
La única vez que podíamos hablar era en el cambio de turno. El hombre llegaba a reemplazarme, cuando tenía oportunidad. Lo cierto, es que pasaba la mayor parte del tiempo en la jefatura, hostigando a Román por resultados.
-No tiene reportes policiales, ni infracciones. -recuerdo de pronto -¿Cómo pasó de eso a intento de asesinato?
-¿Lo dudas? -sus labios se crispan en una mueca de disgusto al preguntar.
-Nada de eso. -respondo en una calma que estoy lejos de sentir -su actitud fue criminal, cubrió todos los puntos.
-¿Entonces? -insiste exaltado.
Buscó una zona libre de cámaras, se deshizo de la bolsa con su identificación, quizás para que no la reconocieran. La embistió y huyó de la escena del crimen, sin mucho esfuerzo.
-Y se ha mantenido en las sombras por quince días -ha sido diciendo con Sawyer en silencio procesando la información. -demasiado limpio para alguien que nunca ha cometido un delito.
-Un historial limpio, no le hace inocente...
-Exacto -le interrumpo -es posible que luzca así por su habilidad para salirse con la suya.
Tal cual pretende hacer ahora, pero no previó que Génesis estaría siendo vigilada. Ceder sigue sin ser asociado y todo apunta a que autoridades no han hallado relación entre el intento de secuestro de mi hijo y asalto a mi esposa.
Existen, aunque de momento no los conozca.
-¿Cuándo tienes planeado el vuelo?
-El sábado -me brinda una mirada fugaz y regresa la mirada a la puerta de la habitación cerrada -anhelo que ella abra los ojos o que ese infeliz lo atrapen. -suspira -lo primero que suceda.
-Faltan tres días. -menciono -todo puede suceder en ese tiempo.
-Estaré aquí toda la mañana, por si necesitas ir a casa -sugiere -no has descansado lo suficiente, luces fatal -concluye fijando sus ojos en mi apariencia -pedirá el divorcio si te ve en esas fachas.
-Gracias -respondo con sarcasmo e inclina la cabeza en respuesta -he perdido el sueño, no importa cuanto lo intente, es imposible hacerlo más de dos horas.
Ni siquiera puedo permanecer en nuestra habitación, a la que ingreso solo para asearme. Suelo dormir en cualquiera disponible menos en la nuestra. La última vez que la usé fue con ella, mi deseo es volver a hacerlo cuando regresé.
Estoy dispuesto a esperar el tiempo que sea para cumplirlo.
Encuentro la primera similitud entre Sawyer y mi mujer, es persistente en cuanto a ir a dormir. Lo hace por tanto tiempo y tan seguido que acabo por aceptar su oferta.
Iré a ver a mi madre, a hablar con mis hijos, o departir con Tessa y Bastian. Todo menos dormir, porque el sueño se fue el día que Billy centró su venganza en Génesis.
-Te llamaré si algo sucede-promete al verme levantar. -haz un intento en descansar, ella le gustaría. Ama ver a los demás felices, Ángeles usó ese recurso para atacarla y hacerla culpable.
Juego con la llave del auto escuchando esas palabras. Hace mucho tiempo Génesis no habla de su madre o llora por su recuerdo. No logro recordar cuando fue la última vez que alguna de las dos cosas sucedió.
-Giles hizo un buen trabajo. -finalizo ganándome una mirada confundida de Sawyer.
-¿Quién es Giles?
-Su psicólogo...
-Sari -recuerda de repente -No sé lo que te dijo, pero no iba a esas citas por Ángeles, por lo menos, no como lo crees.
-¿Cómo qué no? -niega y frunzo las cejas -¿A qué otra cosa iría?
-Desconozco muchos detalles -libera el aire bruscamente y guarda silencio por largo tiempo -les dijo a las chicas que se sentía intimidada por tu asistente, señaló su comportamiento como "superior" "Un estatus que parecía venir directamente de ti."
-¿De qué me estás hablando? -alza su mano derecha que agita pidiéndome controlarme.
-Vivía con el miedo latente a que sus sospechas fueran ciertas, también a convertirse en tu cuarta exesposa. -continúa en tono bajo -no le dabas motivos, pero el temor le impedía ver la realidad. ¿Sabes lo de tu fiesta sorpresa?
-Mi madre y mis hijos lo confesaron -respondo y afirma.
Cierto día en que estaba en los preparativos, tropezó con un consultorio de psicología, el nombre en la placa le pareció conocido. Ingresó a solicitar información hallando que había cupo disponible.
Desde el primer día tuvo claro que estaba boicoteando su felicidad. Solía bromear con las chicas diciéndole que era como si su madre se hubiera apoderado de su consciencia. Tantos años de ataques, menosprecios y discusiones lograron minar su voluntad. Haciéndola sentir inferior y no merecedora de llevar mi apellido.
-Por eso, cuando esa chica la atacaba, su reacción era hacerse a un lado.
Sawyer acepta desconocer la mayoría de los eventos. Lo poco que sabe es porque las chicas lo han estado nombrando tras su ataque. Ellas aseguran que en los últimos días los encuentros aumentaron habían dejado de ser paciente-doctor.
-No quiero insinuar que ella y él...
-Génesis no sería capaz de un acto así. Si se veía con él, es porque era algo delicado -sigo por él y miro las llaves del auto -pasaré por el consultorio de Giles, le pediré información de como hallarlo a su asistente.
-Arriba a la ciudad mañana y el consultorio se encuentra cerrado. -me dice -tampoco está en su casa y los vecinos no son muy amables. -sonríe ante mi rostro perplejo -necesitaba hacer algo, no me gusta la calma. -se excusa.
-Eso veo -sonríe encogiéndose de hombros. -esperaré a mañana entonces.
Antes de partir, Sawyer me comenta lo que ha encontrado sobre Giles. Es un psicólogo respetado, su vecindario lo estima y respecta. Acude a una iglesia cristiana y hace labor social en una fundación que rescata a niños de las calles.
Todo señala que fue casualidad que su cita con Génesis coincidiera con la cercanía de Billy. El que, por cierto, logró averiguar el día en cuestión lo vieron con tres mujeres.
-En el restaurante de al lado de la cafetería.
A él no le fue muy bien en la investigación a ese lugar, pero le dio la información a Román. Me alejo del lugar con el alivio de saber que Génesis tiene en Sawyer lo más cercano a un padre y espero que algún momento lo vea.
****
Mamá observa mi salida del auto y avance al pie de las escaleras, en ese sitio me recibe y me da el abrazo de siempre. Los chicos están haciendo la siesta, solicitaron ser llamados si yo llegaba.
Lo que me deja como único espacio para dormir, nuestra habitación. Saberlo genera opresión en el pecho y dificulta la respiración. Miles de agujas se clavan en mi cuello logrando tensarlo y entumecer toda el área que lo rodea.
-Me preocupas -frota mi rostro una y otra vez -¿Deseas que te preparen algo?
-Intentaré descansar -respondo tomando sus manos y besándolas.
-¿No hay avances? -niego sosteniendo sus manos y sonríe -ya lo hará.
-Eso espero.
Me acompaña hasta el pie de las escaleras y observa mi ascenso por ellas. No necesito girar para saber que está allí, contemplando mi avance con los ojos cristalizados y llena de temor. La conozco tan bien, que sé, hizo un esfuerzo para no llorar o desvanecerse en mis brazos.
Daría lo que fuera para tener su fortaleza o para lograr calmar su miedo. No puedo, porque estoy repleto de ellos. Mi ascenso es lento, las ganas de dar la vuelta y huir se asoman en cada escalón. La opresión que me produce ocupar nuestra habitación o dormir en la cama vacía es tan intensa que me impide respirar.
El último de los escalones lo cruzo con la piel ardiendo y las agujas en mi cuello ahora se sienten como cuchillas. Me detengo en seco al ver a Bastian, está cruzando la puerta de Sunny y se dirigirse a la de Renzo. Sostiene en sus manos un móvil que observa abstraído, no nota mi presencia inicialmente, lo hace al detenerse en la puerta de su hermano.
-Hola señor Doménico -saluda tímido.
-Bastian ¿Cómo te están tratando?
-Bien -responde lanzándole miradas a su móvil -¿Cómo está su esposa? ¿Ya despertó?
-Aún no, pero pronto lo hará.
-Asi será -la seguridad con la que dice aquello me hace sonreír y afirmar.
-¿Necesitas algo? -niega, pero luce tan perdido que no le creo -Puedo ayudarte en lo que necesites.
-Mamá me dice lo mismo, que usted va a protegerme si ella no puede -su voz es casi inaudible al decirlo.
-Siempre contarás con Tessa -hablo empezando a acercarme -ella te ama, al igual que tus hermanos.
-Aja -sonríe una última vez y regresa la mirada a su móvil.
Sus dedos se tornan blancos al sostener el objeto, observo ese scto rumbo a la habitación. No deja de ver la pantalla con ojos humedecidos. Lo que sea está viendo produce llanto y dolor, alguna foto familiar o época pasada que lo trasporta a momentos felices.
-¿Bastian? -le llamo y gira hacia mí -¿Dónde está Tessa?
-Está en la escuela, me pidió esperarla aquí. -calla un instante y me mira con timidez -¿Hay algún problema en que me quede?
-Ninguno, puedes hacerlo el tiempo que desees y las veces que sea necesario -le sonrío, pero no hay respuesta de su parte -pensé que tendrías curiosidad en ver la escuela y conocer la ciudad.
Dice algo que no logro entender, guarda el móvil en su pantalón e ingresa a la habitación de su hermano. Permanezco en silencio viendo la puerta cerrada, sin poder evitar sentir pena por el pequeño. Es una víctima más de las malas decisiones de sus padres.
La habitación me recibe a oscuras, cortinas cerradas y ventanales en igual de condiciones. En los siguientes segundos me debato entre cruzarla en tinieblas o encender las luces. Decido hacer el recorrido a la cama en las sombras, de esa manera no tengo que lidiar con los recuerdos.
Una vez llego a ella, enciendo la luz de la mesita de noche y choco con el primer problema o varios. Sin quererlo o por querer, en este punto no sé qué tan casualidad ha sido. Me he sentado en el lado de la cama de Génesis, una foto nuestra tomada el día de la boda adorna la mesa de noche.
Tomo retrato recordando el instante en que fue capturada. El fotógrafo logró el momento perfecto, con una Génesis feliz, una corona de margaritas blancas adornan su cabeza y restos del pastel de bodas en su nariz.
Los momentos son tan alegres y hermosos, que llegan a doler. En un intento de recuperar el control de mis emociones, abro el cajón para ocultar la imagen de mi vista. Estoy por cerrarlo cuando algo llama mi atención.
Debajo del viejo móvil de Génesis se alcanza a divisar varios documentos. La extracción trae a la luz otros más, que permanecía ocultos debajo de los otros.
Los documentos hacen parte de la supuesta firma turística que siempre prometí investigar. Por una u otra razón, nunca pude. Una sociedad conformada por Greta, Marielle y otros dos accionistas que no se mencionan en el documento.
Hago a un lado el documento y voy por los demás. Capto la escritura distorsionada de Génesis en algunos extractos, pese a ese desorden, lo que hay en cada hoja revela el motivo por el cual fue atacada.
El ruido del móvil en mi bolsillo me hace buscarlo sin soltar los documentos y descubro, es una llamada de Román.
-Estaba por llamarte...
-Encontramos a William Makris-detengo mi conversación al notar que lo escuchado es más importante -o lo que quedaba de él a pocos pasos de su auto incinerado. Hay dos cuerpos dentro sin identificar.
-¿Estás seguro de que se trata de él? -Román suelta una risilla antes de responder.
-Se esforzaron en no destrozar su cara -su risa aumenta -no hay dudas que es él, un forense puedo hacerlo oficial.
-Espero haya sufrido mucho...
-Tanto que si no supieras has estado en el hospital, diría que eres el causante de tanta saña -se mofa. -te estaré informando. Por el momento, no puedo darte más detalles.
-Me basta con saberlo muerto...
Cuelgo la llamada y reviso los documentos en mis manos. Abandono las ganas de dormir y decido visitar a Román y entregarle lo que he hallado. Antes de hacerlo, pasaré con Sawyer, él o las chicas pueden saber algo más sobre esto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro