Cuando Lincoln abrió los ojos aún estaba allí. Sin esos grandes muros que solo obstruían el panorama del día y de la noche. 

―: Primero tienes que conocer a mis hermanos. No te alarmes, no son ellas.

Lincoln confundido preguntó, pero su ángel se limitó a guiarlo a la puerta. La casa también era la misma. Entraron y lo que distinguió Lincoln era a un montón de jovenes, tan parecidos a sus hermanas. Primero se estrmeció, su primera proyección es que eran esos mismos demonios que no pararon de atormentarlo, pero mirando bien, no, no eran ellas. Y su ángel era la única chica en el lugar.

―: Saludos. Sé que te hallas confundido, pero te aseguro que no hay nada por temer, todo lo contrario. Solo pedimos tu cooperación. Estás aquí presente porque nos enteramos de tu trágica vida. No encontramos justo lo que tu familia te hacía, los abusos a los que fuistes sometidos. Decidimos que mereces otra oportunidad de vivir, solo esperamos tu cooperación.

"Yo soy Levi Loud, un genio infante superdotado, la mente máas brillante en este siglo. Mi mejor trabajo es indudablemente el Otrodimensionador. En términos vagos y simples permite la entrada a otras dimensiones. En realidad, tú solo eres una de tus tantas versiones, hay una cantidad infinita de Lincoln, así como múltiples versiones y homólogos del mismo producto. El multiverso es real. Yo tuve la gran oportunidad de comprobarlo. Doy  por hecho que ya me crees, viste de qué es capaz el dispositivo con el que mi presente hermana mayor te rescató y refugió aquí. Por ende había explorado tu mundo, explorar por mí mismo otras dimensiones sería satisfactorio. La tuya, entre tantas, fue la primera. Mis consanguíneos me acompañaron encantados. Fue satisfactorio, se podría decir, pues fue nuestra interfaz para dar contigo. Lo verdaderamente intrigante, sin embargo, era comprobar mi hipótesis: los sueños son un medio por el cual entrar en comunicación con tu homólogo. Viajando a otra dimensión y durmiendo para acto seguido soñando, tu mente entrará en un campo el cual aún no soy capaz de comprender pero que especulaba que permitía contemplar a tu homólogo. Estaba convencido de que había alguna conexión entre homólogos cuando coexisten en la misma dimensión, en diferentes son completamente independientes entre sí. Mi hipótesis de los sueños fue bastante asertada. Durante nuestra travesía, nos hospedamos en un hotel.

Levi tomó un momento para toser y acomodarse los lentes.

"Fue allí cuando Linka soñó contigo. Fue la única, Linka en sueños contempló tu vida y experimentó vivamente lo mismo que tú. Asimilaba los hechos como suyos. Nos compartió el susodicho sueños, así que quisimos rescatarte. No es sorpresa que solo ella haya soñado, hay poco márgen de probabilidad para recordar los sueños, en teoría es coincidencia que ella sea la única en soñar con su homólogo.

Los siguientes segundos Lincoln estuvo con la mirada baja, meditando en hechos. La levantó y sonrió hilarantemente, finalmente era libre y solo quedaba agradacer. 

Lincoln: Así que ―se volvió hacia su ángel, manteniendo su gran sonrisa―, tú eres yo.

―: Yo soy tú ―reafirmó seria.

Se escudriñaron mutuamente. Parecía su gemela, incluso tenía la misma vestimenta, claro, la de su yo-fem no estaba maltratada y a la niña le pusieron una falda. 

―: Soy Linka.

Levi: Por favor, permíteles presentarse.

Sus otros hermanos estuvieron todo el tiempo en silencio, espectantes sin más. A continuación cada uno dio su nombre, del mayor al menos, con una coordinación y a lineación que parecía que había sido planeado como cualquier ensaño teatral. Loki, Loni, Luke, Leif, Lynn, Lars, Lexx y Lane. Loki presentó al menor: Leon. 

Levi: Cuéntanos ahora tú los hechos uno por uno. Veamos qué tan acertados son exactamente esos sueños. 

Los siguiente minutos solo sirvieron para reafirmar los hechos, todo fue como el sueño de Linka indicaba. Emocionalmente ella había olvidado todo casi al instante. Cognitivamente lo recordaba aún, bien que vagamente.

Lincoln: Ahora ustedes díganme: ¿Aquí cómo paso eso?

Lynn: A mí no me mires, amigo ―Lynn se limpió las manos―, que en tu mundo seamos unos psicópatas no significa que lo seamos en el nuestro también. 

Lincoln se volvió a su yo-fem.

Linka: Ese día tenía pereza, no quería levantarme de la cama, solo quería estar en mi habitación y relajarme. Lynn me insistía en ir a su partido, me sobornó con 2 helados, aún así no acepté, sino hasta que mamá me lo ordenó. En el partido Lynn también me acusó de ser de mala suerte. Al llegar a casa, Lexx me pidió ayuda con algo, Lynn en eso intentó convencerlo de que yo doy mala suerte. Me sentí tentada a ayudar a Lynn a convencer a todos para que pueda pasar más tiempo sola, pero rápidamente lo descarté. Al poco tiempo, en el mismo día Lynn vio su error. El rumor no se exparció, papá no murió, nunca usé un traje de ardilla... Todo en orden.  

Lincoln permaneció pensativo, esa respuesta no era lo suficientemente satisfactoria para él. Los hermanos no se percataron, pero Linka sí, ella podía sentir vivamente lo que martillaba la consciencia de su yo-male. 

Lincoln: ¿Dónde están mis otros padres? ―inquirió friamente.

Levi: Están fuera de casa. Creí que lo más adecuado sería que te los presentemos después de nosotros. Quizá sería mucho para ti verlos desde el primer momento. Ellos no cambian de sexo. Ya anticipamos una pisible reacción en ti.

Lincoln se volvió hacia la entrada principal, ansioso. Se alegraba de poder ver en cierto modo a su padre una vez más, pero sabiendo que no era exactamente él... En el otro mundo sus hermanas cambiaban de sexo, por consiguiente podía diferenciar a Loki de Lori, por ejemplo, como si fueran otra persona, pero sus otros padres no. Y no se sentiría cómodo viendo una vez más a la bruja que lo abandonó. Hubiera preferido que sus padres también cambiaran de sexo, le ayudaría a distinguirlos a ellos también. 

Levi: Pero sí, ellos están conscientes de la situación y lo aprueban. 

Loki: Lincoln ―su voz acogió un tono fraternal, algo no tan común en él―, te prometo que esas perras malditas no volverán, eres libre ahora. Puedes continuar tu vida. Aún eres muy niño, necesitas otra casa donde morar. Si nos lo permites, vamos a adoptarte. Suena bien, ¿no? Linka es nuestra hermanita, y tú de cierta forma eres ella, así que técnicamente tú también eres nuestro hermano.

Lincoln se volvió a todos. Cada hermano asintió, no había ni la menor objeción. Lincoln asintió, sin perder su semblante serio. No parecía muy cómodo, pero algunos como Lexx lo pasaron desapercibido, y otros como Levi solo creyeron que aún estaba meditando en hechos. 

Loni: Te preparamos una habitación en la bodega. No queremos aislarte, pero no hay espacio para otra habitación.

Luke: ¿No tienes hambre, bro? 

Lexx: ¡Primero que se bañe!

Leif: ¡Lexx!

Lynn le prestó un juego de ropa vieja. Más tarde le comprarían su propia ropa. Lincoln se zambulló en la bañera. Ya era hora de tener un buen baño. Estaba obligado a asearse con la manguerra y un poco de jabón. Era humillante estar desnudo en el patio trasero. Eventualmente ya no se bañaba muy seguido que digamos, pues el aseo para él ya no tenía mucho sentido y tampoco estaba de buen humor para atender su aseo. En la bañera estaba absorto por sus pensamientos. Era increíble que a diferencia de él, Linka haya corrido con mejor suerte, pero aún hay cabos sueltos. ¿Y si a ella aún la hubieran metido en ese ominoso traje para que después papi... también muriese? ¿Cómo hubiesen reaccionado?

Y por fin pudo disfrutar de una cena decente. No es que sufriese de desnutrición, aún lo alimentaban (más o menos), pero la comida no era muy apetitosa. Los padres llegaron. Lincoln estuvo esperándolos ansioso en la sala, solo quería que ese momento ocurra ya, para no sufrirlo después. La puerta se abría para revelarlos. Los señores se le acercaron para hablarle, se mostraban amables y comprensibles.

Lynn señor: Hola. Lincoln, ¿verdad? 

Lincoln: Sí... ―desviando la mirada.

Lynn: Está bien. Ya veremos los papeleos, no te preocupes. Si es necesario falsificar algo, ya tenemos a Levi. Solo quiero decirte: no pretendo remplazar a mi otro yo, pero si él te cuidaba, yo también lo haré. Puedes llamarme tío, si te hace sentir más cómodo.

Lincoln: Llamarlo tío suena lo más adecuado para mí.

Rita: Hola, Lincoln. Me siento mal por cómo te abandonó mi otra yo, nunca le haría eso a Linka. Me gustaría compensar el daño que la otra Rita hizo. Solo debo pedirte que por favor me tengas confianza y me des la oportunidad de hacerme cargo de ti.

Lincoln: Gracias.

Notaron al pequeño indiferente y como si estuviese conteniéndose de soltar un llanto más. Pero esperaban que se acostumbrase pronto.

El día siguiente Lincoln tuvo el reconfort de despertar no en el patio, bien que tampoco en su habitación tradicional. La bodega había sido separada, en un lado todos los utensilios que toda bodega ha de tener por definición, al lado derecho, y al izquierdo estaban los arreglos requeridos para él. Como sea, esa bodega era bastante grande, de hecho, no lo notó antes, pero el patio de su otra casa era un poco más grande. Su nueva habitación era algo ostera, pero suficinete, mantenía un espacio para sí solo, incluso podía estar en paz y silencio ―en realidad no, si el señor Quejas puede escuchar el bullicio desde otra casa, él y su nueva habitación también―. Habían instalado un reloj, se despertó una hora antes que los demás. Entró a la casa esperanzado de que su homólogo también. En eso recordó alguna frase de internet: las mujeres estamos todo el día cansadas porque necesitamos 2 horas de sueño más que los hombres.

Obviamente lo dijo una feminista ardida que no tenía nada mejor que hacer que decir que dormir es patriarcado. No obstante, en parte tenía razón, las mujeres aún necesitan más tiempo de sueño: 20 minutos. Claro, solamente eso. Mientras esperaba, asió una manzana y disfruto de la televisión. Exactamente 20 minutos estuvo esperándola, aún bajo la idea de que sería la primera en despertar.

Linka: Buenos días, Lincoln.

Lincoln inmediatamente apagó el electrodoméstico.

Lincoln: Buenas días. Voy a caminar, ¿me acompañas?

Linka: ¡Claro! ―amablemente.

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