Capítulo10: El demonio de hielo (Parte II)
"Mis hermanas siempre me animaban y apoyaban, estoy segura de que estarían sonriendo."
Desperté justo después de que, en mi sueño, Kanao me decía esas palabras con una ligera tristeza en ellas, no entiendo ¿Por qué habré soñado con eso?
Este día amaneció muy frio, más de lo habitual, yo Tomioka Giyuu, no me siento a gusto en este día, al servirme un poco de té caliente para quitarme este frio que sentía, la taza se rompió antes de siquiera poder tocarla ¿Esto es lo que se conoce como un mal augurio?
Sé que Makomo y Sabito terminaron con éxito su misión y que tardaran en regresar 2 días más a la finca, eso fue lo que escribieron en la carta que me llegó, aun así, espero que no les pase nada malo.
Irónicamente me siento solo y aburrido, antes de "renacer", me alejaba de todos por no sentirme digno de estar en su presencia, ahora, gracias a mis hermanos y compañeros, la soledad ya no es algo con lo que me sienta a gusto, me gustaría estar con alguien en estos momentos, lamentablemente Rengoku, Kanronji y Shinazugawa están de misión, Uzui está con sus esposas y Himejima debe estar orando en la cascada. Quizás en la finca mariposa pueda distraerme un poco.
Un poco antes de mediodía, estoy caminando hacia la finca cuando algo capta mi atención, en el suelo, puedo observar una mariposa con alas moradas muerta en el suelo y siendo devorada por las hormigas, por alguna razón, ver esa escena no me agrada, por lo que decidí apresurarme a llegar a la finca.
Al entrar a la finca me doy cuenta de que Kanao está parada viendo un árbol de cerezo, ella alguna vez me dijo que ese árbol fue plantado por el primer pilar de la flor. No veo cerca ni a Kanae ni a Shinobu, quizás estén dentro de la finca, pensé en entrar, sin embargo, no puedo dejar a Kanao sola, así que me acerqué a ella.
- Hola Kanao ¿Cómo te encuentras?
Kanao voltea al oír mi voz y la expresión que tiene en el rostro es difícil de describir, esto me sorprende, ya que por lo general no muestra nada en su rostro.
- ¿Qué sucede?
- Kanao ha estado así desde que las maestras salieron ayer en la mañana.
Al voltear, Aoi se encuentra caminando hacia nuestra dirección.
- ¿Kocho salió?
- Así es, Kanae sensei recibió una misión y Shinobu sensei la acompaño – Me informa Aoi.
Así que ambas salieron también de misión, ahora ¿Qué hago? No puedo esperarlas porque no sé cuándo regresarán, quizás pueda estar un poco con Kanao, ya que parece estar preocupadas por sus hermanas.
- ¿Estas preocupada Kanao?
Ella no dice nada, pero sus ojos me dicen que si lo está.
- No te preocupes por ellas, tus hermanas estarán bien, son muy fuertes.
Y sé que lo son. En los entrenamientos, las he visto a ambas trabajar muy bien en equipo, sé que podrán con cualquier dificultad que se les presente, estoy seguro de que siendo tan jóvenes no...
- Kanzaki san, de casualidad ¿Sabes a dónde se dirigieron?
- ¿Eh? Bueno, Kanae sensei menciono que irían a Nagasaki.
Realmente no soy mucho de supersticiones, pero la forma en la que está actuando Kanao, el cómo me he sentido por toda la mañana, la taza rota y la mariposa muerta, no me dan buena espina.
"Yo no sabía cómo actuar en ese momento"
Un recuerdo de Kanao me llegó a mi mente, estábamos ella y yo en la tumba de sus hermanas y ella me estaba contando como se sentía en cada momento en el que fallecieron sus hermanas, con Kanae no sabía cómo sentirse ni como actuar, mientras que con Shinobu, lloró profundamente.
También me dijo que se lamentaba de muchas cosas y que le ponía triste el hecho de que sus hermanas fallecieron siendo muy jóvenes, y si no mal recuerdo, Kanae falleció cuando tenía 17 años, los mismos años que tiene en estos momentos, además de que hace mucho tiempo, Shinobu me confesó que Kanae falleció cerca del lugar que, en estos momentos, me acaba de informar Aoi.
Esto definitivamente no me gusta.
"Aquel día estaba muy preocupada, algo me inquietaba."
- Kanao, quiero que me respondas sinceramente ¿Estas preocupada por tus hermanas?
Kanao agacha la cabeza, parece ser que está mirando su bolso para sacar su moneda, pero de repente, levanta la cabeza para mirarme fijamente.
- Si, lo estoy.
Kanao me respondió sin la necesidad de consultarlo con su moneda, esto solo me confirma que algo malo está pasando o está a punto de pasar. Me acerco a Kanao y le digo.
- No te preocupes, me aseguraré de que regresan a salvo.
Dicho esto, hago una pequeña despedida con mi mano y empiezo a dirigirme a la salida, pero siento como alguien me toma de la manga de mi haori.
- Por favor.
Fue Kanao quien me detuvo, esto no solo me sorprendió a mí, también a Aoi, que no se esperaba esta acción. Para tranquilizarla un poco, coloqué mi mano sobre su cabeza.
- Te lo prometo.
Y antes de que alguien pudiera responderme, salí corriendo de la finca para llegar a la estación de tren, sé que el camino a Nagasaki será de 2 días, espero llegar a tiempo.
Me gustaría no tener que ir solo, pero lo más seguro es que Uzui me ignore por estar con sus esposas y Himejima me tratará de persuadir a quedarme, lamentablemente todas las demás personas que conozco están fuera, por lo que tendré que ir yo solo.
Y así los 2 días pasaron.
Al llegar a Nagasaki, inmediatamente empecé a preguntar por las hermanas Kocho, describirlas no era tan difícil, más por el haori con molde de mariposa que lleva Kanae y sus broches en el cabello, sin embargo, hasta ahora nadie las había visto, iba de puesto en puesto preguntando por ellas, pero no encontraba nada.
Estaba en el último puesto que encontré, aquí venden Gyudon y si no saben de ellas, me dirigiré a las afueras del pueblo a buscarlas.
- Disculpen – Me acerco al cocinero – ¿Han visto a dos jovencitas con adornos de mariposa en el cabello? Una de ellas lleva puesto un haori de mariposa.
- ¡Ah! Te refieres a esas hermanas que venían de paso.
Así que estuvieron aquí.
- Vinieron a comer y un adorador del culto del paraíso se acercó a ellas.
- ¿Culto del paraíso?
- Así es, se hacen llamar el culto de los adoradores del paraíso, la verdad, no me dan mucha confianza, una vez que alguna persona ingresa, nunca más se sabe de ellas.
Será que este culto este siendo manipulado por un demonio.
- ¿Dónde puedo encontrarlos?
- Andan de aquí a allá, no sabría decirte.
- Ya veo, muchas gracias por decírmelo.
Antes de poder dar media vuelta, escucho la voz de una mujer.
- Yo vi como esas chicas se dirigían al bosque del oeste con ese adorador.
Una de las meseras se acercó para decirme eso.
- Muchas gracias, señorita.
Le agradecí a la camarera y me dirigí a toda velocidad hacia el oeste, estoy a punto de salir del pueblo cuando veo a un hombre con ropas extrañas entrando, ese debe ser el adorador del culto, así que me acerqué a él.
- ¿Dónde están las hermanas que estaban contigo?
- Hermanas ¿De qué hablas?
- No te hagas el tonto conmigo – Lo tomo del cuello y ejerzo un poco de presión – Las hermanas con broches de mariposas.
- ¡Arg! Te refieres a las visitantes, ellas ya debieron de ser salvadas.
- ¡¿Dónde están?! – Estoy empezando a perder la paciencia.
- En el templo que está en medio del pueblo abandonado del bosque, mi señor ya debió...
Y le di un golpe en el estómago para dejarlo inconsciente, aunque esté trabajando para un demonio, aún sigue siendo humano.
Dejé tirado al adorador del culto y ahora me estoy dirigiendo al centro del bosque lo más rápido que pude. Corría y corría desesperadamente, no parecía que este bosque tuviera fin, los árboles seguían viéndose y apareciéndose delante de mí.
Cuando estoy por perder la esperanza, puedo ver un claro entre algunos árboles, alcance a ver la barda del dichoso pueblo abandonado y en medio de este un pequeño templo ¡Debe ser aquí! Sin perder más el tiempo entré por la puerta principal que está abierta y me detengo al notar algo extraño, dentro del templo hace mucho frio y al analizar mejor la situación veo la razón, hay hielo por todas partes y dos pequeños niños de hielo están atacando a Shinobu.
- ¡No! ¡Por favor! ¡NEE SAN!
El grito de Shinobu me devuelve a la realidad y al ver por donde ella dirigía su mirada, pude notar a Kanae arrodillada frente a un demonio que está a punto de atacarla. Sin pensarlo dos veces me lancé hacia donde estaba Kanae ¡Tengo que salvarla!
. . .
Lo lamento tanto.
Adiós.
Con ese último pensamiento solo espere el golpe de Douma para acabar con mi vida, sin embargo, este nunca llego, solo sentí como me agarraban y me cargaban. Al abrir los ojos, observé a alguien muy familiar a mi lado.
- ¿Giyuu san?
¿En verdad es Giyuu? Al principio no lo podía creer, pero al sentir la calidez que emanaba su cuerpo, me doy cuenta de que no estoy alucinando, Giyuu está aquí, pero ¿Por qué?
. . .
¿Tomioka? No sé de dónde salió, fue tan repentino su aparición que no me lo podía creer, pero al ver lo que hizo, le agradezco de todo corazón que haya salvado a Kanae nee. Cortó el brazo de ese demonio y alejó a mi hermana junto con él
- ¡Shinobu detrás de ti!
Tomioka me grita y al girarme vi como esos malditos muñecos me lanzaban unos lotos de hielo. Gracias a que Tomioka me avisó, pude esquivarlos.
. . .
- ¿Giyuu san? – Escucho como Kanae me llama, pero antes de poder responderle, tengo que advertir a Shinobu.
- ¡Shinobu detrás de ti!
¡Qué bueno! Ella me hizo caso y esquivó los ataques de esas cosas justo a tiempo, no sé qué está pasando, pero es claro que esto lo ocasiona la técnica de este demonio que está enfrente de mí, mirándome sin ninguna expresión.
- ¿En verdad eres tú Giyuu san?
Me vuelve a preguntar Kanae y la deposito suavemente al suelo, ella parece tener problemas para mantenerse en pie, por lo cual le ayudé con mi brazo.
- ¿No me prometiste que vivirías? No vuelvas a arrodillarte frente al enemigo y perder la esperanza, no importa si es una luna superior.
¡La regañe! En verdad parecía que se había rendido cuando cerró los ojos esperando el golpe de ese demonio.
- Perdón Giyuu san yo...
- ¡Oye! ¿Por qué me interrumpiste? Además, me atacaste sin avisar ¡Qué cruel! Pero lo más importante ¿No ves que ella necesita ser salvada? ¡Devuélvemela!
¿Salvación? ¿De qué demonios está hablando este sujeto? Nada más que no tengo tiempo que perder preguntándole, porque Shinobu la está pasando mal con esas cosas allá atrás.
- Kanae, sujétate fuertemente a mí.
Kanae no dice nada, solo me hace caso y se aferra a mí, al sentir su agarre me lanzo hacia el demonio, este solo se ríe mientras prepara sus abanicos.
- Respiración del agua. Tercera postura: Danza de las Corrientes.
Mi espada choca con los abanicos del demonio, pero gracias a los movimientos de esta postura, pude pasar al demonio de largo para ir a mi verdadero objetivo.
Una de esas estatuas de hielo se dio cuenta de que me estoy acercando y se aleja de inmediato, el otro, que está más cerca de Shinobu, no logra retirarse.
- Respiración del agua. Primera postura: Corte de la superficie del agua.
Con la fuerza que le di a mi espada, logré destrozar la cabeza de ese muñeco.
- Ya puedes soltarme Kanae. Shinobu ¿Puedes revisar sus heridas?
Di un paso hacia atrás para darles su espacio y dejarlas detrás de mí, antes de voltear, alcance a ver a Shinobu que parecía impresionada por algo, pero pronto se acercó a su hermana.
- Ya veo, tu objetivo eran mis pequeños – El demonio me dice – Bien hecho.
Incluso este demonio me está aplaudiendo.
- Nee san déjame ver tus heridas – Puedo escuchar a Shinobu hablando con Kanae.
- ¡No las dejare! Arte de sangre demoniaca: Carámbanos invernales.
Tanto el demonio como el muñeco nos lanzan unas estacas de hielo, no puedo esquivarlo porque las hermanas Kocho se encuentran a mi espalda, debo protegerlas a cualquier costo.
- Respiración del agua. Onceava postura: Calma.
Me concentro en destruir todas las estacas que se acercan a nosotros, todo se vuelve más lento y eso incluye a las estacas de hielo, quedando únicamente polvo de hielo.
- Así que esta es, cof cof, la defensa absoluta de Giyuu san – Kanae parece tener problemas para respirar.
- Nee san ¿Respiraste ese polvo helado?
- Cof cof. Si.
- Toma esto por favor.
Shinobu le da de tomar algo que parece una medicina, a diferencia de las que suele darme a mí, esta parecía de lo más normal.
- Impresionante, no estuvo nada mal – El demonio parece emocionado con la técnica que acaba de ver – No me veas de ese modo, te estoy elogiando, para ser humano, lo que hiciste fue impresionante, pero ¿Por cuánto tiempo podrás seguir? Arte de sangre demoniaca: Nubes heladas.
Nuevas estacas de hielo aparecen, cortesía de ese muñeco, mientras que el demonio crea nubes de hielo y ambos se dirigen hacia nosotros. Por mi parte, me preparo nuevamente para repetir la onceava postura, no debo permitir que Kanae y Shinobu resulten heridas.
Los primeros ataques fueron repelidos por completo, sin embargo, estos ataques no cesaban, siguen llegando estacas y esas nubes heladas y puedo sentir como, poco a poco, se me hace más difícil destruir las estacas y crear la cúpula de aire con la espada para evitar que la nube de hielo nos toque.
Los ataques continuaban y cada vez se hacían más rápidos, fue cuando me di cuenta de que mi técnica estaba perdiendo eficiencia, si esto continua acabaremos en mal estado.
- Shinobu, ayúdame a hacerme un torniquete – La voz de Kanae se escuchaba mejor.
- Pero nee san, no pensaras luchar en esas condiciones.
- Giyuu san no podrá aguantar más tiempo así, además – Aunque Kanae este a mi espalda, puedo sentir la determinación en sus palabras – No debemos perder la esperanza.
Una estaca acaba de rozarme la mejilla, claramente mi velocidad está disminuyendo, no podré seguir manteniendo la onceava postura o terminare desgarrándome, pero no puedo moverme de este lugar, si lo hago, las hermanas Kocho terminara heridas.
Unos segundos más pasaron, cuando escuche:
- Giyuu san, muchas gracias por protegernos, ahora te ayudaremos.
Alcancé a ver como Kanae corre pasando por mi derecha y se acerca al muñeco de hielo, este detiene su ataque hacia mí para defenderse de Kanae.
- Respiración de la flor. Quinta postura: Peonias de la Futilidad.
¡Lo logro! Kanae fue capaz de destruir la cabeza del último muñeco, no le dio tiempo al muñeco a defenderse. Aunque me doy cuenta de que la velocidad y fuerza de Kanae no son las mismas de siempre, sus heridas le están pasando factura a su cuerpo.
- Así que pudiste con mi último niño en esas condiciones ¿Sabes? Me están ocasionando muchos problemas.
- Respiración del insecto. Danza del aguijón de abeja: Aleteo.
Shinobu logra darle una estocada al demonio, atravesando su garganta, el demonio solo escupe sangre sin inmutarse.
- Te dije que tu veneno no funcionara conmigo.
- Respiración del insecto. Danza de la libélula: Ojo hexagonal compuesto.
Shinobu realiza varias estocadas por todo el cuerpo del demonio, mientras el demonio intenta atacarle con su brazo izquierdo.
- Respiración de la flor. Segunda postura: Sombra honorable de la ciruela.
Kanae logra cortar varias partes del cuerpo del demonio, incluyendo el brazo con el que iba a atacar a Shinobu, pero al final el demonio logra darle un golpe con su otro abanico y mando a volar a Kanae, si no hubiera sido porque ella se protegió con su espada, su cuerpo se hubiera dividido en dos partes por ese abanico, antes de que cayera al suelo, la agarro para evitar que se golpeé.
- Gracias.
Kanae me agradece y Shinobu se acerca a nosotros de un salto, siempre me impresionó su agilidad para dar esos saltos.
- Ya me están hartando – El demonio, sin cambiar su expresión, se acerca.
¿En serio el veneno no lo afecto en lo más mínimo? Claramente vi como recibió varias estocadas en todo su cuerpo.
- ¿Por qué no desean ser salvadas? Y tú – El demonio me apunta con su abanico – Eres un irrespetuoso, te atreviste a interrumpir cuando estuve a punto de salvar a la flor.
Entonces este demonio cree que el matar es la única forma de salvar a alguien ¡Que patético!
- Me das lastima – Le dije al demonio.
- ¿Disculpa?
- Dije que me das lastima, creer que la muerte es la única salvación es de perdedores.
El demonio me empieza a mirar de fea forma.
- Es verdad que, al vivir, uno tendrá momentos difíciles, incluso de sufrimiento, pero eso no es todo en la vida, si uno nunca se rinde y continua, eventualmente podrá encontrar la verdadera salvación.
- ¿La verdadera salvación? – Pregunta el demonio.
- La familia, los amigos. Las personas que te rodean son las únicas que pueden salvarte, son las únicas que pueden llenar tu corazón de felicidad. Para mí, esa es la verdadera salvación.
Ahora yo apunto con mi espada al demonio.
- Imagino que siempre has estado solo, nunca has tenido al alguien que te apoye, que llene tu corazón de alegría.
- Nunca lo he necesitado – El demonio cada vez me mira más serio – No necesito a nadie, yo solo puedo salvarlos a todos, no al revés.
- Ya veo – Doy un suspiro y cierro los ojos.
- ¿Qué? – Me pregunta el demonio.
- Al principio creí que no tenías emociones ni sentimientos, pero acabo de descubrir que si tienes uno. Tienes miedo, solo eres un cobarde que huye de las dificultades de la vida, un cobarde que evita relacionarse con otros por miedo al rechazo.
Un aura fría se puede sentir salir del demonio, es como si irradiara odio hacia mí.
- Sabes, es la primera vez que me siento de esta forma ¡Realmente quiero matarte! – El demonio me gritó.
- Felicidades, a eso se le llama "Ira" – Shinobu se lo dice con burla.
- Así que esto es la ira ¿Eh? – El demonio da un ligero suspiro – Entonces ¡Te odio! ¡Te odio maldito!
- Pilar del agua, Tomi...
- ¡No me importa! Te... ¡Urg!
El demonio empezó a escupir sangre.
- Dijiste que mi veneno no te afectaba – Shinobu empieza a hablar – Pues en mi último ataque te aplique diez veces más la dosis que usualmente uso, aunque no pueda matarte, al menos debería ser capaz de debilitarte.
- Ríndete – Ahora Kanae le habla – No tienes oportunidad de ganar.
- ¡Maldito seas! Esto no estaría pasando si no te hubieras aparecido ¡Pilar del agua! – El demonio junta sus abanicos – Te matare con mi técnica más poderosa. Arte de sangre demoniaca: Lirio de escarcha Bodhisattva.
El demonio creó una gran estatua de hielo, parecida a un buda Gautama, esta estatua nos lanzó una poderosa ráfaga de hielo. La ráfaga congelaba todo lo que estaba a su paso, por lo que cargue a Kanae y junto a Shinobu nos hicimos a un lado para evitar la ventisca.
- Giyuu san, tenemos que separarnos – Me propone Kanae.
- ¿Puedes caminar? – Le pregunte.
- Si.
Deje nuevamente a Kanae en el suelo y los tres nos movemos en varias direcciones aleatoriamente para evitar el ataque de esa estatua. La estatua ignoró a las hermanas Kocho y solo me enfocó, lanzándome su ventisca helada y atacándome con sus brazos, esto es aprovechado por Kanae y Shinobu para atacar al demonio, mientras yo esquivo el ataque de la estatua. Ahora las hermanas Kocho y el demonio tienen su propio combate.
Kanae logra cortarlo mientras que Shinobu le sigue inyectando su veneno, sin embargo, el demonio se regenera rápidamente, no por nada es la segunda luna superior, si esto continua así, el demonio terminara ganando, puedo ver como la pierna de Kanae empieza a sangrar nuevamente, el vendaje y el torniquete están perdiendo su efectividad, lo mismo pasa con su hombro.
También Shinobu parece estar agotada, sus movimientos son más lentos y por cada segundo que pasa, ella pierde sus fuerzas.
Tengo que hacer algo, soy el que se encuentra en mejores condiciones aquí, necesito cortarlo de tal manera que no le dé tiempo de regenerarse, un ataque rápido para tomar su cabeza, este demonio es listo y solo se protege de los ataques que se dirigen a su cuello.
La estatua de hielo sigue arrojándome esas ventiscas congeladas y cada vez que me acerco, me trata de golpear con sus enormes brazos, si sigo perdiendo el tiempo aquí, perderé a las hermanas Kocho y le prometí a Kanao que las ayudaría a regresar a su lado.
Por lo que no tengo más opción, tendré que usar el ataque que he estado practicando los últimos días, estoy seguro de que, si derrotamos al demonio, esta estatua desaparecerá, pero si fallo, los tres estaremos muertos.
Al ver como Shinobu ayudaba a Kanae a mantenerse de pie y al estar tan expuestas al ataque del demonio, dejé de dudarlo y corrí directamente hacia donde estaban.
La estatua empezó a lanzar su aliento gélido y en esta ocasión ni me preocupe en esquivarlo, solo esquive el golpe que terminó por destruir parte del suelo, cuando la ventisca estuvo cerca de mí, corrí lo más rápido que pude para estar lo menos posible en esa nube.
. . .
Pude ver con horror como Giyuu fue atrapado por la nube de hielo que esa estatua le lanzo, pasaron unos segundos y Giyuu no salía de ahí.
- Que tonto – El demonio, que se dio cuenta de que iba por él, se burló.
- ¡GIYUU! – Tanto Shinobu como yo le gritamos.
- Bueno ahora que él ya está muerto, les toca a ustedes.
Antes de que el demonio pudiera dar un paso, vi salir de la ventisca a Giyuu, se veía fatal, noté como su ropa y su cabello estaban de un color blanco.
. . .
Mi piel me arde por el frio, por fortuna aguanté la respiración lo más que pude, por lo que sigo conservando algo de mi temperatura corporal. No puedo detenerme, si me dejo de mover, creo que me dará una hipotermia o algo peor.
- ¡Es imposible! – El demonio no daba crédito a lo que veía.
Utilice la concentración total para mantenerme caliente y al correr a esa velocidad me mantuvo a salvo durante la ráfaga de hielo. Aunque debo admitir que fue temerario lo que hice, quizás por la adrenalina del momento, no me siento tan mal.
El demonio se preparaba para atacarme abriendo sus abanicos, no puedo darle la oportunidad de hacerlo, cuando estuve lo suficiente cerca de él, utilicé la nueva técnica de la respiración del agua.
- Respiración del agua. Doceava postura: Golpe del dragón de nueve cabezas.
El propósito de esta técnica es atacar simultáneamente los nueve puntos vitales en el cuerpo del enemigo a una gran velocidad, sin darle oportunidad de responder ni de esquivar.
Dos golpes, cuatro golpes, los ataques que lancé por alguna razón no me afectaron como antes ¿Será por el entrenamiento? Seis golpes, ocho golpes, por increíble que parezca mi cuerpo no se siente caliente, es como si estuviera a una temperatura normal, esto es bueno, ya que estoy por dar el noveno golpe.
Al terminar mi ataque, con el noveno golpe, la cabeza del demonio salió volando por los aires, mientras el cuerpo del demonio tiene ocho cortes que serían fatales para un ser humano común. Me detengo después de pasar por un lado del demonio.
. . .
- Respiración del agua. Doceava postura: Golpe del dragón de nueve cabezas.
Mientras Tomioka corría en dirección del maldito de Douma, escuche que pronunció una postura que jamás había escuchado, después, en cuestión de solo un segundo, la cabeza de Douma salió volando por los aires, mientras que su cuerpo tenía heridas fatales.
- In-Increíble – Fue lo único que podía decir.
En la finca mariposa decían que mis ataques eran las más rápidas del lugar que, de hecho, gracias a mi respiración de insecto, debía ser la más rápida de la corporación, pero lo que acaba de hacer Tomioka, supera con creces mi velocidad.
Por la cantidad de cortes que tiene el cuerpo de Douma, diría que recibió un total de nueve golpes en menos de un segundo, tengo que admitirlo, Tomioka es asombroso.
. . .
- Respiración del agua. Doceava postura: Golpe del dragón de nueve cabezas.
¡Escuche bien! Doceava postura ¿Acaso Giyuu utilizará la técnica por la que se desmayó hace días? Aún recuerdo como Makomo vino corriendo a mí finca muy asustada, pidiéndome ayuda.
¿En qué estás pensando Giyuu? Esa técnica aun no la has perfeccionado, si te desmayas a mitad del proceso ¡Será tu fin!
Los movimientos de Giyuu fueron tan rápidos, que apenas alcance a ver tres golpes con su espada, pero puedo decir con certeza que Douma recibió nueve.
Giyuu no parece que fuera a caer, se ve bastante bien ¿Acaso finalmente dominó esta técnica? Al verlo más detalladamente, me doy cuenta de que el hielo que tenía sobre él ya no está, es como si se hubiese derretido antes de terminar con su técnica.
. . .
Me giro para ver si la estatua seguía en pie y, como sospechaba, la estatua empezaba a desmoronarse, finalmente esta pelea ha terminado. Observo que la cabeza de este demonio se empieza a desintegrar por lo que me encamino hacia él.
- ¿Cómo? ¿Qué fue lo que hiciste?
Al estar cerca de él, junté mis manos para darle un último rezo, aunque fuera de los peores demonios con los que me he cruzado, aun así, debo pedir por su redención.
- Espero que logres el descanso y cuando pagues por todos tus pecados en el infierno, renazcas como una buena persona.
- ¿Qué haces? – El demonio me pregunta.
- Rezar.
- ¿Rezar? ¿Infierno? ¡Esas cosas no existen! ¿Renacer como una buena persona? ¡Realmente te detesto! ¡Te odio!
Y el demonio terminó por desintegrarse, hasta en su último aliento, no dudó en expresar todo su odio hacia mí, sinceramente no me importaba, lo que me preocupa ahora son las hermanas Kocho, tengo que asegurarme de que estén bien, sobre todo Kanae, ya que, en la ocasión pasada, ella falleció a manos de este demonio.
. . .
¡No lo puedo creer! ¡Esto no me puede estar pasando! ¿Cómo pude perder en contra de ese pilar del agua? ¡En verdad lo odio! Pero de nada sirve quejarme ahora, él fue el vencedor y ahora no puedo hacerle nada.
Así que me resigné.
Vaya, que lugar tan más lúgubre, todo es oscuro y no se puede escuchar nada. Intenté moverme, pero no puedo sentir mi cuerpo, al mirar hacia abajo me doy cuenta de que solo está mi cabeza en este lugar.
Me pregunto si este lugar es eso que llaman infierno, me pregunto si vere a los otros demonios que llegué a conocer, pero lo que más me pregunto es porque solo está mi cabeza y no mi cuerpo.
- Esto es aburrido.
No puedo hacer nada, sin mi cuerpo no puedo moverme ni un centímetro, realmente es aburrido estar aquí. Ahora que lo pienso mejor, si en verdad este lugar es el infierno, no está tan mal, por la forma en la que todos se expresaban de él, creí que sería un lugar lleno de fuego.
- ¿Ahora qué haré?
Suspiré de aburrimiento, realmente no sé qué debería hacer, debería contar ovejas o algo parecido.
- Je eso sonó muy...
- Douma san.
La voz de una mujer hizo que rodara los ojos hacia mi derecha, ahí pude ver a una mujer de ojos esmeraldas, de cabellos largo y negro y un hermoso rostro. Su piel clara contrasta mucho con sus ojos.
- ¿Kotoha?
No puedo equivocarme, en realidad es ella, pero ¿Qué está haciendo aquí?
- Douma san, ha pasado tiempo.
- ¡Vaya! Jamás imagine verte de nuevo ¿Cómo has estado?
Kotoha no me respondió.
- Ah es verdad, has estado muerta ¿Cuántos años habrá pasado? Mmm... No lo recuerdo.
- Douma san...
- Y dime, ¿Qué haces aquí? No puedo creer que una mujer como tú este en el infierno. A menos que este lugar no sea el infierno.
- No, no lo es.
Así que este lugar no es el tan famoso infierno, bueno entonces ¿Dónde estamos?
- Estamos en un lugar entre la vida y la muerte, una especie de limbo Douma san – Kotoha me informa.
- Ah... Ya veo, y bien, ¿Qué haces aquí? ¿No me digas que me estabas esperando? Je je
- Lo lamento mucho, pero no. Solo aquí puedo ver a mi pequeño Inosuke.
- ¿Inosuke? ¿Así que sobrevivió a la caída? Vaya, yo creí que había muerto.
- Gracias a los dioses no murió.
Después de saber sobre su hijo, se formó un pequeño silencio. Esto es raro, por primera vez no sabía que decir ni que hacer. Desde que nací siempre fui adorado y se hacia cualquier cosa que pidiera.
Mis padres creyeron que yo podía comunicarme con los dioses debido a mis peculiares ojos, mis ojos siempre tuvieron varios colores y todos creyeren que era alguna especie de mensajero celestial.
Por lo que decidí seguirles la corriente y siempre escuchaba sus penas y angustias, era divertido ver como con una sola palabra mía ellos tomaban una decisión, a pesar de que era algo malo, ellos me creían ciegamente.
Pero ahora, teniendo a Kotoha por delante de mí no sé qué hacer.
- Douma san.
- ¿Mmm?
- Hay algo que quisiera decirle.
¿Decirme? Lo más seguro es que quiera insultarme como otros han hecho, los últimos cazadores son un claro ejemplo de eso.
- Quería decirle...
Aquí viene.
- Muchas gracias por su hospitalidad.
- ¿Eh?
- Cuando escape de la casa de mi marido con Inosuke en manos, usted fue el único que nos dio refugio.
- ¿Qué?
- Incluso nos dio alojamiento y comida, además hizo que mi marido y suegra se alejaran de nosotros. Por eso quería agradecerle en persona.
Esta... esta mujer...
- ¿Estás diciendo que me alcanzaste en este lugar para decirme eso?
- Así es.
Kotoha, veo que no has cambiado, ni la muerte pudo cambiarte.
- Je, sigues siendo la misma tonta de siempre.
- ¿Douma san?
- Siempre fuiste una persona amable y cariñosa, pero eras algo torpe.
Comencé a recordar esos días cuando vivías en mi palacio.
- Siempre cargando y cantándole a tu hijo, podía ver que en verdad lo amabas.
Aún recuerdo esas canciones.
- Sabes, tenía la intención de tenerte a mi lado hasta que murieras por causas naturales, incluso pretendía cuidar de tu hijo en caso de ser necesario, pero tuviste que entrar a esa habitación a pesar de que se te dijo que no lo hicieras.
- Douma san...
- Si tan solo te hubieras quedado callada, si tan solo no hubieras huido. En verdad eres una tonta.
Kotoha se acercó a mí y tomó mi cabeza para cargarme.
- Esa torpeza hizo que tomaras una mala decisión, pero aun así siempre te considere una mujer fuerte, aunque estúpida.
Ahora podía ver como unas llamas me empezaron a rodear.
- Pero que se puede hacer, creo que fue mejor para todos así. Anda y sigue cuidando de tu hijo en este lugar, aunque se me hace una pérdida de tiempo, al fin y al cabo, él no puede verte ni oírte.
- Aun así, me conformo con verlo crecer.
Ya casi no podía verla. Por lo que imagino que es el momento de la despedida.
- Je, ni hablar, este es el adiós. No creo que nos volvamos a encontrar, así que...
- Quizás... quizás nos volvamos a encontrar en otra vida.
- ¿Eh?
Lo último que podía ver del rostro de Kotoha era una gran sonrisa.
- Je, sí que eres una tonta.
. . .
Al acercarme a las hermanas Kocho, ninguna de las dos me quitaba la mirada de encima, por mi parte, me fijo en las heridas de Kanae.
- La herida de tu pierna y hombro están sangrando nuevamente.
Le informé a Kanae y Shinobu rápidamente la ayuda a sentarse para atender las heridas de su hermana.
- Giyuu san ¿Cómo te encuentras? – Me pregunta Kanae.
- Bien.
Kanae solo suspira.
- No vuelvas a usar esa técnica hasta que la hayas dominado correctamente ¿Entendido?
A veces Kanae se comporta como mi hermana mayor.
- ¿Por qué lo dices? Al parecer ya no me afecta.
- Veo que no te diste cuenta – Nuevamente vuelve a suspirar – El hielo que estaba sobre ti se derritió. Fue gracias a ese hielo que no sufriste el golpe de calor. El sobrecalentamiento nunca llego porque el hielo contuvo tu temperatura.
Ahora que lo menciona, creo que tiene razón, el hielo desapareció mucho antes de cortarle la cabeza al demonio, eso solo significa que debo seguir con mi entrenamiento.
- Creo que tienes razón.
Kanae solo me sonríe, a los pocos segundos su sonrisa cambió por un pequeño gesto de dolor por el tratamiento de Shinobu, que terminó después de unos minutos.
- Ya está nee san – Shinobu se pone de pie – Trata de apoyarte en mi para evitar que las heridas vuelvan a abrirse.
- Shinobu, tú tampoco estas en excelentes condiciones, si me llevas sobre tus hombros te lastimaras.
- No podemos quedarnos aquí nee san, te di los primeros auxilios, pero necesitamos llegar lo más rápido a la finca para atenderte correctamente.
Shinobu tiene razón, aun cuando Kanae ya no esté sangrando, sus heridas aún son un riesgo.
- ¿Cómo te encuentras Kocho? – Le pregunté a Shinobu.
Ella me mira sorprendida a los ojos por unos segundos y después me dice.
- Bien, me encuentro bien, gracias por preguntar.
Y Shinobu gira su cabeza para evitar verme más, observo como Kanae sonríe y yo solo me pregunto ¿Qué les pasa a estas hermanas?
- ¿Puedes caminar? – Nuevamente le pregunte a Shinobu.
- Si.
- Bien.
Me acerco a Kanae y coloco una rodilla en el suelo.
- Discúlpame.
Coloco mi brazo derecho en la espalda de Kanae y mi brazo izquierdo por atrás de sus rodillas, cuando la tenía firmemente, me levanté cargándola.
- ¿Giyuu san?
- Así avanzaremos más rápido a la finca, también evitare que tus heridas se abran nuevamente, pero es un camino de 2 días ¿Estarás bien?
- Hay una casa de glicinas a mitad de camino, ahí podré hacerme una limpieza y cambiarme las vendas – Kanae por alguna razón mira de reojo a su hermana – Después necesitaría tu ayuda para llegar a la finca y terminar el tratamiento ¿Te molestaría cargarme de nuevo?
- Para nada – Le respondí.
Al voltear hacia Shinobu para decirle que nos vayamos, su expresión era algo tensa, tenía el ceño fruncido.
- Ara ara Shinobu, lo siento – Kanae empieza a hablar con su hermana mientras recargaba su cabeza en mi pecho – Pero por esta ocasión ¿Podrías prestarme a Giyuu san?
Creí que Shinobu iba a responder algo, pero solo soltó un suspiro y empezó a caminar dejándonos atrás, yo también empecé a caminar con Kanae en brazos para llegar lo más pronto a la finca, para dejar que ambas se recuperen.
Al salir de este templo, somos recibidos por los cálidos rayos del sol, un nuevo día ha empezado y con Kanae en brazos, me lleno de júbilo al saber que no solo pude cumplir mi promesa con Kanao, también, mis esperanzas aumentan para lo que viene en esa montaña, donde me reencontraré con mis pequeños hermanos Nezuko y Tanjiro, esta vez los protegeré a todos. No llegaré medio día tarde y haré que crezcan felices con toda su familia.
Definitivamente ¡Te derrotaré! Kibutsuji Muzan.
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N/A: Lamento mucho no responderles sus comentarios del capítulo anterior, sentía que si lo hacía les arruinaría la sorpresa. Espero me puedan perdonar.
En algunos comentarios me sugirieron que, Kanao y Giyuu hablaron alguna vez sobre las hermanas Kocho y me gusto la idea que termine utilizándola, gracias.
Sobre la doceava postura, tomé prestada la técnica de un manga cuyo anime fue muy famoso en la década de los 90's, estoy seguro que los más veteranos sabrán de cual obra estoy hablando.
Nos leemos.
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