Estaba sentada en la silla de mi escritorio revisando el primer informe sobre las pruebas realizadas a la planta Lycoris Radiata, yo Kocho Shinobu, considero que es muy alentador estos primeros resultados.

Desde que Tsutako nos envió el primer cargamento, la maestra Tamayo, mi hermana y yo hemos hecho pruebas independientemente, después nos reunimos las tres para comparar nuestros resultados.

Dado que el entrenamiento de los pilares está a punto de empezar, debemos darnos prisa en conseguir crear la medicina, aunque tengamos un margen de tiempo bastante amplio, no quiero arriesgarme a no tener a tiempo el medicamento.

Bueno al menos me gustaría tenerlo para Giyuu, ya que él es uno de los dos cazadores que actualmente tiene la marca de cazador, el otro se puede morir e ir al infierno. Aún recuerdo el escándalo que hizo cuando estuvo hospitalizado en la finca mariposa.

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*Toc toc*

Alguien tacaba la puerta de mi oficina, mientras analizaba las propiedades de la Lycoris Radiata, solo dije un "adelante" para dejar entrar a la persona que estaba afuera.

- ¡Shinobu sama! – Era la pequeña Naho que parecía muy alterada – El pilar del sonido se quiere ir sin terminar su tratamiento.

- ¡¿Otra vez?! – Suspiré – Iré enseguida, gracias por avisarme.

- ¡Por favor ayúdenos!

- Si, vamos.

Parece que el pilar del sonido estaba haciendo un escándalo nuevamente por no darle el alta, pero se lo tiene bien merecido.

Al caminar por un rato en los pasillos, llegamos a la habitación donde se quedaba el pilar del sonido. Desde detrás de la puerta se podía escuchar varios gritos.

- ¡Pequeñas, suéltenme ahora!

- No debe moverse, aun no se le da de alta.

- ¡Ya estoy bien, esto es solo una venganza de esa enana!

¡¿Enana?!

- ¡Shinobu sama no es enana, solo está comprimida!

Kiyo... No me ayudes.

- ¡Además usted es un gigante!

- ¡¿A quién le llamas gigante?! ¡Pequeña mocosa!

- ¡A ti! ¡Gigante!

- ¡Titan!

Creo que mejor entro antes de que se salga de control todo esto. Abrí la puerta justamente para escuchar algo muy molesto.

- ¡Que malos modales tienen, de seguro la pequeña Kappa les enseño a insultar a los demás!

¿Kappa? Me está comparando con ese yokai con forma de tortuga y que vive en los ríos. Este sí que no se la perdono.

Al abrir la puerta con fuerza, el sonido del golpe hizo que Uzui, Sumi y Kiyo voltearan a mi dirección y puedo jurar que sus rostros se pusieron azules al verme.

- ¿Qué curiosa escena estoy viendo aquí?

Y es que Sumi estaba colgada del brazo derecho del pilar del sonido y Kiyo estaba aferrada a su pierna izquierda.

- Kocho, que bueno que llegas, diles a estas niñas que me suelten y me dejen ir.

- Ara, ¿Ahora si soy humana? ¿Creí que me habías llamado un Kappa?

- ¿A ti? ¡Como crees! Aunque seas una enana, malhumorada, gruñona y grosera, no te puedo comparar con esos míticos seres.

Puedo sentir mi sangre arder.

- Niñas, podrían soltarlo por favor – Les dije.

- Pero...

- No pasa nada.

Las niñas se miraron entre ellas algo confundidas y acataron mi petición. Al ser liberado el pilar del sonido se empezó a estirar.

- ¡Vaya! Al parecer tienes algo positivo, bueno este dios de las festividades se retira.

El pilar del sonido comenzó a caminar hacia la salida mientras se burlaba de Kiyo y de Sumi, pero justo cuando estuvo a mi lado, le inyecte en su pierna un sedante muy potente.

- ¡Auch! Kocho, si querías tocar mi trasero deberías pensar en... ¿Eh?

El pilar comenzó a tambalearse y al paso de dos segundos cayó al suelo totalmente dormido. Yo me giré un poco en la puerta y alcé un poco la voz para que puedan venir a ayudarnos.

- ¡Disculpen, necesitamos ayuda aquí!

En poco tiempo, tres kakushis atendieron mi llamado y nos ayudaron a colocar al pilar del sonido de vuelta a su cama.

- Niñas ayúdenme a amarrarlo.

- ¡Si!

Así terminamos por amarrar al pilar del sonido y en cuanto despertó, le advertí que el próximo sedante sería capaz de detener su corazón en segundos.

Este solo se carcajeo.

///

Lo bueno fue que las esposas del pilar del sonido llegaron después y desde ese día no ha vuelto a ocasionar problemas.

Lo mejor de todo es que Giyuu es más tranquilo, sigue al pie de la letra todas las indicaciones que le damos y no nos causa ningún problema, ¿Por qué el pilar del sonido no puede ser como Giyuu?

Hablando de Giyuu, me sorprendió mucho que quisiera usarme de ejemplo para Tanjiro y el tema del beso, en ese momento reaccioné tan sorprendida que volví a mi actitud de antes de conocerlo.

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- ¿Por qué no se lo pediste a Sabito en ese momento?

- Lo hice, pero él me mando contigo. Me dijo que tú le habías enseñado.

¡¿QUÉ?!

Que Giyuu le había enseñado a besar a Sabito, pero ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¡Esperen! En estos momentos eso no importa, lo que importa es que Giyuu le enseñó a besar a Sabito ¿Acaso... Acaso esos dos ...?

"Sabito ♥~

Giyuu ♥~"

Siento mi cara arder, por un momento me imaginé a esos dos acercando sus rostros lentamente mientras cerraban sus ojos para unir sus labios, todo con unos corazones de fondo y unos angelitos semidesnudos mirándolos felizmente.

- Shinobu.

La nariz me estaba picando un poco cuando escuché a Giyuu llamarme, de repente, él solo se me quedó viendo como esperando algo de mí, ¡¿Acaso Giyuu quiere usarme de ejemplo?!

- ¡¿P-por qué me miras a mí?!

¡¿Qué le pasa a Giyuu?! ¿Por qué me quiere usar de ejemplo en un tema como este? Además, yo creo que los besos deben ser algo más privado y no para andar en plena calle pegados como esos insectos que se conocen popularmente como "Insectos del amor"

Giyuu solo se me quedó mirando por unos segundos más para después girarse hacia Tanjiro e invitarle a ir a un lugar el cual tiene estrictamente prohibido ir.

- Ven, te llevaré al distrito rojo.

No puedo creer que le haya dicho eso a Tanjiro, se supone que él es el mayor en esa relación de hermandad que tienen ¡¿Cómo se atreve a quererlo llevar a un lugar así?!

- ¡ESPERA!

Le grité y no era para menos. Ambos se detuvieron de golpe al escuchar mi grito y pude ver a Giyuu tensarse un poco mientras que Tanjiro tenía ligeros temblores corporales.

- ¿Qu-que sucede Shinobu?

- Giyuu~ ¡SIENTATE!

- ¿Qué?

- ¡QUE TE SIENTES!

Al segundo grito que di, Giyuu de inmediato se sentó sobres sus piernas, por alguna razón Tanjiro también se iba a sentar, pero lo detuve.

- Tanjiro kun ¿Por qué no vas a correr para alcanzar a tu maestro?

Le traté de decir lo más calmada que pude y con la mejor de mis sonrisas.

- ¡S-Si!

Al escuchar mis palabras, Tanjiro salió corriendo como si el mismísimo Muzan lo estuviera persiguiendo.

- ¿S-Shinobu?

Giré mi rostro al escuchar la voz de Giyuu.

- ¿Estás enojada?

- ¿Enojada yo~? ¿Cómo crees~?

El ingenuo de Giyuu suspiro aliviado y al parecer creyó que no estaba enojada. Debo mantenerme firme y no dejar que me gane este impulso de suspirar por él.

- Qué bueno, creí que...

- Giyuu – Le interrumpí – ¿Qué te dijimos del distrito rojo?

- Que nunca más volviera a ese lugar.

- Aja, y ¿Por qué querías llevar a Tanjiro kun ahí?

- Ah bueno, ahí podrían enseñarle a Tanjiro a besar como lo...

De repente Giyuu se quedó callado y pude notar como comenzaba a sudar.

- ¿Cómo lo... ¿Qué?

- ... Nada

- Giyuu~

Giyuu seguía sudando mientras sus labios temblaban, algo le ocurrió en ese lugar además de los demonios, estoy segura.

- Como... lo vi en la calle. ¡Si! Había muchas personas besándose en plena calle.

- Mmm...

No le creo nada.

Sin embargo, Giyuu no me dijo nada más por lo que pase a decirle de no volver, no, ni siquiera pensar en el distrito rojo.

Y así pasamos diez minutos en ese lugar.

Antes de irnos, me volví a sonrojar un poco por tener que hacerle esta pregunta, pero en verdad necesito saber.

- Entonces ¿Eres de esos tipos de hombres?

- ¿Qué tipo de hombres?

- Ya sabes... de los que... se sienten atraídos... por otros hombres.

- ¿Eh?

Giyuu me miraba muy confundido.

- B-Bueno... si le enseñaste a besar a Sabito san, me... me imagino que ustedes se besaron... y bueno yo... yo no estoy...

No pude terminar de hablar porque me sorprendí mucho por ver la cara de asco que puso Giyuu.

///

- Puf... Ja ja ja.

Al recordar la cara que puso Giyuu en aquella ocasión y sobre todo su reacción después de insinuar que era de ese tipo de hombre, no pude evitar reírme fuertemente, incluso me empezó a doler el estómago y unas cuantas lagrimas empezaron a escaparse de mis ojos.

Giyuu intentaba por todos los medios convencerme de que él no era así y que todo era un malentendido.

- Fue la primera vez que lo vi así.

Después de calmarme un poco, recordé que todavía tengo un asunto pendiente con él. Aun me sigo preguntando qué fue lo que Giyuu se negó a contarme de su visita al distrito rojo, fue como si su vida dependiera de eso.

Pero bueno, tengo que confiar en él, sé que no es el tipo de personas que haga algo malo por voluntad propia, pero es fácilmente engañado y tanto mi hermana como yo debemos protegerlo de las malas influencias como Uzui.

Terminé de revisar el informe general y me puse a preparar el veneno para las lunas superiores. Pensar que ahora soy capaz de plantarles cara me hace muy feliz, aunque no sé si hacerlo aún más potente.

Por la forma en la que quedaba Da... Ume, la pobre realmente parecía sufrir mucho, quizás solo la use para seres en realidad desagradables, lamentablemente Uzui aún no entra en esa categoría.

Ahora que estoy trabajando con mis venenos, recordé cuando Giyuu fue afectado por uno y el tremendo susto que me saco Nezuko en aquella ocasión.

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- Bien yo lidiaré con Gyuutaro, ten cuidado con Daki.

- De acuerdo.

Después de que el pilar del sonido y mi hermana se pusieron de acuerdo, ambos salieron de esta casa dejándome a Giyuu en malas condiciones.

Su piel se estaba empezando a poner de un color morado oscuro, por lo que debo de apresurarme y administrarle un antídoto a base de glicinas. Es la mejor opción que tengo en estos momentos, si el veneno está hecho de la técnica demoniaca de ese sujeto, esto debería de servir.

Saqué de mis ropas una pequeña caja donde tengo guardada una jeringa y algunas medicinas, después saque otra pequeña caja donde tengo más medicinas y antídotos.

- ¡Uhm!

Nezuko parecía impaciente por algo, pero no puedo abrir su caja justo ahora.

- Los siento Nezuko ¿Podrías esperar? Tengo que administrarle a Giyuu un antídoto para el veneno.

- ¡UHM!

¡Cielos!

- Lo siento, estoy ocupada.

Cuando encontré el antídoto a base de glicinas, saqué la jeringa de su caja y cuando estuve a punto de llenarla con el antídoto, Nezuko de una patada abrió la caja sorprendiéndome.

- ¡UHM!

- ¿Qué ocurre?

Nezuko se acercó rápidamente a Giyuu y se sentó a su lado, después sujetó su mano y lo miraba detalladamente.

- ¿Estabas preocupada? No te preocupes con esto estará...

No pude terminar porque de repente una especie de fuego rosa con rojo rodeó completamente el cuerpo de Giyuu y lo comenzó a quemar.

Sentía que mis ojos se salían de sus cuencas oculares por lo grande en que abrí mis parpados, y es que no podía creer que Nezuko comenzara a incinerar a Giyuu.

- ¡NEZUKO! – Me levanté de mi lugar y la agarré de sus hombros – ¡¿Qué crees que estás haciendo?! ¡Aun es muy pronto para la cremación, aún sigue con vida!

- Uhm.

Nezuko se escuchaba despreocupada, como si no hubiese hecho nada malo.

- ¡Agua! – Me separé de ella – ¡Necesito agua!

Antes de poder levantarme, Nezuko me sujetó de la manga de mi haori y me apuntó a Giyuu.

- ¡Uhm!

- ¡¿Qué...?!

Fue entonces que vi que las partes moradas de su piel estaban desapareciendo, es como si ese fuego quemara solo el veneno del demonio, porque todo lo demás seguía intacto.

Al apagarse el fuego, Giyuu abría sus ojos lentamente.

- ¿Dónde...? ¿Qué paso?

- ¡Giyuu! ¿Te encuentras bien? – Le pregunté mientras lo examinaba.

- ¿Shinobu?

Pude percatarme que efectivamente ese fuego solo destruyo el veneno del demonio. En este momento, me siento más relajada.

Nezuko ¿Acaso esta es tu arte de sangre demoniaca?

- ¿Cómo te sientes Giyuu?

- Mucho mejor, gracias Shinobu.

- Yo... yo no hice nada, fue Nezuko.

- ¿Nezuko?

- ¡Uhm!

Ambos se quedaron viendo solo un rato, para que después Giyuu acariciara la cabeza de Nezuko.

- Gracias.

- Uhm.

De repente, Giyuu se levantó y buscaba la salida con la mirada.

- Tengo que volver.

- Espera, no deberías moverte.

- Estoy bien Shinobu... Por cierto, ¿Qué haces aquí?

- Bueno... venimos a... a ayudarte, si a ayudarte.

En realidad, venimos a alejarlo de aquí y advertirle de que nunca más viniera, pero la circunstancia nos exige otra cosa.

- Ya veo, muchas gracias Shinobu.

- Si, bueno, si te encuentras mejor debemos alcanzarlos, me preocupa nee san.

- Si, tenemos que ayudarlos. Esos demonios son muy particulares.

- ¿Qué quieres decir?

Y después Giyuu me explicó sobre los hermanos demonios y juntos ideamos una estrategia para poder derrotarles.

///

- En verdad Nezuko me sacó un buen susto ese día.

Me dije para mí misma mientras sonreía al recordar eso, jamás imaginé que Nezuko haría algo así.

- ¿Shinobu te encuentras ocupada?

Pude escuchar la voz de mi hermana por el pasillo, por lo que me acerqué a la puerta.

- Nee san, acabo de terminar con mi veneno ¿Qué se te ofrece?

- Necesito tu ayuda y la de las demás para preparar todo para el entrenamiento de mañana.

Es verdad, el entrenamiento de los pilares comienza mañana.

- Está bien nee san.

Sali del laboratorio y seguí a mi hermana hacia la habitación que acondicionaremos para el entrenamiento que ejercerá mi hermana.

- Y dime Shinobu ¿Ya decidiste con quién empezar?

- Por supuesto que contigo nee san.

- ¿En serio? Pero si tú ya dominas este concepto.

- Nee san, se supone que deben ser imparciales, por lo que tomaré tu entrenamiento.

- Ara ara.

Y así las dos seguimos caminando para dejar todo listo para el día de mañana.