Después de alentar a Giyuu a que se fuera a su aldea natal, yo Akaza, comencé a caminar sin rumbo fijo por este bosque. Desde que empecé a escuchar esa voz en mi cabeza, me he estado comportando de manera extraña.

¿Por qué no puedo ser el de antes? Aquel que adoraba una buena pelea, aquel que se alegraba por la muerte de ese fastidioso de Douma.

Aún recuerdo la vez que nos reunimos todas las lunas superiores para ser informados de la caída de Douma.

///

Estaba caminando por una pequeña aldea cuando de repente, una puerta se apareció por debajo de mis pies, comencé a caer y de forma casi instantánea, me vi parado en la fortaleza del señor Muzan.

Arriba de una estructura, se encontraba sentada la mujer biwa Nakime, una mujer a quien respeto mucho, su técnica demoniaca es simplemente increíble. También debo admitir que me gusta como toca la biwa, su música me tranquiliza un poco.

- ¿Por qué estoy aquí?

- Muzan sama los ha convocado.

Es muy raro que el señor Muzan me convoque de esta manera, por lo general habla conmigo de forma telepática, pero que quiso decir con "Los ha convocado".

- Hyo hyo ho, hace mucho tiempo que no nos vemos, Akaza dono.

De un jarrón salía la quinta luna superior Gyokko. Yo no le conteste, ya que no me agrada hablar con él porque siempre empieza a hablar de arte y eso no me gusta. Aparte de que estoy harto de su afeminamiento, pero lo peor es cuando se acerca al señor Muzan.

- Por un momento creí que habías muerto, mi pecho se oprimía de solo pensarlo

Me giré para no verlo de frente.

- ¿No te gustaría ver mi nueva obra de arte? La llamo...

- No me interesa – Le dije.

- Oh vamos, hace poco me encontré a unos herreros, mira.

Gyokko me muestra los cuerpos mutilados de varias personas.

- Es una obra de arte ¿No lo crees? Por eso la llamo "L'Agonie Des Forgerons"

Qué diablos quiso decir con eso, no le entendí nada.

- Y bien ¿Qué opinas?

Yo no le respondía y no tenía intenciones de hacerlo, pero alguien si lo hizo.

- Es una monstruosidad ¿Eh?

- Hyo hyo ho, Gyuutaro dono es raro verte fuera de tu hermana ¿Acaso finalmente la mataron?

- Estoy aquí pedazo de pez sin forma – Responde Daki.

- ¡Oh! Ahí estas, bienvenida seas.

- Hmm

Daki no le respondió, solo hizo un gesto y giró el rostro, parecía muy enojada con Gyokko.

A diferencia de Gyokko yo respeto mucho a Gyuutaro, me gusta mucho su forma de pelear, ojalá podamos enfrentarnos alguna vez, estoy seguro de que será una batalla muy divertida. A muchos les desagrada su apariencia, pero a mi no me es indiferente.

Por su parte, su hermana menor, Daki, me parece bastante atractiva, me gusta hablar con ella en las pocas veces que nos hemos encontrado, también la defiendo de los constantes acosos que sufre por parte de Douma, ya que ella no es muy fuerte que digamos. Con ella es con quien más me gusta estar, es muy agradable

- ¿Alguien sabe por qué nos trajeron aquí eh? – Gyuutaro preguntó.

- Quién sabe – Responde Gyokko.

- ¡Oye mujer biwa! – Daki le habla a Nakime – ¿En qué estás pensando?

Nakime ignoró la pregunta de Daki y volvió a tocar su biwa.

- ¡¿Me estas escuchando?!

- Esto es malo, esto es muy malo...

De una puerta, la cuarta luna superior Hantengu, se asomaba. Él es el único que no debería de estar aquí, se me hace muy débil aparte de que odio completamente su cobardía. No entiendo como consiguió esa posición, si tan solo pudiera matarlo.

- El que solo estemos las lunas superiores después de tanto tiempo, y al ser un viernes trece debe ser un mal augurio.

- ¿Solo las lunas superiores, de qué estás hablando cobarde? – Le dice Daki – No están todas, faltan la primera y la segunda.

- La primera luna fue el primero en llegar – Nos informa Nakime.

- ¡¿Qué?!

Daki parecía sorprendida y Nakime solo nos señaló un lugar, en ese lugar se encontraba la primera luna superior sentada.

Kokushibo es mi rival para vencer, mi objetivo es pelear contra él y vencerlo en una apasionante batalla. Lo odio, pero eso no quita que lo respete mucho, él es muy fuerte y uno de los demonios más antiguos al servicio del señor Muzan.

- Hacen mucho escándalo ¡Guarden silencio!

- Vaya Koukushibo dono, no te había visto.

- Eso es porque estas enfocado solo en esas aberraciones, Gyokko.

- Oh, usted también piensa eso, que mal.

Kokushibo se levantó de su lugar y se acercó a nosotros.

- Aunque desprecie tus gustos, tus artesanías le otorgan al señor Muzan una gran cantidad de dinero, por eso tu cabeza sigue en su lugar.

- Hyo hyo ho, se puede decir que soy el que gana más dinero para la causa del señor Muzan y no necesito vender mi cuerpo.

- ¡¿Qué quisiste decir con eso?! – Daki le dijo muy molesta.

- Hyo hyo ho, lo que escuchaste.

- ¡Si serás...!

- Daki – Kokushibo la detuvo – Si quieres demostrar que eres mejor que él, solicita un combate de sangre al señor Muzan.

Tengo que reconocer que sería bueno ver una pelea entre ellos, quizás Daki no pueda ganar, pero con Gyuutaro sería otra cosa.

- Ahora solo falta que llegue Douma para estar todos reunidos ¿Eh?

Cuando Gyuutaro mencionó ese nombre no pude evitar sentir como mi enojo aumentaba, como lo odio. Odio como me recuerda cuando perdí contra él en nuestra batalla de sangre, pero lo que más odio es que me llame amigo; ojalá que ese bastardo no vuelva a aparecerse nunca más.

- Douma no vendrá.

La voz del señor Muzan se escuchó por encima de nosotros y al levantar la mirada, pudimos verlo de cabeza trabajando con unos químicos. Inmediatamente todos nos arrodillamos ante nuestro señor.

- Muzan sama, es un honor verlo nuevamente.

Daki le saluda con sus manos juntas y cerca de su mejilla. El señor Muzan no le respondió, solo seguía trabajando con los envases. Nadie decía nada después de eso, pero yo me estaba preguntando por algo que el señor Muzan nos mencionó al principio.

- Muzan sama ¿Qué quiso decir con que Douma no vendrá?

- Lo que escuchaste Akaza, Douma nunca más vendrá a este lugar y la razón es muy simple.

El señor Muzan dejó los envases en la mesa y comenzó a caminar hacia nosotros, de repente, en menos de un segundo, él estaba parado por enfrente de nosotros.

- Un cazador, el estúpido de Douma se dejó asesinar por un cazador.

¡¿Qué?!

¿Douma está muerto? Pero ¿Quién lo mató? Tiene que ser alguien bastante fuerte para poder derrotarlo, aunque lo odie admitir, Douma era fuerte, no por nada tenía la posición de segunda luna creciente.

- Es una impactante noticia Muzan sama – Responde Kokushibo.

- No lo puedo creer, si él era muy fuerte – Dice Gyokko con cierta sorpresa.

- Lo sabía, esto era un mal augurio – Habla Hantengu.

Esos fueron algunos comentarios de las lunas presentes, algunos solo nos quedamos callados.

- Y pensar que él fue derrotado primero, ¿Deberíamos vengarlo eh?

- Nada de eso Gyuutaro, necesito que se concentren en la búsqueda del lirio. ¿Alguna novedad Daki? – Muzan le pregunta a Daki.

- Lamentablemente no Muzan sama, ninguno de los viajeros ha escuchado hablar del lirio.

- ¿Hantengu?

- ¡Hiii! Lo lamento tanto, no me elimine Muzan sama.

- ¿Gyokko?

- Nada, ni una pista.

- ¿Kokushibo?

- No tengo excusa para mi falta de resultados.

- ¿Akaza?

- No.

Las venas se empezaron a marcar en el rostro del señor Muzan, claramente estaba molesto ante la falta de resultados.

- ¡¿Cómo es posible que en todo este tiempo no puedan encontrar una flor?! ¿Cien años no son suficientes para hacerlo? ¿O acaso solo son unos incompetentes para buscar?

Nadie respondía, todos teníamos la cabeza agachada.

- Ni una sola pista y ahora una luna superior fue derrotada ¡¿Qué debería de hacer con ustedes?!

- D-Denos una oportunidad más Muzan sama – Daki suplicaba.

El señor Muzan se acercaba hacia Daki y la miraba fuertemente. Daki temblaba de miedo al creer que el señor Muzan le haría daño, su hermano se veía preocupado por ella, ya que no le quitaba la mirada de encima y yo me debatía si quedarme aquí o abogar por ella.

Antes de poder siquiera decir algo en defensa de Daki, el señor Muzan nos dio una orden.

- Sigan buscando el lirio de la araña azul.

- ¡Si!

Fue una respuesta rápida de parte de todos, el señor Muzan se dio media vuelta y comenzó a retirarse, pero había algo que me daba curiosidad.

- Disculpe Muzan sama.

El señor Muzan se detuvo y me miraba por encima de su hombro.

- ¿Sabrá quién fue el cazador que derroto a Douma?

El señor Muzan apretaba la mirada y sentía mi cuerpo estremecer.

- Es el actual pilar del agua.

Eso fue lo único que nos dijo el señor Muzan antes de retirarse. En cuanto dejamos de sentir la presencia de nuestro amo, todos nos pusimos de pie, excepto Gyokko.

- Hyo hyo ho, no puedo creer que Douma dono haya muerto. Ya había plantado la cabeza de una niña por él. Él era el único que elogiaba mi arte.

- Esto es terrible, esto es terrible. Que una luna superior haya muerto es en verdad un mal augurio.

- A mí me da igual – Dije – Si ese fastidioso de Douma murió, significa que el pilar del agua debe ser muy fuerte.

Comencé a emocionarme.

- Deseo encontrarlo.

- Tú solo piensa en pelear ¿Eh?

- Vaya, ¿En verdad te da igual? Él te consideraba su amigo – Me dice Gyokko con burla.

- Yo no era su amigo ni nada por el estilo, me alegra mucho que haya muerto.

Me preparaba para irme, pero Kokushibo colocó su espada cerca de mi cuello.

- Entiendo tu alegría mas no la comparto, el perder a una luna superior, aunque haya sido él, es un gran golpe para nosotros.

- Yo no lo veo así – Le dije – Ya no tendré que aguantarlo nunca más.

- Es verdad que era molesto ¿Eh? – Gyuutaro se acerca a nosotros – Él siempre nos decía que nos ayudó a mi hermana y a mí en el pasado y que por eso debíamos de agradecérselo. Eso siempre me molestaba, lo decía como si fuera más importante que Muzan sama ¿Eh?

- Era un ser repugnante – Nos dice Daki – Siempre me coqueteaba y me decía muy feliz que me acostara con él. Estoy de acuerdo con Akaza ¡Qué bueno que haya muerto!

- Concuerdo – Incluso Nakime nos expresó su opinión.

Al parecer no era al único que no le agradaba Douma.

- ¡Hiii! No quiero encontrarme con el pilar del agua, tengo miedo de hacerlo.

- Entonces no lo busques y ya Hantengu – Le dije – Yo lo buscaré, lo encontraré y pelearé contra él, si es digno le propondré unírsenos.

- Hyo hyo ho, ¿Lo harás por venganza?

La cabeza de la quinta luna salió despedida de su cuello.

- No vuelvas a insinuar algo parecido o te destruiré – Lo amenacé.

- Bien los devolveré a donde estaban.

Nakime toco su biwa y varias puertas aparecieron por enfrente de nosotros, antes de poder salir, Kokushibo me dijo unas palabras.

- Buena suerte en tu búsqueda.

Con eso cada uno cruzó por una puerta y salimos de la fortaleza infinita.

///

Recuerdo que después de esa reunión, me enfocaba más en buscar al pilar del agua Giyuu que en el lirio de la araña azul.

Después habían pasado dos años para volvernos a encontrar y grande fue nuestra sorpresa al saber de qué el pilar del agua le había plantado cara a Muzan, al enterarme de eso, mi curiosidad se convirtió en anhelo.

En verdad me moría por enfrentarme a Giyuu en ese momento.

Muzan nos volvió a reunir y nos concedió más de su sangre, a mí me cambio de rango ascendiéndome a la segunda luna creciente y a Nakime le otorgó mi puesto que deje vacante.

Recuerdo el rostro de Daki en aquella ocasión, ella no estaba muy contenta con la decisión, pero no se atrevió a objetar. Al final hablé con ella para tranquilizarla y eso hizo, solo me agradeció por todo lo que he hecho por ella.

- Eres muy amable, muchas gracias por todo, quizás...

- ¿Mmm?

- No nada, adiós.

Esas fueron sus palabras antes de retirarse.

Dos años después por fin me encontré a Giyuu y mi pelea contra él fue sublime, realmente fue uno de mis mejores combates que he tenido en toda la vida. En realidad, deseaba que aceptara convertirse en demonio para poder continuar con ese combate por toda la eternidad.

Sin embargo, desde que tuve ese combate algo dentro de mí cambió.

"Hakuji san"

¿Quién eres? ¿Por qué me llamas por ese nombre?

"Regresa por favor, esposo mío"

¿De qué hablas? Ni siquiera te conozco.

Miré al frente y pude ver un gran incendio en el pueblo natal de Giyuu, el cielo tenía diferentes tonalidades de luces. Algo hacía que no quitara mi vista del cielo, ya que parecen... parecen...

- Fuegos artificiales.

¿Por qué tengo tantas ganas de ver fuegos artificiales?

"¿El próximo año veremos los fuegos artificiales?"

- Lo prometo.

¿Por qué... por qué dije eso?

¿Por qué hice una promesa?

¿A quién se lo prometí?

Por más que intento recordar, no logro hacerlo, solo me da un terrible dolor de cabeza, pero...

"Hakuji san"

Pero cada vez que escucho la voz de esa mujer, me siento triste y nostálgico, además, por alguna razón, deseo ver a la portadora de esa hermosa voz.

Volví a mirar al cielo, las cenizas del incendio están empezando a caer hasta acá, al parecer el viento las trajo justo a esta dirección. No se porque, pero parece como si estuviera nevando, las cenizas hasta me parecen copos de nieve.

Un nuevo dolor en mi pecho empezó a crecer, es como si alguien estuviera a mi lado viendo estos fuegos artificiales, viendo esta nevada junto a mí, es como si fuera...

- Koyuki.