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Capitulo Extra: El regalo prometido

El día de ayer, yo Kanronji Mitsuri, me enteré de algo realmente trágico, los abuelos de Tomioka habían fallecido y esa fue la razón por la que se ausentó por varios días de la corporación.

Cuando regresé de mi primera misión como pilar, me lo encontré viendo hacia un árbol de cerezo, parecía tranquilo y en calma, por lo que me le acerqué para saludarlo, en esa platica me contó lo de sus abuelos y le di mi pésame.

La verdad no soy muy buena animando a las personas, aunque tengo varios hermanos y siempre trato de que estén sonriendo, pero cuando se trata de un tema como la muerte, no sé qué hacer, aunque Tomioka no parecía necesitar mi ayuda.

Después de platicar un rato, aunque la mayor parte del tiempo era yo quien hablaba mientras que Tomioka solo me escuchaba con mucha atención y paciencia, decidí despedirme, pero antes de poder hacerlo, Tomioka me preguntó.

- ¿Estas libre mañana?

Yo solo le dije que si, a lo que él agrego.

- Aun te debo tu regalo por tu promoción, si gustas podemos ir mañana.

¡Tomioka lo recordó! Recordó su promesa de invitarme a comer, aunque Kanae me explicó y aseguró que no era una cita como le había dicho en la casa del patrón, me hace muy feliz que Tomioka quiera invitarme a comer todo lo que yo quiera.

Esa es la razón por la que hoy, me la he estado pasando toda la mañana, arreglándome lo mejor que pude. Estoy por terminar de colocarme un ligero maquillaje cuando escucho como la puerta principal está siendo tocada desde afuera.

- ¡Un minuto!

Grité desde mi baño para pedir que esperaran en la puerta, al terminar de arreglarme el rostro, quité la pequeña pinza que sujetaba mi cabello y este cayó por mi espalda, el día de hoy decidí usarlo suelto.

Me encaminé hacia la puerta y al abrirla me encontré de frente con Tomioka.

- ¡Tomioka san!

- Espero no haber llegado tarde.

- No te preocupes, justo acababa de prepararme.

- Bien.

Salgo de mi finca y cierro con llave la puerta, al voltearme, pude observar a Tomioka vestido con un yukata azulado y con su característico haori blanco con olas azules. Su kakuobi es de color blanco y trae puesto unas getas sencillas.

- Vaya Tomioka san, es la primera vez que te vio sin el uniforme.

- No lo vi necesario. Por cierto...

Tomioka me mira de arriba hacia abajo, me está mirando muy meticulosamente y eso hace que me dé un poco de vergüenza.

- Te vez muy bien con ese kimono.

¡Que amable! Tomioka me elogió a mí y a mi kimono, la verdad tenía mis dudas de ponerme este atuendo, ya que, como me dijo Kanae, esto no es una cita, por lo que no me decidía que usar, si entre algo más ostentoso o este kimono. Al ver que se me estaba haciendo tarde, me decidí por el kimono.

Mi kimono es de un color rosa pálido en el área del haneri y va aumentando la intensidad del rosa por el largo del kimono hasta llegar al tobillo para contrastar con mis tabi, tiene decoraciones de hojas de sakura en blanco lo que hace que este kimono sea de mis favoritos.

El obi es de color negro con algunas líneas doradas y el obijime es dorado también.

- Muchas gracias Tomioka san.

Tomioka me seguía observando, al subir su mirada hacia mi rostro y mirarme a los ojos, siento que me estoy acalorando.

- Con tu cabello suelto, el kimono te hace juego.

- ¿En serio?

Tomioka solo me afirma con un movimiento de su cabeza.

- ¿No te parece raro el color de mi cabello?

- No, al contrario, es muy bonito.

Me siento feliz, Tomioka es la tercera persona que me dice que mi cabello es muy bonito.

- De nuevo, muchas gracias Tomioka san.

Tomioka me dedica una ligera sonrisa y me invita a acompañarlo, yo acepté gustosa y nos pusimos en marcha hacia el pueblo.

Durante el camino, nuevamente le platico de varias cosas a Tomioka, él me escucha con mucha atención y, de vez en cuando, me hacia una que otra pregunta a lo que yo le respondía de inmediato, a veces sus preguntas eran algo graciosas que me hacían reír mucho.

Estaba feliz caminando a su lado, cuando siento el peligro recorrer mi espina dorsal, por inercia me giré para observar detrás de nosotros, pero no pude ver a ninguna persona o animal cerca ¿Será un demonio? No lo creo, ya que es de día.

- ¿Sucede algo? – Tomioka, que se detuvo de su andar, me preguntó.

- ¿No sentiste nada raro?

- No.

Tomioka se coloca a mi lado y observa a la misma dirección en la que yo estoy mirando, después de unos segundos, todo seguía tranquilo, todo seguía en calma.

- Creo que fue mi imaginación Tomioka san, lo siento.

- No te preocupes.

Después de disculparme, continuamos caminando hacia nuestro destino que, ahora que lo pienso, no sé dónde es.

- Disculpa Tomioka san, pero ¿A dónde iremos?

- Hace poco, cerca de los límites del pueblo, abrieron una cocina de estilo occidental.

- ¡Comida occidental!

No pude evitar gritar cuando Tomioka menciono la comida occidental.

- ¿No te gusta? Lo siento tal vez...

- No, no es eso. De hecho ¡Me encanta! Siempre me ha llamado la atención toda la comida inspirada en el occidente.

- Ya veo.

- ¿Alguna vez has probado un panqueque? – Le pregunté a Tomioka.

- No.

- ¡Te va a encantar! La textura suave que poseen y si le agregas miel ¡Mmm! Sabe exquisito.

Tomioka me mira suavemente mientras camina hacia adelante, me pregunto ¿Qué estará pensando?

- Me alegro haber elegido ese lugar.

¡Kya!

- ¿Qué otros platillos conoces, Kanronji san?

- Bueno están los omurice, que prácticamente es un omelette envuelta en una tortilla de arroz.

- ¿Omelette?

- Viene del francés y literalmente significa tortilla francesa, así que imagino que fue creado en Francia.

Tomioka me está poniendo mucha atención, no me quita la mirada de encima.

- Un omelette es un plato elaborado con huevo batido y cocinado con mantequilla – Le explico más a detalle a Tomioka – La forma que adquiere durante el cocinado es similar al de una hoja redonda, extendida o plegada sobre sí misma. La versatilidad de este plato es tan grande que existen innumerables variaciones.

Lo último lo dije con los brazos bien extendidos, y es que cuando hablo de comida occidental, me emociono.

- Se escucha delicioso – Me dice Tomioka.

- Y lo es – Me acerque a Tomioka y le tomo su mano derecha con ambas manos – Yo he estado practicando, si gustas puedo prepararte uno algún día.

- Está bien.

¡Kya! ¡Tomioka! Deja de sonreír así que me va a dar un ataque.

- Bien, entonces...

No pude terminar lo que le iba a sugerir porque nuevamente siento esa sensación de peligro, sin embargo, esta vez se sintió peor, por lo que tuve que separarme de Tomioka para ver hacia nuestro alrededor.

- ¿Kanronji san?

Tomioka me observa ligeramente preocupado, quizás por mi repentino cambio.

- No es nada Tomioka san, creí sentir algo.

- ¿Te encuentras bien?

- Si, en serio, no te preocupes ¡Continuemos!

Esta vez yo me adelanté en caminar y casi al instante Tomioka me sigue, al tenerlo detrás de mí, me gire y camine de espaldas, con mis manos detrás de mí, para poder preguntarle.

- Tomioka san ¿Has probado la comida occidental?

Tomioka cierra por un segundo sus ojos como para ayudarle a recordar, mientras que yo me detuve por esa misma cantidad de tiempo para volver a estar a su lado.

- Algo llamado pan tos-algo.

- ¡Pan tostado! ¿Lo probaste solo o con mantequilla?

- Fue con mermelada.

- ¡¿Mermelada?!

- Si, eso fue lo que dijo la camarera.

- ¡No sabía que también se le puede poner mermelada! ¡Tengo que probarlo!

- Quizás tengan en la cocina a donde nos dirigimos.

Con eso último que dijo Tomioka empecé a caminar más rápido, me muero de ganas por probar el pan tostado con mermelada, ojalá lo tengan.

Una vez entrado al pueblo, caminamos unos 5 minutos para llegar al nuevo restaurante de comida occidental que Tomioka descubrió. Es un lugar algo pequeño ya que solo cuenta con cuatro mesas, pero el olor que sale de la cocina hace que me ruga el estómago con fuerza. Tiene un nombre un poco difícil de pronunciar "Le Soleil", la verdad, no sé qué significa.

A pesar de ser un lugar pequeño, es muy agradable, tienen varias flores alrededor lo que le da un aroma muy natural al lugar, también tiene buena ventilación por la gran ventana que da a la calle, las mesas y sillas son de estilo occidental, incluso tienen cubiertos y no hay palillos ¡Qué emoción!

Al solicitar la carta, mis ojos brillaron de alegría cuando vi que tienen cuatro tipos de mermelada, yo solo conocía el de fresa, pero fue una agradable sorpresa ver que también existen de tomate, pimientos y frambuesa, definitivamente tengo que probarlos todos.

Al ordenar, Tomioka pidió un omurice y un pan tostado con mantequilla, por mi parte solicité solo ocho panes, cada dos panes tenían una misma mermelada de las que se preparan aquí, diez panqueques y un omurice, tampoco quiero aprovecharme de Tomioka.

Estábamos comiendo tranquilamente, bueno al menos Tomioka, ya que yo estaba devorando los panes, no me esperaba esta variedad de sabores en las mermeladas ¡Saben riquísimos!

- Tenías razón Kanronji san, el omurice está delicioso.

- ¡Verdad! También deberías probar estas mermeladas y los panqueques.

Le sugerí a Tomioka que probara de todo un poco, debe aprovechar el que estemos aquí.

- Está bien ¿Tu qué vas a pedir Kanronji san?

- ¿Eh? Yo bueno...

La verdad, quiero pedir otra ración de panqueques, pero definitivamente, no quiero abusar de la amabilidad de Tomioka.

- Creo que ya estoy satisfecha.

- ¿Segura? No tienes por qué contenerte.

- Pero...

- Adelante, si quieres más solo pídelo.

Siento que quiero llorar, Tomioka es tan amable.

- Bueno, te tomaré la palabra Tomioka san.

Tomioka solo asienta la cabeza.

- Disculpe, quisiéramos volver a ordenar.

A lo lejos se escuchó a la camarera responder con un "voy" y en lo que viene ¿Qué debería pedir? ¿Otra ración igual o debería probar algo más del menú? Estaba tan sumergida en mis pensamientos, que no vi como Tomioka estiraba su mano y tomaba algo de mi mejilla.

- Tenías un poco de panqueque en tu mejilla.

Ese acto me tomo por sorpresa, pero lo que me dejo sin aliento fue ver que Tomioka estaba a punto de comerse ese pedazo panqueque. Antes de poder abrir su boca, nuevamente ese instinto asesino se cierne sobre nosotros, con la diferencia de que, en esta ocasión, Tomioka también lo sintió.

- ¿Lo sentiste Tomioka san?

- Si ¿Es lo que sentiste de camino hacia aquí?

- Así es ¿Será un demonio?

- No lo creo, aun es de día.

Ambos estábamos mirando por la ventana cuando la camarera llegó a nuestra mesa para anotar nuestra nueva orden, por alguna razón Tomioka suelta un suspiro antes de mirar a la camarera.

- Yo voy a querer dos panqueques ¿Qué quieres Kanronji san?

- ¿Eh? Ah bueno, ahora quiero cinco panqueques y dos panes tostados con mantequilla y azúcar por favor.

- A la orden.

La camarera anotó nuestras órdenes y se dio media vuelta, pero Tomioka la vuelve a llamar.

- Disculpe ¿Es posible juntar las mesas?

- ¿Eh? Bueno, dado que por el momento son nuestros únicos clientes, no creo que haya algún problema ¿Esperan a más personas?

- Probablemente.

¿Eh? ¿A quién esperamos?

- Bueno lo hablare con el dueño, si me disculpan.

La camarera nuevamente se retira, mientras yo observo a Tomioka con una duda en mi cabeza, pero antes de poder preguntarle, Tomioka se inclina en la mesa y me hace una seña para que lo imite.

- Se discreta y observa quienes están escondidos detrás de los arbustos, justo al lado de la tienda de recuerdos.

Hago lo que me dice Tomioka y discretamente miré en la dirección en la que me dijo, ahí pude observar a.

- ¿Shinobu chan? – Shinobu tenía una cara seria, casi podía decir que estaba enojada, pero también estaba – ¡¿Iguro san?!

- Y creo que no son los únicos.

No alcance a ver a más personas, pero de seguro Kanae también está ahí, esas hermanas son casi inseparables.

- ¿Qué deberíamos hacer Tomioka san? ¿Deberíamos invitarlos?

No sé qué hacer, ya que Tomioka me invitó a esta comida, se supondría que solo debemos ser solo nosotros dos, pero tampoco quiero dejar a los demás ahí afuera, si le pido a Tomioka que también los invitemos ¿Se enojara conmigo? Puede ser, al fin y al cabo, él va a pagar por todo y no sería justo.

- Si tú quieres Kanronji san, recuerda que este es tu regalo y lo puedes compartir con quien tú quieras.

- ¿De veras? ¿No quiero causarte problemas?

- No te preocupes, no lo haces.

No me canso de decir lo amable que es Tomioka y si él no se opone a mi idea.

- Entonces, iré por ellos y los invitare a comer con nosotros.

- No te preocupes, yo iré.

Tomioka se levanta de su asiento y sale de la tienda en dirección a esos arbustos. Me dio gracia ver como las hojas de los arbustos se movían mientras Tomioka se acercaba a ellos.

- Lamento la demora – La camarera, que había regresado, me dijo – ¿Su acompañante ya se fue?

- No, solo salió por nuestros amigos.

Le señale hacia la ventana y ambas vimos como si Tomioka estuviera hablando al aire, después de unos segundos, salieron Shinobu y Kanae, sabía que estarían juntas, también estaban Makomo y Sabito, incluso mi maestro y el pequeño Senjurou estaban ahí, para finalmente aparecer Iguro y Kaburamaru.

- Ya veo. Bueno el dueño no tiene problemas en juntar las mesas.

- ¡Qué bien! Por lo visto seremos nueve personas.

Paso poco tiempo para que todos los que estaban escondidos entraran a este local, las mesas ya estaban juntas, por lo que procedieron a sentarse.

- Este, gracias por la invitación Mitsuri san.

- No hay de que Makomo san.

- Lamentamos los inconvenientes.

- No te preocupes Kanae san, de hecho, mientras más ¡Mejor!

Las chicas nos sentamos juntas mientras los chicos estaban en la otra esquina de la mesa, algo que llamo mi atención fue que Iguro estaba con la cabeza agachada, parecía apenado ¿Quizás por haber estado escondido? Iba a llamarle para decirle que no me importaba que estuviera ahí, pero Tomioka me ganó y empezó a hablar con él.

Al principio Iguro lo miraba con desprecio, pero poco a poco su expresión se fue relajando, no sé qué le habrá dicho porque rápidamente volteo a verme y al descubrirme que lo estaba observando, lo saludé con la mano.

Iguro se vio sorprendido y acto seguido baja la mirada ¡Se ve tan lindo! Ahora es Iguro quien inicia una conversación con Tomioka, es bueno ver que se llevan bien, por otro lado, mi maestro, el pequeño Senjurou y Sabito tienen una pequeña charla.

Dejo que los chicos hablen entre ellos y yo me dediqué a hablar con mis amigas, de cierta manera, me alegro de que podamos disfrutar de este momento todos juntos.

Al dirigir mi mirada hacia Shinobu, pude notar como ella volteaba de vez en cuando y muy discretamente hacia Tomioka ¡Kya! ¡Lo sabía! Shinobu está enamorada de Tomioka, no por nada soy pilar del amor.

Antes de poder hablar con Shinobu, noté como Kanae también de vez en cuando, miraba discretamente a Tomioka.

- ¿Kanae? – No me di cuenta que había hablado.

- ¿Qué sucede Mitsuri san?

¿Qué hago? No puedo preguntarle estando enfrente de todos.

- Te recomiendo el pan con mermelada, sabe exquisito.

- Gracias, lo probaré.

Creo que esa platica será para más adelante, por el momento tengo que disfrutar de este momento. Aunque Kanae no me quita la mirada ¿Por qué?

- Tú también Iguro san – Giré mi rostro para verle – Deberías probar el pan.

- Si tú lo sugieres, debe estar bueno.

¡Kya! ¡Iguro!

Ojalá otro día podamos salir todos y repetirlo nuevamente, salir con todos mis amigos es el mejor regalo que me pueden dar.

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Lamento que el capitulo haya sido corto, pero quería escribir sobre el regalo de Giyuu hacia Mitsuri, estaba por terminar el capitulo de esta quincena cuando pensé en esto y, bueno, terminé por escribirlo.

Nos leemos el 15 de mayo, no olviden regalarle algo a sus madres este 10 de mayo.

Para recompensarles por este pequeño extra, les daré un spoiler... En el próximo capitulo aparecerá un pequeño demonio femenino con un bambú en su boca.

気を付けてください‼

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