Capítulo 54: El rey de los demonios
- ¡El lirio finalmente está en mis manos!
Esto era horrible, esto es lo peor que nos puede estar pasando, yo Tsutako, soy testigo de cómo Muzan está consiguiendo lo que más anhelaba.
- Una vez que el lirio florezca podre...
- Respiración del agua. Segunda postura: Rueda de agua.
Sin previo aviso, mi hermano menor había atacado a Muzan dando un giro en el aire, sin embargo, Muzan no parecía sorprendido y logró repeler el ataque de mi hermano con uno de sus látigos.
- ¿Te encuentras bien hermana? – Me pregunta Giyuu.
- Si, pero debemos destruir esa planta, si Muzan consigue hacerla medicina él...
De repente, sentí como mi hermano me agarraba de mi kimono y nos alejamos justo a tiempo para evitar el golpe de uno de los látigos de Muzan.
- Ahora que tengo el lirio en mi poder, ya no es necesario contenerme con ustedes dos.
Muzan nos mira muy seriamente.
- Los convertiré en demonio de una vez por todas.
- Nee san, huye lo más lejos que puedas.
- No, yo...
- ¡Que huyas!
Giyuu me había gritado antes de irse en contra de Muzan, yo me quedé un poco impactada por eso, pero después reaccioné y comencé a mirar a mi alrededor para encontrar una ruta de escape.
Cuando había visto un pequeño callejón por donde podía escapar, comencé a correr para alejarme del rey de los demonios, pero antes de poder entrar en el callejón, unos látigos de carne pasaron por arriba de mi cabeza y destruyeron varias estructuras haciendo que desapareciera el camino que iba a tomar.
- ¿A dónde crees que vas Tsutako?
La voz de Muzan se escuchaba a mi espalda, y al voltear hacia atrás, vi como otros dos látigos se acercaban a mí. Todo paso tan rápido que no pude reaccionar.
- Danza del Dios del fuego. Primera Postura: Vals.
De repente, Tanjiro apareció por mi derecha y corto esos dos látigos de un solo golpe.
- ¿Se encuentra bien? – Me pregunta.
- Si, gracias Tanjiro.
- No me agradezcas, tú has ayudado bastante a mi familia, no voy a dejar que nada malo te pase.
- Pero...
- Kamado Tanjiro. ¿Cuántas veces piensas interponerte en mi camino?
Muzan se veía muy molesto, pero al ver a mi hermano por detrás de él me hizo pensar que no se había dado cuenta de que se le acercaban.
- ¡Y tu Giyuu!
De repente, Muzan se giró sobre sí mismo e intentó atacar a mi hermano, Giyuu apenas pudo esquivarlo dando un salto por arriba de él, pero uno de los látigos perforó la pierna derecha de mi hermano y lo suspendió por enfrente de él.
- Ya va siendo hora de que afrontes la realidad.
- ¡Giyuu san!
Muzan acercaba a mi hermano y ahora estaban frente a frente, la única diferencia es que mi hermano estaba de cabeza suspendido en el aire.
- Esa droga te ha protegido por bastante tiempo, pero no podrá seguir así si te inyecto más de mi sangre.
- Respiración del agua. Segunda postu...
Mi hermano no pudo terminar de pronunciar su ataque, porque algo horrible había pasado, la mano... la mano izquierda de mi hermano estaba en el suelo con la espada en su poder.
- ¡Ahhh!
- ¡Giyuu san!
- ¡Giyuu!
Tanjiro comenzó a correr hacia Muzan mientras que yo miraba impactada como sangraba mi hermano. Fue tanto mi impacto que terminé con las rodillas en el suelo y tapándome la boca con mi mano izquierda.
- ¿Por qué tanto drama Giyuu? Cuando seas un demonio esa mano reaparecerá como si nada.
- ¡Muzan!
Tanjiro le gritó al demonio mientras saltaba para atacarlo por arriba de su cabeza.
- Segunda postura: Cielo azul.
Muzan se defendió del ataque de Tanjiro con su mano brazo izquierdo, ya que el otro brazo lo estaba utilizando para sujetar el lirio de la araña azul.
- Realmente eres molesto.
- Tercera postura: Espejo carmesí sofocante.
Tanjiro lanzó dos golpes consecutivos tratando de cortar por la mitad a Muzan, pero este con sus látigos se defendió y contraataco casi al instante.
- Eres mío.
- ¡Tanjiro kun!
Le grité a Tanjiro porque parecía que esos látigos lo habían atravesado, pero de repente la imagen de Tanjiro se disipó en el aire como si hubiese sido una ilusión.
- Cuarta postura: Parhelio arcoíris.
Muzan, al igual que yo, estaba sorprendido por lo rápido que Tanjiro se estaba moviendo. Muzan se veía frustrado que ahora intentó golpear a Tanjiro en la cabeza.
- ¡Gaaah!
Sin previo aviso, Nezuko había llegado y le dio una gran patada en la nuca de Muzan, el demonio se veía un poco desorientado y esto fue aprovechado por Tanjiro.
- Sexta postura: Sol abrasante.
Tanjiro creo como una especie de vórtice y dado que su espada estaba roja, parecía fuego, y estos golpes iban dirigidos hacia Muzan, mi hermano seguía suspendido en el aire por el látigo que perforaba su muslo, pero parece que Tanjiro tuvo cuidado de no golpearlo por accidente con ese ataque.
Por su parte, Nezuko trataba de atacar a Muzan con sus garras, algo que me llamó la atención fue su apariencia, ya que parece una mujer adulta y con un cuerno en su frente.
Los ataques combinados de los hermanos Kamado parecen efectivos contra Muzan, ya que le están ocasionando serios problemas.
- ¡Malditos mocosos!
Muzan lanzó sus látigos en varias direcciones logrando herir a los hermanos Kamado, pero por alguna razón Nezuko comenzó a reír y lanzó su sangre hacia Muzan.
- ¿Esto es...?
- Arte de sangre demoniaca. Explosión de sangre.
De repente, el cuerpo de Muzan comenzó a incendiarse con un fuego rosa.
- ¡Ahhh!
Muzan parecía sufrir mucho con ese fuego a su alrededor.
- ¡Tanjiro! – En un instante mi hermano le grita a Tanjiro – ¡La planta! ¡Debemos destruirla!
- ¡Si!
Tanjiro se acercó a Muzan para atacarlo.
- ¡No los dejaré!
A pesar del fuego que lo rodeaba, pude ver como Muzan estaba absorbiendo el lirio en su interior, es como si se la estuviera devorando.
- Decimosegunda postura: Vals flameante.
Lo que pareció ser dos ataques consecutivos, Tanjiro logró abrirle el abdomen a Muzan y así evito que el lirio fuera absorbido por este, en cuanto el lirio estaba afuera nuevamente, Tanjiro intentó patearlo, pero Muzan lo sujetó de su pierna con su mano derecha.
- ¡Muérete de una buena vez!
- ¡Explosión de sangre!
Nuevamente el cuerpo de Muzan se comenzó a incendiar, pero este seguía sin soltar a Tanjiro y a mi hermano.
- ¡Tu maldita...!
- Novena postura: Puesta de sol.
Aunque Tanjiro estaba siendo sujetado, él intentó cortar el cuello de Muzan, cosa que logró a medias porque la cabeza del demonio seguía en su lugar, solo la sangre salía de su cuello.
- ¡Gaaah!
Fue Nezuko quien terminó por arrancarle la cabeza a Muzan con un gran zarpazo de su parte, después de eso le arrebato el lirio y me lo lanzó a mí. La maceta del lirio se estrelló en el suelo muy cerca de donde estaba hincada.
- ¡Tsutako san, destruya esa planta!
- ¡Nee san!
- ¡Tsu!
Los tres me miraban impacientes, por lo que me acerque a la planta y la tome con ambas manos, después me levanté y me comencé a acercarme al fuego de mi casa.
- ¡NO LO HAGAS!
Muzan lanzó por los aires a Tanjiro no sin antes de que él cortara el látigo que tenía apresado a mi hermano. Muzan no le dio importancia a Giyuu y se preparaba para detenerme, pero Nezuko lo abrazó por la espalda y ambos comenzaron a incendiarse.
- ¡Explosión de sangre!
- ¡Gaaah! ¡Maldita niña!
Pude ver como el cuerpo de Nezuko era atravesado por lo látigos de Muzan y después la arrojó hacia otras de las casas que estaban bajo fuego. Mientras eso pasaba yo ya me había acercado a mi casa y me preparaba para arrojar el lirio al fuego.
- ¡DETENTE!
Del grito que dio Muzan se podía ver una onda expansiva que cortaba y destruía todo a su paso, si esa cosa me golpea seguramente terminaré descuartizada y yo no...
"No dudes, no vaciles"
La voz del señor Urokodaki resonó en mi cabeza y eso me llenó de valor para arrojar la planta sin importarme lo que me suceda con el ataque de Muzan.
- ¡NO!
La planta comenzó a quemarse en el aire mientras más se acercaba al fuego, después el lirio de la araña azul desapareció de mis ojos porque el rojo fuego la había engullido.
Mientras pensaba que ahora Muzan no podrá convertirse en un ser indestructible, podía escuchar como el viento se acercaba rápidamente hacia mí, yo no me giré y solo esperé el golpe, pero en lugar de eso, sentí algo líquido y cálido en mi espada.
Un horrible sonido se había escuchado antes de que este líquido me tocara la espalda, al ver hacia mis pies pude ver que el líquido era de un color rojo. Lentamente giré mi rostro y lo que terminé por ver fue algo espantoso.
Mi hermano... Mi hermano estaba parado frente a mí y mucha sangre caía de su cuerpo, la peor hemorragia es la que estaba saliendo en donde se suponía que debía estar todo su brazo izquierdo.
- Gi...
Podía ver como de su hombro salía un gran chorro de sangre y mi hermano comenzó a caerse de espaldas.
- ¡GIYUU!
Di un par de pasos hacia adelante y lo sujeté para evitar que se golpeara en el suelo, al recostarlo sobre mis piernas, pude darme cuenta de todas las heridas que tenía en la parte frontal de su cuerpo.
Sus hombros, su pecho, su abdomen y sus piernas tenían horribles cortadas.
- ¡Gi...!
No pude llamarlo porque me di cuenta de su rostro. Su ojo izquierdo o, mejor dicho, su parpado izquierdo tenía una horrible cortada vertical que pasaba por arriba de su ceja hasta el pómulo izquierdo.
- No... no.
No podía creer lo que estaba viendo, mi hermano menor Giyuu se estaba muriendo en mis brazos.
- N-nee... san.
Giyuu abrió ligeramente su ojo derecho mientras me hablaba.
- Q-que... bueno que... e-estes bien.
- No... no Giyuu no hables, respira por favor, detén el sangrado con...
- E-esta... vez... p-pude... protegerte.
- No ¡Giyuu!
Mi hermano comenzó a cerrar su ojo derecho mientras que yo estaba llorando.
- V-vi... Vive.
- ¡GIYUU!
La cabeza de mi hermano perdió su fuerza y se ladeo hacia su derecha. Yo estaba zarandeándolo, pero mi hermano no respondía, mis lagrimas caían en su rostro, pero Giyuu no estaba abriendo su ojo sano.
- Jum, quien lo hubiera pensado.
La voz de Muzan se escuchaba muy cerca de donde estábamos nosotros, por lo que giré mi rostro hacia la derecha y él estaba a unos tres o cuatros pasos de mí.
- Giyuu terminó muriendo por protegerte, pero sin saber que eso me beneficiaba.
- ¿Qué... qué quieres decir? – Aun llorando, le pregunté.
- Tal vez destruiste el lirio de la araña azul, pero si lo tenías en tu poder desde el principio, significa que tú sabes donde crecen.
Al escuchar la deducción de Muzan, me hizo recordar ese acantilado y esa tumba donde crecían estas plantas. Al entender lo que trataba de decirme Muzan, me aterrorice.
- Veo que te diste cuenta, tú me dirás donde crecen esas plantas.
En un acto desesperado, intenté morderme la lengua para suicidarme, pero Muzan vio mi intención y me sujetó por la mandíbula con su mano derecha.
- O no, no permitiré que cometas suicidio.
Muzan apretaba su agarre obligándome a abrir la boca, todo eso mientras me elevaba por los aires.
- *Ah, gah*
El agarre era tan fuerte que me estaba lastimando.
- Ahora quédate quieta.
Las garras de la mano izquierda de Muzan se acercaban a mi rostro y estas quedaron a centímetros de mis ojos, comencé a desesperarme porque no veía por ningún lado a Tanjiro o a Nezuko.
Muzan sonreía maliciosamente y cuando estuvo a punto de perforarme los ojos, pude escuchar una voz familiar.
- Respiración del agua. Segunda postura: Rueda de agua.
Esa voz le pertenecía a Sabito, lo vi pasar muy cerca de mi dando un giro en el aire, pude ver como una espada obligaba al brazo de Muzan irse hacia abajo. En cuanto el agarre de Muzan se disipó, comencé a caer, pero unos brazos me sujetaron y me alejaron de Muzan.
- ¡Se encuentra bien!
Al levantar el rostro, vi a un hombre con cabello dorado con puntas rojas, unos ojos dorados y una marca de fuego en su rostro.
- Yo... *cof*
- Será mejor que no hable, es posible que tenga fracturada la mandíbula.
- Gi... Giyuu...
- ¿Uhm?
En ese momento recordé a mi hermano y me giré para verlo, él seguía en el suelo sin moverse y seguía desangrándose.
- Tomioka, mi amigo...
Este hombre se escuchaba preocupado, pero se levantó aun conmigo en sus brazos y ambos veíamos como Sabito trataba de cortar a Muzan.
- ¿Qué fue lo...?
- ¡Caw! ¡Protejan a Tsutako, no dejen que Muzan la atrape! ¡Caw!
Algo iba a preguntar este cazador, pero fue interrumpido por el grito de un cuervo.
- ¿Tsutako? ¿Tú eres Tsutako? – El cazador me preguntó.
- S-si...
Asentía con la cabeza a la vez que le respondía.
- Entonces debemos...
- N-no... Gi-Giy...
Realmente me cuesta mucho poder hablar, el dolor era insoportable.
- No hable Tsutako san, entiendo que este preocupada por su hermano, pero en estos momentos debe pensar más en usted misma.
- P-pero...
- ¡RENGOKU!
Ambos giramos nuestros rostros al grito de Sabito y solo para ver como dos látigos venían a toda velocidad hacia nosotros. Este cazador, de apellido Rengoku, me colocó por detrás de él y se posicionaba para defenderse.
- Respiración de la llama. Cuarta postura: Ola de Llamas Ardientes.
Este cazador hizo girar su espada y logró desviar esos dos ataques de Muzan. Los látigos retrocedieron un poco y Rengoku dio un paso hacia adelante.
- Tercera postura: Espíritus ardientes.
Con un ataque descendiente, Rengoku logró cortar esos látigos, pero en cuanto su espada estaba por debajo, casi a la altura del suelo, él se vio sorprendido por tener a Muzan tan cerca.
- ¡Quítate!
Muzan le lanzó un derechazo al rostro de Rengoku, pero este alcanzó a reaccionar para agacharse un poco y dejar que el puño de Muzan pasara por arriba de su cabeza.
En cuanto Muzan agachó la mirada, Rengoku ya estaba ascendiendo su espada para atacarlo.
- Segunda postura: Cielo en flamas ascendente.
El brazo de Muzan fue partido por la mitad, o eso creía, ya que apenas la espada de Rengoku lo había atravesado, el brazo del demonio ya se había unido como si nunca lo hubiese cortado.
¿Por qué? ¿Por qué parece que estas espadas no logran lastimarlo?
Rengoku se dio cuenta de eso de inmediato y dio un par de pasos hacia atrás para alejarse de Muzan. Al hacerse de cierta distancia, Rengoku colocó su espada por atrás de él y se preparaba para atacar al rey de los demonios.
Sin embargo, Rengoku no era el único, por detrás de Muzan se veía a Sabito también preparándose para atacarlo.
- Respiración del agua...
- Respiración de la llama...
Ambos comenzaron a correr como si estuvieran sincronizados, dejando a Muzan en medio de ellos.
- Decima postura: El dragón del Cambio.
- Novena postura: Purgatorio.
Tanto Sabito como Rengoku habían atacado al demonio al mismo tiempo, en cuanto lo alcanzaron, una gran nube de polvo se elevó por los aires, esa nube me impedía ver lo que había pasado.
En cuanto me iba a poner de pie, vi como algo de color negro aterrizaba por enfrente de mí.
- *Caw* Tsutako san, tiene que alejarse *Caw*
Un cuervo kasugai me estaba pidiendo que me alejara, pero no puedo dejar a mi hermano, así como esta.
- Pero...
- *Caw* Entendemos cómo se siente, pero si Muzan la atrapa, será el fin para todos *Caw*
Entiendo... en verdad lo entiendo, pero... ¿Qué debería hacer? Yo...
- ¡CAW!
El grito de este cuervo me hizo salir de mis pensamientos, solo para ver y sentir como la sangre de este mensajero caía en mi rostro. Al levantar la mirada, me di cuenta de que Muzan lo había asesinado.
- Si que son molestos.
Muzan tenía aprisionado en sus manos las espadas de Rengoku y de Sabito, ellos forcejeaban para liberarse, pero les era imposible hacerlo.
- En cuanto a ustedes...
La fuerza de Muzan estaba obligando a Sabito y Rengoku a arrodillarse y ambos se veían sorprendidos por eso.
- ¡Desaparez...!
- Quinta postura: Rueda de piedra firme.
Una especie de bola con picos terminó por destruir la cabeza de Muzan en menos de un segundo, esto hizo que tanto Sabito como Rengoku pudieran escapar de su agarre.
El cuerpo de Muzan comenzó a moverse y estaba caminando sin rumbo fijo, o eso parecía, porque me di cuenta de que se me estaba acercando.
- ¡¿A dónde vas maldito?! Respiración del viento. Primera postura: Torbellino de polvo
Ahora veía a un cazador de cabello blando cortando el cuerpo de Muzan desde el aire, no puedo saber con exactitud cuántos golpes le dio, pero creo que eran bastantes.
- ¡Me alegra verlos, Shinazugawa, Himejima!
Rengoku se veía feliz, pero el cazador de cabello blanco no lo parecía.
- Si Shinazugawa está aquí, significa que también Masachika y...
- Ellos no vendrán.
Sabito estaba diciendo algo, pero fue interrumpido por este hombre que al parecer es Shinazugawa.
- ¿Qué quieres decir? – Pregunta Sabito.
- Kumeno ya no está con nosotros – Le responde Shinazugawa.
Sabito comenzó a bajar la mirada, pero en ese instante un gran hombre aparece y les empieza a hablar.
- ¡Ya vendrá el momento de llorar por lo que se fueron! ¡Por ahora debemos concentrarnos en Muzan!
Sabito levantó el rostro de golpe y tanto Rengoku como Shinazugawa asintieron a lo que este hombre había dicho.
- ¿Así que ustedes fueron los que derrotaron a Kokushibo?
Y como ha venido pasando desde el principio, el cuerpo de Muzan se veía como si nada le hubiese pasado.
- ¡Así es bastardo! – Shinazugawa se veía bastante enojado – ¡Y pronto tú le seguirás!
- Jum.
Muzan parecía hastiado.
- ¿Sabes cuántas veces he escuchado esas palabras? ¿Sabes cuántas veces los cazadores lo han intentado?
- ¡No, ni me interesa! – Le responde Shinazugawa.
- Realmente... Ya me estoy hartando de ustedes.
Y como si hubiese sonado una alarma o algo parecido, los cuatro cazadores se lanzaron en contra de Muzan.
- Tercera postura: Espíritus ardientes.
- Sexta postura: Torbellino sinuoso.
- Primera postura: Hidra de serpentinita.
- Tercera postura: Árbol balanceándose en el aire de tormenta.
Los cuatro cazadores atacaban con todas sus fuerzas a Muzan, este parecía un poco molesto y por primera vez lo veía defendiéndose, tal parece que el ataque de los cuatro al mismo tiempo está funcionando.
Algo que me ha llamado la atención es esa extraña marca que tienen en el rostro, al principio solo me había fijado en Rengoku, pero ahora me doy cuenta de que Sabito y Shinazugawa también tienen uno.
Después me fije en el hombre grande que imagino debe ser Himejima, él tiene esa extraña marca en los brazos. Quizás esas marcas signifiquen algo que no logro descifrar, pero tal vez les esté ayudando para pelear.
Ahora que recuerdo, Tanjiro también tenía unas e incluso mi hermano la tenía en su mejilla.
- Gi-Giyuu.
Al recordar a mi hermano, me hizo girar mi rostro para buscarlo nuevamente y al encontrarlo, comencé a caminar hacia él. Cuando finalmente estuve a su lado, me arrodillé y me di cuenta de que esa marca ya no estaba en su mejilla.
- N-no
Giyuu se veía más pálido y la sangre seguía saliendo, me quité mi cinta de mi cabello y me rasgué algo de mi ropa para intentar detener el sangrado, de inmediato, la tela de mi ropa comenzó a cambiar de color, pero por lo menos estaba funcionando.
Tengo que agradecer a las hermanas Kocho por esas clases de primeros auxilios, como me encantaría de que estuvieran aquí para ayudar a mi hermano.
El ruido de la batalla seguía presente y por detrás de mí, pero mi concentración estaba más en mi hermano que en otra cosa.
- P-por... favor... n-no te m-mueras.
. . .
Esto no puedo creerlo, aun cuando Himejima, Shinazugawa, Rengoku y yo estamos atacando a este demonio, todos con la marca de cazador activada, no hemos podido hacerle daño.
¿Por qué? ¿Por qué nuestros ataques no están funcionando? ¿Será que este nivel no es suficiente para derrotarlo?
- ¡Sabito, detrás de ti!
El aviso de Himejima me hizo voltear justo a tiempo para cortar uno de esos látigos que venía hacia mí, después tengo que agradecerle el haberme avisado.
Aun así, se me hace extraño que, de los cuatro, Himejima parece ser el único que puede seguirle el ritmo, bueno, no debe sorprenderme, ya que él es el pilar más fuerte de la corporación.
- ¡Tch! ¡Este desgraciado no se muere con nada!
Shinazugawa estaba retrocediendo un poco justo después de un contra ataque de Muzan. De todos los presentes, es el que más enojado se encontraba.
- Ya se los dije...
En un momento de relajación, donde nadie atacaba, Muzan comenzó a hablar.
- Es inútil enfrentarse a mí.
- ¡Aun así seguiremos esforzándonos! – Rengoku le dice.
- En verdad, estoy cansado de esto.
Todos nos quedamos en silencio ante lo que dijo Muzan.
- ¿Por qué simplemente no pueden vivir sus vidas y ya?
- ¿Qué? – Le pregunté.
- Siempre que me encuentro con los cazadores, escucho las mismas palabras.
Muzan nos miraba de fría forma.
- "Los vengaré. Vengaré a mi familia" Simplemente es molesto e irritante.
Ninguno de los cuatro le respondíamos.
- Ustedes que tuvieron la suerte de sobrevivir, ¿Por qué no se olvidan de eso y se ganan la vida como cualquier humano?
Incluso Muzan se atrevió a suspirar.
- Se aferran a querer derrotarme, ¿Por qué? ¿Por venganza? ¿Por un sentido de justicia? ¿O simplemente por ego?
- ¡Tú...! ¡¿En verdad peguntas eso?! – Le grité – ¡Tú eres quien trajo todo este dolor y sufrimiento! ¡¿Y aun así te atreves a decirnos eso?!
Muzan volvió a suspirar.
- Entonces respóndanme esto, ¿Qué pasara si milagrosamente me derrotan?
- ¡Simple, la paz regresará a esta tierra! – Le responde Rengoku.
- ¿Paz? ¿En verdad crees eso?
- ¡Así es! – Vuelve a responder Rengoku.
- Eso nunca pasara, y te diré el porqué.
Se hizo otro pequeño silencio antes de que Muzan volviera a hablar.
- Porque el ser humano es malo por naturaleza.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro