Capítulo 50: El demonio del resentimiento
Estaba disparando un poco desesperado hacia la primera luna creciente, yo Shinazugawa Genya, no dejaba de moverme y disparar junto a Yae. Sin embargo, este demonio esquivaba con cierta facilidad nuestros disparos.
Yae y yo nos turnábamos para atacarlo, en cuanto se me acababan las balas de glicinas y me ponía a recargar, Yae se ponía al frente y comenzaba a atacar.
- Su sincronización es buena, se cubren bien el uno del otro.
La primera luna nos dijo eso mientras se acercaba a Yae.
- Respiración...
- Eres lenta.
El demonio desenvainó su espada con una técnica batto y casi corta por la mitad a Yae si no es que ella se hizo hacia atrás y se cubrió con su propio nichirinto.
- Atacaras sin pudor a una mujer, eres un grosero – Yae le dice al demonio.
- Ustedes levantaron su espada en contra de mi señor, como su samurai, debo eliminar a todos los que se atrevieron a atacarlo.
- ¡Oh! Que leal eres, acaso sigues el código del bushido – Yae le sigue hablando.
- Me sorprende que lo conozcas mujer.
De repente el demonio se detuvo y dejo de seguir a Yae.
- Las reglas escritas en el código deben seguirse al pie de la letra, no se puede ignorar ni una sola.
- Demonio, esos códigos hace mucho tiempo que ya no son tan importantes.
- Ingenua, el bushido es el camino del guerrero, si te haces llamar un guerrero debes seguir lo que dicta el código.
Mientras el demonio seguía hablando con Yae sobre ese dichoso código, yo me estaba moviendo para ponerme a su espalda. En cuanto llegué a un punto donde no creí que pudiera esquivar mi ataque, le disparé.
- Y atacar por la espalda no es nada honorable.
Me sorprendí demasiado cuando en un abrir y cerrar de ojos, la primera luna creciente estaba solo a centímetros por mi lado izquierdo, ¿En qué momento se movió? Si yo estaba detrás de él y nunca lo vi moverse.
- ¡Genya!
Yae me gritó y yo traté de alejarme lo más posible de este demonio, sin embargo...
- Respiración de la luna. Quinta postura: Vórtice maldito de luna fantasmal.
A pesar de que solo vi un corte con rotación de parte del demonio, pude sentir como si diversas cuchillas me comenzaron a cortar sin darme la oportunidad de defenderme.
- *Gah*
Al caer al suelo, me quede boca arriba observando al demonio.
- ¡Oh! Sigues vivo, esto es una sorpresa.
El demonio me miraba detenidamente.
- Ya entiendo, tienes cierta regeneración, se puede decir que eres como un hibrido entre demonio y humano.
Este demonio comenzó a acercarse a mí y se inclinó un poco.
- Dime, ¿A cuántos demonios has devorado para alcanzar este nivel?
- No... No te lo diré.
- Como quieras.
A decir verdad, gracias a que en el camino encontramos a un demonio de bajo rango, pude comerme algo de su carne y por eso tengo esta regeneración, aunque como era muy débil, la regeneración no es tan rápida como quisiera.
La luna superior se enderezó y se preparó para atacarme, sin embargo, este demonio se giró sobre su eje y detuvo la embestida de Yae.
- Me doy cuenta de que no me has olvidado.
- En el campo de batalla, siempre debes estar atento a tu alrededor.
- Concuerdo.
De repente, unas flores ilusorias comenzaron a rodear a Yae permitiéndole desaparecer por unos segundos.
- Arte de sangre demoniaca. Olor de la ilusión sangrienta, sueño visual.
Al parecer el demonio se vio un poco sorprendido, pero de inmediato comenzó a atacar hacia un lado en específico.
- Respiración de la luna. Segunda postura: Flores de perlas iluminadas por la luna.
La técnica del demonio realizó diversos cortes ondulados como cuchillas rotatorias de gran tamaño en dirección al norte.
- *Ah*
Esa era la voz de Tamayo, las flores ilusorias comenzaron a desaparecer en el área donde atacó el demonio y pude ver como Tamayo estaba sentada en el suelo con su pierna derecha sangrando.
- Ya te lo dije, tus ilusiones no me afectan en lo más mínimo.
- Lo sé – Le responde Tamayo – Pero al menos te pueden distraer un segundo.
- Mujer...
En un instante, de entre las flores ilusorias que aún quedaban en el aire, salió Yae con su espada lista para atacar el cuello del demonio.
- Respiración de la roca. Quinta postura: Rueda de piedra firme.
El ataque de Yae estuvo cerca de alcanzar la cabeza del demonio, pero este respondió casi de inmediato y se defendió con su propia espada.
El choque de las espadas provocó que algunas chispas salieran mientras ambos se hacían de cierta distancia, antes de que los dos reanudaran su batalla, vi que mi cuerpo ya se había regenerado.
- Veo que fuiste bien instruida, tus ataques son fuertes y contundentes, pero...
- ¿Eh?
- Respiración de la luna. Cuarta postura...
Apenas me había parado, cuando vi que el demonio había levantado su espada para atacar a Yae, ella por otro lado apunto su rifle hacia el demonio y le disparó.
*Bang*
La bala de glicina choco justo en la espada del demonio, obligándolo a detener su ataque, algo que aprovechó Yae para dar un paso hacia adelante y atacarlo.
- ¡Ahhhh!
Yae intentó nuevamente atacar su cuello, pero al tener una espada corta se tiene que acercar demasiado a su oponente.
El demonio se recompuso de inmediato, es como si nada lo sorprendiera ni lo inmutara. Este desvió el ataque de Yae haciendo que su espada se estrellara en el suelo, lo que la dejó muy vulnerable.
En cuanto el demonio iba a volver a atacarla, nuevamente Yae utilizó su rifle.
*Bang*
De nueva cuenta la bala del rifle chocó con la espada del demonio, pero en esta ocasión algo increíble pasó, la espada del demonio se partió por la mitad y este dio un gran salto para alejarse de nosotros.
- Ahora lo entiendo.
El demonio miraba su propia espada mientras nos hablaba.
- Tu estilo es particular y eficiente.
Ahora levantó su rostro para mirar a Yae.
- El propósito de ese rifle no es para atacar, más bien es para defender. Utilizas tus disparos para detener el ataque enemigo y dejarlo vulnerable para un contraataque.
- Estas en lo correcto.
- Dado que utilizas la respiración de la roca, al principio pensé que me atacarías con ambas armas.
- ¡Oh! ¿No es la primera vez que peleas con un usuario de la respiración de la roca?
- Así es – El demonio envainó su espada – He peleado con varios cazadores y algunos utilizaban esa respiración.
Cuando iba a colocarme en posición de pelea, algo en el piso llamó mi atención, ese algo era la espada rota del demonio.
- Por eso me dejé llevar por mis experiencias previas, pero tú me has sorprendido. Te felicito mujer.
- No sé si sentirme bien al recibir un elogio de un demonio.
- No lo hagas si quieres, tómalo como quieras, pero al menos te has ganado mi respeto, por eso me presentaré contigo.
En ese momento el demonio desenvainó su espada y tanto Yae como yo nos sorprendimos al ver su espada completa de nuevo. Eso quiere decir que esa espada es parte de la luna creciente, si es así tal vez pueda...
- Soy la primera luna superior, Kokushibo.
En cuanto nos dijo su nombre, este demonio se colocó en posición de pelea, yo de inmediato me acerqué a Yae y le platiqué de mi sospecha.
- Yae san, al parecer esa espada es parte de esa luna.
- Al parecer sí.
- ¿Puedes darme algo de tiempo?
- ¿Qué planeas?
Miré discretamente el pedazo roto de la espada y le dije a Yae.
- Me comeré esa espada, quizás con eso obtenga algo del poder de esa luna.
- Entiendo – Yae parece preocupada y agregó – Pero ten cuidado, es una luna superior, es posible que no puedas controlarlo.
- Descuida.
Ambos asistimos en afirmación y Yae volteó hacia Tamayo para ver si ya estaba bien. Tamayo solo le hizo una afirmación con su cabeza y Yae se preparaba para atacar.
- No tardes mucho Genya kun.
- Si.
Yae comenzó a correr y el demonio la imitó para así ambos enfrascarse en la batalla, por el rabillo del ojo pude ver como Tamayo se rasgaba el antebrazo izquierdo y volvió a utilizar su técnica demoniaca para cubrir a Yae.
Mientras todo eso pasaba, yo corría hacia la parte rota de la espada de Kokushibo y al tomarla con las manos, me di cuenta de que esos ojos que tiene su espada no son solo adornos, es como si la misma espada estuviera viva porque esos ojos comenzaron a mirarme.
La verdad es un poco incomodo, pero no le di más vueltas al asunto y me llevé la espada a la boca, comencé a devorar la espada y en ese instante sentí un gran poder recorrer todo mi cuerpo, aunque también...
. . .
Estoy siendo testigo de cómo unos niños le están plantando batalla a la luna más poderosa de Muzan, yo Tamayo, no puedo creer el nivel que tiene esta generación de cazadores de demonios, me atrevería a decir que esta generación es más fuerte que la generación de la era Sengoku.
Bueno, creo que solo estarían por debajo de ese cazador, aquel que me liberó de las garras de Muzan, Tsugikuni Yoriichi.
Yoriichi, espero que estes viendo esto, quizás esta generación sea capaz de terminar el trabajo que tú empezaste. Esta generación es bastante habilidosa, además, esta generación posee a alguien como lo eras tú.
Tomioka Giyuu.
No sé porque, pero la primera vez que vi al pilar del agua me recordó bastante a ti, ¿Será tu descendiente? ¿O tendrá algún parentesco familiar contigo? No lo sé con certeza, pero tengo que confiar en todos ellos, tengo que creer en ellos.
*Bang*
El sonido de un disparo me sacó de mis pensamientos, solo para enfocarme en la batalla y ver como la joven Yae está tratando de mantener a raya a Kokushibo. Me sorprende mucho que con ese estilo tan particular que tiene le esté ocasionando ciertos problemas a Kokushibo.
¿O será que Kokushibo no está atacando con todas sus fuerzas?
No, no lo creo. A diferencia de la antigua segunda luna creciente, Kokushibo jamás se toma a juego un duelo. Quizás esté analizando a su oponente o solo quizás está esperando el momento adecuado para acabarla.
Si ese es el caso, entonces yo debo serle de ayuda, a pesar de que gracias a su visión puede ver a través de mi ilusión, por algunos segundos mi técnica logra desorientarlo, tiempo suficiente para cubrir a estos jóvenes y que ellos puedan atacar.
Hablando de estos jóvenes, el joven de nombre Genya se fue corriendo hacia otro lado y lo vi devorándose la espada rota de Kokushibo, ¿Por qué lo hará? ¿Qué planea obtener?
¡Esperen! No me digan que este joven es capaz de absorber las habilidades de un demonio al devorarlo o devorar una parte de él, había escuchado rumores de que algunos cazadores lo habían intentado, pero todos ellos terminaron muertos siendo muy jóvenes.
Genya... ¿Es tanta tu determinación por derrotar a los demonios que disminuirás tu tiempo de vida a propósito?
Eso es algo arriesgado, pero muy valiente. Joven Genya, si logramos sobrevivir todos de esta batalla, me aseguraré de que tengas una vida longeva para que puedas encontrar tu propia felicidad.
¡Un momento! Si el joven Genya resiste el poder de Kokushibo, es posible detenerlo por algunos segundos con la técnica que hace poco desarrolle, sería una apuesta, pero quiero creer en ella.
*Bang*
Otra vez el sonido de un disparo hizo que volteara hacia donde se estaba llevando la batalla y vi como Kokushibo tenía hacia atrás su espada, quizás producto del estilo defensivo de la joven Yae.
Yae al ver que Kokushibo estaba sin la defensa de su espada, ella atacó con su espada el cuello del demonio. Cuando estaba cerca de su cuello, Kokushibo con dos de sus dedos de su mano izquierda atrapó la espada de Yae.
- Fue un buen intento.
Kokushibo felicitó a Yae por el ataque fallido mientras que ella forcejeaba para liberar su espada, en cuanto vi que la luna creciente estaba a punto de atacarla, corrí hacia ellos para tratar de ayudarlos.
- Arte de sangre demoniaca...
*Bang*
Un nuevo disparo hizo que me detuviera en mi andar, ya que este disparo logró destruir el brazo derecho de Kokushibo, lo que ocasionó que Yae pudiera liberarse y sin perder el tiempo lo volvió a atacar.
- Respiración de la... *Gah*
Yae no pudo terminar con su ataque por que Kokushibo la había pateado por su costado izquierdo lo que hizo que Yae se fuera a estrellar a una de las puertas de una casa semi destruida.
- Así que fuiste tú.
En cuanto el demonio terminó de regenerar su brazo derecho, este se giró sobre sí mismo para darme la espalda y ver hacia atrás de él.
- Me sorprendes chico, pensar que lograrías sobrevivir al comerte mi espada.
En cuanto mire al joven Genya, sus facciones habían cambiado, sus colmillos se habían alargado y sus ojos habían cambiado, más concretamente la esclerótica había cambiado de color, de blanco a negro.
- *Ha ha*
Por alguna razón, el joven Genya estaba jadeando, quizás sea porque aún no se acostumbra del todo al poder que acaba de obtener, a parte, se veía algo preocupado.
- Ja ja, no me subestimes demonio – Genya le dijo a Kokushibo.
- No lo hago, jamás subestimo a ningún oponente, no sería honorable si lo hago.
- Y ahí va otra vez esa mierda del bushido.
La presión de Kokushibo cambio por solo un segundo, creo que se molestó por el comentario del joven Genya.
- Debo suponer que un niño como tú no comprende las reglas del bushido ni el camino del guerrero.
- Yo tengo mis propias reglas y mi propio camino, no necesito de un libro que me diga que hacer *Gah*
El joven Genya escupió un poco de sangre al final, ¿Será que todavía no se acostumbra a ese poder o en verdad no lo puede soportar?
- Eres demasiado joven e imprudente, lo mejor para ti será morir aquí y ahora.
Kokushibo envainó su espada y comenzó a correr en contra del joven Genya.
- Respiración de la luna...
- Respiración del viento...
¿Qué?
- Primera postura: Luna oscura - Santuario nocturno
- Quinta postura: Vendaval de invierno.
El choque de espada se produjo justo enfrente del joven Genya, un nuevo cazador había llegado justo a tiempo para protegerlo de recibir un corte vertical.
- ¡Masachika san!
- Me alegra haber llegado a tiempo, Genya.
Ambos oponentes se empujaron para dar un paso atrás y hacerse de cierta distancia, Kokushibo miraba muy atento al nuevo combatiente de nombre Masachika.
- Uno tras otro – Kokushibo se dijo para sí mismo.
- ¿Eh?
- No dejan de venir uno tras otro.
- ¿Pues qué esperabas? Nosotros somos compañeros.
Kokushibo cerró los ojos por un instante.
- Compañeros ¿Eh...?
De repente, Kokushibo da un giro hacia su derecha para detener el ataque de Yae.
- Tch...
La joven Yae da un salto por arriba del demonio para aterrizar cerca de Genya y Masachika.
- ¿Acaso también tienes ojos en la nuca? – Pregunta Yae.
- No, pero tu instinto asesino era muy obvio.
Los tres cazadores se pusieron en línea, una al lado del otro, todo parece indicar que comenzaran con su ofensiva.
- Me alegra verte, Masachika san – Genya le dice.
- A mí me alegra verlos de una pieza, por cierto, ¿Yae san?
- ¿Sí?
- Estas hecha un desastre, ¿Estas bien?
- Pues si hubieras llegado antes, posiblemente estaría mejor.
Era un poco extraño verlos hablar tan animadamente teniendo en cuenta de que están frente a la luna superior más fuerte.
- Que puedo decir, los héroes llegan al último momento, ¿No? – Les dice Masachika.
- Más bien te perdiste, ¿No? – Le responde Yae.
- Ja ja ja.
De repente, Masachika se empezó a reír nerviosamente.
- ¿De casualidad, no viste a nii san y al maestro? – Pregunta Genya.
- Lamentablemente no, pero...
- ¿Ya terminaron de hablar?
De repente, una terrible presión se sintió por todo el lugar y me di cuenta de que esta salía del cuerpo de Kokushibo.
- Respiración de la luna. Tercera postura: Luna mortal de abandono – Cadena.
Kokushibo lanzó varios cortes provocando una especie de torbellino alrededor de los jóvenes cazadores, sin embargo, su ataque no solo iba dirigido a ellos, el ataque de Kokushibo termino provocando un gran daño en toda la zona.
Los tres cazadores tuvieron que separarse para evitar ser cortados por el ataque de la luna superior. Al despejarse un poco el polvo levantado por la devastación, todos teníamos un rostro de asombro al ver el poder de Kokushibo.
- Si creen que pueden darse el lujo de hablar ante mi presencia, les demostraré lo despreocupados que son.
- Cielos, creo que esta vez viene en serio.
Les dice Yae a sus compañeros mientras que ellos se ponían en guardia.
- Tienes razón.
Masachika fue quien le dio la razón a Yae mientras se ponía en guardia.
- ¡Tamayo san! – Yae me grita a lo lejos – ¡Iremos a la vanguardia!
Con eso dicho, los tres se lanzaron al ataque en contra del demonio. Kokushibo los estaba esperando mientras yo me mantenía un poco alejada, ya que con el aviso de la joven Yae me dio a entender que quiere que cuide de sus espaldas.
Los tres habían lanzado un ataque frontal con sus espadas, con la única peculiaridad de que estaban un poco separadas entre ellos. La joven Yae atacaba por la derecha del demonio, Genya por su izquierda y Masachika por enfrente
- Respiración de la luna. Décima postura: Guillotina penetrante - Hiedra lunar.
En un rápido movimiento por parte de Kokushibo, los tres cazadores fueron repelidos y mandados a volar por los aires. No puedo creer que este demonio haya conseguido dar tres golpes verticales casi al mismo tiempo.
Los tres cazadores cayeron al suelo, pero lo que más me preocupó es que la sangre salía de sus cuerpos, tal parece que ese ataque de Kokushibo logró atravesar su defensa lográndolos cortar.
- *Ha ha* Es fuerte.
Masachika dijo eso mientras trataba de jalar un poco de aire, sin embargo, él no era el único que estaba jadeando, tanto la joven Yae como Genya hacían lo mismo.
- *Ha ha* Aun así, debemos detenerlo – Yae les dice.
- Si.
Los tres se pusieron de pie y en esta ocasión el demonio fue quien inicio con el ataque. Kokushibo comenzó a correr en dirección de Masachika.
- Octava postura: Cola giratoria del dragón lunar.
Ese ataque de Kokushibo era un simple corte frontal, pero de gran alcance. Masachika se sorprendió un poco antes dar un par de pasos hacia su izquierda para poder esquivar el corte que venía hacia él.
Kokushibo por su parte no dejo de correr y en cuestión de segundos ya estaba muy cerca de Masachika, este intentó atacar su cabeza con un corte horizontal, pero Kokushibo se agachó justo a tiempo y al estar por debajo realizó un golpe ascendente.
*Bang*
De nueva cuenta Yae había disparado en contra del demonio, sin embargo, en esta ocasión Kokushibo hizo un rápido movimiento de muñeca para cambiar la dirección de su espada y contrarrestar el disparo de Yae.
En lo que el demonio hacia eso, Masachika ahora intentó atacarlo con un golpe descendente, ya que Kokushibo estaba justo debajo de él, pero el demonio detuvo su espada con su mano desnuda y se puso de pie para estar cara a cara con Masachika.
Genya ya había comenzado a correr para estar cerca de ellos, por lo que llegó justo a tiempo para socorrer a Masachika, el demonio al ver eso aventó a Masachika en su contra y los hizo estrellarse entre ellos.
Los dos cayeron al suelo y quedaron a merced del demonio, por lo que me hice un corte para poder ayudarles un poco. Mi sangre se había evaporado por que se comenzó a crear la pequeña cortina de flores.
Kokushibo solo tardo dos segundos en disipar mi técnica, con un simple movimiento de su espada ya había cortado mi ilusión, pero mi distracción fue lo bastante efectiva ya que ambos cazadores lograron ponerse de pie y se alejaron un poco del demonio.
En cuanto Kokushibo me miró, Yae apareció por su costado derecho, pero el demonio dio un gran salto para alejarse de ella. Al levantar la mirada, vi como Kokushibo se acercaba a mí por los aires, por lo que nuevamente activé mi técnica para poder cubrir mi retirada.
Cuando Kokushibo aterrizo, este hizo un gran cráter al caer con mucha fuerza, la onda expansiva de esa caída logró disipar mi ilusión. Ahora, Kokushibo nos tenia a los cuatro por enfrente de él, al parecer no era su intención atacarme, si no de asegurarse que no hubiera nadie más por atrás de él y así evitar ataques sorpresas en su contra.
- Jum.
De repente, el demonio hizo un pequeño gesto de satisfacción.
- Hace tiempo que no me emocionaba en un combate, se los agradezco.
Ninguno de nosotros le respondió, solo estábamos atentos a lo que sea que quiera hacer.
- Su formación es estupenda, pero la fuerza de esta es igual a su eslabón más débil.
- ¿Qué? – Pregunté.
- Significa que, si elimino al más débil de ustedes primero, toda su formación se romperá.
Kokushibo volvió a soltar esa presión sobre nosotros y yo comencé a sudar frio, ya que desde que dijo lo del eslabón más débil no me ha quitado la mirada de encima. Él volvió a colocarse en una postura batto e instantáneamente los cuatro nos pusimos en guardia.
- Prepárense, esta vez iré en serio.
No importa qué, pero debemos aguantar lo más posible los ataques de la primera luna creciente.
. . .
- Danza del Dios del fuego. Segunda postura: Cielo azul.
Había saltado sobre la cabeza de Muzan e intenté golpearlo con la segunda postura, yo Kamado Tanjiro, junto a Giyuu y mi hermana, atacábamos a Muzan sin descanso.
Gracias a la sangre de mi hermana y a que nuestras espadas se volvieron rojas carmesíes, las heridas que le provocamos a Muzan son más resistentes a su regeneración, esto nos ha dado cierta ventaja a la hora de combatir.
- ¡Malditos, no tengo tiempo que perder!
Los látigos de Muzan estaban cerca de mi rostro, apenas puse un pie al suelo y este ya me había atacado.
- Segunda postura: Rueda de agua.
Para mi suerte, Giyuu estaba cerca y con un giro en el aire logró cortar esos látigos sin ningún problema. Cuando Giyuu tocó nuevamente el suelo, él se giró para arremeter en contra de Muzan.
- Tercera postura: Danza de las corrientes.
Giyuu danzaba como las aguas de un arroyo para acercársele, con sus giros esquivaba los látigos de Muzan y los que estaban muy cerca de él, los cortaba.
- ¡Muévanse!
Muzan parecía desesperado por irse lo más pronto posible, en verdad esa planta debe ser muy importante para él, por lo que, como dijo Giyuu, no debemos dejarlo ir.
- ¡Ahhh!
Al estar cerca de Muzan, Giyuu ataco su cabeza, sin embargo, Muzan detuvo su ataque con una hoja afilada de hueso que salió de su antebrazo.
- No sé cuánto tiempo dure esa droga que Tamayo te administró.
Muzan echó para atrás su brazo derecho y otra hoja de hueso salió de este.
- Pero definitivamente te convertiré en demonio.
Cuando iba a atacar el pecho de Giyuu, mi hermana había aparecido por arriba de Muzan para darle una patada.
- *Gah*
Antes de que mi hermana lograra patear a Muzan, los látigos que salían de la espalda de Muzan se elevaron y perforaron varias partes del cuerpo de Nezuko.
- ¡NEZUKO!
Nezuko estaba suspendida en el aire por los látigos de Muzan, yo comencé a correr para socorrerla, mientras que Giyuu hizo un pequeño giro para zafar su espada de esa hoja de hueso.
Yo corría lo más rápido que me daban las piernas y estaba por detrás de Giyuu listo para atacar a Muzan.
- Respiración del agua...
- Danza del Dios del fuego...
De repente, Muzan nos sonrió a ambos e inmediatamente después giró sobre su eje para intentar golpearnos con Nezuko, Giyuu tuvo que dar un paso hacia atrás para evitar colisionar con Nezuko ya que era el que estaba más cerca.
Sin embargo, los giros de Muzan no terminaron ahí, este empezó girar cada vez más fuerte hasta que libero a Nezuko y nos la arrojó hacia nosotros.
Nezuko chocó primero con Giyuu y por la fuerza que le aplicó Muzan con sus giros hizo que Giyuu se fuera hacia atrás junto con Nezuko.
- ¿Eh?
En menos de un segundo, la espalda de Giyuu ya estaba por enfrente de mí y tanto él como mi hermana chocaron conmigo y así los tres fuimos lanzados hacia atrás.
No puedo saber cuántos metros estábamos siendo arrojados hacia atrás, pero cuando mi espalda chocó con algo de madera, lo sé porque alcance a ver varias astillas a mi alrededor, fue cuando nos detuvimos.
Al abrir los ojos, porque los golpes que sentí en mi espada me hicieron cerrarlos, me di cuenta de que estábamos dentro de una casa, al levantar un poco la mirada hacia afuera, me di cuenta con horror como Muzan estaba corriendo lejos de nosotros.
- ¡DETENTE!
. . .
Estaba corriendo lo más lejos posible de ese demonio, yo Tsutako, realmente me siento mal por haber abandonado a Tamayo en ese lugar, no puedo creer que la haya dejado sola en contra de la primera luna creciente.
Pero Tamayo me dio una misión, una misión que tengo que cumplir a como dé lugar.
Cuando vi una casa en llamas, me detuve en seco para poder arrojar esta planta al fuego. Al mirar el lirio, no se me hacía la gran cosa que digamos, ya que al no tener hojas solo parece un tallo muerto.
¿Quién hubiera pensado que esta planta crearía a un ser tan malvado como Muzan?
Levanté mis brazos con la maceta junto al lirio y los coloqué por arriba de mi cabeza, al levantar la mirada para ver bien donde arrojarla, me detuve un poco al reconocer la casa que estaba a mi frente.
- Es mi casa.
O al menos lo era, no pude evitar recordar todos los momentos felices que pasé dentro de esa casa, mi vida de casada junto a mi esposo, el nacimiento de mi hija, las visitas de Giyuu y sus amigos, todos esos recuerdos pasaron como imágenes frente a mis ojos.
- Esto es por todos ustedes.
Lo dije recordando a mi esposo, a mis suegros, al señor Urokodaki y a todas las personas que han muerto esta noche.
- ¡Hyaah!
Arrojé con fuerza el lirio de la araña azul hacia el fuego y comencé a ver en cámara lenta como esta volaba hacia su destrucción. Una vez que el lirio se queme por el fuego, las ambiciones de Muzan se habrán ido con las llamas.
- Con esto Muzan va a...
De repente, una ráfaga de viento me revolvió el cabello porque por extraño que pareciera, esa ráfaga me pasó muy cerca de mi cabeza. Por un segundo agaché la cabeza y me agarré el cabello con mis manos.
Cuando la ráfaga cesó, fue cuando levanté nuevamente el rostro y me horroricé al ver una especie de masa de carne con huesos afilados sujetando la maceta donde estaba el lirio.
- Ju ju.
En ese momento escuché una pequeña risa por detrás de mí, y lentamente comencé a girarme para ver quien se estaba riendo. Al terminar de girarme, sentí como la presión se me bajaba y sentía mis piernas temblar.
Kibutsuji Muzan estaba por delante de mí.
- Mi futura reina, ¿Qué es lo que estabas tratando de hacer?
Muzan me miraba de una forma fría y dura, por mi parte, sentía como si la vida se me escapara del cuerpo, ya que todo en mi estaba temblando, ni siquiera podía articular palabra alguna y me costaba respirar.
Esa masa de carne y hueso al parecer era el brazo derecho de Muzan, ya que esta se contrajo rápidamente haciendo que Muzan tenga el lirio justo a la atura de su pecho. Muzan sujeto la maceta con ambas manos y la levanto un poco para tenerla por enfrente de su mirada.
- El lirio...
Muzan se veía en verdad emocionado.
- El lirio de la araña azul...
Podía ver una gran sonrisa soberbia en su rostro.
- ¡El lirio finalmente está en mis manos!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro