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Capítulo 5: El nuevo pilar de agua

Estamos reunidos en una especie de patio, yo, Sabito, junto a los demás, nos acercamos al centro donde las dos niñas, de antes de empezar el examen, están paradas esperándonos, tras de ellas hay una mesa y encima de esta unas piedras.

- ¡Qué raro!

Fue Giyuu quien hizo ese comentario, volteo para ver ¿Por qué se había sorprendido? Y él nos informa.

- Solo somos cuatro ¿Dónde están los demás?

Ahora que me fijo mejor, tiene razón, al inicio éramos 24 los aspirantes, ahora solo estamos nosotros cuatro.

- ¿Será que no sobrevivieron? – Una triste Makomo pregunta.

Ella sigue siendo cargada por ese chico que salvamos anoche, su nombre es Murata, se presentó hace poco con nosotros. Cuando estoy por decir algo para hacer sentir mejor a Makomo, las niñas se dirigen hacia nosotros.

- Bienvenidos – Ambas dicen al mismo tiempo.

- Felicitaciones – Nos dice la que está a la izquierda – Nos alegra saber que están bien – Continua la de la derecha.

No entiendo esa forma de hablar.

- Ahora se les hará entrega de sus uniformes – La de la izquierda vuelve a hablar – Tomaremos sus medidas y grabaremos su rango en ellos.

- Hay 10 rangos en total.

- Kinoe, Kinoto, Hinoe, Hinoto, Tsuchinoe, Tsuchinoto, Kanoe, Kanoto, Mizunoe, Mizunoto.

¿Acaso practicaron para decirlo de esta forma? Una después de la otra.

- Actualmente ustedes son del rango más bajo: Mizunoto.

Bueno, era de esperarse, al fin y al cabo, apenas nos convertimos en cazadores.

- Hoy elegirán el acero tamahagane con el que se forjara su espada. La katana estará terminada entre 10 y 15 días.

Ya veo, así que oficialmente empezaremos nuestro camino de cazador dentro de 15 días máximo, al menos tendremos tiempo de recuperarnos.

- Pero antes – Y la chica de la derecha empieza a aplaudir.

Desde el cielo se empieza a oír graznidos, al voltear hacia arriba puedo notar que son cuervos los que se dirigen hacia nosotros, estos se acomodan en nuestros hombros a excepción de Murata, que se puso sobre su cabeza. Me pregunto para que vino este cuervo, y puedo notar que Makomo se pregunta lo mismo, pero al mirar a Giyuu, este tiene una ligera sonrisa en su rostro.

- Les otorgamos un cuervo kasugai. Los cuervos kasugai se utilizan principalmente como mensajeros.

Así que para eso son los cuervos.

- Ahora si se acercan por favor – La chica de la derecha nos lo pide.

Los tres, ya que Makomo está siendo cargada por Murata, nos acercamos a estas niñas, ellas se colocan detrás de la mesa donde están esas rocas.

- Ahora elijan entre estos pedazos de acero tamahagane.

- El acero de la katana que aniquilará a los demonios y los protegerá, deben elegirlo ustedes mismos.

Los cuatro estamos frente a este acero, Makomo se bajó para poder elegir su material, sin embargo, yo no sé cómo elegirla, es la primera vez que veo este acero.

- Cierren sus ojos y confíen en sus instintos.

Fue Giyuu el que nos da este consejo, él hace lo que dijo y escogió su acero. Makomo y yo hacemos lo mismo y así elegimos nuestro pedazo de acero que se convertirá en nuestras espadas.

Creo que esto es todo, las niñas nos dijeron que las katanas serán entregadas en nuestro lugar de residencia, cuando estaba a punto de ayudar a Makomo, Giyuu rápidamente se arrodilla, colocando una de sus rodillas en el suelo. Al ver este gesto, todos nos sorprendimos, incluso las niñas, pero al escuchar unos pasos todos nos giramos para ver de quien se trataba.

- Dime Amane ¿Cuántos son? No distingo bien.

- Son cuatro Oyakata sama.

Un hombre, con unas marcas muy extrañas en la frente, es guiado por una mujer de blanca cabellera, tiene cierto parecido con estas gemelas.

- Así que cuatro, deben ser muy diestros – El hombre nos sonríe – ¿Me pregunto en qué clase de espadachines se convertirán?

Las gemelas hacen una inclinación hacia este hombre y saludan.

- Oyakata sama.

¡Esperen! ¿Oyakata sama? Si esto es verdad, entonces ahora entiendo porque Giyuu se arrodillo, pero ¿Cómo supo que él era el patrón? Eso no importa, luego le preguntaré, me dirijo hacia Makomo y le susurré.

- Makomo, creo que también debemos arrodillarnos, él es el patrón de este lugar, en pocas palabras, el jefe de la organización.

- ¡¿Qué?!

Entre asombrada y dudosa pregunta, yo me arrodillo de inmediato, me imita Murata, finalmente Makomo se arrodilla con mucha dificultad por sus heridas, le extendí mi mano para ayudarla un poco.

- Mis pequeños niños, sean bienvenidos a esta familia – El patrón nos da la bienvenida – Como ya les habrán informado, entre 10 a 15 días se les será entregada sus espadas y empezaran sus misiones, consideren esto que experimentaron como una advertencia, desde ahora tendrán que enfrentarse a demonios más peligrosos, les suplico que tengan mucho cuidado.

Por algún motivo, su voz hace que me tranquilice, es como si flotara por las nubes.

- Ahora es momento que regresen a sus hogares y descansen, se lo merecen.

Realmente concuerdo con el patrón, estamos hechos polvo y me preocupa aún más Makomo, me gustaría que un médico la revise, pero no puedo pedírselo al jefe de la organización, sería demasiado osado de mi parte.

- Disculpe Oyakata sama – Es Giyuu quien se dirige a él. Makomo, yo, hasta Murata, lo observamos con asombro – ¿Podríamos ir con un médico? Mis amigos, sobre todo Makomo, están muy lastimados, quisiera que recibieran atención médica antes de partir a nuestros hogares.

No sé si Giyuu tiene mucho valor o de plano le debe doler algo tanto, para que le tenga que solicitar al patrón una petición.

- Por supuesto – El patrón aceptó la petición y ahora se dirige a las gemelas – ¿Pueden llevarlos a la finca? – Las gemelas asientan y ahora él se dirige a nosotros – Ellas las llevaran con nuestros médicos, por favor, háganles saber todas sus molestias.

- Por aquí por favor – Las gemelas empiezan a caminar.

Giyuu y yo nos levantamos y ayudamos a Makomo a hacer lo mismo, esta vez seré yo quien la cargue, no es que no confíe en Murata, pero me siento raro cuando la veo siendo cargada por él.

Le digo a Makomo que ahora yo la cargare y sin esperar su respuesta me hinco frente a ella para que se acomode en mi espalda. Después de unos segundos siento como se acomoda y cuando terminó de acomodarse, la cargo, al momento de levantarme veo a Giyuu con una tonta expresión en su rostro.

- ¿Qué?

- Nada.

Él solo da media vuelta para seguir a las gemelas, yo hago lo mismo y puedo escuchar como Murata nos sigue también.

. . .

Cuando mis nuevos niños se marchan junto a mis hijas, siento como Amane se acerca y me toma de la mano.

- Esto es raro.

- ¿Qué sucede Amane?

- Uno de los candidatos parecía conocerte – Me informa – Apenas te vio y se arrodillo.

¡Oh! Esto es interesante, quizás el presentimiento que tuve hace 9 días se vuelva realidad.

- ¿Conoces su nombre?

- Lamentablemente no, pero lo investigare – Me responde Amane

- Por favor, y la de los otros tres también. Quiero recordar cada nombre de esta organización.

Y así comenzamos nuestro camino de regreso a nuestro hogar.

. . .

Estamos en lo que parece ser la enfermería de este lugar, a todos nos atendieron de inmediato, ahora estamos sentados en unas camas y nuestras heridas han sido vendadas, yo, Makomo, soy la que tiene más vendas, parece ser que mi herida en el pie fue la más severa de todas.

Afortunadamente nuestras camas están conjuntas y yo estoy en medio de los muchachos, los doctores me dijeron que lo mejor será estar en reposo total por 3 días, a los chicos solo les dieron un día de descanso y estarían listos para partir.

Sabito le preguntó a la doctora que supervisa este lugar, si se podían quedar hasta que yo me recupere, le explico que los tres vivíamos juntos y que prometimos regresar juntos, ella comprendió y acepto de buena gana, solo les hizo prometer que no causaran problemas mientras se quedan aquí.

Sabito parece satisfecho porque cuando me ve me sonríe, les agradezco a los dos el quedarse conmigo y recuerdo cuando Sabito se ofreció a traerme a este lugar, fue muy lindo de su parte. Cuando regresemos a nuestro hogar le preparare una deliciosa comida como agradecimiento.

- Pareces muy feliz Makomo – Fue Giyuu quien hace ese comentario.

- ¿Por qué no debería estarlo? Si van a estar conmigo en lo que me dan el alta.

- ¡Ah! – Suelta Giyuu de repente – Yo creí que estabas recordando cuando Sabito te cargo, lo digo por la sonrisa que tenías.

- ¡GIYUU! – Y como si nos hubiéramos sincronizado, tanto Sabito como yo le gritamos a Giyuu.

Cuando mi mirada se cruza con la de Sabito, giro inmediatamente mi cuello, ya que siento mis mejillas arder y no quiero que me vea así. Al hacerlo, ahora quedo de frente hacia Giyuu y este solo se me queda viendo como si no entendiera lo que él ocasiono, solo le dedico una mirada de pocos amigos.

- Bueno, considérenlo mi venganza – Nos dice Giyuu – Sobre todo tu Sabito, por no decirme que le enviabas cartas a mi hermana.

No puedo creer que Giyuu sea rencoroso, con la cara que tiene ahora mismo, puedo deducir que solo nos está molestando.

- Hablando de decirle algo a alguien – Sabito toma la palabra – Nos puedes explicar ¿Qué fue esa postura?

Ahora que lo menciona, tiene razón, esa postura que utilizo Giyuu para cortar todos los brazos de ese demonio, fue sorprendente, pero jamás la había visto, ni siquiera Urokodaki sensei nos los había enseñado.

- Es una técnica que yo invente.

Estoy impresionada, sabía que Giyuu era un prodigio, pero esto, el crear una nueva postura es algo muy difícil de hacer ¿Y a tan corta edad?

- Esto es, es decir yo... ¿Cómo? – Al parecer Sabito no sabe que decir.

- Lo estuve practicando en secreto, por favor discúlpenme.

- ¿Por qué? – Ahora fui yo la que pregunté.

- No quería ocultárselo, pero primero quería asegurarme que funcionara y, sobre todo, que fuera segura.

Doy un suspiro.

- Ahí está otra vez nuestro hermano mayor preocupándose por los demás en lugar de él mismo – Cierro mis ojos al lanzar ese comentario.

- Tienes razón Makomo – Me da la razón Sabito – ¿Qué hubiera pasado si te lastimabas con esa nueva técnica?

Sabito le da una mirada acusadora a Giyuu.

- Lo siento.

- La próxima vez que inventes una nueva técnica, te ayudaremos, no hagas todo tu solo – Sabito regañó a Giyuu.

Giyuu solo agacha su cabeza y le da la razón a Sabito, yo solo me recuesto en mi cama.

- Que se le puede hacer, así siempre ha sido Giyuu – Les digo.

- ¿Estás enojada? – Me pregunta Giyuu

- Para nada, esa técnica nos salvó la vida – Le restó importancia a todo esto – Eso sí, tendrás que enseñarnos a usarla como castigo por ocultarlo de nosotros.

- ¡Bien dicho Makomo! – Sabito me felicita.

- Está bien chicos, de todas maneras, pensaba hacerlo – Que bueno que Giyuu aceptara, ya que esa técnica es increíble.

- Ahora si me disculpan, necesito dormir, estoy muy cansada.

Y caí rendida ante el cansancio, ya no pude escuchar si me respondieron o dijeron algo más, me quedé dormida al instante.

Ya han pasado los 3 días, finalmente me han dado el alta y nos disponemos a regresar con Urokodaki sensei, Murata se fue al día siguiente de ingresar en este lugar, nos deseó suerte y que espera volver a vernos.

Al parecer, Sabito y Giyuu siguieron hablando cuando me quede dormida, Sabito me contó que Giyuu tenía cierta idea de quien era el patrón, por eso esa reacción cuando lo vió, pero no pudo sacarle más información que eso. Por lo que decidimos darle su tiempo a Giyuu.

En el camino, Giyuu nos decía cómo funcionaba la onceava postura, así como sus limitantes. Realmente es una técnica asombrosa para defender, aunque si el ataque enemigo es constante gradualmente esta técnica fallara, ya que no poseemos resistencia ilimitada.

Tardamos 3 días en llegar a la montaña Sagiri, un día más de lo normal y fue por mi culpa, aunque estoy curada y me hayan dado de alta, caminamos lentamente a petición de Giyuu, para no exigir mi pierna de más, aunque al principio proteste, Sabito apoyo la idea de Giyuu y cuando los dos se ponen de acuerdo es difícil hacerlos cambiar de opinión.

Estamos a punto de bajar la pequeña pendiente que hay para llegar a la casa, cuando divisamos a Urokodaki sensei cerca de la entrada con una canasta en manos.

- ¡Sensei! – No pude aguantar la emoción de volverlo a ver, por eso le grité.

Él voltea a vernos y coloca la canasta en el suelo, nosotros empezamos a caminar más rápido, casi a punto de correr y sensei hace lo mismo. A la mitad de camino, nos damos un fuerte abrazo.

- Gracias – Sensei empieza a llorar – Gracias por volver con vida.

- Hemos regresado – Yo también entre lágrimas, le digo.

Se hizo de noche y los cuatro estábamos cenando lo que sensei traía en la canasta, sopa miso y arroz. Le explicamos lo que sucedió en el examen, sobre ese extraño demonio y la nueva técnica que Giyuu invento, también nuestro encuentro con Oyakata sama.

Él estaba muy sorprendido, nos dijo que era muy raro que unos recién graduados conocieran a Oyakata sama, luego con Giyuu, le pidió que al día siguiente hiciera una demostración de esa técnica, por último, nos explicó lo que era una técnica de sangre y de los demonios más fuertes, conocidos como lunas demoniacas.

Al día siguiente, todos estábamos en el claro donde siempre entrenábamos, Giyuu estaba en medio y nosotros tres sentados en las rocas, él nos explicaba más detalladamente como se le ocurrió y el funcionamiento de la técnica, nos pidió que le ayudáramos a recolectar hojas del suelo para hacer una demostración, Sabito y yo lo hicimos mientras sensei seguía sentado.

Al terminar de reunir una gran cantidad de hojas en una canasta, Giyuu nos explicó que al estar sin movimiento y tranquilo, junto con la concentración total de la respiración del agua, sus sentidos se agudizan por unos segundos, a tal punto que sus movimientos se vuelven más rápidos y todo lo demás a su alrededor se vuelve más lento.

Para demostrar lo que decía, tomó la canasta con las hojas y las arrojo a aire, encima de él, cuando las hojas empezaron a bajar, Giyuu menciona el nombre de la técnica y procedió a cortarlas.

Al ver esta técnica de frente, me quedo con la boca abierta, sus movimientos son tan rápidos que no puedo ver la katana, solo se ven las hojas cortándose por la mitad como si fuera el viento quien lo hiciera, Giyuu se mantenía quieto en medio de esa lluvia de hojas, sus pies no se mueven de su lugar, pero el sonido de algo cortando el aire está presente.

Cuando terminó, lo único que pude decir fue un – Wow – No tenía otras palabras que decir. Volteo para ver a sensei y Sabito y este último también tiene una cara de asombro, lamentablemente no sé qué cara tendrá sensei por su máscara.

- Ya veo – Fue lo único que menciono sensei.

Unos momentos después Giyuu se acerca a nosotros.

- Giyuu – Empieza a decir sensei – Primero que nada, te felicito por crear una técnica maravillosa.

- Gracias sensei.

- Tengo que preguntar ¿Cuánto tiempo puedes mantenerla?

- 10 segundos – Responde Giyuu – Después de ese tiempo el desgaste es inevitable, si continuo por más tiempo, se corre el riesgo de algún desgarre.

Tiene sentido, moverse a esa velocidad debe tener su límite.

- La defensa perfecta tiene una corta duración – Reflexiona sensei – Claramente esta técnica debe implementarse solo como ultima defensa, Sabito, Makomo, recuerden eso.

- Si – Ambos respondimos.

- Bien, regresemos a casa, aun necesitan descansar – Nos dice sensei.

- De hecho, quisiera ir al pueblo – Giyuu nos expresa su deseo – Quiero ver si tengo correspondencia y necesito enviarle una carta a mi hermana.

Sensei solo dijo un – de acuerdo – Y comenzó a dirigirse a la casa. Giyuu empieza a caminar hacia el pueblo cuando le doy alcance.

- ¿Y tú? – Me pregunta.

- Pues yo también deseo mandarle una carta a Tsutako nee sama.

- Yo también voy – Eso dijo Sabito cuando nos alcanzó – También quiero saber que me escribió esta vez.

Giyuu se detiene y le da una mala mirada a Sabito, este solo lo ignora y pasa de largo, yo le sonrió a Giyuu y lo jalo de su ropa para ir al pueblo, no puedo esperar a escribirle a nee sama lo genial que es nuestro hermano Giyuu.

. . .

Han pasado 5 días y los chicos se lo han pasado descansado, aunque Makomo y Sabito querían practicar la onceava postura, les ordene no hacerlo, ellos obedecieron a regañadientes, no por nada soy su maestro, Urokodaki.

Jamás imagine que Giyuu creara una nueva postura, recuerdo la primera vez que lo vi, cuando lo conocí se veía muy seguro de sí mismo, al principio tenía mis dudas, por lo general las personas se enrolan en este oficio por dos razones, por tradición familiar o por venganza, Giyuu no entraba en estas categorías, es verdad que fue atacado por un demonio, pero tanto él como su hermana sobrevivieron.

Llegue a pensar que solo quería convertirse en cazador por fama o soberbia, así que lo acepte como discípulo para ver que tanto aguantaba, supuse que el régimen de entrenamiento junto a Makomo lo haría desertar, mi sorpresa fue grande cuando en poco tiempo, estaba a la par de ella.

Fue entonces que vi su determinación, este chico era un genio y un líder nato, supo apoyar a sus compañeros en todo momento, tanto en el entrenamiento como en el examen. Giyuu posee mucha habilidad y por lo que me contaron Makomo y Sabito, y por lo que he observado, Giyuu tiene ética, enfoque, comunicación, persuasión, compromiso, coraje e inteligencia, los valores de un gran líder. Si continua así, no dudare en nombrarlo mi sucesor.

Estaba por ir al pueblo, cuando visualizo una silueta viniendo hacia acá, traía un sombrero de paja con campanillas, vestía una túnica estampada de girasol y lo que parecía tres espadas en su espalda. Al observar la máscara Hyottoko que traía sobre su rostro, reconocí de inmediato que se trataba de Haganezuka.

- Ha pasado tiempo – Salude.

- Vengo a entregar las espadas de Makomo, Sabito y Tomioka Giyuu – Ni siquiera me devolvió el saludo.

- Pasa, están adentro – Le doy permiso de pasar a la casa.

Al entrar a la sala, solamente estaba Makomo tomando un poco de té.

- Llama a los chicos, sus espadas han llegado.

Makomo hace caso de mis palabras y fue por los muchachos.

- ¿Te ofrezco un poco de té?

- Son tres las personas que portaran mis creaciones, espero ver una espada roja – Me ignora, realmente no ha cambiado.

Mis alumnos salen de su habitación unos segundos después, les indico que tomen asiento y los presento.

- Escuchen, esta persona es Haganezuka Hotaru, viene de la aldea del herrero y es quien forjó sus espadas.

Los tres inclinan sus cabezas y se presentan ante Haganezuka.

- Estoy sorprendida – Empieza a decir Makomo – Creí que tardaría más tiempo en terminar nuestras espadas.

- ¿Acaso subestimas mi determinación? – Pregunta Haganezuka.

Y aquí vamos de nuevo.

- ¿Eh? No yo no quise...

- ¿Creíste que por ser tres espadas me tardaría más de lo debido?

- No era mi intención...

- La creación de espadas es mi oficio y mi pasión, mi determinación no se vendrá abajo por la cantidad de encargos – Continua Haganezuka sin dejar hablar a Makomo.

- ¡Oye! Makomo no tuvo la intención de insultarte – Sabito salió en defensa de Makomo.

- Aquí tienen sus espadas, verán que están cuidadosamente hechas.

Haganezuka nunca escucha cuando se trata de espadas, Makomo se encuentra confundida, mientras Sabito se empieza a molestar, el más inteligente aquí es Giyuu, que se mantiene callado.

Los tres toman sus respectivas espadas y las observan detenidamente.

- ¡Rápido que esperan! Quiero ver el color rojo en la hoja – Se desespera Haganezuka mientras hace movimientos extraños con las manos.

- ¿Color rojo? – Pregunta Sabito.

- Estas espadas son las nichirinto, tienen la cualidad de cambiar de color dependiendo de su portador.

Después de esta breve explicación, los tres proceden a desenvainar sus espadas. En instantes, sus espadas empezaron a cambiar de color, la de Makomo se volvió azul cielo, la de Sabito azul celeste, finalmente la de Giyuu azul marino. Algo me decía que sería así.

- ¡Que decepción! – Se lamenta Haganezuka – Todas fueron azules.

- ¿Tiene algo de malo que no sean rojas? – Pregunta Makomo.

- No – Le respondí – Se dice que la espada roja es capaz de lastimar severamente a los demonios.

Al finalizar la entrega Haganezuka se retira diciendo varias cosas que no alcanzamos a escuchar. Justo cuando Haganezuka se perdió en el horizonte, los cuervos de mis discípulos descendieron del cielo.

- Nueva misión, nueva misión – Empezó a decir el cuervo de Sabito.

- ¿Qué, los cuervos hablan? – Una asombrada Makomo preguntó.

- Diríjanse a la aldea que esta al pie del monte Tateyama – Continuo el cuervo de Makomo – Están desapareciendo varias personas sin previo aviso.

- Esta será su primera misión – Ahora es el cuervo de Giyuu – Makomo, Sabito, Giyuu, tengan mucho cuidado jovencitos.

Este último cuervo parece de edad avanzada, espero que pueda trabajar bien con Giyuu.

- Muchachos – Me dirijo a ellos – A partir de este momento seremos compañeros de oficio, tal vez nos encontremos otra vez en alguna misión. Es posible que al ser mis estudiantes los envíen juntos a misiones, eso no quiere decir que se pueden relajar, tengan mucho cuidado.

- Si sensei – Los tres me responden.

- Recuerden sus entrenamientos, recuerden sus esfuerzos, recuerden sus ideales – Y para finalizar – Sobre todo, recuerden que somos una familia. Buena suerte.

Giyuu hace una reverencia que es imitada por los otros dos, así empezaron su camino hacia su primera misión y a su destino.

. . .

Ha pasado un año desde que los tres nos volvimos cazadores de demonios, en todo este tiempo, yo, Tomioka Giyuu, no he podido visitar a mi hermana ni a mi sobrina de 3 años.

Tal parece que hacemos tan buen trabajo que nos mandan seguido a otro lugar, apenas acabamos una misión y se nos asigna otra, incluso nos han puesto un sobrenombre "Las tres gotas de agua", en cuanto a mi hermana, la única forma de comunicación que tengo con ella es por medio de los cuervos, por lo general mi cuervo es el mensajero, pero en ocasiones enviamos el de Makomo o el de Sabito. Decidimos que los tres enviaremos las cartas en un solo cuervo para que los otros dos nos mantengan informados con las ordenes de la central.

Esta por amanecer y justo terminamos de limpiar esta zona, sin embargo, Sabito recibió un buen corte en su brazo derecho, por lo que Makomo lo está atendiendo, yo avance unos cuantos metros para asegurarme que no hubiese más demonios y al no haberlos, regrese con mis amigos.

- No trates de ocultar tus heridas – Una molesta Makomo regaña a Sabito.

- No era mi intención, es solo que... Ay – Sabito no pudo terminar su escusa porque Makomo apretó fuertemente la venda.

- No hagas que me preocupe más de la cuenta, ¿Entendido? – En realidad, Makomo se nota preocupada.

- Lo siento – Fue lo único que respondió Sabito.

Estos dos están en su mundo, porque ni siquiera han notado mi presencia. Puedo ver como se acercan lentamente el uno al otro, sus rostros estaban cada vez más cerca ¡No puede ser! ¿Acaso se van a besar? No quiero ser un fisgón así que doy un paso hacia atrás para retirarme del lugar y darles su espacio, pero como si los dioses se burlaran de mí, accidentalmente pisé una rama haciendo un ruido delatador.

Los dos voltean a mi dirección y sus rostros se empiezan a colorear de un ligero carmín.

- ¿Desde cuándo? – Pregunta una nerviosa Makomo.

- Desde el principio – Respondí y me doy media vuelta – No quise interrumpir, pueden continuar.

Camine de prisa, quería largarme de ese lugar lo más rápido posible, ya que puedo sentir la penetrante mirada de Sabito en mi nuca.

Nos dirigimos hacia una casa de Glicina que estaba cerca de esta zona, teníamos que descansar un poco antes de que se nos asigne una nueva tarea, seguramente en la central se estarán enterando que completamos nuevamente con éxito nuestra misión.

Durante el camino, ninguno dijo alguna palabra, seguramente ellos no sabrán que decirme al descubrirlos en lo que estaban a punto de hacer, por mi parte, no me molestaba en absoluto, de hecho, estoy feliz por ellos, tal vez, para romper el hielo debería decirles eso. Estamos por llegar a la puerta de la casa de glicinas, me detengo y me volteo hacia ellos.

- Saben, no me molesta que tengan una relación.

- ¿Qué? – Fue Sabito el que pregunto.

- Que estoy feliz por ustedes.

- ¿En serio? – Esta vez pregunta Makomo – No estas, no se ¿Enojado?

- ¿Por qué debería estar enojado? – Me sorprende la pregunta que me hizo Makomo.

- Porque creímos que, si te enterabas de lo nuestro, te sentirías excluido – Sabito me explica.

- Es por lo que, decidimos mantenerlo en secreto – Ahora Makomo me informa.

¿Sentirme excluido? Ellos no lo saben, pero pase mucho tiempo de mi vida excluido de la gente, no me sentía digno de ser pilar, de hecho, no me sentía digno de seguir viviendo, pero eso quedo en el pasado, no voy a cometer los mismos errores.

- No se preocupen, somos familia ¿No es así? – Ellos solo asientan con la cabeza – Eso no cambiara, incluso si son ¿Novios? ¿Esposos? ¿Amigos con derecho?

- ¡Oye! – Sabito se queja y después, junto con Makomo se empieza a reír.

- Eres una gran persona Giyuu nii – Por un momento pensé que era Nezuko la que me hablaba, pero era Makomo – Estoy segura de que algún día encontraras a una gran mujer, cuando llegue ese día, te ayudaremos a conquistarla.

- No es necesario que hagas...

- Eres nuestro hermano mayor y te ayudaremos – Makomo hace una pequeña pausa y en un susurro añade – Además se lo prometimos a Tsutako nee sama.

Algo de lo que dijo Makomo llamó mi atención.

- ¿Cómo que "se lo prometimos" a mi hermana? ¿Qué le prometieron?

- Nada – Y Makomo corre hacia la casa de glicinas.

- Espera Makomo – Pero no puedo hacer nada más porque Sabito me toma del hombro.

- Una promesa es una promesa.

Dicho eso, Sabito también se aleja de mí, en serio ¿De qué promesa están hablando?

La casera nos recibe amablemente, nos ofrece tres habitaciones, uno para cada uno, pero Makomo rechazó el ofrecimiento, solo solicito una habitación. Al principio, la casera no entendía porque solicitaba una sola habitación, cuando Makomo le explico que somos algo así como hermanos, ella accedió. Realmente no me importa compartir habitación con ellos, lo he hecho durante mucho tiempo.

La casera nos guio a una amplia habitación, Makomo y Sabito solicitaron ir a las aguas termales, mientras yo solo solicite un futón, en realidad quería dormir pronto, me bañare después.

Pasada la una de la tarde, yo estaba tomando un baño, estaba tranquilo y relajado dentro del agua caliente, cuando mi cuervo se acerca volando y se posa sobre el barandal de bambu.

- ¡Urgente! – Empieza a hablar mi viejo cuervo – Tomioka Giyuu y compañía, diríjanse a la central inmediatamente, Oyakata sama los estará esperando.

Y ahora ¿Por qué tanta urgencia? ¿Qué querrá Oyakata sama? Salgo del agua y me seco lo más rápido posible, me coloco mi uniforme y me dirijo a la habitación donde nos hospedamos.

Al llegar a nuestra habitación toco la puerta y un – adelante – de Makomo me da permiso para entrar, al hacerlo veo a Sabito terminándose de vestir, solo se estaba poniendo su haori blanco.

- ¿Y Makomo? – Pregunté por ella.

- Aquí estoy – Me responde Makomo detrás de un biombo.

Imagino que se está cambiando, un minuto después, sale Makomo con su uniforme de cazador con pantalón y su haori sin mangas, escogió este uniforme, porque no le gustó la versión con falda.

- ¿Ustedes también recibieron el mensaje?

- Si – Responde Sabito – Me pregunto para que nos querrá Oyakata sama.

- ¿Quién sabe? – Fue Makomo la que respondió.

En casos normales, estaría de acuerdo con Makomo, pero algo me hace sospechar de ellos.

- ¿Saben algo? – Les pregunté.

- No – Responde Makomo rápidamente – ¿Por qué preguntas?

- Por qué tanto tú como Sabito estaban sonriendo cuando se preguntaron para que nos quiere ver Oyakata sama, además de que compartieron una mirada cómplice.

- ¡Eh! No, yo... – Empieza a titubear Makomo, pero Sabito la toma de la mano.

- Estamos felices de que hayas aceptado nuestra relación.

- ¡Si! Si, eso – Makomo parece aliviada.

Aun cuando me han dicho eso, no les creo nada, Makomo está nerviosa y Sabito, aunque no lo parezca, está sudando. No le quiero dar más vuelta a esto.

- Está bien, vamos.

Han pasado 4 días y finalmente hemos llegado al cuartel de los cazadores de demonios, estamos frente a las grandes puertas que dan acceso al jardín donde Oyakata sama tiene sus reuniones con los pilares, al tocar, estás fueron abiertas por Urokodaki sensei.

- Me alegra verlos de nuevo. – Nos recibe sensei.

- A nosotros también, sensei – Makomo es quien responde el saludo mientras hacemos una reverencia.

- Pasen – sensei empieza a caminar – Anunciare su llegada.

Así procedimos a seguirlo, al llegar al centro del jardín, sensei nos pide esperar a unos pasos del pórtico.

- Sensei ¿Sabrá para que desean vernos? – Le pregunté a nuestro maestro.

- Pronto lo sabrás – Fue lo único que dijo.

Observo a Makomo y Sabito y ellos solo me sonríen ¿Definitivamente ellos saben algo? Antes de que pueda preguntarles, se escucha:

- Oyakata sama se encuentra aquí.

Hinaki y Nichika anuncian el arribo del patrón. Cuando él sale por la puerta, es guiado por Nichika hacia nosotros, mientras Hinaki cierra la puerta, al estar frente a nosotros, los cuatro nos arrodillamos ante él.

- Muchas gracias por venir en tan poco tiempo, a pesar de la sorpresiva llamada – El patrón nos empieza a decir – Me imagino que se preguntaran ¿Por qué los he llamado?

Ninguno dijo nada, estamos a la espera de su respuesta.

- La razón es muy sencilla mis niños – Continua Oyakata sama – Es porque el actual pilar del agua, Urokodaki Sakonji, ha anunciado su retiro.

Así que era por eso. Entonces se anunciará al nuevo pilar de agua, giro mi cabeza para observar a Sabito y él lo hace también, ambos nos sonreímos al mismo tiempo, estoy seguro de que Sabito será un gran pilar.

- Y él ha expresado su deseo de que tú, Giyuu, tomes su lugar.

- ¿Eh? – Fue lo único que pude decir.

¡Esperen un momento! Ahora me fijo en el maestro esperando que él haga lo mismo, pero sigue con la cara hacia abajo.

- Espere Oyakata sama – Me dirijo al patrón – Puedo preguntarle a Urokodaki sensei ¿Por qué me eligió a mí?

- Ya lo escuchaste Sakonji – El patrón solo sonríe.

- ¿Y por qué no debería elegirte a ti, Giyuu? – Me responde mi maestro con una pregunta – Eres el más habilidoso de mis estudiantes.

¿En serio? ¿Nada más por eso?

- Si hablamos de habilidad Sabito, es mejor que yo – Le informo – O si hablamos de agilidad, claramente Makomo es mucho mejor ¿Por qué no eligió a alguno de ellos?

- ¿Quién creo la onceava postura? ¿Quién ayudo a Makomo a mejorar sus técnicas? ¿Quién aconsejo a Sabito durante su entrenamiento?

La respuesta a todas esas preguntas era "Yo" pero, aun así, no debería ser nombrado pilar, si somos estrictos hice trampa.

- Tengo entendido que se debe estar mínimo 5 años en la organización para ser considerado pilar, además de cumplir con dos requisitos – Trato de zafarme de esto – Haber acabado con 50 demonios, o haber derrotado a una luna demoniaca.

- Vaya, estas muy bien informado – Fue el patrón quien lanza el comentario.

¡Rayos! No creo que alguien como yo debería de saber eso, creo que me estoy metiendo en más problemas, debo mantener un perfil bajo.

- Tienes razón Giyuu, pero también hay otro método para ser ascendido a Pilar – El patrón se toma un tiempo – Y es ser el Tsuguko de uno. Sakonji te eligió como el suyo un mes atrás.

Entonces, el maestro ya lo había decidido desde hace un mes.

- ¿Por qué dudas tanto Giyuu? – Fue Sabito quien me pregunta – Nosotros estamos de acuerdo con sensei.

- Así es Giyuu – Ahora Makomo me habla – Cuando sensei pidió nuestra opinión y nos preguntó ¿Quién debería ser el nuevo pilar del agua? Ambos respondimos que tú eras el más indicado.

¿Qué? Sensei ya se había puesto en contacto con ellos ¿Ambos me eligieron a mí? Ahora entiendo su entusiasmo cuando nuestros cuervos nos pidieron venir aquí.

- No te obligare si no lo deseas Giyuu – Nuevamente el patrón se dirige hacia mí – Aunque si me gustaría que aceptaras, después de escuchar la petición de Sakonji, recibí cartas de Makomo y Sabito, ellos hablaron muy buenas cosas de ti.

Hasta se atrevieron a enviarles cartas a Oyakata sama.

- Así que Giyuu ¿Qué dices? – Me pregunta Oyakata sama.

Para ellos, realmente debo ser una persona talentosa, pero si no fuera por mis experiencias previas, no creo ser merecedor de su admiración.

Antes fui pilar y creía que no lo merecía, no fue hasta que Tanjiro me recordó las vidas que renunciaron para darme una oportunidad de vivir, ahora debo ser yo quien entregué esas oportunidades, mi hermana, Makomo y Sabito, ellos siguen vivos hasta ahora, pero esto aún no ha acabado, no hasta derrotar a Muzan.

Mi mirada se cruza con la de Makomo y ella me mira como suplicándome que aceptara. Gracias a eso finalmente me he decidido.

- Oyakata sama – Digo y todos me miran expectantes – Yo humildemente acepto.

Puedo escuchar un suspiro de alegría por parte de Sabito.

- Excelente – Comenta Oyakata sama – Dentro de 2 semanas será tu ascenso, en esos días es cuando los demás pilares estarán presentes, mientras tanto, pueden descasar los tres, no habrá misiones para ustedes.

- Muchas gracias – Tanto Sabito como Makomo respondieron al unísono.

- Entonces con esto, doy por terminada esta reunión, pueden retirarse.

Hacemos una reverencia hacia el patrón y nos retiramos del jardín. Así que nuevamente seré el pilar del agua, sin embargo, ahora, no cometeré los mismos errores de la vez anterior, me haré aún más fuerte para seguir protegiendo a mi familia, seguiré esforzándome para que todos ellos tengan una vida longeva, una vida feliz.

Yo seré el agua que limpie con toda esta maldad y seré el pilar que cargara con el puente llamado paz.

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