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Capítulo 41: El demonio del arte

Estábamos corriendo por este bosque Nezuko, Tanjiro y yo Sabito, para llegar lo antes posible a la aldea de nuestra hermana mayor Tsutako.

No puedo creer que Muzan haya atacado directamente esta aldea solo para doblegar a Giyuu, debe haber algo más, algo que ni siquiera Mukago sabia.

Los tres íbamos metidos en nuestros pensamientos hasta que el cuervo Kasugai de Tanjiro, Matsuemon, graznó fuertemente para darnos un mensaje.

- Caw, caw. Agatsuma Zenitsu, Hashibira Inosuke han derrotado a la sexta luna superior. Caw.

Esos dos, jamás imaginé que entre los dos harían equipo para poder derrotar a una luna superior, debo reconocérselos, son grandes hombres.

- Zenitsu... Inosuke... Que bien.

- ¡Uhm~!

Todos nos alegramos por la noticia, los pocos que los conocemos vimos como no se llevaban de la mejor manera, pero pudieron dejar sus diferencias a un lado y derrotaron a su enemigo.

- Bien, Tanjiro, Nezuko, debemos seguir.

- Pero, y Ma...

- Tanjiro, Makomo se encuentra bien, debemos confiar en ella.

- ... Si.

Aunque haya sido yo el que dijo eso, la realidad es que estoy muerto de la preocupación, no sé en qué momento nos separamos de ella, todos estábamos en esa fortaleza cuando empezó a temblar y a colapsar, después varias puertas aparecieron de la nada nuevamente y Makomo cayó en una diferente a la nuestras.

Pensar que yo estaba a su lado cuando nos separamos solo me hace sentir mal.

Aunque me duela no poder buscarla, debo tener fe, estoy seguro de que ella se dirige hacia al pueblo de nuestra hermana mayor, y estoy seguro de que ahí la encontraremos.

- ¿Uhm?

- ¿Qué sucede Nezuko? – Le pregunté.

- Algo se acerca – Fue Tanjiro quien me respondió.

De repente ambos hermanos se detuvieron y se colocaron en guardia, justo al momento de detenerme junto a ellos fue cuando sentí esa presencia.

- Esto es...

No puedo olvidarla, está presencia es de ese sujeto, el demonio que me dejó inconsciente de un solo golpe.

- Vaya así que eres tú.

Todos nos giramos por la voz a nuestras espaldas y para ver como salía de entre las sombras de los árboles la segunda luna creciente.

- Akaza.

- Veo que no me has olvidado, eso es bueno, este... Disculpa ¿Cómo dijiste que te llamabas?

- Grábatelo muy bien en tu memoria, mi nombre es Sabito, tsuguko del pilar del agua.

- ¡Oh sí! Sabito. Esa mujer y Giyuu también lo mencionaron.

Akaza no ha dado ni un paso hacia adelante, pero eso no significa que no deba desenvainar mi espada, este demonio es fuerte y rápido, odio tener que reconocerlo, pero Akaza es uno de los demonios más equilibrados a los que me he enfrentado.

Ataque, defensa, reflejos y velocidad, Akaza lo tiene todo, si voy a pelear contra él debo ser muy cauteloso.

- Debo admitirlo Sabito, te ves mucho mejor que antes.

- Eso fue porque tuve un entrenamiento de muerte.

- ¡Oh, ya veo! Giyuu hizo un excelente trabajo entonces.

Akaza comienza a sonreír, parece ser que ahora si me ve como un buen oponente.

- Y los chicos que están contigo también se ven fue... – ¿Qué pasa? ¿Iba a decir fuertes? ¿Por qué se calló entonces? – Aunque ella me llama la atención ¿Es un demonio?

No le respondimos, pero Akaza se empezó a reír.

- Si lo es, aunque es raro ver a un demonio junto a los cazadores de demonios.

- Ella es especial – Le respondí.

- Bien ¿Cómo se llaman?

- Mi nombre es Tanjiro y ella es mi hermana Nezuko y junto a Sabito san vamos a...

No deje que Tanjiro terminará de decirle a Akaza que entre los tres lo íbamos a enfrentar, porque extendí mi brazo izquierdo para hacerlo callar.

- Ustedes dos tienen que seguir adelante – Les dije.

- Pero...

- Tanjiro, tu familia también está en esa aldea, si eres el hombre de la familia Kamado, tu deber es ir ahí y protegerlos.

- Sabito san yo...

- Esa katana – Akaza apunta hacia Nezuko – Esa es la katana de Giyuu ¿No es así?

Los tres le pusimos atención al demonio y este solo se cruza sus brazos.

- Si esa es su espada, entonces con mayor razón deben irse.

- ¿Qué? – Tanjiro y yo preguntados confundidos.

- En estos momentos Giyuu se encuentra con ese sujeto y sin su espada no podrá hacer nada.

- ¿Por qué nos dices eso?

El demonio no contestó, solo alzó los hombros como diciendo que ni él sabe, pero si lo que dijo es verdad, definitivamente los hermanos Kamado deben irse.

- Tanjiro ¿Recuerdas las ordenes que nos dieron?

- Si.

- Entonces cúmplelas, vayan a la aldea de nee sama y ayúdenla junto a su familia. Nezuko – Ella me mira a los ojos – Tienes que entregarle esa espada a Giyuu.

- Uhm.

Nezuko solo asintió y luego observó a su hermano.

- Está bien, buena suerte Sabito san. Hay algo raro con ese demonio.

- ¿En serio?

- Si. Aunque huele a muerte, también huele a arrepentimiento. Es muy extraño.

- Gracias, ahora vayan.

Ambos hermanos comenzaron a correr en dirección a la aldea mientras yo me quedaba solo con el demonio.

- ¿Por qué lo hiciste? – Le pregunté a Akaza.

- ¿De qué hablas?

- ¿Por qué dejaste que esos dos se dirigieran hacia la aldea?

- Yo no peleo contra las mujeres ni contra los débiles ¿Recuerdas?

Está mintiendo. Quizás a Nezuko si la pudo dejar ir por ser mujer, pero Tanjiro no es débil y Akaza lo sabe, sino, no les hubiera preguntado su nombre a los hermanos Kamado.

Hay algo extraño aquí, aparte de lo que me menciono Tanjiro y de que Akaza haya dejado ir a personas que él consideraba fuertes, la forma de referirse a Muzan cambió, en vez de decir "nuestro señor" ahora se refiriere a él como "ese sujeto" ¿Qué le sucedió a Akaza?

- Akaza ¿Qué fue lo que te paso?

- No se dé que hablas Sabito.

- Acaso tu...

- Basta de charlas, es hora de ponernos serios Sabito.

Akaza se coloca en posición de combate y la atmosfera cambió repentinamente. Finalmente ha llegado la hora de saldar las cuentas pendientes.

. . .

Corríamos en paralelo a un rio para poder llegar a esa aldea en llamas, yo Uzui Tengen, junto a Tokito se nos informó que en ese lugar se encuentra Muzan, las ultimas noticias que escuchamos fue que Tomioka se estaba enfrentando solo a ese demonio.

Ninguno de los dos nos decíamos nada, estábamos tan concentrados en llegar que ni siquiera reaccionamos al anuncio de Ginko, el cuervo femenino de Tokito, de que la nueva sexta luna creciente había sido derrotada.

Mientras más nos acercábamos a la aldea, más me llegaba el olor a quemado, el olor a madera y carne quemada era lo que más se respiraba por esta zona.

- ¿Qué es eso?

De repente Tokito apuntó hacia el frente y vimos una especie de jarrón para nada extravagante en nuestro camino.

- Solo es una vasija bastante fea, tenemos que...

No pude terminar mi oración porque la presencia de un demonio nos cubrió a ambos, después unas especies de tentáculos de pulpo salieron de ese jarrón y nos empezaron a atacar.

- Respiración del sonido. Cuarta postura: Sentencia de muerte de Avici.

- Respiración de la Niebla. Tercera postura: Ráfaga del desempeño.

Entre los dos logramos cortar todos estos gigantes tentáculos de pulpo, el resto de esos tentáculos se replegaron nuevamente hacia el jarrón.

- ¿Cómo se atreven?

Una voz salía de ese jarrón.

- ¡Tú! ¿Cómo te atreves a insultar mi arte?

Algo empezó a salir de ese jarrón, algo como un torso humano carente de extremidades apareció.

- Realmente eres un inculto.

De lo que debe ser la espalda de un adulto, están saliendo varios brazos de tamaño infantil.

- ¿Qué eres? – Pregunté.

- Además de inculto, irrespetuoso. Hyo ho ho, bueno no importa, te hare el favor de decirte mi nombre, así sabrás quién te mato. Soy la grandiosa quinta luna superior, el maestro y hermoso Gyokko sama.

- ¿Ha?

¿Hermoso? ¿De qué está hablando este sujeto? Si es la cosa más horrenda y nada extravagante que he visto en mi vida.

La cara de este tal Gyokko está algo más que distorsionada. Grandes bocas cuyos labios están pintados de un color verde hoja se localizan en donde deberían estar los ojos, y sus ojos reales están ubicados verticalmente el uno encima del otro en su cara; Un ojo está presente en donde originalmente debería estar la boca, que está constantemente abierta, y el otro que está localizado en el centro de su frente.

- ¿Por qué esa cara, cazador? – Este demonio me pregunta.

- ¿En serio no te has visto en un espejo? – Le respondí.

- ¿Por qué debería hacerlo?

- Por lo feo que eres – Responde Tokito.

- Hyo ho ho, otro irrespetuoso. Ustedes no comprenden la belleza, aun estando parados enfrente de algo majestuoso.

- Nuestros conceptos de belleza difieren mucho – Le dije.

Realmente no podía creer como este demonio se llamaba así mismo majestuoso.

- Hyo ho ho, realmente son unos incultos, ¡Miren! Les enseñaré lo que es el arte, lo que es la belleza.

El demonio levantó uno de sus pequeños brazos y tanto Tokito como yo nos pusimos en guardia, ya que creíamos que nos atacaría, grande fue nuestro error cuando desde otro jarrón algo realmente horrible salió.

- Esos son...

Tokito no es de las personas que se llegan a molestar, pero por primera vez puedo ver como su rostro cambiaba de expresión, es el rostro de alguien sumamente enojado.

Y no es para menos, yo también lo estaba, como es posible que este demonio llamé tal atrocidad "arte", si no es más que una sádica y enferma obra. Frente a nosotros estaban los cuerpos mutilados y atravesados por varias herramientas de campo de lo que alguna vez fueron seres humanos.

Hombres, mujeres y hasta niños estaban ahí.

- Es hermoso ¿No lo creen? La llamo: "Le dur labeur des paysans"

- A-ayu-da.

La voz de una mujer salió de esa aberración, lamentablemente aún hay personas vivas en eso. Los quejidos de dolor y el llanto de los niños hacen que me hierva la sangre. No puedo creer que este demonio llame a este acto tan inhumano como "El duro trabajo de los campesinos".

- Respiración del sonido. Tercera postura: Onda longitudinal.

Con mis dos espadas, realicé un ataque en horizontal para acabar con el sufrimiento de estas pobres personas.

- ¿Uzui?

La voz de Tokito, que estaba a mi espalda, se escuchaba sorprendida.

- Gr-gracias.

- Lamento no haber llegado antes madame.

Aquella mujer que nos había pedido ayuda fue la que me agradeció, aunque esto no se puede quedar así, tal vez terminé con su sufrimiento terrenal, pero aún debo acabar con su sufrimiento espiritual desasiéndome de este infeliz.

- Hyo ho ho, ¿Acaso no te gustó mi obra de arte? ¡Quel dommâge!

- ¡Cállate! Sabes, por lo general soy una persona extravagante y no me llego a alterar fácilmente, pero...

Me giré hacia el demonio y este dejó de reírse para mirarme seriamente.

- Pero por primera vez en vida, dejaré la extravagancia atrás solo para matarte maldito, ¡Realmente te odio!

- Así que tú eres el otro cazador con la marca, nuestro señor nos habló de ti.

No esperé más y me lancé al ataque, en cuestión de segundos ya estaba demasiado cerca del demonio, pero este se metió en ese jarrón por lo que lo destruí para sacarlo, sin embargo, no había nada dentro del jarrón.

- Hyo ho ho, eres rápido cazador, pero yo lo aun soy más.

Escuché la voz de ese demonio algo retirado y por detrás de mí, al girar, vi que ese demonio estaba en el jarrón donde habían salido aquellas personas.

- Creo que ahora es mi turno. Arte de sangre demoniaca. Pez asesino: Cientos de agujas.

De otros jarrones que no había visto, salieron unas especies de peces que nos empezaron a lanzar varias agujas desde sus bocas. Tanto Tokito como yo tratábamos de esquivarlo, pero unas agujas alcanzaron a Tokito.

- ¡Tokito! ¿Estás bien?

- Si, esto no es nada.

Tokito se lanza en contra del demonio, ya que estaba más cerca de él que yo.

- Respiración de la niebla. Primera postura: Cielo colgante, neblina distante.

Tokito intentó darle una estocada contundente al demonio, pero este volvió a esconderse en el jarrón. Tokito intentó dar media vuelta para buscar la nueva ubicación del demonio, pero por alguna razón colocó una de sus rodillas al suelo.

- ¡Tokito! ¿Estas bien? – Le grité desde la distancia.

- Por alguna razón tengo mi cuerpo entumido.

¿Entumido? Quizás esas agujas tenían veneno en ellas, algo así como las senbon que utilizan los ninjas, por lo que corrí para socorrer a mi compañero y al estar a su lado le administré un pequeño antídoto general que solemos usar los ninjas.

- Esto debería funcionar por el momento.

- Gracias.

- Hyo ho ho. Lentos, pero que lentos son.

El demonio apareció en otro jarrón algo alejado de nosotros, tal parece que este demonio puede transportarse de jarrón a jarrón con solo meterse dentro. Así nunca podremos tocarlo.

- ¡Tokito, tenemos que destruir esas horribles vasijas!

- ¡Entendido!

- ¡¿Cómo que horribles?! Si que no tienes gusto por el arte.

- Uzui tiene razón, esas cosas son horribles – Le dice Tokito al demonio.

- ¡Tú cállate! – El demonio le respondió.

Mientras el demonio discutía con Tokito, intenté acercarme lo más rápido a él aprovechando su distracción.

- Respiración del sonido. Primera postura: Rugido.

Nuevamente Gyokko se encondió en su jarrón y lo más seguro es que aparecerá en otro, así que seguí con el movimiento de mi espada para destruir este jarrón.

Después escuché como otro jarrón se rompía y veía que era Tokito quien lo hacía, cuando él se acercaba a un jarrón que estaba escondido en un árbol, él demonio apareció sorprendiendo a Tokito.

- Arte de sangre demoniaca. Cuenca del agua del infierno.

Una especia de jarrón hecha de agua atrapó en su interior a Tokito, intenté acercarme a él para socorrerlo, pero el demonio apareció a mi costado en un jarrón que no había visto.

- Ahora tú. Arte de sangre demoniaca. Cuenca del agua del infierno.

- Respiración del sonido. Cuarta postura: Sentencia de muerte de Avici

Antes de que pudiera atraparme en ese jarrón de agua utilicé mis espadas y bombas para poder cubrirme y escapar de esa técnica demoniaca.

- Hyo ho ho, eres bueno. Debes ser de esos que llaman prodigios.

- Yo no me considero un prodigio. Hay tres personas mucho mejores que yo, ellos son los verdaderos prodigios.

Rápidamente pensé en Tokito, Himejima y Tomioka.

- Pero tú tienes la marca de cazador, ¿Eso no te convierte en un prodigio?

- Yo no lo veo así, además tuve ayuda.

- Si no eres un prodigio, ¿Entonces quién?

- Atrás de mi hay uno.

Apunte hacia atrás donde estaba Tokito encerrado, tenía mi puño por encima de mi hombro mientras apuntaba con mi pulgar.

- ¿Ese niño? Hyo ho ho, pero si se dejó atrapar fácilmente en mi técnica. Morirá patéticamente por sofocación, nunca podrá escapar al no poder utilizar su respiración. Que lamentable.

- No lo subestimes, a su corta edad ya es pilar y estoy seguro de que será más fuerte que yo cuando crezca.

Al decir eso, abrí mi puño y dejé caer una de mis bombas que tenía escondida en mi mano, al estar cerca de tocar el suelo, con el talón de mi pie izquierdo la envíe hacia el jarrón de agua donde estaba atrapado Tokito.

La explosión de mi bomba provocó una gran abertura en la técnica del demonio, permitiéndole a Tokito respirar.

- Respiración de la niebla. Segunda postura: Capas de neblina.

Tokito finalmente pudo librarse de ese jarrón de agua y sin perder el tiempo comenzó a correr hacia el demonio. Al estar algo cerca de nosotros, Tokito dio un gran salto hacia el cielo.

- Sexta postura: Niebla luz de luna.

Tokito intentó cortar el cuello del demonio con varias estocadas, yo no me puedo quedar atrás.

- Quinta postura: Sinfonía de cuerdas estruendosas

Entre mis bombas y nuestros ataques combinados estamos haciéndole varios cortes al demonio.

- Arte de sangre demoniaca. Diez mil peces de plastilina deslizantes.

Un cardumen de peces salió de la nada además de tres horrendos monstruos pez salieron de dos de los jarrones que aún quedaban esparcidos por el lugar. Estos enormes peces se nos acercaron y escupieron una especie de líquido morado hacia nosotros.

Yo alcancé a esquivar ese líquido, esa cosa al tocar el suelo lo empezó a disolver, es como si fuera una especie de veneno muy potente capaz de derretir lo que toca, al voltear para ver cómo estaba Tokito, vi que apenas pudo esquivar el primer ataque de unos de esos peces, pero parece que no se ha percatado de un segundo pez que estaba a su espalda.

- ¡Tokito!

Él escuchó mi grito y se giró solo para ver como ese pez le había arrojado el veneno desintegrador, fue tan rápido que Tokito no se había movido de su lugar. Sin pensarlo mucho, me acerqué a él y lancé una de mis bombas para que la explosión protegiera un poco a Tokito.

El veneno salió disparado hacia los alrededores y unas gotas cayeron en mi hombro derecho que utilicé para cubrir el rostro de Tokito.

- Arg.

Sentí un poco de dolor y tomé a Tokito con mi otra mano para alejarnos de aquí ya que nos estaba rodeando. De un brinco nos alejamos quedándonos alejados de esos peces.

- ¿Por qué...?

- ¿Mmm?

- ¿Por qué me protegiste?

- ¿Por qué no debería? Somos compañeros, además yo soy mayor que tú, es mi deber por ser el mayor.

Pude ver como los ojos de Tokito se abrieron un poco y me fue difícil describir la expresión en su rostro, de repente, Tokito agachó la mirada, pero pude ver una ligera sonrisa en él.

- Sabes, me recuerdas a mi hermano mayor.

- ¿Eh?

- Él siempre trataba de protegerme, aunque tenía un temperamento algo agresivo. Je, diría que era algo extravagante como tú.

Le iba a responder de que ya me estaba agradando su hermano mayor, pero los pasos de esos gigantes peces hicieron que volteáramos para poder defendernos.

- Tch.

Cuando iba a levantar mi brazo derecho, el dolor en el hombro me detuvo, pero...

- No dejaré que me arrebaten a nadie más.

De repente Tokito arremetió en contra de esos peces y en cuestión de un segundo, corto a la mitad a esos seres.

- Respiración de la niebla. Segunda postura: Capas de neblina.

- ¿Tokito?

Al llamarlo, me sorprendió ver una marca en su rostro cuando se giró a verme. Su marca tiene una forma de nubes localizadas a ambos lados de su cara y una encima de su cabeza al lado izquierdo de la frente.

El cardumen comenzó a "nadar" hacia Tokito, pero él los destruye con cierta facilidad, sin embargo, en cuando Tokito cortaba uno de esos peces por la mitad, una especie de gas morado salía de ellos.

Debe tratarse de ese molesto veneno que este demonio utiliza en sus ataques, con el pequeño antídoto que le administré antes a Tokito debería soportarlo un poco, pero al ser más concentrado el veneno, quizás no pueda aguantarlo.

Antes de poder gritarle de que se alejara de ese gas, Tokito repitió su segunda postura disipando el veneno a su paso.

- ¡¿Qué?! ¿Otro cazador con marca?

El demonio parecía sorprendido por la velocidad de Tokito al destruir esos monstruosos peces y al cardumen. En un segundo, Tokito ya estaba por enfrente del demonio y este no pudo reaccionar.

- Quinta postura: Mar de neblina.

La velocidad de Tokito fue tal, que en un solo parpadeo el cuello del demonio termino por ser cortado, pero algo no estaba bien, el demonio parecía más pálido de lo que ya era y fue cuando nos dimos cuenta de que lo que Tokito había cortado solo era su piel.

- Arte de sangre demoniaca. Escamas mortales de Guerra.

El demonio adoptó una figura más robusta de la que tenía antes, además de que ahora parece más una gigante serpiente que esta enredada en el tronco de un gran árbol.

- Admiren mi verdadera apariencia y tiemblen ante mi verdadero poder.

Yo sigo pensando en que se ve bastante repulsivo.

- Solo dos personas han podido verme con esta apariencia, deben sentirse honrados, ya que ahora soy la definición de la excelencia.

Tokito solo se le quedó mirando, no se movía ni decía nada.

- ¡¿Por qué no hablas?! ¡Vamos dame tu opinión!

- Tú no eres nada extravagante.

- ¿Eh?

Este chico me está haciendo reír, incluso con su dedo índice bajó la piel de su ojo derecho y le sacó la lengua al demonio.

- ¡Maldito!

El demonio le lanzó un zarpazo a Tokito y este lo esquivó saltando hacia arriba, al estar cayendo intentó atacar el cuello del demonio, pero este lo estaba esperando y con su cola le dio un tremendo latigazo que lo mandó a volar por los aires.

Yo no me había quedado parado mientras observaba a Tokito luchar, ya había empezado a correr hacia ellos y al ver al joven volar por los aires, con un fuerte salto llegué a donde estaba Tokito y lo sujeté por su espalda.

Mientras estábamos por el aire, ambos vimos como unos peces salían por el agujero que había provocado el demonio con su puño.

Ambos caímos algo alejados del demonio y este se empezó a acercar hacia nosotros, arrastrándose por el suelo.

- Vamos Tokito, terminemos con esto.

- Si.

Los dos comenzamos a correr hacia el demonio y al estar algo cerca, los tres intentamos decapitarnos mutuamente. Tokito y yo íbamos por los costados del demonio y pudimos cortarle los brazos al mismo tiempo.

El demonio siguió con su camino y regeneró sus brazos casi al instante, nosotros dimos media vuelta y lo comenzamos a perseguir, vimos como el demonio se subía a un árbol y rápidamente nos atacaba con una de sus técnicas.

- Arte de sangre demoniaca. Peces Asesinos: Centenar de Agujas.

Yo me puse por enfrente de Tokito y realicé mi postura defensiva.

- Cuarta postura: Sentencia de muerte de Avici.

Con las bombas y mis espadas logré desviar todas las agujas que venían hacia nosotros, así evitaría que esas agujas venenosas nos vuelvan a afectar. Tokito me paso por un lado y comenzó a destruir esos peses demoniacos.

- Segunda postura: Capas de neblina.

Tokito se puso justo en medio de todos esos peces y con varios tajos que dio a su alrededor, terminó por destruirlos a todos. En cuanto el gas salió de los peces, Tokito dio un gran salto para salir de ese lugar.

Los peces al final terminaron por desaparecer, por lo que seguimos corriendo hacia el demonio.

- ¡No se acerquen! ¡No se acerquen más!

El demonio creo dos jarrones de sus manos y de estas comenzaban a salir unos tentáculos de pulpos o calamares.

- Arte de sangre demoniaca. Jarrón del Pulpo del Infierno.

Esos dos tentáculos gigantes se lanzaron hacia nosotros, tal parece que la intención del demonio es alejarnos de él. Je, definitivamente este demonio no es para nada extravagante.

- Respiración de la niebla. Quinta postura: Mar de neblina.

Tokito arremetió en contra de esos tentáculos cortándolos en el proceso sin perder el impulsó de seguir corriendo hacia el demonio.

- ¡Malditos!

Ahora el demonio arrojó los jarrones que había creado al aire y estos empezaron a crecer.

- Arte de sangre demoniaca. Diez Mil Peces de Arcilla Deslizantes.

Nuevamente esos monstruosos y gigantescos peces demonios aparecieron.

- Al parecer se te acabó la imaginación ¿Y te haces llamar artista?

Le dije y mi comentario parece haberlo molestado.

- ¡Calla! ¡Convertiré sus asqueroso cuerpos en verdaderas obras de arte! ¡Ya lo verán!

Esos peces nos escupieron ese veneno corrosivo y ambos lo esquivamos saltando hacia un lado, cada vez estábamos más cerca de ese demonio, por lo que detenernos no era una opción.

- Yo me encargaré de esos peses – Le dije a Tokito.

- Entendido.

Tokito disminuyó su velocidad para dejarme ir primero a la vanguardia, los peces volvieron a escupir y está vez di un salto hacia arriba para poder atacarlos en sus cabezas.

- Respiración del sonido. Primera postura: Rugido.

Con mis espadas gemelas, golpeé ambas cabezas de los peces y los llevé hacia el suelo, ya ahí, estos explotaron.

- ¡Para mí, el arte es una explosión! – Le grite al demonio.

Podía escuchar los pasos de Tokito a mi espalda y de repente él utilizó mi hombro derecho como plataforma para poder saltar hacia donde estaba el demonio.

- Respiración de la niebla...

Tokito no pudo terminar de pronunciar su ataque, porque el demonio se dejó caer de árbol para esquivarlo, pero creo que no se esperó a que yo lo estuviese esperando.

- Respiración del sonido. Segunda postura: Estruendo.

- ¡Ah!

El sonido provocado por mis espadas terminó por dañar los tímpanos del demonio, este al perder completamente el equilibrio tuvo que colocar ambas manos en el suelo.

Me iba a acercar, pero vi como el suelo se convertía en peces por donde el demonio había colocado sus manos.

- Así que lo que tocas con tus manos se convierten en peces.

- ¡En efecto y tú serás el siguiente!

Gyokko estiró su brazo izquierdo para agarrarme la cabeza, yo solo pude dar un paso hacia atrás para evitar que me tocara.

- ¡Se termino! – Exclamaba el demonio.

- Respiración de la neblina.

Tokito había utilizado unas de las ramas altas del árbol para impulsarse hacia abajo. Este pequeño momento de distracción por parte del demonio lo aproveché para cortarle la mano izquierda.

- Primera postura: Cielo colgante, neblina distante.

Tokito logró alcanzar el cuello del demonio y pudo cortarlo desde la nuca hasta la mitad, pero el demonio en un rápido movimiento intentó golpear con su puño derecho la punta de la espada de Tokito, haciendo que Tokito se detuviera en su avance.

- ¡Aún no...! ¡Primero acabaré contigo!

En cuanto Tokito tocó el suelo, el demonio lazó su puño izquierdo que ya había regenerado hacia la cara de Tokito, pero algo parecido a una espesa niebla nos rodeó por un instante, o eso era lo que parecía.

- Respiración de la neblina. Séptima postura: Neblina.

- ¿Eh?

El demonio no fue el único sorprendido por lo que pasaba, yo también me sorprendí cuando el cuerpo de Tokito parecía desaparecer en la niebla, de repente, el sonido de algo siendo cortado me hizo mirar hacia el demonio.

La espada de Tokito acababa de atravesar la garganta del demonio y como él tenía parcialmente cortado su cuello, a Tokito no le costó más trabajo atravesarla.

. . .

¿Qué? ¡¿Qué?!

El mundo está de cabeza. ¿Qué sucede? No puedo sentir nada.

De repente, el mocoso de la neblina se mostró por enfrente de mí. Tengo que terminar esto rápido y seguir con el otro sujeto.

- Se ha acabado, hasta nunca – Me dice.

¿Eh?

- Probablemente no renazcas en este mundo nunca más.

Sentí como mi cabeza chocaba con algo y todo a mi alrededor empezó a dar vueltas.

¿Él...? Pero ¿Cómo? ¿Él cortó mi cabeza?

¡Imposible! ¡Increíble! ¡No puede ser! ¡¿Perdí contra un niño y un inculto?! ¡No! ¡Yo no puedo perder!

- ¡Bien hecho Tokito!

Ese sujeto se acercaba al mocoso mientras sentía como desaparecía poco a poco.

¡Esto no puede estar pasando! ¡Esta es una situación tan poco natural!

¡¡No lo acepto, no puedo aceptarlo!!

- ¡Mierda, esto es absolutamente increíble! ¡Solo son simples humanos, como se atrevieron a hacerle esto al gran Gyokko sama!

Ambos solo me miraban.

- ¡Ustedes, repulsivas criaturas inferiores! ¡Valgo más que cientos de ustedes!

¡No puedo creer que este pasando esto!

- ¡Soy un elegido, soy un ser superior!

De repente, ese mocoso se empezó a acercar a mí.

- ¡Ustedes son débiles, todo lo que hacen es empezar a envejecer desde que nacen!

El mocoso se detuvo por enfrente de mí, solo a un solo paso.

- ¡Con estas manos, las manos de un dios, convertí esas vidas que no valían nada en verdaderas obras de arte!

Vi como este mocoso levantaba su espada al aire.

"¿Managi qué has hecho?!"

Por alguna razón recordé que vivía cerca de un pueblo cuya principal actividad era la pesca. La gente siempre me odiaba porque me la pasaba recogiendo los cadáveres de peces que me encontraba por mi camino.

Desde muy pequeño me había quedado huérfano, un día normal mis padres habían salido a pescar y nunca más regresaron. Cuando había informado a los aldeanos sobre su desaparición, estos me ayudaron a buscarlos.

Buscamos durante horas hasta que alguien los encontró.

"No te acerques"

Yo no hice caso y me acerqué a los cadáveres de mis padres, el agua y los peces habían dejado sus cuerpos de tal forma que me parecían asombrosas. Esto debe ser a lo que llaman el arte de la naturaleza.

Años más tarde, recuerdo que un niño me molestaba y se burlaba de mí, por lo que lo asesiné y metí su cuerpo en un frasco. Mientras yo admiraba el arte que había creado, los padres de ese mocoso me apuñalaron varias veces y me dejaron morir.

Había pasado un día y yo seguía con vida, fue en esa noche cuando conocí al señor Muzan y él me dio la oportunidad de vivir para seguir creando arte.

"Los humanos son solo nuestra materia prima, nosotros somo seres superiores que existimos para gobernarlos"

Esas palabras del señor Muzan me llenaron de júbilo, los humanos son nuestros alimentos y lo que queden de ellos son materiales para crear obras de arte.

Por lo que yo no puedo perder, no contra un humano, no contra este crio.

- ¡Tú, pequeño gusano inferior...!

. . .

Tokito terminó por cortar la cabeza en cuatro partes para que el demonio dejara de decir tonterías poco extravagantes.

- Si, sí. ¿Puedes solo quemarte en el infierno de una buena vez?

Me acerqué al joven Tokito para ver cómo estaba su condición, ya que se de primera mano que al despertar la marcar por primera vez te deja muy exhausto.

- Además, solo conozco a un dios, y es el dios de las festividades.

Eso último que dijo Tokito me hizo sentir bastante orgulloso.

- ¿Te encuentras bien? – Le pregunté.

- Si.

Puedo escuchar el sonido de sus músculos tensionándose en todo momento.

- ¿Seguro? No te vez para nada extravagante.

- Si, no hay de que preocuparse.

Está mintiendo.

- Bien si ese es el caso, tenemos que irnos.

- S-sí, va...

Al verlo de frente, de la boca de Tokito estaba saliendo espuma y parece ser que se va a desmayar. Antes de que se cayera, lo atrapé y lo recosté de lado para que se recupere un poco.

- En verdad, lo que hiciste fue extravagante.

Decidí recárgame en un árbol para descansar un poco, de nada servirá ir ahora mismo a la aldea de Tomioka si no estamos en nuestra mejor condición, si vamos ahora solo seriamos un estorbo y no sería para nada extravagante.

Miré hacia la aldea y dije al aire:

- Resiste un poco más mi amigo, este amigo tuyo y dios de las festividades ira en tu apoyo en poco tiempo.

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