Capítulo 39: El contraataque
Esto no estaba funcionando, yo Tomioka Giyuu, estaba en estos momentos tirado en el suelo con ligeros cortes por mi cuerpo. Sin una espada, no puedo ocasionarle ningún daño a Muzan.
- Vamos Giyuu, dime dónde está el lirio y terminaremos con esta patética situación.
- No lo sé.
Intenté levantarme, pero de repente sentí una patada en todo mi estomago que me mandó a volar por los aires. Alcancé a ver como Muzan mantenía sus manos dentro de los bolsillos del pantalón mientras colocaba su píe en el suelo.
Tal parece que Muzan en verdad desea sacarme información del lirio, si no, no tendría sentido dejarme vivo a estas alturas.
Caí por unos escombros donde antes era una casa, quizás antes era un hogar pacífico y que ahora solo son piedras y maderas sin forma. Alcance ver los cadáveres de la familia que vivía en este lugar debajo de todo esto.
- Giyuu, Giyuu ¿Por qué prolongar más la agonía?
Escuchaba a Muzan acercándose, su voz era tan calmada que parecía que se estaba burlando de mi situación. Nuevamente intenté levantarme, pero antes de siquiera poner una rodilla en el suelo, vi a lo lejos la espada de mi maestro debajo de unas tablas.
Comencé a arrastrarme y podía escuchar la risa de Muzan por detrás de mí, no importa qué, pero debo tomar esa espada a como dé lugar.
De repente, sentí un fuerte golpe, seguido después de una gran presión en mi espalda, me di cuenta de que Muzan había colocado su pie izquierdo sobre mi impidiéndome continuar.
- Que lamentable Giyuu, arrastrándote como insecto. ¿Qué diría Tsunami si te viera en estos momentos?
No puedo dejarme llevar por las provocaciones y burlas de Muzan, debo estirarme lo más que pueda para sujetar la espada que está escondida para la visión de Muzan.
"Vamos, un poco más"
La voz del maestro Urokodaki me animaba a que siguiera estirándome y cuando por fin alcancé la espada, me giré para atacar a Muzan y logré cortarle la pierna, aunque esta se regeneró de inmediato.
- Si que eres persistente Giyuu. Ahora que tienes una espada ¿Qué vas a hacer?
- Que no es obvio.
Al ponerme de pie, regulé mi respiración, aumenté mi flujo sanguíneo para alcanzar la temperatura necesaria y activar la marca de cazador.
- ¡Te derrotaré!
Muzan abrió ligeramente los ojos y después se comenzó a reír.
- Ja ja ja ¿Acaso es una broma? ¿O me estas subestimando Giyuu?
¿Por qué se está riendo?
- Terminaré el trabajo de hace dos años Muzan, con estas marcas de cazador que te hicieron temblar de miedo en aquella ocasión.
- Giyuu...
Muzan de repente se colocó por enfrente de mí y me dio un golpe en el pecho que me hizo retroceder al no poder reaccionar.
- ¿Me quieres derrotar con esas imitaciones de marcas?
- ¿Qué?
- Esas marcas no son las mimas de hace dos años.
Muzan me ataca velozmente, apenas y puedo seguirle el ritmo.
- En aquella ocasión, tus marcas eran iguales a las de ese hombre.
¿De quién está hablando?
- Pero estas marcas...
Muzan detiene mi ataque y sujeta mi muñeca derecha con su mano izquierda, mientras que con su mano derecha me toma del cuello y me eleva varios centímetros del suelo.
- Son muy diferentes.
Me estaba asfixiando, me está costando trabajo respirar. Además, sigo sin entender que quiso decir con lo de las marcas de cazador ¿En aquella ocasión tenía unas marcas diferentes? ¿No se supone que las marcas van de acuerdo con su portador?
Siento que me voy a desmayar, el aire no me está llegando correctamente a mis pulmones, por lo que el oxígeno no llega a todo mi cuerpo, si esto continua...
- ¡Arg!
De repente Muzan suelta un quejido de dolor y me suelta del cuello dejándome caer, comencé a toser por la falta de aire y lentamente levanté mi rostro para saber que había pasado.
Vi como Muzan se sujetaba de su costado derecho, por debajo de sus costillas, algo de sangre salía de su cuerpo y por alguna razón no se regeneraba. Un agujero estaba en su costado y ahora Muzan sujetaba algo en el aire.
- Esto es...
- Arte de sangre demoniaca. Ojos místicos.
- ¡Tamayo!
Poco a poco, la figura de Tamayo comenzó a aparecer frente a nosotros, lo que Muzan sujetaba en el aire era el brazo derecho de Tamayo incrustado en él. Tamayo estaba sonriendo y miraba de forma desafiante a Muzan.
- Bajaste la guardia Muzan.
- ¿Qué haces aquí mujer?
- ¿Qué no es obvio? Hemos venido a derrotarte.
- ¿Hemos?
Yo también me pregunté porque Tamayo hablaba en plural.
- ¿Creíste que vendría sola Muzan?
El rostro de Muzan poco a poco comenzó a cambiar, la tranquilidad y prepotencia cambiaron a irritación y fastidio.
- ¡¿Qué es lo que planeas?!
Muzan cortó el brazo de Tamayo y de inmediato clavó sus garras por su cabeza, perforando su ojo derecho.
- ¡Ah! – Tamayo parecía muy adolorida, pero de repente comenzó a reírse – Has absorbido mi mano, que mal por ti Muzan.
- ¿Qué?
- En mi mano había una droga muy especial ¿Quieres saber su efecto?
Muzan clavo más profundo sus garras haciendo que Tamayo hiciera una mueca de dolor, pero sin quitar su sonrisa.
- Es una droga para convertir a los demonios en humanos. Y tú la has absorbido.
- Maldi...
Muzan calló en su insulto, porque giró su rostro hacia el horizonte y se veía algo sorprendido.
- ¡Nakime! ¡¿Qué estás haciendo?!
. . .
- ¡Nakime! ¡¿Qué estás haciendo?!
¿Por qué Nakime está liberando a los cazadores? ¡¿Qué diablos estás haciendo Nakime?!
- Lo siento, pero Nakime no te puede responder.
- ¿Quién eres tú?
- ¡¿Cómo te atreviste a lastimar a Tamayo sama?! ¡La muerte no será suficiente para pagar por tu osadía!
El demonio de Tamayo, no hay otra explicación. ¡Maldición! Debo impedir que todos los cazadores escapen de la fortaleza.
. . .
No entendía lo que sucedía con Muzan, de repente gritó hacia el cielo preguntándole algo a la tercera luna superior Nakime y ahora me soltó de la muñeca para extender su brazo izquierdo y cerrar el puño.
- Realmente eres un monstruo Muzan, ni siquiera dudaste en acabar con tu propia aliada – Le dice Tamayo a Muzan.
- ¡Maldita mujer! Yo no fui quien se devoró a tu esposo e hijos con una sonrisa en el rostro ¿O sí?
A Tamayo se le escaparon unas pequeñas lagrimas antes de mostrar toda su ira hacia el rey de los demonios.
- ¡Regrésame a mi familia!
- ¡Si así lo deseas!
Antes de que Muzan hiciera algo, aprovechando que me había soltado y que estaba totalmente distraído con Tamayo, lo ataqué.
- Respiración del agua. Segunda postura: Rueda de Agua.
Intenté atacar la cabeza de Muzan, pero este se dio cuenta y alcanzó a dar un paso hacia atrás, aun así, logré cortar su brazo derecho lo que ocasionó que liberara a Tamayo y antes de que ella tocara el suelo, la sujeté con mi brazo izquierdo y juntos nos alejamos de Muzan.
- ¿Tomioka san?
- ¿Estas bien, Tamayo san?
- No ¡No! Debe dejarme morir, solo así podré pagar por lo que he hecho.
Tamayo se veía muy consternada, por lo que escuché, ella devoró a su familia cuando se convirtió en demonio y es algo que ella quiere pagar con su muerte, pero...
- Tal vez tenga asuntos pendientes con los muertos Tamayo san, pero aun tienes asuntos con los vivos.
- ¿Qué?
- Tamayo san – Di un paso adelante para protegerla de Muzan – Hay varias personas que la necesitan, Yushiro san la necesita y yo también.
- ¿Tomioka san...?
Muzan terminó por regenerar su brazo y comienza a acercársenos.
- Tamayo san, quiero pedirle un favor, vaya al sureste y busque a mi hermana y mi sobrina, reconocerá nuestro parentesco además de que ambas tienen los mismos ojos azules. Deben de estar con la familia Kamado, una madre y cuatro niños. Búsquelos y llévelos a un lugar seguro, por favor.
Me preparé para embestir a Muzan ya que este comenzó a acelerar el paso.
- Por favor – Le volví a suplicar.
De repente, sentí un pequeño pinchazo en mi hombro y cuando me giré, vi que Tamayo me había inyectado algo.
- Está bien Tomioka san, le prometo que los sacaré de aquí – Tamayo comenzó a alejarse, pero me alcanzó a decir algo importante – Resista lo más que pueda para que la droga haga efecto y para que sus compañeros vengan a ayudarlo.
Antes de poder preguntarle que me había inyectado, Muzan atacó a Tamayo con uno de sus látigos de carne y hueso.
- ¿Quién te dijo que podías huir mujer?
Sin embargo, antes de que ese látigo llegara a tocar su espalda, yo me interpuse y bloqueé el ataque.
- ¿Quién te dijo que podías seguirla demonio?
Ambos vimos como Tamayo desapareció en el aire, lo más seguro es que haya utilizado su técnica demoniaca. Muzan me empezó a mirar de mala forma y yo me puse en guardia, algo me dice de que ya no habrá descanso en los próximos minutos.
- Estoy comenzando a fastidiarme Giyuu, te arrancare las manos y capturaré a tu familia antes de que Tamayo las encuentre.
- Respiración del agua.
Arremetí en contra de Muzan y él hizo lo mismo.
- Decima postura: El dragón del Cambio.
. . .
Finalmente llegamos a la casa de los Kamado, el señor Urokodaki tenía razón, no hay indicios de que algún demonio se haya aproximado o entrado en esta casa.
- ¡KIE SAN!
Grité mientras tocaba la puerta, tocaba desesperadamente para que alguien me abriera. Solo unos segundos bastaron para que pudiera escuchar como alguien quitaba el candado del otro lado y pudieran abrir la puerta.
- ¡Tsutako san!
Kie se sorprendió un poco al verme e inmediatamente me abrazó, yo correspondí su abrazo, pero tuve que romperlo por la emergencia que estamos viviendo.
- ¡Tenemos que irnos Kie san! ¿Los niños están bien?
- Si, todos estamos bien – Kie me responde y se gira hacia la casa – ¡Niños!
Los niños Kamado se asomaron por la puerta de la casa respondiendo al llamado de su madre, me doy cuenta de que todos tienen un amuleto de glicinas colgando de su cuello.
- Takeo kun, Hanako chan.
- Tsunami chan.
Hanako y Tsunami se juntaron y se dan un abrazo, ambas parecen aterradas porque de sus ojos parece que las lágrimas quieren escapar, pero no tenemos tiempo para eso.
- Niños nos tenemos que ir.
Todos afirmaron y salimos de la casa, yo los estaba contando y cuando vi que estábamos todos, me giré para guiarlos hacia la puerta sur, pero me detuve en seco al ver a aquella luna superior parado por enfrente de nosotros.
- No podrás escapar de aquí mujer.
Yo extendí mis manos para colocar a todos por detrás de mí, ya que tengo una idea de porque no nos ha atacado si tuvo todo el tiempo del mundo para hacerlo.
- ¡Anda, mátame! – Le grité y el demonio solo sonríe de lado.
La luna superior despliega un aura de muerte y me mira fuertemente a los ojos, mis piernas estaban temblando, pero yo no quitaba mi mirada de él.
- Lo reconozco mujer, eres valiente.
Yo no le respondía, seguía con la mirada fija y mis brazos extendidos para proteger a mi familia.
- Definitivamente eres digna de ser nuestra señora.
- Jamás me casare con él.
- Lo harás, porque cuando ese hombre te transforme a ti y a tu hija en demonios, no recordaran nada de cuando fueron humanas.
- ¿Tsutako? – Escuche a Kie preguntarme por la espalda.
- ¡Nunca lo haré! – Le dije con seguridad.
- Sabes...
De repente, el demonio giró su rostro hacia el noreste y se le quedó mirando por unos segundos, hasta que dijo para sí mismo.
- ¿Los cazadores lograron escapar?
¿Qué quiso decir con eso? ¿Los cazadores estaban atrapados? Pero si lograron escapar, significa ¡Significa que vienen en camino!
¡Giyuu!
- Tal parece que las cosas no salieron como lo planearon, primera luna superior – Le dije.
- Así es – El demonio regresa su mirada hacia nosotros – Esto no debería estar pasando, pero el resultado no cambiara.
El demonio da un paso hacia adelante y yo hice retroceder a mi familia dando un paso hacia atrás.
- Sabes, puedo matar a todas esas personas que están detrás tuya. Sin siquiera moverme de este lugar.
El demonio hizo un rápido movimiento con su espada al aire y yo me quedé confundida por lo que hizo.
- ¿Q-qué?
El asombro de la mayoría de la familia Kamado hizo que volteara hacia atrás y pude ver como los colgantes de glicinas que traían puestos en el cuello caían al piso.
- ¿C-cómo lo hizo? – Kie se preguntaba para sí misma.
- Se los dije, puedo matarlos sin siquiera moverme de este lugar, además de que esos amuletos no sirven contra mí.
El demonio dejó escapar un instinto asesino que me oprime el pecho. Este demonio no está mintiendo, en verdad puede matarnos sin moverse de su lugar. La luna superior colocó su mano nuevamente en la empuñadura de su espada, pero de repente se detuvo y algo nos rodeó.
- Esto es...
¿Qué es esto? ¿Qué son estos estampados?
- ¿Qué ocurre? – Pregunta Kie por detrás de mí.
- ¡No veo nada! – Esa era la voz de Takeo.
- ¡¿Mamá?!
Unos estampados de flores y de corrientes nos rodearon a todos nosotros por todo el lugar.
- Arte de sangre demoniaca. Sangre ilusoria: Aroma de fantasía visual.
La voz de una mujer se escuchó por detrás de nosotros y al voltear, pude darme cuenta de que era una hermosa mujer con cabello largo y castaño oscuro, dividido en el centro y despeinado, como si alguien la hubiese jalado del cabello, que se sujeta en su lugar con una horquilla floral.
Tenía ojos grandes y suaves que no poseían pupilas, sus labios estaban pintados con un lápiz labial de color rojo en contraste con su tono de piel pálida y sus uñas eran de color rosado degradado en blanco.
- Ustedes deben ser la familia de Tomioka san ¿Verdad? Mi nombre es Tamayo y vengo a ayudarles.
Tamayo llevaba un kimono morado oscuro que estaba decorado con ramas onduladas de un árbol de color púrpura pálido y flores rojas, con un obi color crema para asegurarlo alrededor de su cintura, así como calcetines blancos y sandalias zori violetas.
- Usted es... – No podía creer que un demonio nos estuviera ayudando.
- Así es, soy un demonio, pero soy amiga de Tomioka san.
- ¿Conoce a mi tío? – Mi hija le preguntó.
- Así es pequeña, en estos momentos Tomioka san está luchando contra Muzan y me mandó a buscarlos.
¡¿Qué?! ¿Giyuu está aquí y está peleando contra Muzan? Pero...
- ¡¿Está luchando solo?! ¿No está con él...?
- Las preguntas para después por favor, tenemos que irnos.
Le quería preguntar por el señor Urokodaki, pero al escuchar unos pasos a mi espalda, recordé que estábamos frente a la primera luna creciente, por lo que Tamayo tiene razón, debemos irnos de aquí en cuanto antes.
- Tiene razón, tenemos que irnos.
Tamayo asintió y nos dijo.
- Síganme por favor.
Todos comenzamos a correr siguiendo a Tamayo, sigo preocupada por el señor Urokodaki, pero primero tenemos que ponernos a salvo. Como el señor Urokodaki me dijo, no debo dudar ni vacilar, no debemos dejar de correr ni mirar atrás hasta que estemos en un lugar seguro.
- Segunda postura: Flores de perlas iluminadas por la luna.
Escuche la voz de ese demonio, y varias casas comenzaron a ser cortadas a nuestro alrededor ¿El ataque era aleatorio? No lo creo, creo que el demonio es capaz de vernos, pero está fallando a propósito.
- ¡AH!
Los niños gritaron por ver varios escombros caer cerca de ellos. Definitivamente el demonio nos puede ver, necesitamos hacer algo paradistraerlo.
- ¡No se detengan, deben seguir corriendo!
Tamayo nos dijo eso y pude ver como se rasgaba a si misma su brazo izquierdo.
- Intenten no respirar por un segundo por favor.
Tamayo se detuvo y extendió su brazo, nosotros le hicimos caso y la pasamos corriendo, conteniendo la respiración, después de un par de segundos, Tamayo nos dio alcance.
- Esto nos dará un poco de tiempo ¿Conocen un lugar dónde escondernos fuera de la aldea? – Nos pregunta Tamayo.
- Si – Respondí – Por aquí.
Ahora yo iba a la cabeza y toda mi familia y Tamayo me comenzaron a seguir.
. . .
Estábamos de nuevo en nuestra habitación de antes de ser transportados a la fortaleza de Muzan, yo Ubuyashiki Amane, le agradezco a Yushiro que nos dejara aquí primero, ya que la salud de mi esposo es muy delicada en estos momentos.
- Amane.
- Si.
Mi esposo me llama y yo me acerqué a él para escucharlo.
- ¿Todo va... según lo planeado?
- Así es, Makomo, Sabito, Tanjiro y Nezuko se quedaron en la fortaleza a esperar a que Yushiro los transporte al pueblo de Giyuu.
- Bien *cof cof*
Mi esposo volvió a tener un ataque de tos, pero esta vez fue peor, porque la tos iba acompañada de mucha sangre, yo solo maldecía en mi interior, ya que no podía hacer nada por él y no le quedaba mucho tiempo a mi marido.
- Entonces... continuemos con la segunda fase...
Cada vez le cuesta más respirar.
- Dile a Kiriya... que todo está... en sus manos ahora.
- Como ordene.
A pesar de la situación en la que se encuentra, mi marido sigue pensando en la batalla contra Muzan, yo no puedo quedarme sin hacer nada, por respeto a su determinación, tengo que darle su mensaje a nuestro hijo y nuevo líder de la corporación.
Sali de la habitación y me apresuré en llegar al cuarto de mando donde están esperando mis hijos. Aunque de pequeña mi madre me enseñó a nunca correr por los pasillos, por primera vez en mi vida estoy haciendo caso omiso a sus enseñanzas.
Corría lo más rápido que podía, ya que este kimono me impide correr correctamente, no podía perder ningún minuto, ya que todo minuto puede ser crucial. No me importaba que algunos kakushis me miraran raro por estar corriendo, pero aun así no me detuve hasta llegar a mi destino.
Al abrir la puerta de golpe, vi como mis cinco hijos estaban sentados, cada uno en un escritorio, los escritorios estaban acomodados de tal manera que formaban una cruz, donde mi hijo Kiriya estaba sentado en medio del todo.
- Kiriya, ahora eres el nonagésimo octavo líder de la corporación de cazadores de demonios.
Mi hijo me mira detenidamente a los ojos.
- Guía a nuestros niños con valentía y sabiduría, explícales que hacer en esta batalla. La voluntad de tu padre y de nuestros ancestros ahora están contigo.
- ¡Si madre!
Mi hijo ni titubeo ni se demoró en responderme.
- Hijas, ayuden a Oyakata sama en todo lo que puedan.
- ¡Si!
No pude evitar esbozar una sonrisa ante mis hijos.
- Estamos muy orgullosos de todos ustedes, mis pequeños.
Realmente no tengo más que orgullo y amor hacia mis hijos, a pesar de ser tan pequeños, están tomando esta gran responsabilidad de la forma más madura posible.
Ya no tenía nada que hacer aquí, tengo que dejar el futuro de la corporación en sus manos. Por lo que di un paso hacia atrás y cerré la puerta, ahora mi deber es estar al lado de mi esposo y atenderlo en todo lo que necesité.
. . .
Nuestra madre se ha retirado y ahora yo, Ubuyashiki Kiriya, como nuevo líder de la corporación de cazadores de demonios, tengo que ponerme manos a la obra.
- ¿Cómo van con sus mapas?
Les pregunté a mis hermanas sobre sus progresos, todos tenemos un talismán de Yushiro en nuestra frente y estas están conectados con él y todos nuestros cuervos kasugai.
- Ya casi termino Oyakata sama.
- Lo mismo por acá.
- Yo acabo de terminar.
Mis hermanas Nichika, Kanata y Kuina me respondieron al instante. Hinaki seguía trazando su mapa hasta que me informó:
- Oyakata sama, un grupo considerable de demonios se encuentran en las coordenadas 7, 5.
Decidí dividir el campo de batalla en cuatro como un plano cartesiano, teniendo el pueblo de Giyuu en el centro del todo. Así que con las coordenadas que me dijo mi hermana mayor dibujé un círculo en el mapa.
- ¿Alguna luna superior?
- No Oyakata sama. Solo demonios de menor rango.
Bien, no tiene caso enviar a los pilares en esa dirección.
- Yushiro san, abre la puerta y envía a los cazadores desde Mizunotos hasta Tsuchinoe a ese lugar por favor.
Gracias a los talismanes podíamos comunicarnos con nuestro aliado demonio, él respondió afirmativamente y obligó a la tercera luna creciente a abrir la puerta. Con la visión de los cuervos pude ver como varios cazadores salieron para estar frente a ese grupo de demonios.
Sin embargo, todos pudimos ver como Yushiro empezó una discusión con alguien, por la aterradora voz que escuchamos supuse que se trataba de Muzan. De repente, la cabeza de la tercera luna creciente explotó y toda la fortaleza se estaba colapsando.
¡Maldición! Muzan asesinó a quien controlaba la fortaleza y ahora todos quedaran atrapados sin poder escapar.
- ¡Aun no! – Escuché la voz de Yushiro – ¡Sus células siguen vivas, aun puedo hacer algo!
Varias puertas empezaron a aparecer junto a los cazadores, algunos por enfrente y otros por debajo, por lo que puedo deducir, Yushiro está tratando de sacarlos a todos a como dé lugar de la fortaleza infinita.
Nuestro ataque sorpresa no resultó como lo planeamos, pero gracias a Yushiro todos pudieron salir de esa fortaleza, sin embargo, los pilares, tsuguko y cazadores de mayor nivel están desparramados por toda la zona.
- Hinaki, la sección noreste está bajo tu vigía.
- ¡A la orden!
- Nichika, la sección noroeste es tuya.
- ¡Si!
- Kuina, sección sureste.
- ¡Cómo ordene!
- Kanata, revisa la sección suroeste.
- ¡Enterada!
Ahora debemos encontrar donde cayeron nuestros niños más fuertes y guiarlos correctamente por el campo de batalla.
- ¡Busquen a los pilares y cazadores de mayor nivel! Necesitamos...
- ¡Oyakata sama! – Hinaki me llamó.
- ¿Qué sucede Hinaki?
- La segunda luna superior se encuentra ubicado en el punto 1,1. Esta dentro del bosque noreste.
¿Las lunas han empezado a moverse?
- ¿Quiénes están más cerca de ese punto?
- Los más cercanos son el tsuguko Sabito, tsuguko Kamado y su hermana Nezuko. Más atrás se encuentra el pilar de la llama Rengoku.
Tanjiro y Nezuko...
- Bien, dile a Sabito que contenga a la segunda luna hasta que llegue Kyojuro para apoyarle. Que Tanjiro y Nezuko vayan al pueblo.
- Pero Oyakata sama.
- La familia de los hermanos Kamado también se encuentran en ese pueblo Hinaki.
- Entendido.
Estoy seguro de que los hermanos Kamado estarán pensando en su familia y eso podría ser una distracción a la hora de pelear.
- Oyakata sama.
- Qué sucede Kuina.
- En el punto 8,-9, quince cazadores han sido eliminados.
- ¡¿Qué?! ¿Se trata de una luna superior?
- No lo sé, la vegetación del lugar no me deja ver con exactitud.
- ¿Hay alguien cerca?
- Pilar de las flores Kocho, tsuguko Kocho y cazadora rango kinoe Tsuyuri.
- Bien, envíalas a las tres a ese lugar a investigar.
¿Quién habrá ocasionado tantas bajas en tan poco tiempo? Lo más probable es que sea una luna superior.
- Cuarta luna superior localizada en el punto -4, 2. Cerca de los campos de agricultura del pueblo. Pilares Iguro y Kanronji cerca del lugar, más atrás se encuentra cazadora nivel kinoe Makomo – Me informa Nichika.
- Dirígelos por favor Nichika.
- A la orden.
Poco a poco, las lunas superiores están comenzando a salir.
- La primera luna superior se encuentra casi en la entrada sur Oyakata sama – Kuina me informa.
- ¿Coordenadas?
- No lo sé, está muy cerca de la entrada. 0, -1 o menos.
¿Por qué estará tan cerca de la entrada?
- Tsuguko Yae y cazador rango kinoe Shinazugawa cerca de su posición, más atrás se encuentra tsuguko Masachika.
- ¿No hay ningún pilar cerca de ellos Hinaki?
- Pilares Shinazugawa y Himejima son los más próximos, pero aun así están algo retirados.
Esto es malo, no puedo dejar que cazadores menos experimentados se enfrenten a la luna más poderosa.
- Dile a Sanemi y Gyoumei que aceleren el paso.
- ¡Si!
Cada vez que mis hermanas me informan de la aparición de un demonio, yo lo marcaba en mi mapa colocando el kanji de la luna correspondiente.
- Oyakata sama, quinta luna superior localizada cerca del rio en el punto -1, -9.
- Muy bien Kanata, ¿Alguien cerca?
- Pilares Uzui y Tokito señor.
- Bien, envíalos hacia allá.
Con esto, todas las lunas deben de estar cubiertas por al menos un pilar, solo espero que Sanemi y Gyoumei lleguen rápido con la primera luna superior.
- ¡Oyakata sama! ¡La sexta luna superior acaba de aparecer en el punto 4, -4! – Me informa Kuina.
- ¡¿Qué?! ¿Entonces quién es el demonio a donde enviamos a Kanae?
- No lo sé señor, discúlpeme, pero hay demasiada vegetación que imposibilitan la visibilidad. Cerca de la luna se encuentran los cazadores de nivel kinoe Agatsuma y Hashibira ¿Quiere que les diga que vayan al sur y a Kocho al norte?
- No, deja que Kanae junto con sus hermanas vayan al sur. Se perderá más tiempo si ambos grupos dan media vuelta y se dirijan en sentido contrario a donde se están dirigiendo ahora. Guía a Zenitsu y a Inosuke contra la sexta luna.
- De hecho, ambos ya se están dirigiendo a ese lugar.
Me imagino que por su oído y tacto super desarrollados han ubicado a la luna superior.
- Bien, las piezas ya se han acomodado, infórmenme de los resultados.
- ¡Si! – Todas me respondieron.
Ha llegado el momento, estamos encaminados a la batalla final y finalmente ha llegado el tiempo para el contraataque de la humanidad.
. . .
No puedo creer lo que ven mis ojos, yo Murata, jamás había visto a tantos demonios juntos en un solo lugar ¿Qué rayos está pasando? Primero unas puertas nos llevan a un lugar demasiado extraño, ahora, esas mismas puertas nos han dejado en un valle lleno de demonios.
- Son... son demasiados.
- ¡Vamos a morir!
Varios cazadores que están a mi lado empiezan a dudar y a temblar de miedo, no los puedo culpar porque yo también estoy temblando.
- Caw caw. Mensaje de Oyakata sama, mensaje de oyakata sama.
Un cuervo con una especie de papel en la frente nos empezó a hablar.
- Por favor, retengan a esos demonios, denles tiempo a los pilares a acercarse a Muzan y tengan mucho cuidado... Ese es el mensaje. Caw.
El cuervo nos transmitía las palabras del patrón, pero creo que está exagerando, no creo que podamos hacer mucho contra un grupo tan grande de demonios como ese.
- No... no vamos a sobrevivir.
- ¡Oyakata sama ¿Por qué?!
- Somos los cazadores más débiles, de seguro solo somo piezas reemplazables para la corporación.
Ese último comentario en verdad me molesto mucho, ya que yo conozco un poco al patrón y estoy seguro de que nunca haría algo como eso. Es verdad que solo lo vi una vez cuando tuve que dar el informe de lo sucedido en el monte Natagumo, pero la expresión de su rostro cada vez que mencionaba a un compañero caído, me daba a entender de que en verdad se preocupa por todos nosotros.
- ¡Eso no es verdad! ¡Oyakata sama jamás haría algo como eso! – Les grité.
- ¿Cómo lo sabes? Nadie de nosotros ha podido verlo directamente ¿Cómo sabemos que no está sentando y sonriendo mientras nosotros estamos siendo mandados a morir?
- Porque Oyakata sama no puede luchar de frente, porque su cuerpo no está en condiciones para pelear, pero eso no significa que este sentado sin hacer nada. A su manera, él también está luchando.
Aún recuerdo la horrible enfermedad que tenía en su rostro.
- Quizás seamos los cazadores más débiles, por esa razón nos han mandado aquí y no contra las lunas demoniacas.
Los cazadores se empezaron a ver unos a otros.
- Quizás seamos débiles, pero aun así podemos ayudar. Quizás seamos débiles, pero aun así podemos luchar.
Poco a poco los cazadores estaban dejando sus dudas atrás.
- Recuerden por qué se unieron a la corporación, recuerden todo lo que sufrieron en ese entrenamiento de los pilares, pero, sobre todo, recuerden lo que más aman en este mundo.
Las miradas de mis compañeros empezaron a cambiar.
- Algunos tal vez han perdido lo que aman a manos de los demonios, otros quizás los estén esperando en sus hogares.
El miedo dejó de sentirse en el ambiente.
- Es por eso por lo que debemos de luchar, nosotros también hicimos un juramento y este juramento nos ha llamado esta noche a pelear...
Desenvainé mi espada y la levanté al cielo.
- ¡Cazadores de demonios!
Todos los cazadores desenvainando sus espadas y junto a un grito de guerra, todos sin excepción empezamos a correr por este valle sin árboles en contra de los demonios.
Definitivamente, esta es la batalla final.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro