Capítulo 37: El ataque de las lunas menguantes (Parte II)
- Los entrenamientos de los pilares son brutales ¿No?
- Y no has vista nada, espera a que llegues al entrenamiento del pilar del viento. Es un verdadero infierno.
- ¿En serio?
- ¡Si! A pesar de que nosotros no somos tan fuertes como él, nos golpea sin misericordia dejándonos inconscientes.
- ¡Cielos!
No puedo ni imaginármelo, ahora con mayor razón no quiero participar en su entrenamiento.
- ¿Quizás debamos desertar?
- Si verdad.
Ambos nos empezamos a reír por la broma mientras nos dirigíamos a una de las habitaciones que nos asignaron para descansar en la corporación.
- ¿Eh?
El sonido de algo como una lanza atravesando un objeto y el quejido de mi compañero me hicieron detenerme, luego se escuchaba como agua cayendo al suelo mientras me volteaba para ver que había ocurrido.
Para mi sorpresa y horror, vi el rostro de mi compañero con mucho dolor y la sangre salía de su boca. Al bajar la mirada, me di cuenta de que algo atravesaba su pecho.
- Qué bueno que quieran desertar – Una sombra se aparecía por la espalda de mi compañero – Yo les puedo ayudar.
Cuando esa sombra salió a la luz de la luna, me di cuenta de que era un demonio y en su ojo izquierdo, que era de un color dorado, decía luna menguante dos.
Este demonio parecía un hombre adulto muy pálido. Su cara y brazos tenían marcas de color negro con forma de venas. Su cabello era largo y de color negro y también tenía una barba que cubría todo su mentón.
El demonio extrajo del cuerpo de mi compañero lo que sea que le haya atravesado y pude ver como eso salía de su antebrazo, por lo que me imagino que es uno de sus huesos.
Mi compañero cayo ya sin vida al suelo y eso hizo que colocara mis manos en mi espada, pero este demonio fue más rápido y terminó por apuñalarme el estómago.
- Disfruta de tu retiro.
Sentí como sacaba esa lanza de hueso de mí y caí de rodillas sujetándome el estómago por el dolor. Al levantar mi mirada, pude ver como el demonio cruzaba su brazo y de repente me ataco por la altura de mi cuello.
Lo último que vi fue como la tierra y el cielo se invertían.
. . .
Tal parece que mis compañeros han empezado con lo suyo, el olor a sangre se comienza a sentir en el aire. Yo estoy escondido en las ramas de un frondoso árbol y me preparaba para atacar.
- Bien ahora es mi turno.
Tengo que crear una distracción para que Mukago pueda buscar el escondite de ese tal Ubuyashiki y pueda asesinarlo. Así que yo, Kamanue, utilizaré una de mis mejores técnicas.
- Arte de sangre demoniaca: Esaka.
El fuego comenzó a aparecer en las palmas de mis manos y poco a poco se fueron transformando en bolas de fuego del tamaño de una cabeza humana. Al tener lista mi técnica, comencé a arrojarla en las casas y estructuras que había en mi alrededor.
Arrojé varias bolas de fuego para que todo explotara y se comenzara a incendiar, tengo que hacer que el incendio sea grande y se les dificulte apagarlo. Después tengo que moverme de este lugar y seguir quemando las estructuras con las que me cruce.
- ¡¿Qué está pasando?!
Varios cazadores se habían reunido en un solo punto y me di cuenta de que era una gran oportunidad para acabarlos.
- Esaka.
- ¿Eh?
Dos de esos cazadores alcanzaron a girar sus rostros solo para ver como las bolas de fuego iban en su dirección.
- ¡AHHH!
Los gritos de dolor que producían los cazadores debido a que están siendo quemados vivos, fue mi señal para moverme de aquí y seguir con esta rutina.
Saltaba de árbol en árbol para buscar otros edificios que pueda destruir, al encontrar otro buen lugar volví a disparar las bolas de fuego para comenzar a incendiarlo todo, incluyendo a las personas que estuvieran dentro.
. . .
Esto es tan divertido, el caos y el miedo me dan el privilegio de ver los rostros de los cazadores en su mejor versión, la desesperación.
Ahora ¿Qué debería hacer con estos cazadores? Debo dejar que tengan dulces sueños, o debería acabarlos ya. Al fin y al cabo, en este lugar parece no haber más cazadores.
- Decisiones, decisiones. Ahora...
- ¡Ahí está el demonio!
Me vi rodeado por al menos diez cazadores de demonios, ninguno se veía muy fuerte que digamos, así que debería jugar un poco con ellos.
- Oh vaya~ Me han atrapado~
Levanté las manos en señal de rendición.
- ¡Maldito! Ni creas que escaparas de aquí.
Todos los cazadores empezaron a correr hacia mi sin siquiera darse cuenta de que les tengo una agradable sorpresa esperándolos.
- Arte de sangre demoniaca. Desmayo de Sueño Forzado: Globos Oculares.
Todos sin excepción se pararon de golpe al ver como unas columnas de carne se levantaba desde el suelo. Los muy inocentes en lugar de alejarse solo se le quedaron mirando a las columnas y fue cuando varios de mis ojos se abrieron para atraparlos en un sueño.
- Saben – Comencé a acercarme a uno de los cazadores – Por lo general dejaría que tengan dulces sueños, pero el tiempo apremia, así que...
Comencé a perforar los corazones de los cazadores con mi mano derecha para así acabar con sus vidas y hacer que sus mayores deseos se hagan realidad.
- Las personas que veían en sus sueños, ahora podrán estar juntos a ellos en el más allá, je je~
Ahora que los he matado a todos, comencé a dirigirme a la otra finca que estaba cerca de aquí, esa en particular se ve bastante amplia.
. . .
- ¡Rápido, no dejen que se escape!
¿Escapar, yo? Enserio creen que la tercera luna menguante escaparía de unos simples cazadores ¡No me hagan reír!
- Arte de sangre demoniaco: Doble paso de muerte fugaz.
- ¿Qué?
En menos de un segundo las cabezas de al menos ocho cazadores cayeron al suelo, esos miserables no tuvieron ni la oportunidad de procesar que fue lo que les atacó, y eso es porque yo soy el más rápido de las lunas menguantes.
- ¡No bajen la guardia, este demonio es veloz!
Los siete cazadores restantes se pusieron en guardia, veo que ahora no piensan atacarme y van a permanecer a la defensiva. Quizás sean cautelosos, o tal vez tengan miedo, pero eso no importa, todos ellos van a morir.
Comencé a correr rodeándolos en un círculo, estos cazadores no pueden seguirme con la mirada por lo que hicieron justo lo que yo quería que hicieran.
- ¡Rápido, hagamos una formación en circulo!
- ¡¿Qué?! ¡Esperen, no lo hagan!
Solo un cazador se separó del grupo mientras los otros seis hicieron esa formación circular, ahora empecé a dar pequeños saltos por los árboles y en cuanto vi el más alto, salté lo más rápido que pude en su tronco para impulsarme en él y caer justo en medio de esa formación.
- Debieron haberle hecho caso a su compañero.
- ¿Eh?
No les di tiempo de reaccionar y a todos los apuñalé con mis garras en un ataque giratorio.
- ¡Chicos!
- Ya están muertos, solo faltas tu.
Este último cazador tenía lágrimas en sus ojos, pero con una expresión de ira en su rostro, de repente soltó un grito de guerra y se abalanzó en mi contra. Debo reconocérselo, es valiente, pero demasiado tonto.
- Adiós.
Le dije en cuanto le pasé de largo y escuché a mi espalda como su cuerpo caía al suelo.
- Bien, el trabajo aquí está hecho, ahora debo ir a otro lugar.
. . .
Todos están haciendo su trabajo, Kamanue está creando una distracción y los demás están atacando por sorpresa a los cazadores. Ahora yo, Mukago, tengo que encontrar la finca del líder de la corporación y asesinarlo.
Solo así podré dejar este lugar, Kamanue tiene razón, atacar directamente la corporación de cazadores de demonios es un suicidio, si tan solo una luna superior hubiera venido a ayudarnos, pero el señor Muzan nos encargó esta tarea a nosotros.
Tengo miedo, mucho miedo, no quiero encontrarme con ningún pilar, pero si no hago mi trabajo, el señor Muzan me asesinará y no quiero eso.
*Tan, Tan*
El sonido de varias campanas se está escuchando por todo el lugar, esa debe ser la señal de este lugar al estar bajo ataque. Varios cazadores comenzaron a salir a la calle mientras que otros gritaban de dolor por estar quemándose con el fuego o muriendo a manos de mis compañeros.
Corrían de aquí a allá como si no tuvieran un plan en caso de emergencias, realmente esto era un caos y tenía que aprovechar la oportunidad.
- ¡Rápido estamos bajo ataque!
Un cazador, que parece el líder de ese grupo, les dijo a sus compañeros, ellos empezaron a correr en dirección de donde se escuchaban nuevas explosiones. Aproveché que corrían a máxima velocidad para poder atrapar al más rezagado.
- ¡¿Q...?!
Al momento de atraparlo le tapé la boca para que no gritara y advirtiera a sus compañeros. Este sujeto empezó forcejear y me intentó cortar con su espada, con las garras de mi mano libre le corte la mano derecha y su espada cayó al suelo.
El grito de dolor del cazador no fue tan grande porque aún lo tenía tapado por la boca.
- Ahora me vas a decir dónde se encuentra Ubuyashiki.
Los ojos del cazador, después de que el dolor pasara un poco, parecían de duda.
- Aquel al que ustedes llaman Oyakata.
Ahora sus ojos se pusieron agresivos y alcancé a escuchar un "Púdrete" por debajo de mi mano.
- No es necesario que hables, tus ojos me dirán todo lo que quiero.
Miré directamente a los ojos del cazador y pronuncié mi técnica.
- Arte de sangre demoniaca. Espejo del alma.
Mi técnica no es muy eficiente en el combate que digamos, solo me permite ver los recuerdos de mis victimas siempre y cuando tenga contacto visual. Esa es la razón por la que le temo a los cazadores más fuertes.
Mi técnica sirve más para recolectar información, por eso el señor Muzan me encargó está misión en particular.
. . .
¿Qué está pasando? ¿Por qué se escuchan muchas explosiones y gritos de agonía?
*Tan, tan*
Las campanas de alarma están sonando, eso quiere decir que estamos bajo ataque.
¿Qué debo hacer? Las normas dictan que debemos salir a repeler el ataque, pero ¿Aoi, Naho, Kiyo y Sumi? Ellas no son cazadoras, no pueden defenderse en caso de que sean atacadas ¿Y si un demonio aparece en la finca mariposa?
¿Qué debo hacer? ¿Debo salir y repeler el ataque o debo quedarme y velar por todas? ¿Qué? ¿Qué debo hacer?
"Solo escucha a tu corazón Kanao"
Tanjiro...
Tanjiro me hizo darme cuenta de la voz de mi corazón.
"Si le peguntas a tu corazón, está siempre te dirá la verdad"
El maestro Tomioka también me lo ha dicho anteriormente, la voz del corazón es una voz que siempre dice la verdad.
Si me escuchas corazón mío ¿Qué debo hacer?
Fue en ese momento en el que me regresé por donde iba, en lugar de dirigirme hacia la salida me fui hacia las habitaciones de Aoi y las niñas.
Al llegar a las habitaciones, primero abrí la puerta de Aoi, pero ella no se encontraba dentro, después me dirigí hacia las habitaciones de las niñas, pero ninguna estaba dentro. Me empecé a desesperar ¿Y si algo malo les ocurrió?
Un ruido de algo caerse se escuchó a lo lejos, más o menos provino por el dojo. Recordé que cerca de ahí, Kanae nee san mandó a construir un escondite en caso de que la finca mariposa fuera atacada.
Sin dudarlo ni un segundo más corrí hacia el dojo, es posible que todas se hayan ido a esconder ahí y lo que se escuchó caer fuera la trampilla secreta del escondite.
Cuando llegué a la puerta del dojo, mis ojos no daban crédito a lo que veían, sentía que mi sangre se congelaba y mis piernas flaqueaban. Frente a mí, los cuerpos de Aoi, Naho, Kiyo y Sumi yacían en el suelo.
- ¡Aoi chan!
Me apresuré para estar al lado de Aoi y al arrodillarme, comencé a tomar su pulso mientras ponía mi oído cerca de su cara, al sentir que había pulso y escuchar su respiración continue con las demás.
Me dejé caer sobre mis piernas al confirmar que todas seguían vivas, mi corazón comenzó a regular sus latidos porque el susto ya había pasado, pero...
- Duérmase mis niñas, duérmaseme ya~
Una voz se escuchó por mi espalda, lo que hizo que me diera un escalofrío.
- Duérmaseme ya y dejen de respirar~
Al ponerme de pie y girarme me di cuenta de que era un demonio el que recitaba esa canción.
- Porque viene el demonio duérmanseme ya. Dentro de su estómago duérmanseme ya~
Este demonio tiene la apariencia de un hombre joven extremadamente pálido. Tenía el cabello negro con terminaciones rojas y azules, ojos de color azules y finas cejas negras.
- Que divertidas se ven ¿No lo crees? Ya comenzaron a soñar muy felices.
- ¿Qué?
El demonio vestía con un saco completamente negro, debajo de él llevaba una camisa abotonada. Sus pantalones eran rayados y de color gris. Usaba zapatos de un color similar.
- Que esas niñas ya entraron en un sueño profundo y ya no van a poder despertar jamás.
Al fijarme mejor en sus ojos, su ojo derecho tenía una línea recta en lugar de pupila y su ojo izquierdo tenía el kanji que simbolizaba su posición dentro de las lunas demoníacas. Es la primera luna menguante.
Al reconocer a mi enemigo, coloqué mis manos en donde debería estar mi espada, pero había olvidado que la dejé en mi habitación al salir corriendo cuando comenzaron las explosiones.
Comencé a sudar frio por el error que había cometido, ya que en estos momentos no tengo oportunidad de derrotar a la primera menguante. Tampoco puedo ir por mi espada porque si lo hago, dejare a mis amigas a merced del demonio.
- ¿Qué te parece si tú también sueñas con los angelitos?
El demonio estiró su mano y en su dorsal se podía ver una boca.
- Arte de sangre demoniaca. Murmullo de hipnosis de desvanecimiento forzado.
El demonio, al pronunciar su técnica, tenía totalmente la guardia baja, no parecía tener una postura defensiva, por lo que lo único que se me ocurrió fue abalanzarme en su contra y tratar de empujarlo lo más lejos de mis amigas.
Pero...
- Duerme.
Esa boca, en el dorsal de su mano, pronunció esa palabra y poco a poco comencé a perder el conocimiento.
Todo se oscureció.
Sentía que estaba caminando, pero me pesaba mucho el cuerpo. No podía ver claramente, todo era borroso y el color que más se distinguía era el negro.
Cada vez que daba un paso, se escuchaba como si mi pie se hundiera en algo, podía sentir el frio en todo mi cuerpo y los copos de nieve en mi rostro.
¿Nieve?
Fue cuando toda mi visión se aclaró, estaba caminando sobre la nieve y veía los copos de nieve caer del cielo, al voltear hacia abajo, pude ver como mi estomago estaba abultado, como si fuera una mujer embarazada y en mi mano derecha llevaba unas flores blancas.
- ¿Estás segura de ir ahora? ¿No puedes esperar a que tu situación mejore un poco?
A mi derecha, se escuchó la voz del maestro Tomioka. Al voltear, efectivamente era él quien me estaba hablando, pero algo no tiene sentido, el maestro Tomioka se ve más mayor de lo que recordaba, su cabello estaba corto aparte de que su brazo derecho no estaba.
Tengo que preguntarle ¿Qué había ocurrido con el demonio? ¿Qué le había pasado a su brazo? y ¿Por qué estábamos aquí fuera y no en la finca mariposa?
- Si, hoy es el cumpleaños de mi maestra.
¿Eh? ¿Por qué dije eso?
- Está bien. Estoy seguro de que a Kocho le agradará verte.
¿Kocho? ¿Se refiere a nee san? ¿Por qué la nombra por su apellido?
- Y también le gustara verte en ese estado y a tu hijo.
¿Qué? Mi... ¿Mi hijo?
Fue en ese momento que observé que el maestro Tomioka tenía unas correas que se cruzaban por su pecho y, cuando me fijo mejor en su espalda, puedo observar como una cabecita con cabello rojizo se asomaba de la tela que hacían de portabebés.
¿Ese niño...? Esperen ¿Ese niño es mi hijo?
- Si.
Por alguna razón solo respondí eso mientras me acariciaba el estómago, la forma en la que lo dije fue tan llena de amor, que me di cuenta de que en verdad estaba embarazada.
Pero ¿Qué está ocurriendo? Intenté hablar, pero mis labios no se movían, por más que insistía no pronunciaba palabra alguna. El maestro Tomioka y yo comenzamos a caminar por la espesa nieve hasta llegar a un cementerio.
Cruzamos por varios epitafios hasta detenernos en uno en especial. Al leer los nombres que estaban escritos en la piedra, me congelé de la impresión.
"Kocho Kanae
Kocho Shinobu"
Los nombres de mis hermanas estaban escritos aquí, pero ¿Por qué? ¿Acaso... acaso mis hermanas están muertas?
Mi brazo que traía las flores se extendió y se las entregué al maestro Tomioka, él antes de recibirla dejó en el suelo la cubeta y la cuchara de madera para poder sostenerlas.
Yo recogí la cubeta y fui a llenarla con agua, al regresar, comencé a limpiar el cuerpo de la lápida, al terminar, el maestro Tomioka me regresó las flores y las coloqué en los jarrones de piedra que están por enfrente de la tumba.
Por último, saque de entre mis ropas un incensio y unos fósforos para encenderlo y colocarlo en el soporte de la tumba. Me arrodillé con dificultad y junté mis manos para orar, el maestro Tomioka solo puso su mano izquierda por enfrente de él para también rezar.
Al terminar de orar, abrí los ojos y dije frente a la tumba.
- Nee san, maestra, espero que puedan verme y estén orgullosas de mi porque finalmente logré tomar mis propias decisiones. Como pueden ver ahora soy una mujer casada, con un hijo y otro en camino.
Por más que intento no puedo controlar lo que digo. Empecé a sentir unas lágrimas salir de mis ojos y fue en ese momento que sentí la mano del maestro Tomioka sobre mi hombro derecho.
- Lamento hacer que me cuides en este día – Le dije.
- No te preocupes por eso, Tanjiro salió a trabajar y no quería dejarte sola.
¿Tanjiro? ¿Por qué menciono a Tanjiro? ¿Acaso... acaso estoy casada con él?
- Maestra, como puedes ver Tomioka san nos ha ayudado mucho y ahora en su espalda está durmiendo el pequeño Shinjiro.
¿Shinjiro?
- Tiene el kanji de "confianza" (信), el de "segundo" (二) y el de "hijo" (郎), que es tradición en la familia Kamado que el primogénito tenga este último kanji.
- ¿Por qué le explicas con detalle el nombre de tu hijo?
Por alguna razón me empecé a reír.
- Es que a la maestra no se le daba bien poner nombres.
- Ya veo.
El maestro Tomioka me extiende su mano y con su ayuda me puse de pie.
- Saben, algo me dice que este bebe será niña – Lo dije mientras me acariciaba el vientre – Por lo que he decidirlo llamarla Chouko en su honor.
- ¿Chouko? – Pregunta el maestro Tomioka.
- Si, con el kanji de "mariposa" (蝶) y el de "pequeña" (子).
- Es muy bonito nombre, estoy seguro de que se alegraran.
- Si.
Volví mi mirada hacia la tumba y de la nada le dije al maestro Tomioka.
- Sabe Tomioka san, en aquellos días yo no sabía cómo actuar en ese momento.
- ¿En ese momento?
- Si, en los días en los que fallecieron mis hermanas.
¿Qué?
- Cuando Kanae nee san salió a esa misión, aquel día estaba muy preocupada, algo me inquietaba.
El maestro Tomioka permanecía en silencio.
- Al día siguiente me enteré de que Kanae nee san había muerto y yo no sabía qué hacer. Desde ese momento, mi maestra cambio totalmente de personalidad.
- Si, lo recuerdo.
- Después la maestra solo buscaba venganza hasta tal punto que se dejó devorar por esa luna superior, yo quería detenerla, pero nunca me atreví.
- No te culpes por eso.
- No lo hago, ese era el deseo de mi maestra, pero aun así...
Se formo un pequeño silencio hasta que continué con lo que estaba diciendo.
- Aun así, me siento triste por mis hermanas, fallecieron siendo tan jóvenes que no tuvieron la oportunidad que ahora yo tengo, esto llamado maternidad.
- Quizás en su próxima vida la tengan – Me dice el maestro Tomioka.
- Quizás. Me pregunto si estarás ahí Tomioka san.
- ¿Eh?
- No nada ¿Regresamos?
- Está bien.
Comenzamos a caminar, pero de repente me detuve cerca de un pozo y observé mi reflejo en un charco de agua.
- ¿Eres feliz?
¿Qué? ¿A quién le pregunté?
- A ti Kanao ¿Eres feliz en estos momentos?
Me... ¿Me estoy preguntando a mí misma?
- Así es.
No entiendo ¿Qué debería responder? Es más ¿Debería de responderme?
- ¿Por qué lo dudas tanto Kanao? ¿Acaso necesitas de tu moneda para decidir?
¡Qué! No, ya no la necesito.
- ¿Entonces? ¿No eres feliz al lado de nee san y de la maestra?
Si, por supuesto que sí.
- Entonces ¡Despierta, esto es un sueño! Estas bajo el ataque de un demonio.
. . .
Que extraño, esta niña no está soñando lo que le mande. Es más, esto no parece un sueño, más bien parece un recuerdo.
- Exactamente ¿Quién eres?
Iba a agarrar la cabeza de esta niña para ir más profundo en su sueño, pero pude sentir como alguien se colocó en mi espalda.
- Ara ara, no voy a permitir que toques a mi hermanita.
Di un salto para alejarme de esa voz y pude observar que era una mujer con un haori de mariposa.
. . .
- Ara ara, no voy a permitir que toques a mi hermanita.
Y es la verdad, yo Kocho Kanae no voy a dejar que un malvado demonio le ponga un solo dedo encima, además...
- ¿Fuiste tú quien dejó a mis niñas inconscientes en el suelo?
- Fu fu. Solo están teniendo un dulce sueño, un sueño del cual no despertaran jamás. Así como tú.
El demonio estira su mano y rápidamente me acerqué a él para atacarlo.
- Respiración de la flor. Cuarta postura: Hanagoromo Carmesí.
Con un ataque simple y en curva, corte la mano de este demonio.
- ¡Ah!
El demonio se sujeta la mano y empieza a dar pasos hacia atrás.
- ¿Quién eres?
- Mi nombre es Kocho Kanae, pilar de la flor.
- ¿Kocho Kanae? Pero tú no estabas muerta.
Este demonio se fijó en Kanao y después puso su atención en mí, pero qué quiso decir con que yo estaba muerta.
- No vuelvas a decir que mi hermana está muerta.
- ¿Qué?
Shinobu apareció por detrás del demonio y lo atacó con múltiples estocadas.
- Respiración del insecto. Danza de la libélula: Ojo hexagonal compuesto.
El demonio no tuvo tiempo de reaccionar y recibió todos los golpes de Shinobu.
- Maldición.
- Se acabo – le dije al demonio.
- Esto aun no acaba. Arte de sangre demoniaca: Ojos de hipnosis de...
El demonio no pudo terminar de pronunciar su técnica porque empezó a escupir sangre a causa del veneno de Shinobu.
- Esto no puede estar pasando.
La piel pálida del demonio comenzó a tornarse morado y este cayó al suelo.
- Esto solo es una horrible pesadilla.
El demonio dejo de respirar.
- Descansa en paz.
Fue lo único que pronuncie antes de ir con Kanao y las demás.
- ¡Kanao! ¡¡Kanao!! ¡Despierta!
Shinobu estaba sacudiendo a Kanao mientras yo recogía a Aoi.
- ¿Ma... maestra?
Kanao lentamente abría los ojos y al enfocar a Shinobu, la abrazo.
- Está viva, está viva maestra.
- ¿Kanao, qué te sucede?
Mientras Kanao abrazaba con fuerzas a Shinobu, la pequeña Aoi comenzaba a abrir los ojos.
- ¿Qué sucedió?
- Aoi chan, que bueno que estas bien, espera por favor, voy a despertar a las demás.
- ¿Nee san?
Al escuchar a Kanao llamándome algo incrédula, me volteé solo para observar cómo mi pequeña hermanita derramaba lágrimas.
- ¡Nee san! ¡¡Kanae nee san!!
Kanao salió disparada hacia mí y me abrazó con todas sus fuerzas.
- Kanao, ¿Qué sucedió?
Kanao seguía aferrada a mi e intercambié una mirada de confusión con Shinobu, fue en ese momento que recordé las palabras del demonio.
"Solo están teniendo un sueño, un sueño del cual no despertaran nunca."
Es posible que la técnica demoniaca de aquel sujeto era inducir a las personas en un sueño y manipularlo a su antojo, quizás le mostró a mi pequeña Kanao una pesadilla donde nosotras estábamos muertas.
- Tranquila Kanao, solo fue una pesadilla, nosotras estamos aquí.
Levanté suavemente el rostro de Kanao y ella poco a poco comenzó a relajarse sin dejar de llorar.
- ¡No tienen de que preocuparse, el gran Inosuke ha llegado!
Repentinamente Inosuke había llegado haciendo un poco de escándalo.
- Un poco tarde – Le dice Shinobu.
- ¿Eh?
Parece ser que Inosuke nos está observando y de repente se quita la máscara mientras se acerca hacia nosotras. Él nos pasó de largo y eso me dejo un poco confundida, pero al voltear hacia atrás, vi algo que me hizo sonreír.
- ¿Estas bien?
- S-si... gracias.
Y es que Inosuke se había acercado a la pequeña Aoi para preguntarle sobre su estado, se me hizo una escena realmente hermosa y más por las mejillas de color carmín que tiene Aoi en estos momentos.
- Ara ara.
Después de despertar a todas las niñas, les estábamos dando indicaciones de que se encondieran y esperaran por nosotras e Inosuke hasta que un cuervo nos dio un terrible mensaje.
- ¡Oyakata sama está en peligro, hay un demonio en su finca!
. . .
- Así que tú eres el demonio que está quemando las fincas ¡No te lo perdonaré!
Un cazador, con el cabello dorado y puntas rojas, se apareció frente a mí.
- ¿Quién eres tú?
- Soy el pilar de la llama, Rengoku Kyojuro.
Esto es malo, muy malo. De todos los cazadores que me podía cruzar, me tuve que topar con un pilar. Hasta ahora mi plan de incendiar y moverme había funcionado sin mayor preocupación, los cazadores no podían encontrarme y los pocos que lo hacían morían calcinados.
¿Cómo lo hizo este cazador? ¿Cómo me encontró si no permanecía mucho tiempo en un lugar?
- Debo admitir que fuiste muy escurridizo, pero ha llegado tu fin.
- Maldición. Arte de sangre demoniaca: Esaka.
Conjuré unas bolas de fuego y se las arrojé al pilar, este solo daba saltos a los costados para evitar ser golpeado por las bolas de fuego.
- Quizás sea el destino que nos hayamos encontrado.
- ¿Por? – Pregunté.
- Porque ambos estamos relacionados con el fuego.
Este pilar me sonríe y eso hace que me moleste con él ¿Me está tomando el pelo? seguí con mi ataque y este hombre solo me esquivaba.
- Si solo esquivas jamás podrás derrotarme – Le dije.
- ¡Tienes razón!
Realmente este sujeto me saca de mis casillas, por lo que lo atacaré de tal forma que no pueda esquivar.
- Arte de sangre demoniaca: Lluvia de fuego.
Lance varias bolas de fuego al aire y estas empezaron a caer por todos lados y de forma aleatoria, con esto no podrá seguir esquivando y morirá quemado.
- ¡Ya veo, es una fantástica técnica!
¿Qué le pasa? ¿Por qué sigue sonriendo?
- Entonces yo responderé de la misma manera.
¿Eh?
Después de decirme eso, el pilar de la flama se puso serio repentinamente y se colocó en una postura de combate. Sin embargo, ya es muy tarde, las bolas de fuego pronto lo alcanzaran y al tocar el suelo explotaran, además de que estamos a una distancia considerable, jamás me alcanzará.
- Respiración de la llama. Primera Postura: Mar de Fuego.
Lo único que veía era como una línea amarilla se acercaba a mí, mientras las bolas de fuego explotaban en el aire ¿Las estará cortando? Sin embargo, esa línea se acercó rápidamente hasta donde estaba parado y pude sentir como un fino acero me cortaba el cuello.
Todo daba vueltas, veía el cielo y de repente el suelo, así estuve durante unos segundos hasta que finalmente me detuve, solo para observar cómo mi cuerpo yacía en el suelo y frente a él se encontraba el pilar de la llama enfundando su espada.
- ¡Fue un buen combate!
Podía sentir como comenzaba a desintegrarme y lo último que veré será su estúpida sonrisa, pero esa sonrisa se apagó cuando un cuervo se acercó y gritó a todo pulmón.
- ¡Oyakata sama está en peligro, hay un demonio en su finca!
- ¡¿Qué?!
- Ja ja ja, Mukago lo consiguió. He cumplido con mi misión.
Me burle del pilar y volví a ver su rostro serio, lo último que alcance a ver de él fue como salió corriendo de aquí.
. . .
- Este demonio es rápido.
Frente a mí, se encontraba la tercera luna menguante. Este demonio tiene una piel muy pálida casi de color gris. Yo Shinazugawa Genya, tengo bastantes dificultades para acercármele.
Lo que más destacaba eran sus tres cicatrices con forma de cruz en su frente y cachetes. Sus dientes tenían forma de colmillo y sus orejas eran puntiagudas, además de tener un par de pendientes con forma de anillos dorados. Su pelo era negro y corto.
Sus ojos eran pequeños y de color naranja. Vestía un yukata de color bambú con un obi de color negro. Usaba sandalias de madera con medias blancas
El demonio se movía de un lado a otro con bastante rapidez, no me daba tiempo de apuntar y dispararle.
- Arg.
Este demonio me rasgo la pierna derecha con sus garras, si tan solo pudiera quedarse quieto por un segundo.
- ¿Qué sucede cazador, eso es todo?
Nuevamente la luna menguante me atacó y no pude defenderme.
- Esto es raro cazador ¿Por qué parece como si te regeneraras?
No pienso decirle que es por alimentarme de demonios, perdería mi ventaja si lo descubriera.
Intenté dispararle una de mis balas de glicinas, pero el demonio lo esquivó fácilmente. Estando en este campo abierto le favorece muchísimo al demonio ¿Qué puedo hacer?
"Recuerden, las peleas no siempre se ganan con fuerza y habilidad, a veces se necesita del ingenio para hacerlo.
¿Ingenio?
Si, pueden utilizar todas las herramientas que tengan a su disposición, incluso su entorno, si lo aprovechan, este puede pelear a su favor"
Recuerdo las enseñanzas del pilar del agua cuando estábamos haciendo unos ejercicios sin espadas, en esa ocasión nos enseñó a Tanjiro, Inosuke, Kanao, Zenitsu y a mí a pelear sin utilizar nuestra espada.
En aquella ocasión estábamos en un pequeño bosque de bambú, él utilizaba lo más altos y los doblaba de tal forma que cuando lo soltaba, el tronco nos golpeaba fuertemente.
Tengo que tranquilizarme y observar detalladamente mi entorno, los árboles le están dando una gran ventaja a este demonio, tengo que llevarlo a un lugar más cerrado para cortar sus movimientos.
Fue en ese entonces que a mi derecha vi lo que parecía un establo que parece abandonada, si logro meterlo ahí dentro será más fácil atacarlo.
- ¡No huyas!
Comencé a correr y el demonio me gritó, pero no se movía de su lugar. Decidí utilizar la misma estrategia del pilar del agua cuando entrenábamos en ese bosque de bambú, en aquella ocasión él nos arrojaba piedras para provocarnos, pero yo utilizaré mis balas de glicinas.
Me giré un poco y le disparé sin dejar de correr.
- ¡Maldito!
Funcionó, el demonio se dejó caer en mi provocación y comenzó a seguirme, yo seguía corriendo y de vez en cuando me giraba para dispararle. Le disparaba cuando sentía que estaba cerca de mí, así logre mantenerlo a distancia mientras nos acercábamos al establo.
Una vez cerca, me aventé hacia la puerta para derribarla y giré mi cuerpo por el piso para reincorporarme rápidamente, el lugar estaba algo estrecho y no había otra salida.
- Que tonto eres, te quedaste sin poder escapar.
El demonio entró al almacén y fue cuando decidí atacarlo una vez más, le disparé nuevamente y el demonio dio un salto, pero al no medir la altura del techo termino por estrellarse con este.
- Arg.
No puedo dejar escapar la oportunidad y le disparé mientras estaba cayendo, la bala perforo parte de su pecho y mandó a volar su brazo derecho. Me acerqué lo más rápido que pude y lo alcancé antes de que él tocara el piso.
- ¡Es tu fin!
Mi nichirinto terminó por cortar su cuello y su cabeza cayó lejos de su cuerpo.
- ¡Maldito! ¡No estabas huyendo, me estabas dirigiendo a una trampa!
- Así es y caíste redondito.
- ¡Maldición! ¡¡Maldición!! ¡No puedo terminar así!
El demonio terminó por desintegrarse y yo salí del establo. Sin embargo, me detuve debajo de la puerta porque a unos pasos por enfrente se encontraban parados mi hermano y Yae.
- Bien hecho.
Yae me felicita y me aplaudía mientras lo hacía, por su parte, mi hermano estaba parado sin decir nada, solo me observaba.
- Vamos ¿No tienes nada que decirle a tu hermano? – Yae le pregunta a mi hermano.
Mi hermano se da media vuelta y por un momento me decepcioné, ya que creí que se iría del lugar, pero...
- Excelente trabajo Genya.
Mis ojos se abrieron de la sorpresa, no podía creer que mi hermano me estuviera elogiando. Fue tanta mi alegría que terminé por sonreír y Yae acompañaba mi felicidad con una mirada de orgullo.
- Gracias Nemi.
Él seguía dándome la espalda, pero en estos momentos no me importaba, lo importante es que me haya felicitado. Sin embargo, esta alegría duro poco por el mensaje de un cuervo kasugai.
- ¡Oyakata sama está en peligro, hay un demonio en su finca!
Todos nos sorprendimos por la noticia, pero el más afectado era mi hermano, lo podía sentir. Él se dio media vuelta y nos dijo.
- ¡Andando!
- ¡Si!
Así los tres comenzamos a correr con dirección a la finca del patrón.
. . .
- Arte de sangre demoniaca: Estacas de hueso.
La segunda luna menguante me arrojaba unas filosas estacas hechas de hueso, lamentablemente para él su ataque era demasiado lento por lo que me era fácil esquivarlo.
- Maldito mocoso al menos di algo.
- Pero tú me dijiste que me callara.
No entiendo la actitud de este demonio, si yo, Tokito Muichiro, hice exactamente lo que me pidió.
- Te crees muy gracioso ¿Verdad?
La segunda luna menguante realmente parece muy enojada, yo solo trataba de ser amable con él y hacer lo que me había pedido, pero parece ser que solo logré fastidiarlo.
- No se me da ser cómico, los chistes no son lo mío.
- Tch
Podía ver como su ira aumentaba por la gran vena que apareció en su frente. El demonio se lanzó en mi contra dejando atrás toda postura defensiva, la ira lo está controlando y eso para él no es bueno.
- Respiración de la niebla. Quinta postura: Mar de neblina.
Cuando la luna segunda luna menguante estuvo lo bastante cerca, arremetí contra él y corté su cuello sin mucha dificultad.
- Sabes, si atacas sin pensar solo hará que pierdas la cabeza.
Me giré y observé la cabeza del demonio en el suelo y desintegrándose.
- ¡Ah! Ya la habías perdido, disculpa, mi error.
Los ojos del demonio me miraban con mucha ira, supongo que me estará insultando en su mente porque su boca ya no estaba.
Cuando terminó por desintegrarse, de casualidad miré hacia el cielo solo para encontrarme a un cuervo mensajero.
- ¡Oyakata sama está en peligro, hay un demonio en su finca!
¿El patrón está en peligro? Debo darme prisa e ir en su auxilio, nada malo debe pasarle. Como pilar que soy, es mi responsabilidad protegerlo.
. . .
No podía creer lo que veían mis ojos ¿Este hombre lleno de vendas y demacrado es el líder de los cazadores de demonios? No se ve la gran cosa, podría matarlo sin mayores problemas.
Lo raro fue que su hogar no estaba protegido, creía que, al ser el líder de aquí, su escondite sería de las más seguras del lugar, pero fue bastante fácil encontrarlo.
Este sujeto debería al menos mostrar algo de miedo, pero tanto él como aquella mujer se veían de lo más calmados, incluso este hombre me estaba dando la bienvenida. ¿Qué le sucede?
- Bienvenida seas a mi hogar, cuarta luna menguante.
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