Capítulo 33: El entrenamiento de los pilares
Estaba visitando la finca mariposa un par de días después de recibir un regaño de parte de Shinobu, yo Tomioka Giyuu, estaba observando a varios cazadores con tubos de ensayo y mezclando líquidos raros.
El entrenamiento de los pilares ha empezado y todo iría bien si no fuera por el hecho de que esos líquidos llegaban a explotar si no eran mezclados con la cantidad exacta.
*bum*
- ¡Ah!
Una explosión dejo el cabello de una cazadora como si fuera esponja.
- Ara ara.
Kanae, que estaba a mi lado, parecía disfrutar de lo que estaba viendo. Se acercó a la cazadora y le ofreció una toalla húmeda.
- Vuelve a intentarlo, no pierdas la concentración.
- ¡Si!
La cazadora se levantó de su lugar y fue por más material para continuar con su entrenamiento que le fue entregado por Aoi, mientras tanto, Kanae regresó a mi lado para seguir observando a los demás cazadores.
Todos parecían tan metidos en lo que hacían, que no se daban cuenta cuando Kanae les aventaba aleatoriamente una especie de dardo.
- ¡Auch!
*bum*
Al pobre cazador que se le incrustó el pequeño dardo en su hombro derecho, terminó con la cara negra al explotarle la mezcla.
- No importa lo que suceda, no deben perder la concentración mientras mezclan los líquidos.
- ¡Si!
Kanae parecía disfrutar mucho haciendo que, lo que sea que estén mezclando, les explote en la cara. La miro muy disimuladamente y en realidad me parece que lo está gozando.
Kanae retiró el dardo de aquel cazador y después le ofreció una toalla. Nuevamente se coloca a mi lado y ahora parece tener una nueva víctima. Ella arroja el dardo hacia el hombro de Masachika, pero él ni se inmutó.
- Bien hecho.
Kanae lo felicitó mientras retiraba el dardo, pero Masachika no le respondió, seguía teniendo toda su concentración en el tubo de ensayo.
- Continua así Masachika san.
Incluso Kanae le palmeó la espalda para hacerlo tirar el envase y nuevamente Masachika se mantuvo sereno y concentrado, como si su vida estuviera en juego.
- Disculpe la tardanza Tomioka san.
Detrás de mí, la puerta que da al pasillo se abrió y puedo observar a Tamayo y Yushiro esperando por mí.
- No se preocupe Tamayo san. Kanae – Me giré un poco para avisarle – Me retiro.
- Está bien Giyuu san, nos vemos más tarde.
Solo le afirmé con un movimiento de cabeza y seguí a nuestros aliados a otra habitación. Al entrar, me senté frente al escritorio de Tamayo.
- Volvimos a revisar su sangre como nos pidió y al hacerlo más detalladamente y con otros filtros, pudimos darnos cuenta de que tiene una cadena de más en sus anticuerpos – Me informa Tamayo que se sentó al otro lado del escritorio y Yushiro se colocó a su lado.
- Perdón, no entiendo de esas cosas.
- Por eso eres un idiota.
- ¡Yushiro!
Yushiro guardó silencio y Tamayo me comenzó a explicar.
- Tomioka san, la estructura de los anticuerpos consiste en dos cadenas ligeras y dos cadenas pesadas, y en su extremo existe una región hipervariable, esta región es la que cambia de un anticuerpo a otro, lo que permite tener una gran diversidad de anticuerpos que podrán responder a la enorme variedad de antígenos.
Sigo sin entender.
- Un antígeno es cualquier sustancia o agente que el organismo reconoce como no propio. Puede tratarse de un virus, de una bacteria o de toxinas.
- Entiendo – Mentí.
- Como sabrás, el anticuerpo es una herramienta para la defensa de las células huésped, es decir, las células del organismo que se pueden ver atacadas por agentes patógenos como los virus y las bacterias. Los linfocitos que producen los anticuerpos se le conocen como células B.
Tengo que disimular de que lo estoy entendiendo todo lo que me está explicando.
- Bueno, regresando un poco a su sangre, tener esa cadena extra nos ha dejado muy confundidos a Yushiro y a mí.
- ¿Eso es malo?
- Por el momento no, su salud en verdad es increíble ¿Cuántas veces se ha enfermado a lo largo de su vida?
- Muy pocas.
- Eso puede ser debido a esa tercera cadena, es increíble Tomioka san, es como si los linfocitos B y T estuvieran unidos, si lo están, las probabilidades...
Tamayo empezó a susurrar para sí misma, tal parece que se le olvidó que me estaba explicando lo de mi sangre.
- En pocas palabras – Yushiro me dice – Tu sangre es especial.
- ¿Especial? ¿Cómo la de Shinazugawa?
- Algo así. Hicimos una prueba con una gota de la sangre de Akaza y una tuya, las células demoniacas empezaron a reaccionar con tus anticuerpos.
¿A reaccionar?
- A diferencia de las personas que tienen sangre que atraen a los demonios, tu sangre y sobre todo tus anticuerpos parecen adaptativos a las células de Muzan – Me sigue explicando Yushiro.
- ¿Eso significa? – Pregunté.
- Significa que es posible encontrar una cura para Nezuko – Tamayo se reincorporó a la conversación después de divagar un poco – Y posiblemente para nosotros.
- ¿En serio?
- Si, su sangre parece ser una vacuna natural para las células de Muzan.
¿En serio? Mi sangre puede hacer eso, eso explicaría el cambio de Nezuko al momento de beber mi sangre. Pero...
- Pero estuve a punto de convertirme en demonio, Muzan me transfirió su sangre hace un poco más de dos años.
- Si, Sabito san nos informó de eso. En aquella ocasión te inyectaste un veneno a base de glicinas ¿Verdad?
- Si.
- Tu sangre por sí sola no puede detener la transformación, solo ralentizarla, necesita un agente extra para poder destruir esas células, en ese caso fue el veneno de Shinobu san.
- Ya veo.
- Su sangre es maravillosa Tomioka san, Yushiro y yo tenemos una teoría.
- ¿Cuál es?
- Dado que su sangre es adaptativa, junto con las propiedades de la Lycoris Radiata que nos envió su hermana, podríamos encontrar la cura para las marcas de cazador.
- ¿En serio? Creía que la planta en sí sola podría hacerlo.
- Como le dije, su sangre se adapta a los agentes externos – Tamayo comienza a sonreír como si estuviera emocionada – Haga de cuenta que son como células madre, dependiendo de las necesidades, esta puede adaptarse a lo que necesita el cuerpo.
Nuevamente, no entendí eso último.
- Haz de cuenta que tu sangre es como el agua – Me empieza a decir Yushiro – Dependiendo de la fruta que le coloquemos ese será su sabor.
- Yushiro, no utilices analogías tan infantiles por favor.
- Creo entender – Les informé.
- ¿Eh?
Tamayo parecía un poco sorprendida ante mi respuesta.
- Sin embargo – Continuaba Tamayo – Necesitamos ser precisos con las proteínas, si no encontramos el balance correcto con las propiedades externas, podríamos destruir los aminoácidos e incapacitar la adaptabilidad de las células.
- Si nos excedemos con el azúcar, el agua saldrá muy dulce, por el contrario, si usamos poca azúcar, el agua saldrá agria – Me dice Yushiro.
- Entiendo – Respondí.
- ¿En verdad entiende esa analogía Tomioka san? – Me pregunta una consternada Tamayo como si estuviera a punto de llorar.
Yo no le respondí a Tamayo de inmediato, no quería herir sus sentimientos. Pero mi silencio pareció afectar aún más a Tamayo.
- ¡Es broma verdad Tomioka! – Yushiro se alteró – La explicación de Tamayo sama fue fácil de entender y sublime ¡¿Verdad?!
Yushiro me miraba como si quisiera matarme si no le respondía como él quería.
- Si, su explicación fue admirable.
El semblante de Tamayo cambió positivamente.
- Bien, aclarado esto seguiremos trabajando para encontrar el balance perfecto – Me informa Tamayo.
- Está bien, me imagino que empezaran de inmediato, me retiraré para no estorbarles – Les dije.
- Muchas gracias Tomioka san, pero empezaremos después de limpiar este desorden.
Tamayo se levantó de su asiento y se acercó a un mueble, de este sacó un hataki y un pañuelo, se levantó las mangas de su kimono, se colocó el pañuelo en su cabeza y empezó a sacudir algunos muebles con el hataki. Yo solo miraba la oficina de Tamayo y no me parecía muy sucio que digamos.
Yushiro me empezó a empujar fuera de la oficina y me dijo.
- La señora Tamayo es una adicta a la limpieza, no puede trabajar si no considera limpio el lugar – Me explica.
- Ya veo.
- Ahora ¡Ya te puedes largar!
Con eso dicho, Yushiro me cerró la puerta en la cara. Ese demonio nunca cambiara.
Sali de la finca mariposa y decidí ir al campo de entrenamiento que construyó Uzui con sus esposas.
Al llegar al lugar, vi a varios cazadores sudando a mares, parecían que llevaban corriendo sin descanso alguno, este es el entrenamiento de resistencia, por lo que me imagino que el correr es el elemento principal, pero...
- ¡Maldita escoria! ¡¿Así es cómo corren?!
Alcancé a escuchar los gritos de Makio y varios cazadores parecían llorar ante tal grito. Ella estaba parada de brazos cruzados mientras veía a los cazadores pasar por enfrente de ella.
- ¡Diablos miren que débiles son! ¡Todos ustedes son unos m&@$#/°!
¿Eh?
- ¡Son lo más vil que existe en el mundo!
- ¿Qué sucede? – Me pregunté.
- ¡Son lo peor, son una basura! ¡No les da vergüenza! – Makio seguía gritándoles.
- ¿Tomioka san?
Al girarme pude ver que Hinatsuru se estaba acercando hacia mí.
- Hinatsuru san ¿Qué está pasando aquí? – Apunte en dirección de Makio.
- Ah, Makio solo está alentándolos con un refuerzo positivo.
¿Los está animando?
- ¡Si tienen algo de h&@$#/°, entonces deben &@$#/°, hijos de &@$#/°!
- Me pregunto si sabe lo que está diciendo – Le dije a Hinatsuru.
- Yo creo que... sí.
- ¡Makio san!
A lo lejos se podía ver a Suma con varias bolsas en manos. Makio solo la miró por unos segundos para después volver a gritar.
- ¡Oigan bastardos, aquí les trajeron de comer, su primera comida en toda la mañana! ¡El que termine comerá!
Todos los cazadores empezaron a correr más rápido.
- ¿Por qué no solo les dan de comer? – Pregunté.
- Tienen que terminar su rutina para que se les dé una recompensa – Me responde Hinatsuru
Realmente no sé qué decir, esto me parece un poco excesivo.
- Ah Tomioka, viniste a comprobar mi extravagante campo de entrenamiento.
Uzui se acercó hacia nosotros mientras lo miraba aún sin creerme que haya hecho algo como esto.
- ¿Todos pasan por esto? – Le pregunté.
- ¡Si! Aquí no hay distinciones ni favoritismo, observa.
Uzui me apuntó hacia una parte del campo de entrenamiento y alcancé a ver a Shinobu en un intento de estar corriendo, parecía que estaba a punto de desfallecer y traté de acercarme a ella, pero Uzui me detuvo.
- Lo siento Tomioka, pero debemos ser imparciales.
- Pero...
- Si somo flexibles con nuestros amigos, ellos no mejoraran. Además, considéralo un favor el que te hago.
- ¿Un favor? – Pregunté.
- Si Kocho puede soportar esto, podrá soportar los embates que le...
- ¡¡UZUI!!
El grito de Shinobu se escuchó hasta aquí.
- ¡Esto no es entrenamiento, esto es venganza!
- ¡No sé de qué hablas Kocho!
Uzui le respondió de la misma manera, gritando, la única diferencia entre ambos es que Uzui tenía una gran sonrisa de burla.
Aunque Shinobu seguía intentando correr, no despegaba sus ojos de Uzui, es como si ambos tuvieran una batalla de miradas.
Cuando Shinobu se acercó a Makio y antes de poder cruzarla por enfrente, ella le hace señas para que se detenga. Shinobu lo hizo y literalmente se tiró al suelo, nuevamente intenté acercarme a ella y nuevamente Uzui me detuvo.
- ¡Kocho ha terminado con la rutina, ella puede comer!
El grito de Makio hizo que todos los demás cazadores aceleraran el paso. Aunque me parece que Shinobu está más cansada que hambrienta.
- Ten Tomioka san.
Hinatsuru me entrega lo que parece un bento, al parecer fue con Suma para pedirle uno.
- Estoy segura de que a Kocho san se alegrará si se lo entregas.
- Gracias.
Tomé el bento que me ofrecía Hinatsuru y empecé a caminar hacia donde estaba tirada Shinobu. Al estar junto a ella, observé que el sol le estaba dando en toda la cara, por lo cual me paré de tal forma para que mi sombra la protegiera un poco de los rayos solares.
- Gi-Giyuu san.
Shinobu estaba jadeando, de verdad debe estar muy cansada, por lo que coloqué una rodilla al suelo para poder cargarla. Shinobu no se negó ante lo que acababa de hacer y solo recargó su cabeza en mi pecho.
- Uy.
Makio pronuncio eso y no entiendo el motivo, pero ella no fue la única, Suma, Hinatsuru y Uzui estaban gritando cosas como:
- ¡Así se hace!
- ¡Que caballero!
Yo empecé a caminar con Shinobu en brazos mientras varios de los cazadores me miraban fijamente. Al llegar debajo de la sombra de un árbol, algo alejado del campo de entrenamiento, deposite suavemente a Shinobu recargándola en el tronco.
- M-muchas gracias Giyuu san.
- No hay de que.
Ahora empecé a desenrollar el bento y abrí la caja para dárselo a Shinobu, ella por un instante iba a levantar sus brazos para recibir la caja, pero de repente empezó a mirar hacia todos lados, como si estuviera buscando a alguien.
Al no encontrar a nadie, alcance a ver que sonrió por un segundo y al levantar la mirada me dijo.
- Lo siento Giyuu san, no puedo moverme ¿Te molestaría darme de comer?
Vaya, de verdad debe estar muy cansada si ni siquiera puede mover sus brazos.
- Está bien.
Me senté sobre mis piernas y separé los palillos para poder sujetar la comida, que prácticamente era arroz, ya que era un hi no maru bento. Comencé tomado una bola de arroz con los palillos y se lo acerqué a Shinobu.
- ¿No me vas a decir "di ah"?
Me pregunta Shinobu y por mi parte me parecía algo infantil, pero si ella lo quiere.
- Di ah.
- Ah~.
Shinobu abrió su boca y deposité la bolita de arroz sobre su lengua, ella lo empezó a masticar para después tragárselo.
- Hay pescado y carne de res ¿Cuál prefieres?
- Primero el pescado.
Tomé el pedazo de pescado entre los palillos y nuevamente lo acerqué a Shinobu, ella volvió a hacer el sonido de "Ah" y se lo comió. Así pasamos un buen tiempo hasta que por fin Shinobu terminó por comerse todo el bento.
Algo que me hizo feliz, fue ver la sonrisa de Shinobu cada vez que le acercaba los palillos con la comida, tal parece que disfrutó mucho del bento.
Al cerrar la caja y guardar los palillos, me senté al lado de Shinobu y ella recargó su cabeza en mi hombro.
- Muchas gracias Giyuu~
- De nada.
No pasaron ni dos minutos cuando me di cuenta de que Shinobu se había quedado dormida, no quise despertarla por lo que yo también cerré los ojos.
. . .
- ¿No se ven lindos?
- Quisiera dejarlos así.
- Qué lástima que no tengamos de esas cajas que hacen pinturas en blanco y negro.
Mis tres esposas parecían disfrutar del panorama, no voy a negarlo, yo también disfruto de esta vista. Sin embargo...
- Ya es tarde, tengo que despertarlo.
Les dije a mis esposas y me acerqué a mi extravagante amigo.
. . .
Sentí como alguien me pinchaba el brazo y me estaba llamando.
"Moshi mooshi. Tomioka san~, zun zun, Tomioka san~!
- Detente Shinobu.
El pinchazo continuaba sobre mi brazo y lentamente abría los ojos para ver de quien se trataba. Al principio creía que era Shinobu la que lo hacía, pero al aclararse mi visión, me doy cuenta de que era Uzui quien me llamaba.
- Lo lamento, creo que estabas soñando extravagantemente con Kocho, pero tenemos que irnos.
- ¿Irnos?
- Si ya es pasada las 3 de la tarde, tenemos que reunirnos con los otros pilares.
¿Ya es tan tarde? Antes de siquiera poder moverme, Uzui me detiene y me señala a mi izquierda.
- Ella está profundamente dormida, no querrás que se caiga y se golpeé la cabeza.
Tiene razón, Shinobu aún sigue recargada en mi hombro. De repente, las esposas de Uzui se acercaron y Hinatsuru comenzó a cargar cuidadosamente de Shinobu.
- La llevaremos a la finca mariposa.
- Muchas gracias.
- Bien andando.
Uzui me extiende la mano y yo la sujeto para poder pararme. Me despedí de las esposas de Uzui y juntó a él comenzamos a caminar hacia el campo de entrenamiento que había preparado con anterioridad.
Al llegar, me doy cuenta de que solo estamos los pilares, es natural que solo estemos nosotros, porque los entrenamientos apenas empezaron el día de hoy.
- ¡Llegan tarde!
Shinazugawa se veía molesto y no lo culpo, al quedarme dormido no pude comer por lo que le pedí a Uzui que nos desviáramos un poco para mínimo tener algo en el estómago.
- Lo lamentamos, pero algo extravagante pasó de camino hacia aquí.
Uzui salió en mi defensa.
- Eso no importa, lo que importa es que ya están aquí, así que comencemos – Iguro bajó del árbol para empezar con el entrenamiento.
- ¿Qué es lo que haremos Giyuu san? – Me pregunta Mitsuri.
- Dado que el objetivo es que cada uno obtenga su propia marca, primero tendremos un combate de siete contra dos – Les dije.
- ¿Siete contra dos? ¿Eso significa que...?
- Así es Kanae. Uzui san y yo nos enfrentaremos a ustedes con nuestras marcas activadas.
- Pero Giyuu san, dijiste que no utilizarías la marca – Me dice Kanae.
- Lo sé y solo será por hoy con ustedes, es para fomentar la resonancia como ocurrió con Uzui san, ya después no la utilizaremos.
- Por mi está bien – Me dice Shinazugawa.
- ¿Qué pasará cuando más cazadores entrenen contigo Tomioka, mi amigo? – Me pregunta Rengoku.
- Cuando se hayan juntado un grupo considerable de cazadores, lo volveré a activar.
- No estoy muy convencida – Kanae parece objetar mi idea, pero...
- Kocho – Himejima tomó la palabra – Creo que Tomioka hace lo correcto.
Kanae no respondió al comentario de Himejima y solo se resignó en su lugar.
- ¡Bien! Empecemos con esto – Uzui se coloca a mi lado mientras me entregaba una bokken – ¡Será extravagante!
- ¿Ya le has pillado el truco Uzui? – Le pregunté.
- Por supuesto.
Uzui cerró los ojos por un instante y pude ver como su marca comenzaba a aparecer. Al darme cuenta de que ya lo tiene controlado, lo imité para poder empezar con el entrenamiento.
- Bien, esto será interesante – Dice Shinazugawa.
- ¿Cómo atacaremos? – Pregunta Tokito.
- Es un siete contra dos – Le dije – Ustedes tienen ventaja numérica, así que decídanlo.
- ¡No hay mucho que decidir!
Inesperadamente, después de ese pequeño grito de guerra, Shinazugawa se abalanzó en mi contra.
Al atacarme directamente, no me fue muy difícil detener su espada, pero...
- Respiración de viento. Primera postura: Torbellino de polvo.
Shinazugawa vuelve a arremeterse contra mí y parece como si un torbellino de cortes viniera hacia mí de varias direcciones.
Di un salto hacia atrás e inmediatamente sentí el peligro en mi nuca.
- Respiración de la serpiente. Cuarta postura: Cabezas de serpientes gemelas.
Me agaché para evitar dos cortes de parte de Iguro, su espada se curveaba y hace parecer que dos grandes serpientes fueron las que me atacaron.
- ¡Chicos, se lo están tomando demasiado enserio! – Les grito Kanae.
- ¡Está bien! – Le respondí mientras seguía esquivando los ataques – ¡Si no atacan con todas sus fuerzas, jamás lograran activar su marca!
- No te distraigas Tomioka – Shinazugawa me dice antes de atacar a mis pies.
. . .
En serio parece como si quisieran lastimar a Giyuu, pero él tiene razón, si no nos esforzamos al máximo de nada servirá este entrenamiento.
- ¡Kocho!
Me giré y observé que Uzui se acercaba a toda velocidad para atacarme, apenas y pude defenderme haciéndome hacia un lado.
- No te distraigas.
- Lo entiendo, lamento las molestias.
Sentí como alguien se colocó a mi lado, no hubo necesidad de voltear para darme cuenta de que fue Himejima el que lo hizo.
- Andando Kocho – Me dice Himejima – Tenemos un objetivo que cumplir.
- Si.
Ambos nos lanzamos en contra de Uzui y él se preparaba para recibirnos con los dos bokken que trae en sus manos, su estilo siempre fue utilizar dos espadas.
. . .
¿Eh? Kanae fue contra Uzui, creí que iría con Giyuu. ¿Qué debería hacer yo?
- ¿Qué sucede mi discípula?
Mi maestro Rengoku se colocó a mi lado para preguntarme.
- ¿Con quién debería ir maestro? No lo sé.
- ¡Sigue la llama de tu corazón! – Me dice.
- Yo iré contra Uzui.
De repente Tokito nos informa y sin esperar respuesta se abalanzó en contra de Uzui.
- ¡Ese es el espíritu! ¿Por quién iras?
Lo estaba pensando hasta que mi vista se cruzó con Iguro, al verlo esforzándose tanto me dio ganas de ir a su lado porque se veía muy lindo.
- Iré contra Giyuu san, maestro.
- Bien, entonces yo iré contra Uzui ¡Esforcémonos!
- ¡Si!
Así ambos fuimos por lados contrarios para poder enfrentarnos a nuestros respectivos oponentes.
. . .
El sol estaba a punto de esconderse por el horizonte, lo que significaba que el entrenamiento ha terminado por el día de hoy.
Después de un ataque sorpresivo por parte de Shinazugawa y de Iguro, Mitsuri se unió a nosotros y entre los tres intentaron golpearme. Aunque recibí algunos golpes, gracias a esta marca pude mantenerlos a los tres a raya.
- ¡Por hoy hemos terminado!
Les avisé a todos, pero creo que no era necesario, ya que Kanae y Tokito estaban sentados en el suelo sobre sus piernas. Mitsuri e Iguro estaban recostados en el suelo descansando. Rengoku y Shinazugawa estaba recargados en un árbol. El único que se mantenía de pie, además de Uzui y de mí, era Himejima.
- Cinco veces – Dado que estaba cerca de Iguro, lo escuché – Solamente pude golpearlo cinco veces.
- Iguro san es increíble – Mitsuri, que estaba casi a su lado, le dice – Yo solo pude dos veces.
- Ambos lo hicieron bien – Les dije – Mañana pelearemos sin marcas.
Los dos solo asintieron mientras seguían recuperando el aire.
Caminé para acercarme a Uzui y Himejima, ya que me pareció ver algo raro en este último.
- Himejima san ¿Puedo preguntarle algo?
- Adelante.
- ¿Ya fuiste con Tamayo san?
- ¡Lo sabía! – Uzui parecía emocionado.
- Así que se dieron cuenta.
- ¿Por qué lo ocultabas? – Uzui le preguntó.
- Quería guardarlo para sorprender a Muzan.
Ya veo.
- Himejima san, está bien tener una carta de triunfo oculta, pero si te vez obligado a utilizarla antes de tiempo, hazlo – Le dije.
- Entiendo, iré de inmediato a verla.
- Te puedes llevar a esos dos que están recostados en el árbol – Uzui le apunta a Rengoku y Shinazugawa – Yo me llevaré a esos tres – Se refiere a Mitsuri, Iguro y Tokito.
- Por mí no hay problema – Responde Himejima – ¿Y Kocho?
- La llevara Tomioka.
Ambos pilares me voltearon a ver para esperar mi respuesta, por la cual no tengo ningún problema.
- Está bien, pero tú vas a llevar a tres ¿No quieres que yo...?
Uzui me tomó del hombro interrumpiendo mi pregunta.
- No te preocupes mi extravagante amigo, yo puedo con eso, tú tienes que atenderla personalmente – Uzui me guiña el ojo izquierdo.
- Tomioka – Me habla Himejima – A veces es mejor ver con los ojos del alma.
- ¿Qué?
- Namu Amida Butsu.
Himejima hizo una pequeña plegaria y se fue en dirección de Rengoku y Shinazugawa. A los dos los cargó como si fueran costales de papas y ambos empezaron a forcejear.
- ¡Yo puedo caminar, no es necesario que me lleves! – Dice un sonriente Rengoku.
- ¡Oi bájame! – Shinazugawa parecía muy molesto.
- Bien Tomioka, yo también me retiro por hoy.
Uzui se despide de mi para acercarse a Iguro, Mitsuri y Tokito. A los tres los cargó muy fácilmente, Iguro y Tokito los llevaba por debajo de sus brazos mientras que a Mitsuri la llevaba en su espalda.
Por mi parte me acerque a Kanae que seguía sentada por sobre sus piernas. Al mirarme, su cara se enrojeció un poco y me dijo.
- No es necesario que me cargues Giyuu san, dame un tiempo y... ¡¿Giyuu san?!
No la deje terminar porque la cargué para poder llevarla a su finca, el sol ya se había ido y la fría noche apareció, lo último que quiero es que Kanae se enferme.
- Giyuu san, no me escuchaste, no era necesario.
- Está empezando a hacer frio, no quiero que te enfermes.
- Giyuu san~
Kanae dejó de protestar y lentamente se recargo en mí, aunque se hiciera la dura al principio, al final se quedó dormida durante el trayecto. Realmente estaba muy cansada y eso que apenas fue el primer día. Me pregunto ¿Cómo les estará yendo a los demás?
Al caminar por unos minutos, finalmente llegué a la finca mariposa y me sorprendí por lo que veían mis ojos.
Kakushis corrían de un lado a otro, parecía como si hubiera pasado una guerra y ahora están atendiendo a los heridos, todo parecía un caos.
- ¿Tomioka sama?
La voz de una cansada Aoi hace que girase ligeramente mi cabeza para verla de frente, ella se iba acercando por el pasillo y se asombró al ver a Kanae en mis brazos.
- ¿Qué sucedió? ¿La maestra Kanae se encuentra bien?
- Si, solo está exhausta.
Aoi solo suspiró un poco, parece ser que pensó que algo malo le había pasado.
- ¿Qué está sucediendo aquí? – Le pregunté.
- Desde que empezaron con el entrenamiento, varios cazadores terminaron con heridas graves.
- Creo que se nos pasó un poco la mano.
- Bueno es el primer día – Me dice Aoi – Espero que esto mejore al pasar los días.
- Yo también.
Se formo un pequeño silencio hasta que una de las niñas, Kiyo, se acercó pidiendo ayuda a Aoi.
- Por favor, necesitamos su ayuda.
- Iré de inmediato.
Aoi respondió con una voz firme y autoritario, veo que ha cambiado un poco desde la primera vez que la vi. Al principio parecía un poco reservada conmigo, hasta diría que me temía, pero ahora es toda una doctora en toda la palabra, digna de confianza.
- Tomioka sama, le puedo pedir un favor.
- Adelante.
- Puede llevar a la maestra Kanae a su habitación, por el momento estamos muy ocupados.
- Sin problemas.
Empecé a caminar por el pasillo, pero de repente, Aoi me llamó haciendo que me detuviera.
- ¡Ah! La maestra Shinobu también se encuentra durmiendo ahí, no la vaya a despertar por favor.
- Está bien, pero ¿Qué paso con su habitación?
- Hubo un pequeño incidente y no se puede quedar ahí por el momento.
No quise preguntar que suceso hubo para dejar a Shinobu sin su habitación, al fin y al cabo, no es de mi incumbencia, por lo que solo le hice un pequeño ademan con mi cabeza a Aoi para que me entendiera de que tendré cuidado de no despertarla, también tendré cuidado de no despertar a Kanae.
Seguí caminando por los pasillos hasta llegar a la habitación de Kanae, con el pie deslicé la puerta y efectivamente, Shinobu estaba durmiendo en el futón, por lo que entré lo más despacio y silencioso que pude para no despertarlas.
Al haber solo un futón decidí dejar un rato a Kanae junto a su hermana, después me dirigí al armario y lo abrí buscando otro futón, pude ver algo de ropa que me imagino le pertenece a Kanae y en la parte superior del armario se encontraba otro futón doblado.
Lo bajé y extendí el Shikibuton al lado de Shinobu, al estar extendido coloqué el cobertor para proteger el Shikibuton, encima de eso coloqué el Moufu y el Kakebuton.
Ahora solo fui por el Makura para terminar de preparar el futón. Al tener todo listo, solo faltaba meter a Kanae por debajo del Moufu y Kakebuton para que no pasara frio.
Me hinqué a su lado y con cuidado le quité sus adornos de mariposa que tenía en los costados de su cabeza, después me debatí si debía quitarle su haori para que estuviera más cómoda, al final lo hice y nuevamente con cuidado la coloque en su futón.
Al finalizar mi cometido, me levanté para dirigirme hacia la salida de la habitación, pero antes de hacerlo, me giré para poder observar a las hermanas Kocho, verlas descansando juntas y en calma me hacer sentir bien.
Pero algo no me ha dejado tranquilo desde hace tiempo, desde antes de tener esta segunda oportunidad, yo sabía cómo estas hermanas se amaban y se querían, y yo no quiero ser el motivo de que se separen o, peor aún, de que se odien.
- Creo que debería decidirme ya y decirles lo que siento.
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