Capítulo 19: La cita
Finalmente, Giyuu fue dado de alta, yo Makomo, junto a todos sus amigos que no fueron asignados a misiones, estamos en este día con él. Aunque la actividad de los demonios ha bajado considerablemente, aun se escuchan rumores de desapariciones o asesinatos, por lo que se tiene que ir a investigar.
El día de hoy, le estamos haciendo a Giyuu una pequeña fiesta por su recuperación. Todas nosotras le preparamos algo en concreto a Giyuu, pero siento que lo que más le va a encantar será la comida que le preparó Shinobu, por lo que me conto Kanae, Shinobu paso muchas horas de practica con ese platillo.
- Giyuu san, espero te guste el omurice que prepare.
Mitsuri fue la primera en darle su platillo, este plato occidental lo probé cuando fuimos descubiertos espiándolos, Mitsuri fue tan amable con nosotros que terminó invitándonos a su "regalo", debo admitir que estaba delicioso, por lo que me imagino que este omurice casero sabrá igual o mejor.
- Gracias Mitsuri san.
Giyuu empezó a probar el omurice de Mitsuri y le dijo.
- Está delicioso.
- ¡Qué bueno! – Mitsuri se da media vuelta y nos dice – Hice varios para todos, no se contengan.
De repente, Mitsuri dejó sobre la mesa una gran charola, cuando se apartó pudimos observar que en serio había preparado varios platillos, incluyendo panqueques y pan, además del omurice.
- No crees que exageraste Mitsuri san – Le dije.
- Es que cuando cocino me emociono – Fue su respuesta – Vamos, vamos no sean tímidos ¿Iguro san quieres uno?
El pilar de la serpiente aceptó el omurice que le entregó Mitsuri, sé que él no está aquí para felicitar a Giyuu, pero no importa en realidad, como dijo Mitsuri en aquella ocasión, mientras más, mejor.
- Ahora es mi turno Giyuu san – Kanae le entrega su platillo a Giyuu – Espero que también te guste.
Y Kanae le entregó un okonomiyaki, en verdad no puedo creer que le haya preparado eso, ya que para mí es muy complicado de hacer. A pesar de que solo es una tortilla hecha con una masa de harina, a la cual se le agrega una buena cantidad de ingredientes, a mí siempre se me quema la tortilla o los ingredientes me quedan muy crudos.
- Gracias Kanae, huele muy bien.
Giyuu ahora está probando el okonomiyaki de Kanae y se nota, por su rostro, que lo está disfrutando.
- Yo también hice varios ¡Niñas! ¿No quieren probar?
Kanao, Aoi, Sumi Naho y Kiyo se acercaron a Kanae con plato en mano.
- Y dime Makomo san ¿Tu qué preparaste? – Me pregunta Kanae.
- Yo hice varios Imagawayaki, pero al ser un postre lo dejaremos para el final ¿Escuchaste Sabito?
Le dije a Sabito eso, ya que estaba a punto de agarrar uno.
- Está bien.
Al final, opto por tomar un panqueque de los que había preparado Mitusri, hablando de ella, me da risa ver como Iguro aceptaba todo lo que le ofrece Mitsuri, si sigue así le va a dar una indigestión.
- Estuvo delicioso Kanae.
- Muchas gracias, ahora le toca el turno a Shinobu.
Mitsuri, Kanae y yo volteamos hacia Shinobu, claramente las tres estábamos esperando este momento.
- No creo que me haya quedado bien nee san.
- Vamos Shinobu, deja que lo pruebe.
Kanae anima a su hermana para que le dé a Giyuu el platillo que, con tanto esmero, preparó.
Shinobu finalmente se acercó a donde estaba sentado Giyuu, tenía el platillo en su espalda por lo que Giyuu no podía saber que era.
- Espero que te guste Giyuu san.
Cuando finalmente mostro su comida casera, los ojos de Giyuu brillaron por la emoción, no quitaba su mirada del plato y lo seguía hasta que Shinobu lo deposito en la mesa.
Giyuu tomó de nuevo sus palillos y los acomodo entre sus dedos, mientras que él hacía eso, Shinobu no dejaba de jugar con sus manos que, ahora están a su espalda.
Todos estamos a la espera de que Giyuu coloque un pedazo de salmón en su boca. Cuando finalmente lo hace y empieza a probarlo, es cuando ahora todos estamos a la expectativa, pero Shinobu es la que más nerviosa esta, dejó de jugar con sus manos y ahora tiene toda su atención en Giyuu.
- ¡Exquisito!
Fueron las palabras de Giyuu, por un momento me recordó a Rengoku cuando degusta alguna comida. Lástima que Rengoku haya tenido que irse una misión.
- ¿En serio Giyuu san? ¿No le falto algo?
Shinobu, que le preguntó a Giyuu, estaba entre feliz y dudosa.
- Todo está en perfecto balance, la salsa, el azúcar, todo. Shinobu te quedo exquisito.
A Shinobu se le forma una gran sonrisa en su cara, puedo darme cuenta de que la felicidad la está inundando.
- Me alegro mucho Giyuu san, si quieres más, dímelo por favor.
- Si.
Mitsuri, Kanae y yo intercambiamos unas miradas cómplices mientras Shinobu observaba felizmente a Giyuu comer su salmón con rábanos, la primera parte de nuestro plan ha sido un éxito, ahora debemos asegurarnos de que mañana sea perfecto para ambos.
Cuando Sabito y yo estábamos hablando con Giyuu acerca de nuestra misión en las montañas, Kanae vino hacia nosotros y, literalmente, nos jaló hacia el jardín.
"Necesito de su ayuda" esas fueron sus primeras palabras una vez llegado al jardín, después nos explicó lo que había ocurrido días antes de nuestra llegada. Nuestro hermano mayor finalmente le pidió una cita a Shinobu.
"Ya era hora" fue lo que dijo Sabito y yo estaba de acuerdo con él.
Nos empezamos a reunir en secreto, para planear bien nuestros movimientos y hacer que su cita sea perfecta. Nuestras reuniones por lo general eran en la finca del agua o fuera de la corporación, para evitar que algunos de ellos se enterasen.
Un día fuimos descubiertos por Mitsuri, Kanae se espantó porque creyó que ella tenía un interés romántico por Giyuu, pero fue la misma Mitsuri quien nos aclaró lo que sentía por Giyuu.
"A mí me gusta Giyuu san, no lo voy a negar, pero lo quiero como a Rengoku. De hecho, también me gusta mucho Shinobu chan y puedo decir, como pilar del amor que soy, que entre los dos hay amor."
Por lo que después de esa aclaración, Mitsuri se ofreció a ayudarnos, así que el lugar donde comerían la futura pareja quedó en manos de Mitsuri, Kanae se encargaría de Shinobu y nosotros de Giyuu.
- Me gustaría otro Shinobu.
La petición de Giyuu por repetir el salmón me saco de mis recuerdos. Sabía que el platillo de Shinobu sería el que más le gustaría.
- Si.
Shinobu solo respondió eso antes de partir hacia la cocina.
La fiesta continuó sin mayor percance, todos disfrutábamos de la comida y platicábamos amablemente, incluso Iguro terminó hablando con Giyuu, no pude escuchar de que, porque estaban al otro lado del salón.
La tarde llegó y con eso el final de la fiesta, poco a poco los invitados se fueron despidiendo hasta que llegó nuestro turno.
- Giyuu san, esperamos verte más seguido por aquí y no como paciente – Kanae le dice a Giyuu.
- Y lo haré, le prometí a Kanao ayudarla para su examen.
Cuando Giyuu dijo eso, todos volteamos a ver a Kanao y ella solo movió su cabeza de arriba abajo para afirmar las palabras de Giyuu. Al ver el rostro de sorpresa de las hermanas Kocho, me doy cuenta de que ni ellas sabían de eso. Kanao ¿Cuándo le pediste ese favor?
Finalmente nos despedimos de todas las mariposas de esta finca y partimos rumbo a la nuestra, fue un camino silencioso porque no queríamos exponer nuestros planes, ni levantar sospechas, nuestro movimiento será mañana en la mañana.
- Al fin, mi cama.
Fue lo primero que dijo Giyuu al entrar a nuestro hogar, aunque las camas de la finca mariposa son cómodas, no hay nada como tu propio lugar de descanso.
- Hasta mañana.
Giyuu se despidió de nosotros y se fue inmediatamente a dormir, eso es bueno para nosotros.
La mañana llegó y nosotros dos nos levantamos temprano para empezar con la operación "Mariposa en las aguas del lago"; así lo nombró Mitsuri. Primero fui a la cocina para preparar algo ligero y entretener a Giyuu en lo que Sabito salió corriendo para encontrarse a Mitsuri y que le de las indicaciones de cómo llegar al lugar donde comerán por la tarde.
- Buenos días.
- Buenos días Giyuu nii ¿Dormiste bien?
- Si – Giyuu fue al baño, pero antes de entrar, me preguntó – ¿Y Sabito?
- Salió a correr.
Fue la mentira que acordamos decirle y parece ser que funcionó porque Giyuu ya no dijo nada y entro a bañarse.
Al paso de unos minutos, Giyuu salió del baño y se fue a su habitación, estaba segura de que tomaría su uniforme, por eso lo lave antes.
- Makomo ¿Viste mis uniformes?
- Si, se están secando en el jardín.
- ¿Por qué...?
- Te deje ropa en tu habitación.
Sabía que me iba a preguntar ¿Por qué los había lavado si no era necesario? Eso fue porque estaba segura de que iría a su cita con el uniforme de los cazadores. Tuve que hacer lo mismo cuando Giyuu fue a comer con Mitsuri, aunque yo apoyo a Shinobu, como chica, no me gustaría que mi acompañante vaya con sus ropas del trabajo y llegará sucio a la cita.
Giyuu salió de su habitación con la ropa que le escogí, es un yukata negro con delgadas líneas verticales blancas, el obi también es blanco para contrastar y por últimos sus tabi son del mismo color que el obi.
- Te ves bien Giyuu nii, ven el desayuno ya está listo.
Giyuu se acercó a la mesa con su haori en mano y yo le serví un poco de arroz. Ambos disfrutábamos de nuestro silencioso desayuno cuando escuchamos la puerta principal de nuestro hogar abrirse.
- ¡Estoy de vuelta! – Gritó Sabito desde la entrada.
- Bienvenido, estamos en el comedor.
A diferencia de él yo no grite porque ya se escuchaba que se estaba acercando hacia el comedor por el pasillo.
- ¿Cómo te fue? – Le pregunté al verlo por la puerta del comedor.
- Bien.
Fue su simple respuesta, tenemos que mantener un perfil bajo para evitar que Giyuu sospeche de nuestra operación.
- ¿Qué tal tu entrenamiento Sabito? – Giyuu le preguntó.
- Muy bien, correr por las mañanas ayuda a la respiración.
- En efecto – Giyuu le da la razón a Sabito – Pero entrenar con el estómago vacío no es bueno para la salud.
¡Ay Giyuu! Si supieras la razón.
- ¿Qué les parece si al terminar de desayunar, vamos los tres a entrenar?
- ¡¡NO!! – Ambos le respondimos a Giyuu de inmediato.
Giyuu solo se nos queda viendo con el ceño fruncido ¿Es que acaso se le olvido qué va a hacer el día de hoy?
- ¿No ibas a ir a comer con Shinobu? – Le pregunté.
- En la tarde.
Le quiero dar un golpe ¿Acaso pensaba ir todo sudado a su cita?
- Hoy no entrenaremos – Le dije.
- Pero...
- Sin peros. Sabito vete a bañar.
- A la orden – Y Sabito se fue al baño.
- Aun así, creo...
- No me hagas repetirme Giyuu, o tendré que pedirle a Tsutako nee sama que venga y utilice su técnica secreta.
Hace tiempo, Tsutako nee sama nos dijo que, si queríamos amenazar a Giyuu, teníamos que decir esas palabras, aunque la verdad desconozco de que trata esa técnica, pero parece ser que funciono, ya que Giyuu se tensó en su lugar y ya no me respondió nada, tendré que pedirle a nuestra hermana que me enseña su técnica mortal.
Estábamos haciendo algo de tiempo jugando a las cartas, para que Giyuu no se aburriera e hiciera alguna estupidez como ir a practicar con la espada. Mientras jugábamos, yo le decía una y otra vez lo que tenía que decirle a Shinobu cuando la vea.
- ¿Qué es lo primero que le dirás a Shinobu?
- Que se ve bien.
- No solo eso – Agrega Sabito – Dile que se ve hermosa.
- Pero ni siquiera sé que va a llevar puesto.
- Eso no importa, un hombre siempre debe de alagar a una mujer.
Sabito. Recuerdo todas las veces que me decía que me veía hermosa sin importar lo que llevaba encima, me gustaba escuchar esas palabras después de las horas que me tomaba arreglarme para él.
- Sabito tiene razón Giyuu, a nosotras nos gusta que nos digan que nos vemos lindas.
- Ya veo. Por eso insististe que le dijera eso a Mitsuri.
- Si ¿Viste lo contenta que se puso?
Giyuu entrecierra los ojos y me lanza una mirada acusadora.
- Así que desde el principio nos estaban espiando.
¡Rayos! En esa ocasión les dijimos a Mitsuri y a él que los vimos por el pueblo y los seguimos por curiosidad.
- Acaso ¿Están planeando algo similar hoy?
¡Oh no! ¡Lo he estropeado! Giyuu está empezando a sospechar.
- ¡Nah! Makomo y yo iremos a comer a otro lado – ¡Sabito! Mi salvador.
- ¿En serio? – Giyuu no parece creerse lo que dijo Sabito.
- Para que quisiera perder mi tarde viendo a un aburrido como tú, si la puedo pasar con la mujer más hermosa del mundo.
Sabito pasa su mano por atrás de mi espalda y la coloca en mi hombro, para después acercarme a él.
- Sa~bi~to.
Debo admitir que eso que dijo y el acercarme a él de esa forma, me hizo suspirar.
Por otro lado, parece ser que Giyuu se creyó lo de irnos a comer a otro lado, porque dejó de mirarnos para concentrarse en sus cartas. Tengo que reconocérselo a Sabito, en esta ocasión estuvo genial, creo que se merece una recompensa.
- Sabito – Le susurré.
El voltea a verme y al tenerlo así de cerca, le di un ligero beso, fue algo corto para evitar los comentarios de Giyuu, pero...
- Los vi.
- Tu concéntrate en tus cartas Giyuu nii, es tu turno ¿Bajas o pasas?
- Paso.
Aunque Giyuu nos apoya y es feliz con nuestra relación, hay veces que nos molesta diciendo cosas como "Si quieren los dejo solos" o algo por el estilo, aunque lo dice sin mala intención.
Solo espero que esta cita tenga éxito, ya quiero verlo junto a Shinobu como su novia para poder vengarme.
Y así pasamos toda la mañana, jugando cartas, hasta que llegó la hora de salir. Convencimos a Giyuu a acompañarnos para poder comprar unas flores y decirle donde tenía que llevar a Shinobu.
- ¿Es este lugar?
¡Mitsuri, exageraste! Aunque este lugar es conocido por su rica comida, también se le conoce por ser uno de los lugares más caros y lujosos del pueblo ¿Dónde quedo lo de "algo sencillo"? Con lo que paso en la mañana y ahora esto, estoy segura de que Giyuu sospechara.
- Si, aquí hay una gran variedad de comida.
Sabito, que tampoco se ve muy convencido, está siguiendo el plan como todo un profesional.
- Ya hay una reservación a tu nombre Giyuu – Le dice Sabito.
- Se ve un poco, ostentoso.
Y sí que lo es, pero mejor me guardo esas palabras para mí misma.
- La primera impresión importa mucho Giyuu.
De repente Sabito coloca su brazo por encima de los hombros de Giyuu y algo le secretea.
- Ya veo.
Giyuu ya no puso ninguna queja más y Sabito me levanta el pulgar, parece ser que lo que le dijo lo convenció, pero ¿Qué le dijo?
A 20 minutos de que Giyuu fuera a la finca mariposa, estamos parados frente a una florería.
- Disculpe, quisiéramos un ramo de Hanashinobu.
Esta flor, tiene un hermoso color lila con blanco, pertenece a la familia de Polemoniaceae y crece en las montañas de Kyushu, bueno eso fue lo que me escribió Tsutako nee sama. Ahora que ella se hace cargo de la florería junto a la familia Kamado, es natural que estudie sobre las plantas.
- En seguida.
El encargado empezó a preparar el ramo. Escogimos está planta porque, según el lenguaje de las flores, esta significa "Hay amor". Estoy segura de que Shinobu entenderá el mensaje, pero Giyuu no tiene ni la menor idea, aunque él sabe el cuidado de plantas como las glicinas, no sabe de sus significados y por el momento eso es bueno.
- Aquí tienen.
- Muchas gracias.
Pagamos por el ramo y ahora sí, nos dirigimos a la finca mariposa, aunque esta no es mi cita, estoy muy nerviosa.
. . .
Después de ser despertada "amablemente" por mis hermanas, yo Kocho Shinobu, estoy sentada en mi habitación esperando a que Kanae nee terminé de maquillarme, aunque le dije que no quería hacerlo, ella insistió en que debía de ponerme un poco, además de peinarme adecuadamente.
Acepte el capricho de mi hermana, porque dijo que solo sería un poco, pero...
- Llevamos un par de horas nee san ¿Falta mucho?
- No seas impaciente Shinobu, tenemos que dejarte hermosa.
Volví a suspirar, hace tiempo que perdí la cuenta de cuantas veces he suspirado esta mañana. Prácticamente, he estado aquí sentada desde que me salí de bañar.
- Bien Kanao, ahora pásame esa esponja y las sombras.
No puedo creer que nee san haya traído a la pequeña Kanao a esto, ambas estaban en mi habitación cuando me despertaron ¿A qué hora se habrán levantado?
- Creo que así se ve mejor ¿Tu qué opinas Kanao?
Mi hermana le pregunta a Kanao y ella solo ladea su cabeza.
- Tienes razón, se verá mejor con otro color.
- No creo que Kanao haya querido decir eso nee san.
Y por lo que puedo ver, creo que acerté. Puedo deducir que Kanao no tiene ni la menor idea de lo que está haciendo nee san.
- Ahora pásame el peine Kanao, vamos a intentar con otro estilo.
Nee san me ignora olímpicamente y me doy cuenta de que está muy emocionada el día de hoy, que bueno que ella se sienta así, porque yo estoy super nerviosa.
- En serio nee san ¿Te falta mucho? Ya casi tengo que salir.
- Tranquila Shinobu aún hay... – Nee san se voltea para ver el reloj de pared y... – ¡Ay Dioses! Ya casi es la hora ¿Por qué no me lo dijiste Shinobu?
Yo solo entrecerré los ojos. Si se lo he dicho varias veces.
- Bien, solo terminaré estos retoques y lo probaremos con el kimono.
La elección del kimono fue otro problema, Kanae nee me hizo probarme varios y parte de la mañana se fue en eso.
Finalmente se decidió usar el kimono morado con estampado de flores de cinco pétalos en blanco y mariposas azules, después elegimos el obi rojo y para contrastar un poco, el obiabe es de color amarillo, los cordones de los zoris son rojos y por alguna razón mi hermana quería que utilizara un kanzashi, a lo que me negué al principio, pero terminé por aceptarlo.
- Bien, terminé. Ahora ponte el kimono Shinobu.
- Si.
¡Por fin! Ya me estaba cansando de estar sentada sin hacer nada.
Cogí el kimono y me quité la bata para poder colocármelo, tanto nee san como Kanao me estaban ayudando a colocármelo. Nos estamos apurando porque ya casi es hora de que llegue Giyuu.
- Te ves hermosa ¿Verdad Kanao?
Kanao solo asienta con la cabeza sin quitarme los ojos de encima.
- Gracias.
Escuchamos como alguien tocaba la puerta y le doy permiso de pasar. Al abrirse, una sonrojada Aoi me informa que Giyuu había llegado.
- Bien hermanita, llego la hora, suerte y diviértete.
- Si nee san.
Salí de mi habitación con rumbo a la entrada principal, mientras más caminaba, más sentía mi corazón latir con más fuerza, siento como si me estuvieran sudando las manos y trate de secármelas sin usar mi ropa, sin embargo, todo este nerviosismo se fue por la ventana al ver quien estaba parado en la puerta. Ahí vi a Giyuu esperándome, algo llamó su atención porque está viendo hacia el horizonte.
Es la primera vez que lo veo con ropas casuales, tengo que admitir que se ve muy apuesto. Al verlo vestido así y de perfil, no sé cómo le hicieron mis piernas para llegar junto a él y no caerse.
- Perdón por hacerte esperar Giyuu san.
Al escuchar mi voz, Giyuu se gira para mirarme fijamente, por alguna extraña razón su boca se abrió ligeramente al igual que sus ojos. No dice nada, solo observo como él me está mirando de arriba hacia abajo, pero sin decirme ni una sola palabra. Me estoy empezando a poner nerviosa ¿Quizás no le gusta lo que llevo puesto?
- Te ves hermosa Shinobu.
Finalmente habló y mi corazón empezó a latir nuevamente.
- Muchas gracias Giyuu san.
Me siento realmente feliz de que Giyuu me haya alagado, yo tampoco me puedo quedar atrás.
- Tú también te ves muy bien Giyuu san.
- Gracias. Toma, son para ti.
Giyuu me extiende unas flores y yo las acepto gustosa. Son unas hermosas Hanashinobu y las coloqué frente a mi rostro para poder olerlas, me pregunto si...
- Ne Giyuu san ¿Por qué elegiste estas flores?
- Porque tienen tu nombre
No me esperaba esa respuesta y me alegro de tener las flores frente a mi rostro, así por lo menos me podre esconder un poco de Giyuu. Aunque su respuesta haya hecho que mi corazón latiera a mil por hora, yo sé lo que esta flor significa y estoy segura de que esto es obra de Makomo, también está la posibilidad de que Tsutako haya estado involucrada.
Se los agradezco.
- Espérame un poco Giyuu san, colocare estas hermosas flores en un florero.
- S-sí.
La respuesta de Giyuu me dejo desconcertada ¿Por qué parece apenado?
- ¿Qué sucede Giyuu san?
- Es que...
Giyuu no terminó de decirme lo que iba a decir y solo me señala por detrás de mí. Al voltear me doy cuenta de que no estábamos solos, Nee san, Kanao, Aoi y las niñas se están asomando por una de las puertas del corredor.
- Chiiii~
¿Por qué todas están aquí? Además ¿Quién está haciendo ese ruido?
- ¡¿Qué hacen?! – Les pregunté.
- Ara ara, solo ignórenos por favor.
- Eso es imposible nee san.
Vuelvo a suspirar y espero que sea la última de este día, al menos de esta manera.
- Bueno ya que estás aquí nee san, puedes poner estas flores en mi habitación.
- ¡Claro! Con mucho gusto.
Mi hermana se acercó para recibir las flores y yo me preparo para salir, pero antes.
- Ni se les ocurra seguirnos.
- Ara ¿Cómo crees?
Por esta ocasión, no confió en mi hermana.
- Júralo.
Mi hermana no me responde, solo me sonríe y coloca sus manos junto al ramo de flores en su espalda.
- Nee~san.
- Lo juro.
Sigo sin confiar en ella, pero no puedo hacer esperar más tiempo a Giyuu.
- Bien, nos vemos – Me despedí de todas.
- ¡Qué se divierta Shinobu sama!
- ¡Suerte!
Fueron las respuestas de casi todas, Aoi me despedía con su mano, mientras Kanao me hacia una ligera reverencia.
- Giyuu san, cuida de mi hermanita por favor.
- Si – Fue la simple respuesta de Giyuu hacia mi hermana.
Me coloqué a su lado y empezamos a caminar rumbo al pueblo, doy una última mirada hacia la finca mariposa y todas siguen en la puerta viendo nuestro andar.
Mientras caminábamos juntos, de vez en cuando volteaba hacia nuestro alrededor, la razón es porque no quiero que nos estén siguiendo, aunque me parece algo ingrato de mi parte, porque yo hice lo mismo hace tiempo atrás.
- ¿Estás bien?
- ¿Eh? Si, no hay de qué preocuparse.
Al parecer Giyuu piensa que algo me preocupa y tiene razón, me preocupa que mi hermana nos esté siguiendo o, peor aún, que haya traído a Kanao con ella.
- ¿Segura?
- ¡Si! Vamos Giyuu san – Y tomé de la mano a Giyuu para apurarnos a llegar al pueblo – Démonos prisa ¿Sí?
- Está bien.
~ ¡Kya! ~
Nuevamente giré mi rostro para poder ver hacia atrás, juraría haber escuchado un grito, pero no me pude detener porque no me había soltado de Giyuu y él seguía caminando.
Dejé de ejercer fuerza en mi agarre para que Giyuu soltara mi mano, pero él no lo hizo, siguió caminando conmigo a su lado y de la mano. Al principio me confundí, pero ya no le di más vuelta a eso, nuevamente sujeté con firmeza la mano de Giyuu y me dejé llevar.
Al cabo de unos minutos, estamos en la entrada de un restaurante.
- Bienvenidos ¿Tienen reservación?
¡Giyuu! Nunca imagine que me traería al lugar más lujoso del pueblo.
- Si, a nombre de Tomioka Giyuu.
La recepcionista empezó a buscar el nombre de Giyuu en su lista y parece ser que la encontró, porque cuando regresó su mirada a Giyuu, ella le sonrió.
- Si, muchas gracias por esperar Tomioka sama, por favor síganme.
Ambos entramos a este lujoso restaurante. Desde la calle pude sentir las miradas de los transeúntes hacia nosotros, pero aquí adentro es peor, ya que todos los meseros nos reverenciaban al pasar y siempre se quedaban viendo hacia nuestras manos, incluso una de ellas me dedicó una sonrisa pícara.
- Aquí esta su mesa, en unos minutos vendrán a tomar su orden – La recepcionista nos estrega el menú – Disfruten su estadía, con su permiso.
Ella nos hace una pronunciada reverencia y se retira, yo solo miro nuestra mesa que se nos fue asignada, no habría tanto problema si no fuera.
- ¿Un privado?
Nuestra mesa es una habitación privada con puertas y paredes de papel, el suelo es de tatami y una mesa de madera bastante pulida y brillante se encuentra en medio. Volteo para ver a Giyuu y preguntarle ¿Qué tiene planeado? Pero al ver su cara de confusión, me doy cuenta de que él tampoco sabía de esto.
- Bueno Giyuu san, vamos a sentarnos.
- Si.
Lo primero que hice después de sentarme fue ver el menú y ¡Dioses! Todo está carísimo, con lo que cuesta un pequeño postre en este lugar, alcanza para un ramen en un puesto callejero, no creo que debamos...
- Con su permiso.
Una voz de, desde detrás de la puerta, me interrumpe en mis pensamientos.
- Bienvenidos sean okyaku sama ¿Ya saben que van a ordenar?
- ¿Eh? Bueno ¿Qué es lo más...?
Le iba a preguntar a la camarera sobre lo más barato para comer, pero al momento de verla a los ojos, me doy cuenta de que es:
- ¡MITSURI!
- ¿Eh? ¿De qué habla okyaku sama? Creo que me confunde.
¿De qué habla ella? Aunque tenga el cabello negro, este usando unos lentes y se haya ocultado sus pequeños lunares con maquillaje, es claro que se trata de ella.
- Mi...
- Si no saben que ordenar – Me interrumpió descaradamente – Les recomiendo el "paquete pareja", lo tenemos de promoción.
- ¿Paquete pareja? – Fue Giyuu quien preguntó ¿Acaso no se ha dado cuenta?
- ¡Si! Es un paquete para dos personas, el cual contiene udon, yakisoba, takoyaki, onigiri, ikayaki, tonkatsu, sopa de miso y té matcha
- Creo que está bien.
- ¡Verdad! Este paquete tiene de regalo una botella de sake estilo ginjoshu.
- ¿Tú qué dices Shinobu?
Giyuu me pregunta, mientras que "nuestra camarera" me mira con sus ojos verdes, muy expectante.
- Creo que está bien.
- ¡Bien! Enseguida estará lista su pedido, si me disculpan.
Y Mitsuri se apresuró para salir de aquí ¿En verdad creyó que no la reconocería? Por otro lado, parece ser que Giyuu no la reconoció, ya que no dijo nada, así que por el momento lo dejare pasar, pero si ella está aquí, significa que los demás también.
Mientras esperábamos nuestros platillos, empezamos a platicar sobre nuestras misiones pasadas y de vez en cuando, de lo que nos gustaba. Giyuu me contó sobre cómo descubrió el romance de sus amigos y su nombramiento a pilar, por lo que me dijo, él era el único que no estaba enterado de que iba a ser nombrado pilar.
Después Giyuu me preguntó sobre mis venenos, tenía curiosidad de como mantenía el veneno en mi espada y no derramar ni una gota, también me preguntó cuál era mi flor favorita ¿Acaso quiere sorprenderme la próxima vez? Le estaba contando todo eso cuando Mitsuri tocó la puerta y nos trajo nuestro pedido.
Con un "buen provecho" Mitsuri se retiró y comenzamos con la degustación de la comida.
Debo admitir que todo estuvo riquísimo, este lugar le hace honor a su reputación, hace mucho tiempo que no comía de esta forma, acabe tan satisfecha que ya no podía terminarme el onigiri, al final Giyuu se comió el mío.
Al pedir la cuenta, Giyuu inmediatamente pago sin dejarme ver la cantidad, incluso rechazo mi sugerencia de dividirnos la cuenta. Fue muy amable de su parte, pero tampoco quiero ser una aprovechada, la próxima vez haré algo especial para él.
Salimos del restaurante y nos pusimos a pasear por el pueblo, pasamos de tienda en tienda observando todo tipo de mercancías hasta que...
- ¡Oh, qué bonita pareja! ¿No les gustaría ir a ver nuestra obra de teatro?
Una persona, claramente mujer por su voz, nos habló.
- ¿Hay un teatro aquí? – Pregunté.
- No, la obra es al aire libre.
Esta persona tiene unas ropas algo holgadas y la cara la tiene cubierta con una tela, solo sus ojos son visibles, son de un color rosa y... ¡Espera! Se parece a...
- No se arrepentirá, estoy segura de que a su novia le gustará.
- ¿De qué trata la obra? – Giyuu pregunta.
- Es la trágica historia de una princesa que bajo de la luna.
- ¿Te gustaría ir? – Ahora Giyuu me pregunta.
- ¿Eh? Si claro, pero antes, tu ¿Quién...?
Intente preguntarle a esta mujer su nombre, pero ella nos empieza a empujar.
- Sigan recto por este camino, afuera de la entrada principal se encuentra el escenario.
Cuando dejo de empujarnos, me giré para tratar de preguntarle nuevamente su nombre, pero ella corrió como si la estuviera persiguiendo un demonio.
Me quedé un poco confundida, pero reanudamos nuestro caminar y de repente me llega un sentimiento de vacío, como si algo me faltara. Me fijé en la mano de Giyuu y estiro la mía para poder tomarla. Me gustaría ir de la mano con él como cuando llegamos al pueblo.
- ¿Qué sucede?
Giyuu de repente se voltea y me quedé con la mano estirada ¡Qué vergüenza!
- ¡Nada! Vamos, hay que ir a la obra.
Yo no había tomado con interés el ir a la obra, si no fuera porque la persona que nos lo dijo lucia muy familiar. Sus ojos me recordaron a los de mi hermana, nada más que tenía el rostro cubierto, pero creo que se trataba de ella.
Aun así, me adelanté para no tener que ver el rostro de Giyuu, no puedo creer que me haya atrapado tratando de tomar su mano. No pasaron ni 5 segundos, cuando sentí que mi mano era tomada por alguien, al voltear, el que estaba a mi lado era Giyuu, que me dedicaba una ligera sonrisa.
- ¿Vamos?
Es la segunda vez que nos tomamos de la mano y, en estos momentos, me siento muy feliz. Seguimos caminando hasta que llegamos al pequeño escenario improvisado.
La obra empezó unos minutos después de haber llegado, narraba la historia de la princesa Kaguya, una leyenda muy trágica. Miré hacia nuestro alrededor y hay muy pocas personas reunidas, quizás no tuvieron mucha publicidad o, si mi corazonada no se equivocaba, la persona que promocionaba esta obra era mi hermana y solo nos invitó a nosotros.
Debo admitir que la ambientación y el vestuario son muy buenas, todo iría bien si no fuera porque tengo un sentimiento de duda con los protagonistas, a pesar de que portan unas máscaras, podría jurar de que los conozco, la forma de moverse y la voz, aunque la estén fingiendo, se me hacen conocidas. Por otro lado, Giyuu tiene el ceño fruncido, como si conociera a las personas que están interpretando a los personajes.
La obra finalizó y los pocos presentes les aplaudimos, todos los actores nos agradecen los aplausos. De repente, los protagonistas, aun con sus máscaras puestas, se acercaron a nosotros.
- Al parecer tenemos a una joven pareja. – Nos dijo el actor.
- Esperamos que les haya gustado nuestra interpretación. – Ahora fue la actriz quien habló.
- Si, fue espectacular. – Les conteste, la verdad quería irme de aquí.
Giyuu seguía mirándolos con los ojos entrecerrados, algo que no pasó desapercibido por el actor.
- No nos mire así.
- Quizás les estamos interrumpiendo en su cita.
- ¡Oh! Tienes razón princesa Kaguya.
Estos actores seguían hablando entre ellos.
- ¡Ya sé! Les diré un secreto.
La que interpretaba a la princesa Kaguya se acercó aún más a nosotros.
- Sabían que las estrellas descienden en el claro de aquel cerro – Y nos apunta el lugar – Se dice que si una pareja de enamorados se declara su amor bajo la luz de la luna mientras las estrellas los rodean, su amor será eterno, transcenderá el tiempo y al renacer, se volverán a enamorar.
- No lo sabía – Le dije.
Jamás había escuchado ese rumor.
- Deberían intentarlo, para que no acaben como mi amada Kaguya y yo.
- No creo... – Intenté negarme, pero me interrumpieron.
- No pierden nada, además es muy bonito el lugar.
La princesa Kaguya, poco a poco nos está empujando para que vayamos al dichoso cerro. Cuando nos dio el último empujón, me volteé para reclamarle, pero ya se había ido, era muy rápida.
- No sé qué traman.
Escuche a Giyuu susurrar.
- ¿Qué sucede Giyuu san?
- Esos dos... Nada olvídalo ¿Te gustaría ir a ese lugar?
¿Eh? ¿Giyuu se creyó eso?
- ¿En verdad creíste su historia?
- Es solo un rumor, pero dijo que era un lugar bonito.
Ya veo.
- ¿Tienes curiosidad Giyuu san?
- Un poco ¿Tu no?
Ahora que me lo pregunta, sí, pero no por la razón que él debe de pensar.
- Pues como dijeron, no perdemos nada Giyuu san.
- Entonces andando.
Antes de poder responderle, Giyuu me ofrece su mano ¿Por qué mi corazón late con fuerza? Si sigue así me dará un infarto. Me tranquilicé un poco y le di mi mano a Giyuu, él la tomó y empezamos a caminar a ese cerro.
La noche cayó mientras llegábamos al claro de aquel cerro, en verdad es muy bonito el lugar. Hay tantas flores diferentes que parecen brillar bajo la luz de la luna, sin embargo, no entiendo a que se referían con lo de las estrellas descendían a este lugar, ya que solo hay flores.
- En verdad es un bonito lugar.
- Si
Giyuu y yo estábamos parados en medio del claro observando las flores y la luna, tengo que admitir que es un buen lugar para una confesión, pero no me creo eso del amor eterno que nos comentaron.
Una pequeña ráfaga de aire frio hace que involuntariamente empiece a temblar, a pesar de que traigo mi haori que me regalaron hace tiempo, no pude evitar la reacción de mi cuerpo.
- ¿Tienes frio?
- Solo un poco, no te preocupes por eso.
Doy un par de pasos hacia adelante para observar mejor la luna, no puedo evitar pensar en la obra que vimos antes, me hubiese gustado que la princesa Kaguya como su amado, hayan podido estar juntos.
Sentí algo sobre mis hombros que hace que gire mi cabeza y pude ver a Giyuu detrás de mí, al observarlo mejor, me doy cuenta de que no tiene su haori, ahora este está sobre mis hombros.
- ¿Giyuu san?
- Para que te proteja un poco del frio.
Puedo sentir mi rostro arder, a veces Giyuu puede ser muy romántico sin siquiera saber cómo serlo. Así es él y lo amo por como es, no me gustaría que cambie su forma de ser, aunque si soy honesta, hay algo que si quiero que cambie y es ese sentido que tiene Giyuu de autosacrificio, me gustaría que viera más por él mismo sin llegar al egoísmo.
Al verlo hacia arriba, porque tengo que admitir que mi estatura hace que generalmente vea a los demás hacia arriba, pude observar una pequeña piedra volando por los aires, al seguirla con la mirada, este cayo en medio de las flores e hizo que un montón de luciérnagas volaran.
Las luciérnagas volaban a nuestro alrededor haciendo una escena maravillosa, con la luz de la luna y los reflejos de las flores, parecían estrellas. Así que estas son las famosas estrellas que descendieron del cielo.
- ¡Es hermoso!
Estoy fascinada observando este ambiente y me doy cuenta de que Giyuu también lo está, quizás lo de la declaración de amor pueda ser verdad, pero ¿De dónde vino esa piedra? Las piedras no vuelan por voluntad propia, entonces eso quiere decir que hay alguien más por los alrededores.
Esto es obra de alguien más y estoy segura de que mi hermana esta escondida en algún lugar cerca de aquí. Por lo que no puedo confesarme en estos momentos, no con ellas cerca, porque estoy segura de que Mitsuri también está aquí.
Yo quiero confesarme a Giyuu en un lugar como este, o porque no, en este lugar, pero sin espectadores, algo más privado. Quizás ahora no puedo hacerlo de forma directa, pero puedo hacerlo de forma indirecta, sin embargo ¿Lo entenderá?
- Ne ne Giyuu san.
Giyuu voltea a verme.
- Hoy la luna está hermosa.
Algo raro paso, Giyuu por un segundo abrió de más sus ojos, para luego ladear un poco la cabeza y sonreír, pero esta sonrisa no es la misma que las anteriores, es más como una sonrisa nostálgica ¿Por qué sonríe así?
- Si, está hermosa.
¿Eh? ¿Acaso Giyuu me entendió? No lo creo, porque inmediatamente después de que me respondiera, su vista se dirigió hacia la luna, pero la forma en la que lo dijo y el hecho de que lo dijo cuando me miraba, me hacen dudar.
- Cada vez está haciendo más frio ¿Volvemos a casa?
Giyuu me preguntó y creo que tiene razón, nuevamente una corriente de aire hace que mi cuerpo reaccione, aunque tenga puesto el haori de Giyuu, esta noche es particularmente fría y me hace temblar un poco.
- Si creo que tienes razón Giyuu san.
El asienta y nuevamente me ofrece su mano, realmente me gusta cuando Giyuu se comporta de esta manera, acepte su mano y la tomé, con la diferencia de que, en esta ocasión, entrelacé mis dedos con los de él.
- Muchas gracias por todo Giyuu san, me divertí mucho el día de hoy.
- Me alegro – Giyuu voltea a verme – Si quieres podemos repetirlo.
¿Giyuu, me estas proponiendo otra cita?
- ¡Por supuesto! – No pude evitar sonreír de felicidad.
- Bien.
Nos dirigimos rumbo al cuartel y por lo que puedo observar, vamos a la finca mariposa, así que Giyuu me va a acompañar a mi hogar ¡Que amable!
Así continuamos caminando, bajo la luz de la luna y con nuestras manos entrelazadas.
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