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Capítulo 18: ¿Qué es una cita?

Mi rehabilitación está progresando bastante bien, yo Tomioka Giyuu, finalmente pude atrapar a Kanao en este juego de atrapadas y ahora lo estoy intentando con Shinobu.

Después de hablar con Sabito y Makomo y al saber que tengo el apoyo y la confianza de mis hermanos, me quité un gran peso de encima. En verdad les agradezco mucho.

Ahora solo debo concentrarme en atrapar a Shinobu.

Debo admitir que atraparla es muy difícil, es mucho más rápida y ágil que yo, cuando creo que estoy a punto de atraparla, ella logra escaparse de mi como si fuera agua entre los dedos, sus movimientos son muy finos como el aleteo de una mariposa.

- ¿Qué pasa Giyuu san, ya te cansaste?

Esas preguntas las pude haber dejado pasar si no fuera por esa sonrisa de burla que tiene Shinobu en su rostro. Por lo que utilice la concentración total para darle alcance.

- Ara ara, parece ser que Giyuu san se enojó.

Pude escuchar el comentario de Kanae perfectamente, aun cuando ella estaba sentada junto a Kanao al otro lado del dojo.

- Dime Kanao ¿Crees que Giyuu san pueda alcanzar a Shinobu esta vez?

Nuevamente puedo escuchar a Kanae preguntarle eso a Kanao, es la tercera vez que se lo pregunta y como estoy lo bastante concentrado en atrapar a Shinobu, no puedo ver que responde Kanao, ya que no dice nada, solo mueve su cabeza dando su respuesta.

Un par de horas pasaron y yo estoy tirado en el suelo de madera con mi rostro viendo hacia el techo, puedo escuchar los pasos de Shinobu acerándose hacia mí, de repente se pone de cuclillas por encima de mi cabeza y me dice:

- Esta vez estuviste muy cerca Giyuu san.

Yo solo cerré los ojos y suspire, ya que estoy consciente de que no es verdad, aun me falta para poder atraparla.

- Si sigues así, en unos pocos días podrás atraparme.

Shinobu sonrió mientras me decía eso, no pude evitar recordar a la anterior Shinobu, la que se burlaba de mí y me molestaba a cada rato, es extraño, aunque ambas sean las mismas personas, sus personalidades son distintas, es curioso.

Ahora que lo pienso mejor la Shinobu que está enfrente mío ha estado actuando un poco extraño ¿Por qué el cambio en ella?

Desde hace algunos días su actitud hacia mi cambió, aun se sigue enojando, pero ya no tanto como antes, de vez en cuando me hace una que otra broma y también pasa más tiempo conmigo, a pesar de que tiene otros pacientes.

- Vamos Giyuu san, tienes que levantarte, no es bueno para tu salud que te quedes ahí recostado.

Shinobu me extendió su mano para ayudarme a levantarme, este es otro de los cambios que he notado en ella, aunque no me molesta en lo absoluto. Acepté su ayuda y me puse de pie.

- Muchas gracias Shinobu.

- De nada.

Nuevamente me sonríe y se me queda mirando.

- Shinobu.

- ¿Sí?

- ¿Me devuelves la mano?

Ella lentamente agacha su cabeza para observar nuestras manos y después de unos segundos me suelta.

- ¡¿Viste eso Kanao?!

Kanao solo afirma con la cabeza a la pregunta de su hermana mayor. Shinobu rápidamente las voltea a ver y su rostro se empieza a colorear, es como si se hubiera olvidado de que ellas estaban aquí.

- ¿No tienen otra cosa que hacer? – Les pregunta Shinobu a sus hermanas.

- Por el momento no.

- ¿No deberías estar supervisando el entrenamiento de Kanao? – Vuelve a preguntar Shinobu.

- Por hoy hemos terminado y venimos a ver la rehabilitación de Giyuu san.

- Mmm.

Al parecer Shinobu hizo un ligero puchero porque su hermana solo suelta un – ¡Ahh! – Mientras se toma la mejilla.

Dejé que las hermanas Kocho siguieran con lo suyo y me encaminé hacia donde estaba Kanao para sentarme a su lado. Esta acción no paso desapercebida por las hermanas.

- ¿Cómo te sientes Kanao? – Le pregunte.

Kanao se me queda viendo como si no hubiese entendido mi pregunta.

- En tu entrenamiento.

Kanao parece pensarlo mucho, quizás va a necesitar arrojar su moneda.

- Bien.

Sin embargo, no la ocupo, después de un pequeño tiempo me respondió de forma simple.

- Eso es bueno, recuerda hacerle caso a tu hermana.

- Si.

Y guardamos silencio, ambos dirigimos nuestras miradas al frente y nos relajamos.

- En serio, muchas veces me pregunto ¿Cómo le hace Giyuu san para entender a Kanao tan fácil? – De repente, Shinobu que se sentó al lado de Kanae, preguntó.

- Quizás, como ambos son tan serios, se comunican de distinta manera – Kanae le respondió.

Un par de minutos pasaron mientras los cuatro estábamos sentados sin decir nada, cuando de repente, Kanao sacó su moneda de su bolsillo y la echó al aire, al atraparla, vio que había salido para inmediatamente después voltear a verme y preguntarme.

- ¿Qué es una cita?

Su pregunta me tomo por sorpresa, jamás me imaginé que me preguntaría eso a mí. En serio ¿Por qué me lo preguntó a mí? Lo más sensato era que se lo pregunte a sus hermanas.

Las veo de reojo y ambas están igual de sorprendidas que yo, claramente Shinobu se ve que es la más sorprendida de las dos.

- ¿Por qué preguntas Kanao?

Fue lo único que pude decir, necesito algo de tiempo para procesar bien que es lo que está pasando.

- Cuando sus compañeros se despidieron de Kanae nee san, dijeron que irían a una cita, pero ¿Qué es una cita?

¿Mis compañeros? Debe de estar hablando de Makomo y Sabito, ellos vinieron a visitarme en la mañana y se fueron antes del mediodía.

- Esos dos – Shinobu se toma la frente con su mano.

- Creo que eso es algo que debes de hablarlo con tus hermanas – Intento zafarme de esto, pero...

- Ara ara, pero si te pregunto a ti Giyuu san.

- ¿Nee san?

Kanae solo me sonríe mientras que Shinobu se sorprendió por el comentario de su hermana, parece ser que Kanae se está divirtiendo con esto.

Yo solo cierro mis ojos para dejar de ver esa sonrisa de diversión mientras pienso detenidamente como contestar a la pregunta que me hizo Kanao, al abrirlos nuevamente, observo que Kanao tiene toda su atención en mí.

- Por lo general, una cita es cuando dos personas salen para pasar un rato agradable.

- ¿Un rato agradable? – Me pregunta Kanao.

- En pocas palabras, salen a divertirse.

Kanao agacha la cabeza procesando lo que le acabo de decir, luego nuevamente la levanta para mirarme fijamente.

- Cuando salgo con Aoi por provisiones ¿Eso es una cita? – Me pregunta Kanao.

En serio, esto debería de responderlo sus hermanas no yo.

- Ara ara Kanao ¿Te diviertes cuando sales con Aoi chan?

- Si.

- ¡Me alegro mucho!

Kanae abraza con mucha emoción a Kanao, me imagino que es porque admitió que se divertía con alguien más, poco a poco Kanao está cambiando, aunque me pregunto si esto está bien, se supone que Kanao empezó a cambiar después de conocer a Tanjiro, solo espero no empeorar las cosas entre ellos dos.

- ¿Entonces si es una cita? – Kanao vuelve a preguntar.

- Es un poco diferente Kanao – La que le respondió fue Shinobu.

- ¿Por qué?

- Porque una cita es cosa de enamorados.

Kanao parece confundida ante la respuesta de Shinobu, parece ser que se está preguntando ¿Qué significa enamorados?

- Makomo y Sabito se quieren mucho por eso salen a citas.

Ante su silenciosa pregunta decidí responderla, espero que le quede claro.

- Yo quiero a mis hermanas – Me dice Kanao.

- Y eso está bien, pero el amor del que te hablo es diferente al amor entre hermanos.

- ¿Por qué? ¿Cuál es la diferencia? – Me pregunta.

- Todo a su tiempo – Le respondo – Cuando te enamores del chico adecuado lo entenderás.

Kanao no se ve muy convencida con mi respuesta, tal vez pueda decirle un poco de ese amor.

- Cuando te preocupas por alguien, a tal grado que no quieres que nada malo le pase, o cuando te sientes feliz estando a su lado, es esa la clase de amor de la que te mencioné – Mientras le contestaba, coloqué mi mano sobre su cabeza para revolver suavemente su cabello.

Kanao no me pregunta nada más, solo parece disfrutar de la caricia hacia ella, cuando quité mi mano de su cabeza, me ve por unos segundos y después voltea a ver a Shinobu.

- ¿Qué ocurre Kanao? – Le pregunta Shinobu.

Kanao gira ligeramente su cabeza para mirar a Kanae.

- Kanae nee san también me lo dijo.

- ¿Qué cosa? – Ahora fui yo quien le preguntó.

- Que cuando encuentre a mi persona destinada, mi corazón florecería.

Así que Kanae también le dijo eso, solo espero que eso no cambie.

- Kanae nee san.

- ¿Si Kanao?

- ¿Una cita se hace entre un chico y una chica que se quieren?

- Así es – Kanae le responde a la menor mientras le sonríe.

- Entonces ¿Shinobu nee san y el maestro Tomioka ya tuvieron una cita?

- ¡¡KANAO!!

- ¡Ara ara!

¿Una cita?

No creo que Shinobu esté interesada en algo así, siempre parece estar muy ocupada con sus pacientes y los venenos, aunque últimamente ha cambiado un poco su actitud.

- ¿Por qué piensas eso Kanao? – La pregunta vino de parte de Kanae.

- Porque Shinobu nee san cuidaba todos los días del maestro Tomioka, aparte de que sonríe más cuando está con él.

Es verdad, tanto Kanae como Mitsuri me comentaron que Shinobu cuidaba de mi durante el tiempo que permanecí inconsciente, que pasó muchas noches de insomnio por cuidarme y yo nunca se lo agradecí de la forma correcta.

- Eso no es cierto Kanao – Una roja Shinobu le dice a Kanao.

- No mientas Shinobu – Ahora Kanae voltea hacia su hermana – Todas en la finca te vimos.

Quizás no sea mala idea invitarla a comer fuera de la finca, esta sería una forma de agradecerle todos los cuidados que tuvo conmigo.

- ¡Nee san! ¡Solo confundirás a Kanao!

- Pero hacen una bonita pareja

- ¡NEE SAN!

Bien está decidido, la verdad me perdí de lo último que hablaban las hermanas Kocho, pero no creo que haya sido algo importante.

Me levanté de mi lugar y todas me miraron al instante.

- ¿Qué ocurre Giyuu? – Me pregunta Shinobu.

- No estas enojado ¿Verdad? – Negue a la pregunta que me hizo Kanae.

- Shinobu.

- ¿Sí?

- Mañana podemos dejar la rehabilitación de lado, me gustaría invitarte a comer al pueblo vecino.

- ¿Eh?

Shinobu tenía la boca abierta, al igual que Kanae, aunque un poco más discreta que su hermana menor, mientras que Kanao solo me observaba.

- Ara ara – Kanae esbozó una gran sonrisa en su rostro, no entiendo el por qué.

- ¿Qué? Pero... ¿Por qué tan de repente? – Shinobu se escuchaba alterada.

- Ya veo.

Quizás no fue tan buena idea, Shinobu estaba completamente roja ¿Será que se encuentra enojada? Me cruzo de brazos para pensar en otra idea, algo que no la haga enojar.

- Que mala eres Shinobu, pusiste triste a Giyuu san.

- No, yo no...

¿Debería comprarle un regalo? Quizás unas flores, Nezuko me dijo hace tiempo que unas flores son adecuadas como agradecimiento.

- Este... Giyuu.

De repente escuché mi nombre, eso me hizo salir de mis pensamientos, nuevamente no puse atención a lo que se hablaba a mi frente.

- Mande.

- ¿Realmente quieres salir conmigo?

¿Qué si quiero salir? Bueno creo que es lo más lógico cuando le propuse comer al pueblo vecino, inevitablemente tenemos que salir de la finca mariposa, no entiendo su pregunta.

- Si.

Shinobu agacho su cabeza, pero puedo alcanzar a ver una ligera sonrisa en sus labios.

- Entonces sí. Si quiero salir contigo Giyuu.

- Bien.

Qué bueno, la verdad no tenía idea de que flores le gustan a Shinobu, por lo que la comida es buena opción, cuando fuimos a una misión en la montaña, ella parecía disfrutar de unos fideos, quizás vayamos por fideos.

- Pero con una condición Giyuu.

- ¿Sí?

- Que no será mañana, será cuando termines con tu rehabilitación.

- ¿Por qué?

Una pequeña vena apareció en la frente de Shinobu.

- Porque no quiero que todo el esfuerzo para tu recuperación se vaya al traste.

- Pero...

- Pero nada.

Y yo que quería agradecerle de inmediato, pero ni hablar, si así lo quiere por mí no hay problema.

- Está bien.

- Bien, terminó el descanso, continuemos Giyuu.

- Si.

Shinobu camina hacia el centro del dojo y yo la sigo, antes de llegar pude ver como Kanae se levantó de su lugar.

- Ven Kanao, nosotras también continuaremos con tu entrenamiento.

Kanao solo asienta con la cabeza y se levanta de su lugar.

- ¿Creí que ya habían terminado por hoy Nee san?

Yo también me pregunté lo mismo que Shinobu.

- Es que se me ocurrió intentar algo nuevo.

Kanae toma de la mano a Kanao mientras le contestaba a su hermana, ambas se dirigieron a la puerta, pero antes de cruzarla, Kanae gira su cabeza para vernos.

- Suerte.

Y nos guiñó el ojo. Acto seguido salió del dojo y se escuchan sus pasos alejarse por el pasillo.

Al regresar mi vista nuevamente hacia Shinobu puedo notar como tiene un semblante muy raro, su boca muestra una mueca mientras sus mejillas se tornan rojas, nuevamente no la entiendo, Kanae solo nos deseó suerte en la rehabilitación ¿Por qué parece apenada?

Los días pasaban y mi condición mejoraba, poco a poco estoy recuperando mi estado físico que tenía antes del coma, por lo que muy pronto podré salir a misiones, pero antes de eso, me gustaría visitar a Tanjiro y supervisar su entrenamiento.

Hablando de entrenamiento, el mío por atrapar a Shinobu parece que pronto llegará a su fin, he estado muy cerca de atraparla en varias ocasiones, incluso he podido observar como ella se nota más cansada.

El día de ayer, Makomo y Sabito regresaron de la misión en la montaña que me había tocado anteriormente, me contaron que lograron salvar la vida de la cazadora de montañas llamada Yae de un demonio, que lamentablemente era su padre y que al convertirse en demonio asesino a todo los que estaban en su casa menos a su hija.

Recuerdo esa misión, la hice junto a Shinobu en aquella ocasión, también recuerdo a Yae y a su padre, que con su último aliento le dejo un mensaje a su hija.

"Vive", ese fue su mensaje.

Les pregunté a mis hermanos si había pasado algo extraordinario, dado que estaba aquí en la rehabilitación, me perdí de esa misión. Ambos me contaron que el actuar el demonio era como se los había descrito y como el mensaje a Yae no cambió.

Suspiré aliviado de saber que ese evento no cambio mucho, solo el hecho de que ni Shinobu ni yo estuvimos ahí, sino, en esta ocasión Makomo y Sabito presenciaron el amor de ese demonio a su hija.

Pero cuando me dijeron que Yae decidió convertirse en cazadora de demonios y la llevaron con un cultivador, me sorprendí. También les pregunté ¿Por qué no la llevaron con el maestro Urokodaki? Y su respuesta me hizo entender que tomaron la mejor decisión.

"Por Nezuko".

Por otro lado, la mentalidad de Sabito hacia los demonios ha cambiado aún más, con lo que ocurrió en esa montaña y con lo de Nezuko, ahora está más convencido de que existen demonios que no atacan a humanos, que quieren vivir en paz con nosotros. El empujón final fue nuestra charla de hace tiempo.

Después de que me platicaran eso y antes de poder preguntarles acerca del cultivador de Yae, apareció Kanae para llevarse a mis hermanos a otro salón, cuando le pregunté el por qué se los llevaba, ella solo evadió mi pregunta diciendo que no tardaría.

Un par de días más pasaron para que finalmente pudiera atrapar a Shinobu. Logré tomar su mano izquierda y la jalé junto a mi para que no que no pudiera escaparse, abrazándola en el proceso.

- ¡Lo logró!

- ¡Viva!

Sumi, Naho y Kiyo festejaban el que por fin pudiera captúrala, yo giré mi rostro para verlas y levanté mi brazo derecho en señal de victoria hacia ellas, las niñas se acercaron y brincaban a nuestro alrededor.

- ¿Gi-Giyuu san?

Al escuchar a Shinobu llamándome, baje mi mirada para verla directamente. Dado que la había jalado hacia mí para abrazarla y al tenerla tan cerca, me doy cuenta de que tiene un color de ojos muy hermosos, son purpuras teniendo una coloración gris con un aspecto compuesto similar al de los insectos.

Ese aspecto en sus ojos es lo que me llama la atención y me empiezo a acercar a ella para poder observarlos mejor.

- ¿Q-Qué?

Dado que Shinobu es bastante bajita, por alguna razón la hace ver tierna en estos momentos. Me agacho todavía más para poder estar a una distancia prudente y poder admirar mejor esos ojos.

Para mi sorpresa Shinobu cerró sus ojos haciendo que me detuviera, ya que ya no podré observar sus ojos, pero ella echa ligeramente para atrás su cabeza dándome una vista de su rostro y especialmente de sus labios, gracias a ese ligero movimiento que hizo, ahora también puedo darme cuenta de sus labios.

Sus labios tienen un ligero color rosa, quizás producto de un labial. ¿Labial? Anteriormente Shinobu no utilizaba esos productos, su vida era la venganza y con el veneno que tomaba, cada día que pasaba se veía más pálida, pero ahora no solo sus labios, todo su rostro tiene más color.

No puedo dejar de mirar su rostro y fue cuando algo me causo curiosidad, coloqué mi mano derecha en su mejilla izquierda para poder sentirla y lo que sentí fue calidez, no hay ningún rastro del frio a causa del veneno y eso es algo que me hace feliz.

Al tener mi mano en su rostro, sentir esta calidez y estar así de juntos, quizás pueda...

- ¡Qué estas esperando, sé hombre!

Tanto Shinobu como yo volteamos rápidamente hacia donde provenía ese grito, esa voz era de Sabito y junto a él estaban Makomo, Kanae, Mitsuri, Kanao y Aoi ¿Desde cuándo están ahí? Sabito da un paso adelante y me vuelve a gritar.

- ¡¿Por qué lo estas dudando?! Solo besa...

No pudo terminar lo que me estaba diciendo porque Makomo le dio un fuerte golpe en el estómago sacándole todo el aire y haciéndolo caer al suelo.

- ¿D-de... desde c-cuándo?

Nuevamente puedo ver algo nuevo en Shinobu, es la primera vez que la veo tan avergonzada que hasta está tartamudeando.

- Desde que Tomioka sama la atrapo.

Fue Sumi la que le contestó, había olvidado que ellas estaban a nuestro alrededor desde el principio.

- Shinobu san – De repente, Makomo le habló a Shinobu – Lamento que Sabito haya arruinado el ambiente, hablaré con él.

Makomo toma del haori a Sabito y se lo lleva arrastrándolo fuera del dojo, Sabito parece estar inconsciente, de seguro Makomo lo llevará a una cama de la finca para que se recupere, que amable es Makomo.

- Lamentamos la interrupción, pero ¡Kya! Se veían tan lindos.

¿Eh?

Eso último que dijo Mitsuri ¿Por qué?

- Niñas – Kanae de repente llamo a Sumi y compañía – Démosle un tiempo a solas ¿Pueden acompañarme?

- ¡Si! – Las tres respondieron al mismo tiempo.

Las niñas fueron corriendo hacia Kanae y al llegar junto a ella. Kanae nos dice con una gran sonrisa en su rostro.

- ¡Ahora sí! Nadie los molestara, pueden continuar.

Ellas están actuando raro, Kanae tiene en su sonrisa algo diferente, Mitsuri se tapa los ojos muy mal porque tiene un gran espacio entre los dedos para poder vernos, Aoi tiene una cara muy roja y Kanao tiene una especie de brillo muy discreto en sus ojos.

- Y-yo... N-no.

- ¿Shinobu?

Pero la que estaba actuando más extraño era Shinobu, nunca la había visto así y eso es preocupante, por eso la llame. Trate de acercarme para ver qué le estaba pasando, pero de repente salió corriendo del dojo.

- Ara ara.

- ¡Ah, escapo!

Yo solo me quedé mirando la puerta por donde se había ido Shinobu y me pregunté ¿Qué paso?

- Giyuu san – Volteo porque Kanae me llamó – Deberías de seguirla.

- Si.

No sé porque Kanae me lo pidió a mí, debería ser ella quien siguiera a Shinobu, al fin y al cabo es su hermana, pero acepte su petición porque realmente me preocupa el estado de Shinobu.

Llevo unos minutos buscándola, corriendo de un lado a otro y no he dado con su paradero, al final estuve preguntando en la finca si alguien la había visto y no fue hasta que una joven cazadora de nombre Midori me informó que la había visto entrar en su habitación.

Midori es una mujer una poco más alta que Shinobu y, como todas en la finca, tiene un adorno de mariposa verde con morado en su lado derecho, parecido a Kanao. Su cabello negro ondulado hace que resalte su adorno de mariposa.

Le agradecí a Midori y antes de dar media vuelta, pude notar una mirada triste de su parte.

Cuando llegué a la habitación de Shinobu toqué un par de veces la puerta, no paso mucho tiempo cuando escuché del otro lado de la puerta, la voz apagada de Shinobu.

- ¿Quién?

- Soy yo ¿Te encuentras bien?

Shinobu no me contesto, solo alcancé a escuchar unos pasos que se acercaban rápidamente a la puerta y al detenerse, la puerta se abrió ligeramente.

- Giyuu san, lo siento yo...

No puedo ver si se encuentra bien, ya que solo la mitad de su rostro se asoma por el pequeño espacio de la puerta.

- ¿Puedo pasar? – Le pregunté.

- ¿Eh? ¡Ah! Si claro, adelante.

Shinobu terminó por abrir toda la puerta y se hizo a un lado para dejarme pasar. Una vez adentro, ella cerró la puerta y pude escuchar que le puso llave.

- ¿Por qué...? – Le iba a preguntar de la puerta, pero ella me ganó.

- Es para evitar a los chismosos.

¿Qué quiso decir con eso? Mas no le pude preguntar porque ella se dirigió a una pequeña mesa y se sentó en un cojín, haciéndome una invitación con su mano para que también me sentara.

- Lamento haberme ido así de repente.

- No te preocupes, lo importante es que estas bien.

Shinobu bajo su cabeza viendo hacia la mesa, sus manos estaban juntas sobre esta y se les quedó viendo durante un rato sin mover ni un solo musculo, parece ser que esta sumergida en sus pensamientos.

Sin pensarlo coloqué mi mano sobre las suyas, este acto parece ser que la sorprendió porque levantó rápidamente su rostro. No me gusta verla así, estoy acostumbrado a ver a una Shinobu tan decidida, tan fuerte y hasta orgullosa, que no quiero verla de otra manera.

- Gracias por preocuparte por mí.

- No tienes que agradecer.

Poco a poco se fue relajando, parecía sentirse mejor porque me sonrió. Al ver que ya se encontraba mejor, decidí sacar a conversación una cosa que nosotros dos tenemos pendiente.

- Shinobu quería hablar contigo sobre algo.

. . .

- Y-yo... N-no.

- ¿Shinobu?

No puedo creer que todos ellos hayan visto ese momento entre Giyuu y yo, lo peor fue que no dijeron nada hasta que Sabito gritó, fue en ese momento que recordé que las niñas estaban con nosotros y me sentí fatal por el ejemplo que les estaba dando.

Cuando Giyuu me llamó, algo hizo un clic en mi cabeza y ya no pude pensar correctamente, lo único que quería era alejarme y salir corriendo de ahí, que fue exactamente lo que termine haciendo.

Ahora que estoy encerrada en mi cuarto, yo finalmente puedo pensar con la cabeza fría ¡¿Qué rayos estabas pensando Shinobu?! Al principio me sentía confundida cuando Giyuu me abrazó, pero cuando acercó su rostro para besarme, en ese momento debí de detenerlo, de decirle que no porque las niñas estaban viéndonos y aun son muy jóvenes para ver ese tipo de interacciones.

Sin embargo, al verlo acercándose y ver esos hermosos ojos azules como zafiros, olvidé por completo en donde estábamos y me posicioné para recibir el beso.

Me dejé caer sobre mi mesa, me recargué en ella y coloqué mi cabeza entre mis brazos.

- Hubiese sido mi primer beso.

Di un suspiro mientras decía eso, por un lado, me siento decepcionada de no haberlo recibido, pero por el otro, creo que fue mejor así, mi primer beso debe ser algo más, no sé, romántico.

- Creo que lo arruine.

Y sí, estoy segura de que Giyuu es el que debe sentirse más decepcionado, él quería besarme y yo salí corriendo, aunque parte de la culpa no fue mía, aun así, no debí dejarlo solo en el dojo.

- Quizás, ya no quiera salir conmigo.

Seguramente Giyuu ya se fue a su finca por el bochornoso espectáculo que vio, además, técnicamente ya está curado y se puede decir que está dado de alta.

- Ojalá viniera a buscarme.

En ese momento escuché dos golpes en mi puerta, alguien me está llamando y la verdad no tengo ni ganas de ver de quien se trata.

- ¿Quién?

Solo pregunte sin mucha fuerza en mi voz, ojalá no me hayan escuchado.

- Soy yo ¿Te encuentras bien?

Al escuchar esa voz me incorporé de inmediato ¡Es la voz de Giyuu! ¿Acaso vino a buscarme?

Rápidamente me dirigí a la puerta y la entreabrí para poder observarlo, no quería que fuera una broma de mi imaginación.

Y no lo era.

Al observar hacia afuera, él estaba parado enfrente de mi puerta en medio del pasillo, pude notar unas ligeras gotas de sudor en su frente ¿Acaso estaba corriendo?

Por alguna razón mi corazón empezó a latir más fuerte y me siento muy feliz de que Giyuu me estuviera buscando, sin embargo, me doy cuenta de que nuevamente le ocasione problemas.

- Giyuu san, lo siento yo...

Realmente quería disculparme con Giyuu por los problemas que le he ocasionado, pero de repente, él me interrumpió.

- ¿Puedo pasar?

- ¿Eh? ¡Ah! Si claro, adelante.

La pregunta de Giyuu me tomó por sorpresa, tanto que le di el permiso de entrar a mi habitación sin pensarlo bien, hasta me hice a un lado para que pudiera pasar.

Cuando él entró, es cuando reaccioné y me doy cuenta de que es la primera vez que dejo pasar a un hombre a mi habitación.

Antes de poder pedirle que mejor saliéramos de aquí, alcancé a escuchar las voces de unas asistentes que se acercaban hacia nuestra dirección, por lo que, en un auto reflejo, cerré la puerta de golpe y para evitar algo parecido a lo de hace unos minutos, le puse llave a mi puerta.

- ¿Por qué...? – Giyuu me iba a preguntar, pero le interrumpí.

- Es para evitar a los chismosos.

Y es la verdad, no quiero que, al tener a Giyuu en mi habitación, se convierta en un gran chisme en la finca mariposa.

Bueno, ahora que estamos aquí, al menos debería invitarlo a sentarse, por lo que me encaminé hacia mi pequeña mesa y me senté en el cojín. Una vez sentada, le hice una pequeña seña con la mano para invitarlo a sentarse, cosa que él hizo.

Cuando Giyuu se sentó enfrente de mí, creí que era el mejor momento para disculparme con él por haberlo dejado solo con todos en el dojo.

- Lamento haberme ido así de repente.

Estaba preparada para recibir algún tipo de reclamo, mas este nunca llegó, lo único que recibí fue:

- No te preocupes, lo importante es que estas bien.

Nuevamente puedo sentir el latir de mi corazón, no me esperaba esa respuesta, Giyuu en verdad está preocupado por mí, ¿Quién lo diría? La primera vez que lo vi no me causó una buena impresión, de hecho, lo odiaba por su forma de ser, durante ese entrenamiento hasta después del enfrentamiento contra esa luna inferior, no dejaba de insultarlo mentalmente.

Eso cambió cuando me orientó y me sugirió a crear los venenos de glicinas. En aquel momento, me sentía devastada por lo que le había ocasionado a mi hermana y por el hecho de no poder decapitar a un demonio, fue en ese momento, que él se convirtió en mi luz, en mi esperanza.

Al unirme a la corporación, lo último que pasaba por mi cabeza era la de llegar a enamorarme, por lo cual, jamás le preste atención a ese tipo de relación. No tengo ninguna experiencia en cómo tratar a un chico fuera de lo médico.

Así que no tengo nada que ofrecerle a Giyuu, mi cocina no es muy buena y eso que nee san y Mitsuri me han estado enseñando, por lo que no me siento con confianza de darle el salmón con rábano que Makomo me dijo que era el platillo favorito de Giyuu.

Tampoco soy muy femenina que digamos, mi hermana me lo ha dicho en algunas ocasiones, por lo que creo que no sería una buena novia para Giyuu. En lo único que soy buena es en la farmacéutica y en ahuyentar a los hombres con mis medicinas.

De repente, sentí algo sobre mis manos, cuando reaccioné, pude notar que era la mano de Giyuu, por lo que levanté de inmediato mi cabeza por la sorpresa y lo pude ver de frente, su rostro era de lo más tranquilo, pero en sus ojos pude ver algo como preocupación.

- Gracias por preocuparte por mí.

- No tienes que agradecer.

En verdad Giyuu es alguien especial, jamás me ha juzgado por lo grosera que fui con él o por lo poco femenina que soy, Giyuu me ve como realmente soy y me respeta por eso, eso me gusta de él.

Cuando finalmente despertó de su coma, decidí que iba a cambiar por él, que iba a hacer que me viera con otros ojos, para así poder gustarle.

- Shinobu quería hablar contigo sobre algo.

- Si, dime.

Giyuu no deja de mirarme directamente a los ojos y me dice.

- Ahora que ya estoy bien y he terminado con mi rehabilitación ¿Podemos ir a comer?

Giyuu... ¿Aun quieres salir conmigo?

Estoy muy feliz. Me di cuenta de que no es necesario hacer tantos cambios, que no los necesito, solo debo ser yo misma con Giyuu. Aun así, eso no me quita de la mente el verme bien para él, aunque sea un poco.

- Claro, que te parece...

Iba a decir mañana, pero recordé que todas habíamos quedado en hacerle una pequeña fiesta a Giyuu cuando se recuperara por completo, por lo que mañana no sería una buena opción.

- ... pasado mañana.

- Me parece bien, solo espero que no haya misiones para entonces.

- Yo también lo espero.

Durante unos segundos no quedamos mirándonos el uno al otro hasta que la puerta volvió a sonar.

- ¿Shinobu te encuentras aquí?

Era la voz de mi hermana ¡No puede ser! Si nos encuentra aquí, los dos solos en mi habitación, estoy segura de que será el tema de conversación de toda la finca durante semanas.

Por el rabillo del ojo, logré ver que Giyuu estaba a punto de responderle, por lo que de inmediato le tapé la boca y en un susurro le pregunté.

- ¿Qué estás haciendo?

Giyuu se notaba confundido, como diciendo que responderle a mi hermana era lo más obvio que se podía hacer.

- Si mi hermana nos encuentra aquí, sería muy problemático.

Giyuu no podía decir nada porque aún mantenía mi mano sobre su boca, así que lentamente se la despegue.

- ¿Sería un problema para ti? – Giyuu me pregunta.

- Si.

Giyuu solo me afirma con su cabeza y guardó silencio, pero...

- Creo que escuche algo Shinobu, así que voy a entrar.

¡Rayos! Olvidé que mi hermana, por ser la dueña de la finca, tiene copia de todas las llaves ¡Esto es malo! Mi habitación no tiene muchos lugares para escondernos.

Estoy entrando en pánico cuando, nuevamente, Giyuu toma mi mano y me ayuda a levantarme, sin decirme nada, me guía hacia la ventana y la abre, después en cuestión de un segundo, me carga como si fuese una princesa, salta por la ventana conmigo en sus brazos y empieza a correr lejos de mi habitación.

No sé si mi hermana nos alcanzó a ver que huíamos por la ventana, pero eso no importa en estos momentos, lo que importa es saber la razón de Giyuu por hacer esto.

- ¿Por qué? – Le pregunté.

- Dijiste que sería un problema para ti.

Así que lo hizo por mí.

- Gracias.

Él no me respondió, pero veo una ligera sonrisa en sus labios como queriendo decir "De nada". Giyuu sigue corriendo, conmigo en brazos, a quien sabe dónde.

- Este Giyuu san ¿A dónde vamos?

De repente se detiene en seco, empezó a mirar por todos lados y yo hago lo mismo, ambos nos dimos cuenta de que ya no estábamos en la finca mariposa y esto es un problema para Giyuu, ya que no está vestido para salir a la calle, sigue usando la ropa para los internados.

- Creo que deberíamos regresar – Le dije.

- ¿Segura?

- Si.

Giyuu da media vuelta y comienza a caminar de regreso a la finca.

- Este Giyuu san.

- ¿Sí?

- ¿Me podrías bajar?

La cara de Giyuu fue todo un poema, al parecer no se había dado cuenta de que me seguía cargando.

Gentilmente, Giyuu me deposita en el suelo y reanudamos nuestro camino de regreso, no podía regresar a la finca en sus brazos, pero debo admitir que se sintió muy bien ser cargada por él, quizás más adelante, se lo pida de nuevo.

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