Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 17: Explicaciones (Parte II)

En esta hermosa mañana, yo Makomo, estaba caminado rumbo a la finca mariposa con Sabito a mi lado. La razón es muy sencilla, queremos ver el progreso de Giyuu en su rehabilitación.

Ayer por la tarde, Giyuu fue a la finca del patrón para platicar de cierto asunto, quizás el patrón quería saber más acerca de Muzan, ya que Giyuu fue quien se enfrentó por mucho más tiempo contra él a diferencia de nosotros dos.

Lo mejor de todo fue ver como Shinobu lo acompañó, debo admitir que después de avisarle a Kanae de la salida de Giyuu y que lo acompañaría Shinobu, en lugar de irme a nuestra finca, me escondí en los arbustos para verlos salir junto.

Lo que me causó un poco de risa fue que no fui la única en pensar en esa idea, tanto Kanae como Kanao también se escondieron y las tres los vimos caminar juntos, hubiese estado increíble que fueran de la mano, pero ya fue un avance el que hayan ido juntos.

Al llegar a la finca mariposa, fuimos directamente al dojo de la finca. Al quitarnos nuestro calzado para entrar, pude visualizar como Kanae se acercaba hacia nosotros.

- Buenos días Makomo san, Sabito san.

- Buenos días Kanae san – Le respondí – ¿Cómo te encuentras el día de hoy?

- Bien, muchas gracias por preguntar.

Después de que Sabito saludara a Kanae, ella nos acompañó hacia el dojo mientras platicábamos de cosas triviales, cosas como el trabajo en la finca, los ejercicios, la recuperación y el progreso de Giyuu, entre otras cosas.

Al abrir las puertas del dojo, pudimos ver a Giyuu intentando atrapar a Kanao, mientras Shinobu, sentada al otro lado del dojo, los observa atentamente. Aoi también estaba en el dojo, nada más que ella se encontraba parada con una charola con vasos, me imagino que ya casi se acaba la sesión y esa agua es para los que están corriendo.

No quisimos distraer a Giyuu, así que caminamos por la orilla para sentarnos junto a Shinobu. Al vernos, Shinobu nos saluda y cuando nos sentamos con ella le preguntamos por Giyuu.

- Va mejorando, dentro de poco será capaz de atrapar a Kanao.

- Eso es bueno – Le dije – Cuando la atrapé, seguirás tu ¿Verdad Shinobu?

- Si.

- No creo que eso sirva – De repente, Sabito nos dijo.

- ¿Disculpa? – Una pequeña vena apareció en la cien de Shinobu – ¿Crees que nuestro entrenamiento de recuperación es malo?

Creo que Shinobu se está enojando, si sigue así, posiblemente termine por golpear a Sabito, pero se lo merece ¿Cómo dice tal cosa? Si yo fuera Shinobu, no dudaría en darle un buen golpe a Sabito

- No pongo en duda la rehabilitación, a la que pongo en duda es a ti.

- ¿Qué?

¿Sabito? Por un momento creí que hablaba en serio, pero después de ver que se le formaba una sonrisa en su boca, intuí que diría algo estúpido para molestar a Shinobu. A veces me pregunto ¿Cómo lo aguanto?

- Te pongo en duda porque lo más seguro es que te dejes atrapar para estar en los brazos de Giyuu.

- ¡Eso no es cierto!

- Ara ara.

Lo sabía, Sabito solo la estaba molestando, al ver la cara roja de Shinobu, tanto Kanae, Sabito y yo nos empezamos a reír. Tengo que reconocérselo, esta estuvo buena.

- Aunque no sería mala idea.

¿Eh?

- ¿Qué dijiste Shinobu?

- Nada.

Shinobu se levantó y dio unos pasos al frente para decir:

- Eso es todo, descansen.

Tanto Kanao como Giyuu se detuvieron y Aoi les llevó unos vasos con agua. Ambos empezaron a beberla y a los pocos segundos se acercaron a nosotros. Al estar frente a nosotros, Kanao nos hace una ligera reverencia mientras que Giyuu se nos queda mirando.

- Giyuu ¿Cómo te sientes? – Pregunta Sabito.

- Bien.

Giyuu aún mantiene su mirada hacia nosotros dos, es como si nos quisiera decir algo.

- Giyuu nii...

- ¿Están libres ahora?

- Si – Le respondí – No tenemos planeado nada ¿Por qué?

- Hay algo que necesito hablar con ustedes.

Todos nos vimos sorprendidos por las palabras de Giyuu, debe ser algo serio para que nos lo diga con ese tono, aunque Giyuu es una persona seria, en estos momentos lo es aún más.

La cara de Giyuu solo me dice que sea lo que sea que nos quiere decir, es muy importante, por lo que volteo para mirar a Sabito y él me hace un gesto afirmativo.

- Está bien Giyuu nii.

Él asienta y ahora se dirige a las hermanas Kocho.

- Nos pueden prestar una habitación por favor.

- Claro, está la sala de visitas – Responde Kanae.

- De preferencia, un cuarto aislado.

Cielos ¿De qué querrá hablar Giyuu? Shinobu y Kanae se miran sorprendidas una a la otra y Shinobu nos responde.

- Pueden usar el laboratorio, es un lugar aislado por la farmacéutica que trabajamos ahí.

- Muchas gracias.

Giyuu agacha la cabeza frente a las hermanas Kocho en señal de agradecimiento.

- Debe ser algo muy serio para que actúes así – Kanae le dice – Si quieres privacidad, podemos decirles a todos en la finca que no se acerquen a ese lugar por el momento.

- Muchas gracias Kanae, eso es de gran ayuda.

- Bien – Kanae se levanta de su lugar – Kanao, Aoi y yo iremos a avisar, Shinobu – Ahora le dice a su hermana – Podrías acompañarlos por favor.

- Si – Responde Shionobu – Síganme por favor.

Sabito y yo nos levantamos y los tres empezamos a acompañar a Shinobu que nos estaba guiando por la finca. Al llegar a una puerta algo alejada del todo, se detiene en la misma y la abre.

- Aquí es, les pediré que tengan cuidado, ya que aquí también preparo mis venenos.

- Gracias Shinobu.

Ella nos dejó pasar antes de advertirnos sobre los venenos de glicinas.

- Me imagino que querrás que nadie escuche ¿Verdad Giyuu san?

- Por favor.

Antes de cerrar la puerta nos dice.

- Bien, iré a la cocina para preparar un poco de té.

Giyuu solo asienta y Shinobu cerró la puerta dejándonos adentro.

Al ver este lugar más detalladamente, hay muchas cosas que no se para que sirven, varios instrumentos y envases es lo que más se puede ver ¿Eso de ahí es una probeta? Creo que así le llaman.

Giyuu empezó a caminar al centro de la habitación, más precisamente hacia una mesa con cuatro sillas alrededor y se sentó, nos vio por unos segundos y ambos entendimos que debíamos sentarnos también.

Cuando nos sentamos, el primero en hablar fue Sabito.

- Bien Giyuu ¿De qué querías hablar?

Giyuu respira profundamente y empieza a agachar su cabeza hacia la mesa.

- Primero que nada, quería disculparme con ustedes.

- Sigues con eso Giyuu nii, no te preocupes, todos estamos bien.

- No, no es eso.

Giyuu empieza a levantar su cabeza y ahora nos dedica una mirada muy apenada.

- ¿Entonces de qué? – Sabito pregunta.

- Yo sabía que Muzan aparecería en esa montaña.

- ¡¿Qué?!

¿Cómo que Giyuu ya sabía que Muzan aparecería? ¿Cómo lo supo?

- ¿Quién te lo dijo? – Sabito le preguntó – No, espera, si sabias que Muzan estaría en ese lugar ¿Por qué no le dijiste a los demás? Si todos lo hubiésemos emboscado, tal vez podríamos haberlo derrotado.

Sabito de apoco se empieza a enojar y creo que tiene razones para estarlo, yo también opino lo mismo, si todos los pilares y tsuguko nos hubiéramos enfrentado a Muzan, quizás esta guerra por fin habría terminado.

- Ahora lo sé, por eso les pido disculpas, por mi estupidez casi hago que los maten a ambos.

Giyuu nuevamente vuelve a bajar su cabeza. No me gusta verlo así, por lo que  lo mejor es decirle que ya nada de eso importa.

- Ya Giyuu nii lo pasado, pasado.

Giyuu al levantar su cabeza de nuevo, tiene su mirada enfocada hacia abajo, mirando la mesa.

- Makomo tiene razón, lo importante es pensar en lo que haremos a partir de ahora.

- Es verdad Sabito – Lo apoyo y ahora le digo a Giyuu – Giyuu nii, si pudieras compartir con nosotros quien te dio esa información, quizás podamos ir nosotros con esa persona en lo que tú te recuperas y así...

- Nadie me lo dijo Makomo.

¿Eh?

- Entonces ¿Cómo sabias lo de Muzan? – Le pregunté.

Giyuu respiro profundamente y soltó un largo suspiro, juntó sus manos y las entrelazó, pero por el tono rojizo que se están formando en sus dedos, me doy cuenta de que esta apretando sus manos muy fuerte ¿Qué le ocurre?

- Eso fue porque no es la primera vez que Muzan va a esa montaña.

¿Cómo que no es la primera vez que va a esa montaña? Antes de preguntarle, Giyuu ya había levantado su rostro hacia nosotros.

- No entiendo Giyuu nii ¿Qué quieres decir?

- Tampoco es la primera vez que me enfrento a Muzan – Nos dice Giyuu aun con las manos entrelazadas.

- Explícate mejor Giyuu – Le dice Sabito.

- Se suponía que, a estas alturas, ustedes dos no estarían aquí.

- Giyuu nii, me estas espantando.

En serio, la actitud de Giyuu me está asustando ¿Cómo que no deberíamos estar aquí en estos momentos?

- No es la primera vez que estoy con vida Makomo.

No pude evitar fruncir el ceño al igual que Sabito.

- En mi primera vida, no tuve la oportunidad de conocerte Makomo. Y tú Sabito, moriste en nuestro examen de selección.

- ¿Qué quieres decir con eso? – Sabito preguntó.

- Hace 19 años, a la edad de 25, morí por las consecuencias de haber enfrentado a Muzan, las marcas de cazador te dan una gran fuerza, pero el precio es tu vida.

No entiendo.

- Espera, espera – Sabito lo interrumpió – Estas tratando de decir que...

- Al momento de morir, desperté nuevamente en mi infancia cuando era cuidado por Tsutako nee.

Giyuu está tratando de decirnos que reencarnó, o que renació, o lo que sea que le haya pasado. Nos está diciendo que todo esto es como una segunda vida para él. ¿Una especie de segunda oportunidad?

- Es broma ¿Verdad? – Sabito pregunta.

- No, no lo es.

La cara seria de Giyuu me dice que nos está diciendo la verdad, pero...

- Giyuu nii, esto es difícil de creer. Aunque seas tú el que lo dice.

- Sé que es difícil Makomo, al principió yo tampoco lo creía, pero es la verdad.

Ahora fue la cara de Sabito la que se puso seria, como si estuviera analizando lo que nos está contando Giyuu.

- Como les dije, yo morí a la edad de 25 años...

Giyuu nos empezó a contar su historia y mientras más escuchaba, más sentía mis ganas de llorar. No podía creer lo que nos estaba contando, lo cruel que fue su vida pasada, tanto dolor, tanta soledad. Es difícil imaginar que yo ni siquiera había conocido a dos de mis tres personas más importantes en mi vida.

Ahora entiendo porque Giyuu es así, porque tanto autosacrificio y protección, Giyuu no quiere volver a estar solo y no lo culpo por eso, en serio, quien quisiera volver a la soledad después de tener una oportunidad de evitarlo.

Con esto que nos acaba de confesar, finalmente las preguntas que Sabito y yo teníamos han sido respondidas. Giyuu conocía perfectamente a nuestro querido padre Urokodaki, Giyuu ya sabía la onceava postura porque él la había creado hace mucho tiempo, sabía cómo defendernos de los demonios, sabía lo que le ocurriría a Kanae en esa misión en Nagasaki y sabía la atrocidad que ocurriría en esa montaña.

Giyuu evitó todas esas tragedias él solo, aunque quisiera enojarme con él por el hecho de no haber confiado en nosotros, no puedo hacerlo en su totalidad, sin embargo, si estoy un poco molesta.

- Giyuu...

Cuando le iba a recriminar por no haber confiado más en nosotros, Sabito se abalanzó hacia él y le dio un fuerte golpe en el rostro haciendo que Giyuu se caiga de la silla y terminara en el suelo.

- ¡¿Por qué?!

- ¡Sabito!

Giyuu no dijo nada, solo intentó levantarse, pero Sabito se lo impidió sujetándolo de su bata azul que le dan a los internados de la finca mariposa.

- ¡Dime! ¡¿Por qué?!

- Lo lamento Sabito, el haberlos salvados a ustedes, a mi hermana, a Kanae, hizo que mi ego nublara mi juicio – Giyuu desvía la mirada de Sabito – Por un instante creí que podría derrotar a Muzan, pero...

- ¡Eso también! ¡Fuiste un estúpido! ¿Cómo intentaste enfrentarlo tu solo? Pero lo que yo te estoy preguntando es ¿Por qué no confiaste en nosotros desde el principio?

Yo ya me había levantado para intentar separarlos, pero al escuchar la pregunta de Sabito me detuve, ya que, también quiero escuchar su respuesta.

- Tenía miedo – Esa fue la respuesta de Giyuu.

- ¿Miedo? – Sabito pregunta cómo no creyendo lo que acababa de escuchar – ¿Miedo de no confiar en ti? ¿Miedo de creerte loco?

- Miedo de quedarme solo otra vez.

Giyuu, que sigue en el suelo y siendo sujetado por Sabito, nos dijo poniendo una expresión triste. Tal parece que ese miedo es muy grande para él.

- No quería perderlos, no a ustedes, no quería perder a nadie más.

Lo sabía y lo entendía, creo que, si yo estuviera en su lugar, tampoco querría estar sola nuevamente, quizás...

- Tch.

Mis pensamientos fueron cortados cuando Sabito arrojó bruscamente a Giyuu al suelo y se levantó para caminar hacia la puerta.

- ¿Sabito?

Le llamé, pero me ignoró y siguió caminando hacia la puerta, pero antes de abrirla se giró un poco para vernos por encima de su hombro.

- Tú, que nos decías que la comunicación y la confianza era lo más importante en un equipo. Me doy cuenta de que solo fueron palabras vacías.

- ¡Sabito! – Le grité.

Sabito nuevamente me ignoró y abrió la puerta para salir de la habitación, dejándonos a los dos atrás.

Giyuu seguía en el suelo viendo hacia la puerta que Sabito dejó abierta, podíamos ver como se alejaba por el pasillo. Al regresar mi mirada hacia Giyuu, pude ver una expresión de gran tristeza en su rostro.

Giyuu bajó la mirada al suelo y pude ver como unas cuantas lagrimas salían de sus ojos.

Mi corazón se partió, ver a Giyuu de esta manera... Nosotros tres casi nunca nos hemos peleado y vernos en esta situación realmente no me agrada.

- Giyuu.

Le llamé y cuando él giró su rostro para mirarme, le ofrecí mi mano para ayudarlo a levantarse. Él parecía un poco dudoso al principio, pero al final aceptó mi ayuda y se puso de pie, sin embargo, él no me dirige la mirada de vuelta, su rostro está ligeramente inclinado hacia un lado y viendo hacia la nada.

- Giyuu ¿Por qué me evitas la mirada?

- Debes estar enojada conmigo, entenderé si también te quieres ir.

Doy un ligero suspiro, en verdad estoy molesta, pero ahora con ambos, parecen niños.

Me acerqué a él y coloqué mi mano en su pecho.

- Te voy a ser sincera Giyuu, si estoy molesta.

Giyuu sigue evitando verme directamente, por lo que levanté mis manos y las coloqué sobre sus mejillas haciéndolo girarse para verme. Al tener su atención continué con mi discurso de molestia.

- Al igual que Sabito estoy molesta por el hecho de no haber confiado en nosotros, pero...

Giyuu no me dice nada, está muy atento a lo que le estoy diciendo.

- Pero te entiendo, si yo hubiese estado en tu lugar, habría hecho lo mismo.

- ¿Makomo?

Vi como el área en donde Giyuu recibió el golpe se empezaba a hinchar poco a poco, busqué con la mirada algo frio que ponerle hasta que observé unas toallas y un lavabo, seguramente ahí lavan todos estos utensilios.

Me separé de Giyuu y me dirigí al lavabo, pude sentir los ojos de Giyuu siguiéndome y eso me tranquilizó un poco, al menos ya no me evita.

Empapé una toalla con agua fría y regresé al lado de Giyuu, como presentía, él me está observando. Al estar cerca de él, lo guíe hacia una silla.

- Siéntate por favor.

Él lo hace sin reclamar o sin decir nada y al tenerlo a mi altura, coloqué la toalla en su mejilla.

- Giyuu, quiero preguntarte algo.

- Si.

Sujeté la mano de Giyuu con la mía y la guíe para que sujetara el mismo la toalla sobre su mejilla.

Me di media vuelta para recoger la silla que estaba en el suelo y la coloqué enfrenté de él. Al sentarme, le pregunté.

- Como dijo Sabito. Cuando nos decías "La comunicación es muy importante en el trabajo de equipo" ¿Lo decías en serio?

- Por supuesto.

- ¿No se te hace un poco hipócrita de tu parte?

Giyuu no me respondió, solo se quedó callado sin saber que decirme.

- Lo vez.

- Lo siento.

- Está bien, está bien.

Empecé a sobarle la cabeza con mi mano derecha como si se tratase de un niño regañado, aunque tengo que estirarme ya que no soy muy alta que digamos y eso que estamos sentados.

- Prométeme que ya no nos ocultaras nada.

- Lo prometo.

- Prométeme que confiaras más en nosotros.

- Lo prometo.

- Y, sobre todo, prométeme que dejaras que te ayudemos.

- Lo prometo.

Le sonreí a Giyuu, en estos momentos en verdad parece un niño tratando de buscar el perdón.

- Bien, es bueno saberlo.

Giyuu parecía más relajado y eso es bueno.

- Recuerda tu promesa, porque a nadie le gustan los mentirosos, si lo haces, todo el mundo te odiara.

- A mí nadie me odia.

- ¿Eh?

Me sorprendí un poco por la reacción de Giyuu. Fue tan espontaneo y no me esperaba que me respondiera

- Giyuu, lo decía en broma.

- Lo siento, después de escucharlo varias veces, creo que se hizo costumbre.

- ¿Costumbre?

- Si, es que, me lo solían decir mucho.

Cielos, quién le decía algo tan cruel a mi hermano. Cuando lo encuentre, me las va a pagar. Giyuu puede llegar a ser muy ingenuo y podría terminar creyéndose eso.

- ¿Quién te decía eso?

- Shinobu.

- ¿Shinobu chan?

Es imposible, estoy segura de que Shinobu jamás le diría eso, debe ser un error. Reconozco que Shinobu es un poco temperamental, pero no me la imagino diciendo algo tan hiriente.

- En mi otra vida, después de la muerte de Kanae, Shinobu cambió mucho de personalidad.

- Ya veo.

Por un lado, me siento un poco mal por lo de Shinobu y por otro, me alegro de que la Shinobu que conozco no haya cambiado como la Shinobu que conoció Giyuu, me alegro de que mi Shinobu sea más feliz y jamás le haya dicho esas cosas a Giyuu.

- Bueno eso quedo atrás, estoy segura de que Shinobu jamás te diría algo así.

- ¿Decir qué?

Ambos volteamos hacia la puerta al escuchar la voz de Shinobu, ella parecía un poco preocupada y traía una bandeja con vasos en las manos.

- Shinobu san ¿Qué ocurre?

- Les traía un poco de té, pero vi a Sabito san caminar muy deprisa por el pasillo ¿Ocurrió algo?

- Eh bueno...

Que le podía decir, no sabía si Giyuu quiera contarle a Shinobu la verdad, además, nos dijo que el patrón le sugirió que mientras menos personas sepan de esto mejor, para salvaguardar la información.

- A decir verdad...

- Tuvimos una pequeña pelea Shinobu san

Descaradamente interrumpí a Giyuu en lo que iba a decir, antes de que diga algo más, creo que lo mejor es sentarnos los tres a platicar y considerarlo. El patrón es un hombre muy sabio y creo que, con un tema delicado como este, él tiene razón.

- Se pelearon, pero ustedes son...

Shinobu se calló en lo que iba decir al observar mejor el rostro de Giyuu.

- ¿Qué te pasó Giyuu san?

Ella dejó la charola en la mesa y se acercó para observar mejor a Giyuu.

- No es nada.

- ¿Cómo que no es nada? Vamos déjame ver.

- En serio, no es nada Shinobu.

- Giyuu san, si no me dejas ver por las buenas...

Algo chistoso ocurrió, Giyuu al ver la sonrisa de Shinobu y el tono de voz que utilizó, se retiró de inmediato la mano sobre su mejilla. Yo solo trataba de aguantarme la risa.

- ¿Esto no es nada? ¿Qué te paso?

- Me caí.

Giyuu... Esa mentira es malísima.

- Aja, te caíste – Obviamente Shinobu no le creyó – Y tu rostro fue lo primero que tocó el suelo.

- ... Si.

- Y no se te ocurrió meter las manos.

- Fue rápido.

- Pues vaya forma de caer.

La sonrisa de Shinobu cada vez empezaba a dar miedo, mejor ayudo a mi hermano en esta ocasión.

- Fue Sabito, Shinobu san.

Ambos me voltearon a ver, uno con cara de asombro y la otra con cara de "Lo sabía".

- Como te dije antes, tuvimos una pequeña discusión que culminó con un golpe en el rostro de Giyuu nii.

- Makomo no...

- No tienes por qué cubrir a Sabito, Giyuu nii.

Giyuu ya no dijo nada más, solo aceptó en silencio lo que le dije.

- Bueno no es tan grave.

Shinobu sacó un ungüento de su haori y comenzó a colocárselo a Giyuu.

- Aunque es raro verlos pelear, ya que en serio le hacen honor a su sobrenombre. Son como unas gotas inseparables de agua – Nos dice Shinobu.

- Bueno, creo que hasta en las mejores familias, de vez en cuando hay peleas – Le dije.

- Si, eso sí. Aun así, Sabito no debió golpearte, aun estas en recuperación. Iré a hablar con él.

¡Vaya! Shinobu se ve realmente enojada, una vena en su cien estaba creciendo ¿Acaso quiere proteger a Giyuu? Por su parte, Giyuu iba a decirle algo, pero yo le gané la palabra. Antes de que Shinobu se levantara, la sujete por su hombro.

- No te preocupes Shinobu san, yo hablaré con él.

Shinobu se me quedó viendo por unos segundos y después me dijo.

- Está bien, lo dejo en tus manos.

- Gracias.

Empecé a caminar hacia la puerta y antes de salir escucho a Giyuu dirigirme la palabra.

- Espera, yo también debería ir.

- No Giyuu nii – Me volteé para verlo – Déjamelo a mí.

- ¿Segura?

- Si, no te preocupes.

Antes de girarme para seguir a Sabito, los miro a los dos y les digo.

- Así como Shinobu san atiende a su novio, yo tengo que hacer lo mismo con el mío.

- Si... ¡Espera!

Cerré la puerta justo en el momento en el que Shinobu alzó la voz, quiero dejarles un tiempo a solas, solo espero que Giyuu aproveche la oportunidad que le acabo de crear.

Ahora debo ir a hablar con Sabito, no debe estar muy lejos y si lo conozco como creo conocerlo, él estará en nuestra finca.

Caminaba hacia la salida, cuando me tope con Kanae doblando en la esquina del pasillo.

- Makomo ¿Está todo bien?

- Me imagino que viste a Sabito salir muy enojado.

- Si, jamás lo había visto así ¿Qué ocurrió?

- Tuvimos una pelea – Suspire – Se puede decir que es la mayor pelea que hemos tenido.

- ¿Se pelearon? Pero si ustedes son inseparables.

Veo que realmente todos piensan eso de nosotros.

- Si bueno, aun en las mejores familias llegan haber discusiones.

- Entiendo. Me imagino que no me contaras lo que ocurrió ahí adentro.

- Lo siento Kanae, pero esta vez es cosa de nosotros.

Kanae solo me dedica una ligera sonrisa y me dice.

- Bien, espero que puedan solucionarlo.

- Gracias por entender y ten por seguro que lo haremos.

Empecé a caminar para separarme de ella y alcanzar a Sabito. Antes de seguir, me gire un poco para decirle a Kanae.

- Todo estará bien, no por nada somo las tres gotas de agua de la corporación.

Kanae me vuelve a sonreír y se despide de mi con su mano derecha.

Sali de la finca mariposa y me puse en marcha para hablar con Sabito. Pasaron solo unos pocos minutos para poder llegar a nuestra finca, al entrar, pude observar unas settas en el genkan de la finca.

Tal y como me imaginaba, Sabito está aquí.

Caminando por los pasillos, abrí el fusuma que da acceso a la sala principal y ahí vi a Sabito, sentado en la engawa que da hacia el jardín. Me acerqué a él y me senté a su lado.

- ¿Cómo está? – Me pregunta Sabito por Giyuu.

- Triste.

Después de responderle, nos quedamos en silencio por un corto periodo de tiempo, ambos solo estábamos viendo hacia el jardín. Una pequeña corriente de aire pasó por mi mejilla y cerré mis ojos para disfrutar la sensación.

- No lo entiendo.

- ¿Qué no entiendes Sabito?

Le contesté aun con mis ojos cerrados.

- ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué no confió en nosotros?

- Tenía sus razones.

Sentí como Sabito volteó a verme.

- ¿Estas conforme con eso? ¿No te sientes molesta?

- Un poco. Pero lo entiendo.

- No intentes justificarlo.

- No lo hago.

Ahora abrí mis ojos y me volteé para mirarlo.

- ¿Qué hubieras hecho tu?

- ...

No le quitaba los ojos de encima porque quería escuchar su respuesta, él lo piensa por mucho tiempo y después de suspirar me contesta.

- No lo sé.

Coloqué mis manos en el piso y me inclino un poco para mirar al cielo.

- Sabes, cuando nos conocimos en el monte Sagiri, Giyuu nii tenía una mirada nostálgica en ti, ahora entiendo la razón.

- No lo noté.

- Giyuu nii realmente estaba feliz por volver a verte.

Otro silencio se formó por un corto periodo de tiempo. Mientras nadie decía nada, yo recordaba el rostro de Giyuu de ese momento.

- Yo estoy agradecido con Giyuu nii, si no fuera por él no te hubiera conocido – Le dije.

Me enderecé un poco y tomé la mano de Sabito.

- Ahora entiendo porque Giyuu nii tiene ese complejo de auto sacrificio, ahora entiendo porque Tsutako nee sama nos pedía el no alejarnos de su hermano, ahora soy capaz de entender varias cosas.

- Debió decirnos antes.

- ¿Le hubieses creído?

- Por supuesto.

- ¿Lo habrías ayudado?

- Claro.

- ¿Estarías a su lado?

- Makomo ¿A dónde quieres llegar?

- ¿Estarías a su lado? – Lo ignoré para repetir mi pregunta.

- Si.

- Entonces ¿Por qué estás aquí?

Sabito se quedó callado, creo que no supo que responderme. Sabito desvió su mirada de mí y se quedó viendo al frente.

- Sabito, a donde quiero llegar es, que no importa por qué lo hizo, lo que importa es demostrarle que estaremos a su lado apoyándolo.

Sabito solo agachó su cabeza viendo ahora hacia el suelo.

- Él siempre nos ha apoyado, incluso ha arriesgado su vida por nosotros, por las personas que ama. Nosotros no debemos hacer menos que él.

- Es solo que...

- Es solo que ¿Qué? ¿Debió decirnos? ¿Debió confiar? Giyuu nii hizo lo que creyó que era lo mejor. Tal vez tenía miedo de que lo creyéramos loco como cuando el incidente de Tsutako nee sama en su otra vida.

- Makomo...

- No te pido que no te enojes, solo que trates de entenderlo.

Sabito lo pensaba mientras levantaba su rostro para mirar hacia el cielo y después de suspirar, me dijo.

- Tienes razón.

Sonreí un poco y ahora me recargué en el hombro de Sabito.

- Sabes, en estos momentos estoy feliz.

- ¿Y eso?

- Ahora entiendo el actuar de Giyuu nii, y estoy feliz por ese actuar, ya que – Me separé un poco de él y lo miré a los ojos – Gracias a Giyuu nii, estoy aquí contigo.

- Yo también le agradezco eso.

Sabito colocó su mano derecha en mi mejilla izquierda y me dio un suave, pero profundo beso. Al separarnos un poco, me dice.

- Creo que debo regresar y disculparme con nuestro tonto hermano mayor.

- Estoy de acuerdo.

Sabito se levantó primero y me ayudó a hacer lo mismo, cuando llegamos al genkan de la finca, me acordé de algo y le advertí a mi novio.

- También te tendrás que disculpar con Shinobu.

- ¿Por qué?

Me reí un poco al recordar como los había dejado en la finca mariposa.

- Ella llego después de que te fueras y cuando vio el golpe que tenía Giyuu en la mejilla, se enojó mucho contigo.

- Je, me pregunto ¿Cuándo se declararán? ¿Quién dará el primer paso?

- Quien sabe, Giyuu nii es muy denso, Shinobu lo niega.

- Si.

- Por cierto, a lo mejor recibirás el golpe de vuelta, pero de parte de Shinobu.

- Me lo merezco.

Tanto Sabito como yo nos empezamos a reír y partimos de regreso a la finca mariposa.

Caminábamos de regreso por el camino que nos lleva a la finca mariposa, cuando sentí como Sabito me tomaba de la mano, al voltear a verlo él me sonrió y yo hice lo mismo, después de unos segundos Sabito me dice.

- ¿Me podrías ayudar?

- ¿Con qué?

- Con Shinobu.

- Bueno, te mereces el golpe ¿No me digas que te estas acobardando?

- No, si solo es el golpe lo recibiré sin quejas.

- ¿Entonces?

- Si trata de envenenarme ¿Me ayudarías?

Me empecé a reír, no había pensado en esa posibilidad. No creo que Shinobu llegué a esos extremos, pero ¿Y si lo hace? La verdad no quiero quedarme "viuda" antes de siquiera casarme.

- Si lo hace, entonces te protegeré Sabito.

- Gracias.

Ambos nos detuvimos al estar enfrente de la entrada principal de la finca de las hermanas Kocho, nos volteamos a ver y pude sentir como Sabito apretaba con un poco más de fuerza mi mano.

Parecía nervioso.

- Tranquilo, estoy segura de que Giyuu nii nos perdonará.

- ¿Nos perdonara? ¿A ti por qué?

- Por una pequeña broma que le hice antes de salir.

Sabito se rio un poco y yo lo hice también, al terminar, ambos miramos de frente a la entrada y comenzamos a caminar.

Volveremos a hablar con Giyuu, pediremos su perdón y le diremos que tiene todo nuestro apoyo, que lo ayudaremos en todo lo que podamos, que nunca estará solo y que jamás lo abandonaremos.

No por nada somos familia, no por nada somos hermanos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro